Lupe 67
Soy una asesina..
Lupe 67
Sugiero leer los anteriores relatos.
El hombre estaba muy transpirado, se sento serca del cuerpo desnudo. Quizo saber con detalle como era que me habían azotado, si es que yo era sumisa masoquista, como llegue a ello.
Comenze contándole de las palizas en mi niñez, de la primera violacion. De mi larga experiencia como puta desde corta edad, mi aceptación a la sumisión total, hasta la venta de mi beba.
Mientras yo hablaba, el pasaba su mano por el cuerpo muerto de la doctora. Primero en forma distraida, le levantaba el brazo y lo dejaba caer. Despues jugaba con el cuchillo con los pezones, no se si me prestaba atención a lo que yo decía.
Estaba ahora amasando las grandes tetas de la doctora, le pedí que deje de ultrajar el cuerpo de la mujer que yo habia amado. Dejo el cuchillo a un lado del cuerpo, tomo el revolver. Desato mis ataduras, apuntandome dijo que quería ver como la amaba.
Yo no entendía que pretendía, me quede quieta. Entonces me dijo que quería verme cogiendo con ella. No quería hacerlo, pero hizo un disparo que paso muy serca mio.
Me acosté al lado del cuerpo de la doctora. Empecé acariciando sus grandes tetas, su cuerpo estaba totalmente frío. Tenia los ojos y la boca abiertos, bese su boca. Era como besar una muñeca.
Era el último beso que le iva a dar a mi amada, me subí sobre ella. Besandola, nuestras tetas juntas, empecé a mover mi concha sobre la de ella. Mientras lloraba, comense a exitarme, nos estábamos amando por última vez.
De pronto senti que el se ubico detrás mio, de un empujón clavo si pija en mi culo. Me saco del ensueño en que estaba, todo el amor que tenia por ella lo convirtió en odio hacia él. Sin que se de cuenta tome el cuchillo, él con el cañón del revolver urgaba mis heridas. Me hacia doler mucho, las heridas se abrian y volvían a sangrar.
Queria matarlo, busque el momento en que este más relajado. El taladrs mi culo, puso el cañón del revolver pori concha. Ni bien sentí la leche caliente llenar mi culo, aproveche y clave el cuchillo.
No pensé en el revolver.No se donde clave el cuchillo, no se cuantas veces. Estaba ciega, clavaba el cuchillo hasta el fondo con todas mis fuerzas, lo sacaba y volvía a clavarle. Al primcipio sentí los intentos de el por defenderse, luego su cuerpo estaba tendido sobre el de la doctora.
Yo segui hasta que el brazo ya no me respondia. Entonces caí exhausta, sobre los dos cuerpos. Me abre quedado dormida unas horas, cuando desperté estaba oscureciendo. Mi cuerpo estaba manchado de sangre, mia y de él.
Como pude me levante, vi a lo lejos luces de autos que pasaban. Camine en esa dirección, mucho tiempo. Al llegar a la ruta tuve que esperar mucho, cuando apareció un auto me pare en medio de la ruta.
Si no me veía, me atropellaba. Quizás era lo que buscaba, que me maten. El auto se detuvo muy serca mio, tuvo que maniobrar para no chocar conmigo.
El conductor me hablaba, yo no emtendia. Estaba en shock, no podia hablar tampoco. Me llevo a un hospital cercano, enseguida la policía me quería interrogar.
Estube más de 24 horas hasta que comence a comunicarme con los enfermeros. Mis eridas eran multiples pero superficiales. Los policías tomaron mi declaración, como yo no sabia indicar donde ocurrieron los hechos, me llevaron con ellos vistiendo tan solo el batin del hospital.
Me llevaban esposada, el batin era abierto por atras, iva medio desnuda. Yo les indiqué como pude, llegamos finalmente al lugar donde estaba el auto de la doctora. Encontraron la droga y dijeron que esa cantidad se consideraba de traficante, no de consumo particular.
Mi bombacha estaba junto a la bolsa de drogas, me la dieron que me la ponga ante la lasiva mirada de los policías. Caminamos hasta llegar al claro donde estaban los dos cuerpos, era horrible la escena.
Yo no quise mirar, me dijeron que el hombre tenia más de cien puñaladas. Encontraron el cuchillo con mis huellas. No creían mi versión, no me trataban como una víctima. Sino como una asesina. El de mayor rango, quito mi bata y me obligo a mirar los cuerpos, decia que confiese que yo los había matado a los dos.
Yo desnuda, de pie ante los cuerpos, el comenzo a pegarme con su bastón. Yo lloraba y decia que no habia sido yo, que fue en defensa propia. Metio su baston por mi culo y me empujó encima de los cuerpos.
Finalmente me levantaron y me llevaron a la comisaria. Vi que llegaban una ambulancia y varios coches de policía.
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Me pareció un relato espectacular! Nunca hubiera esperado este giro en la historia. Felicitaciones!