Lupe 68
Manguereada.
Lupe 68
Sugiero leer los anteriores relatos.
Durante el viaje, en el patrullero no me permitieron cubrir mi desnudes. Yo iva en el medio de dos policías, ellos se la pasaron manoseandome, apretaban mis tetas y metian sus dedos en mi concha.
En un momento uno de ellos tenia cuatro dedos metidos en mi concha, el otro no quiso ser menos. Metio él también cuatro dedos en mi concha, abriendome en una forma dolorosa.
Al llegar a la comisaría, me llevaron a una oscura y mal oliente selda. No había ni camastro ni banquito para sentarse, primero estuve de pie, después no pude más y me sente en el sucio piso. No se cuanto tiempo estuve allí, me sacaron a ver al jefe de la comisaría.
Al entrar en su despacho, me encontré con un señor de unos 50 años muy apuesto. Cuando entre se levanto caballerosamente, tapondo mi desnudes con una manta. Me indicó sentar en un cómodo sillón, me acerco una gaseosa y un sandwich.
Me habian dado algo de agua anteriormente, pero nada de comer, estaba muy ambrienta. Su escritorio estaba cubierto de alimentos, postres y frutas. Yo miraba fijamente la comida, se me hacia agua la boca. Sentandose al otro lado del escritorio, me dijo que mi situación era muy complicada.
El hombre a quien yo habia asesinando era un ex-polisia, lo que provocaría deseo de venganza por parte de sus colegas. Además la cantidad de droga hallada en el auto me convertía en traficante, sumado a ello tenían conocimiento que yo era puta. En definitiva me acusaban de dos asesinatos y de ser jefa de una banda dedicada al tráfico de drogas y prostitución.
Dijo que el necesitaba cerrar el caso en forma rápida, queria que me declare culpable. Yo insistía en mi inocencia, que había sido en defensa propia. Dijo que si no confesaba me iva a arrepentir. Yo simplemente negué con la cabeza, declararme culpable representaba prisión perpetua.
El se levanto de la silla parándose a mi lado, de un tirón me arranco la manta. Tomándome de los pelos me doblo sobre su escritorio, empujo mi cabeza contra los alimentos que habia, mi culo quedaba en pompa.
Dijo que aproveche para comer mientras me cogia, por varios días no iva a comer. Se ubico detrás mio, tocando mi culo y desde atras tambien mi concha. Yo dije que no era culpable, respondió que a él no le importaba.
Sentí su pija dura resfregar se en mis nalgas, luego pretendía entrar en mi culo. No lo lograba porque le faltaba endurecer, así que la metio por la concha desde atras.
Yo me deje hacer, mientras procuraba ingerir algo de los alimentos. Era surrealista, el comisario me estaba violando y yo estaba preocupada por comer algo. El me decía que hacia bien en comer, mientras su pija ya estaba bien dura.
La saco de la concha y me la metio por el culo, así varias veces. Yo segui tratando de comer lo que podía, queria que se demore en acabar para poder comer más.
Estaba masticando un bocado, cuando de un tirón de pelo me hizo arrodillar ante su pija. La metio en mi boca, empujando el alimento que engullia. Eyaculo abundante leche, que tuve que tragar junto a la comida.
Cuando su pija quedo flacida en mi boca, la saco y acomodo su ropa. Pegó un gritó llamado a un policia para que me lleve a mi celda. Nuevamente me llevaron por los pasillos desnuda, esta vez vendaron mis ojos, bajamos por unas escaleras. Me llevaron a una selda que olia a putrefacción, cuando se fueron me saque la venda de los ojos.
Reinaba la oscuridad total, no había ni un haz de luz. Traté de dar unos pasos, tropecé con algo y caí. Tocando a ciegas, procuraba entender sobre qué me habia caido. Me estaba sintiendo horrorizada, mis manos palpaban cuerpos de hombres y mujeres muertos.
Llore temblando de miedo, la pequeña celda estaba colmada de cuerpos. No había un lugar donde sentarme sin tocar un cadáver. Vomite varias veces sobre los cuerpos, estaba histérica.
Me sacaron de allí tras unas horas. Con una manguera bañaron mi cuerpo, sacando el olor a muerte impregnado. Me preguntaron si estaba dispuesta a confesar, negué con la cabeza sin fuerzas.
Dieron máxima presión a la manguera, que me tiro al piso. El chorro de agua era fuertisimo, lo dirijian especialmente a mis tetas era como que estuvieran pegandome trompadas, cuando lo dirigían a la concha el agua me hacia abrir las piernas, el chorro era como un puño que penetraba profundo en mi concha.
Finalmente el suplicio fue detenido, me llevaron a una selda vacía donde caí rendida al piso.
Solicito sus comentarios y valoraciones para saber si continuar, o no. [email protected]
Como me encanta leerte
Me pareció, excelente! Tenebroso y excitante, bien al estilo dark.
Gracias!
Gracias. La verdad estoy dudando si continuar la serie.
ME GUSTARÍA QUE, EN ALGÚN RELATO, INCLUYAS A UN VARONCITO DE UNOS 8 AÑOS DE EDAD, BIEN LINDO Y CULONCITO (TAL Y COMO ERA YO A ESA EDAD). BESOS Y ME ENCANTAN TODOS TUS RELATOS (HE LEÍDO LOS 68).