Lupe 72
Mi escape.
Lupe 72
Sugiero leer los anteriores relatos.
Ni bien volvi a entrar, el encargado me indico una mesa donde dos hombres esperaban que alguna puta quede libre. Me sente en medio de ellos, enseguida me invitarron unas copas mientras ambos acriciaban mi muslo.
Sentir dos hombres acariciandome era algo que me gustaba, coincidieron en meterme cada uno su dedo en la concha, los dos a la vez. Les sugerí que fuéramos a una de las habitaciones los tres, de camino senti las manos de ambos acariciandome las nalgas.
Ni bien entramos nos quedamos de pie besandonos, mientras ellos se desnudaban. Sus pijas ya estaban semierectas, me arrodille a chuparselas, mientras chupaba una, pajeaba al otro. Trate de meterme las dos juntas en la boca, pero no lo logré.
Lo qué sí pude hacer, fue poner las dos pijas una ensima de la otra y pajearlos asi a los dos a la vez. A ellos les exito, nunca se lo habian hecho. A la vez me puse de pie besandolos, ellos no dejaban de meterme mano.
Me apretaban las tetas de forma que me provocaban dolor, insistían en pellizcarme los pezones. El más corpulento de ellos me levanto en andas, clavandome su dura pija en la concha. El otro tenia mi culo abierto a su disposición, senti enseguida dos dedos ensalibados metiendose profundamente en mi agujero.
Al rato, el que me tenia en andas dejo de moverse, sentí entonces la pija del segundo hombre abriéndose paso en mi culo. Estar ensartaba por los dos agujeros a la vez, era algo que no me pasaba con frecuencia. Me trataban con brusquedad, asi que me dolía, pero me estaba calentando mucho.
Se movían por turno primero, luego tomaron un ritmo conjunto y lograron arrancarme un orgasmo a la vez que ellos tambien acababan llenadome los dos agujeros de leche. Me dejaron sobre la cama, acercando sus pijas a mi boca nuevamente, para que se las limpie.
Desnudo como estaba, salio uno de ellos a traer más alcohol y unos cigarrillos de no sé qué. Estuvimos tomando y fumando bastante, mientras continuabamos tocandonos unos a otros.
Yo los acariciaba y ellos a mi, besabamos todas las partes de nuestros cuerpos. En un momento vi como ellos también intercambiaban besos y caricias. Besabamos, chupabamos, lamiamos los cuerpos que teniamos más serca sin importar de quien era.
Cuando lad pijas de ellos dos estaban nuevamente erectas, me pusieron boca a arriba. El que antes me había dado por el culo, ahora se puso a cogerme por la concha. El segundo hombre aprovecho el primer agujero que vio a su disposición, dandole por el culo a su compañero.
A éste parece le gusto, ya que senti endurecer aun más su pija en mi concha. Cada vez que el recibia una acometida por el culo, a mi me entraba más profundo su pija. Me sentia aplastada por el peso de los dos hombre
Todos estábamos muy drogados y borrachos, pero eso no impidió que ellos volvieran a correrse, uno en mi en concha y el otro en el culo de su circunstancial amigo.
A eso de las cuatro de la madrugada ya no quedaban clientes, le dije al encargado que el guardia de afuera quería cogerme, así que me dieron permiso de salir. Con la escusa de que hacia tome mis ropas y me vesti. Afuera el aburrido guardia, se puso muy contento de mi visita.
Estube pajeandolo para que se le pare, luego me empujo apretando mis tetas con la pared. Me la metio por el culo sin miramientos, me hacia daño. Apretaba mi cara contra la pared, a la vez que me penetraba profundamente, acompañando sus movimientos con fuertes nalgadas.
Yo fingia que me gustaba, le decía que por fin un hombre de verdad me daba por el culo. Jadeaba diciendole que tenia la pija mas grande que habia visto. El alagado, me dio la vuelta. Ahora me la metio por la concha, arañando me con sus largas y sucias uñas la panza y las tetas.
Era un bruto la forma que me estaba cogiendo, a lo bestia. Su pija entraba y salía de mi concha con brusquedad, con una mano me apretaba el cuello, con la otra mano abrio mis nalgas y metio dos de sus sucios dedos en mi culo.
Era como que queria romper las paredes de mi concha para juntar sus dedos con sus pija. Sus largas uñas me estaban lastimando las paredes del culo, estaba sangrando, sentia la sangre corriendo por mi pierna.
Lo deje que siga hasta que se corrio, aproveche ese momento de debilidad y tomé su revolver. No le dí tiempo de reaccionar, dispare una sola vez, su cuerpo malherido cayó asia atras. Todo mi cuerpo estaba salpicado de su sangre, era un asco.
No me demoré en pensar mucho, me lleve mi ropa y el revolver escapando de ese lugar. Dormi escondida en un baldío, al día siguiente me puse en contacto con Mamá. Le indique traerme todo el dinero que pueda y asegurar que no me habia visto.
Ellos no podían justificar mi presencia fuera del penal, así que de ese asesinato no me podían acusar. Desde ese día me uní a un grupo de delincuentes juveniles, me respetaban por mis antecedentes. Además yo tenia un arma y dinero con el que podríamos expander las actividades delictivas.
Solicito sus comentarios y valoraciones para saber si continuar, o no. [email protected]
Excelente Lupe! Cada vez se pone mas excitante e interesante!