Mafer
Una niña de 6 años sola, y un hombre empeñado en estar con ella. (relato completo de ficción).
Una tarde, de un día cualquiera mientras fumaba en el área común del lugar donde vivo, una niña muy bella que no había visto antes por ahí, pasó junto a mí, ella tenía puesto un vestido muy, ¡pero muy corto! A cada paso que daba podías verle sus calzoncitos blancos! ¡Que cosita mas rica! ¡Que lindas piernas! ¡Mamita! ¡Que cuerpecito más lindo! ¡Era una delicia de mocosa! De no ser porque había más gente alrededor le hubiera hecho el amor ahí mismo.
Cuando se trepaba a los juegos o se agachaba para coger algo, su faldita se levantaba mucho de atrás y casi podías verle todo su calzoncito. Como era de esperarse ya no pude quitarle la vista de encima, y mientras ella jugaba montándose en los juegos infantiles no pude evitar desnudarla con la mirada e imaginar como sería su cuerpo bajo su ropa.
Claro que no lo hacía descaradamente, siempre uso lentes obscuros y mientras finjo mirar para otro lado, mis ojos siguen a los niños sin que la gente alrededor se den cuenta. ¿Vivirá por aquí? Me pregunté a mi mismo. En eso estaba cuando algunos amigos llegaron y dejé de poner atención a la nena, ustedes saben, debo aparentar que los niños me son indiferentes, y que lástima, pues ya no pude ver a donde se metió.
Unos días más tarde pude verla nuevamente, vestía unos ajustados leggins que delineaban muy bien su culito redondo y le marcaban el contorno de su calzoncito de un modo delicioso, lo que hubiera dado en ese momento para poder apretar ese par de lindas nalgas. La nena no tendría más de 6 años, su cabello era negro, largo hasta la mitad de su espalda, regularmente lo llevaba suelto recogido en la frente por alguna diadema, de piel morena clara, ojos color avellana, ligeramente delgadita, y una sonrisa hermosa a la que le faltaba un diente. Vivía en un conjunto de edificios de apartamentos y todos los que ahí vivíamos compartíamos esa área común adonde había un área de jardín, árboles y juegos infantiles.
Ese día ella iba de la mano de su madre, sin duda iban para su casa pues venían de fuera, yo quería saber dónde vivía esa hermosa niña y de un modo discreto las seguí para ver adonde se metían, y como lo suponía era un edificio cercano al mío, pero como saber su edificio no me fue suficiente, las seguí al interior del edificio y conforme ellas subían por las escaleras yo las seguía desde un piso más abajo, siempre guiado por la vocecita de la niña que no dejaba de hablar y preguntar cosas a su mamá, en el quinto y último piso se detuvieron, escuché como abrían una cerradura y luego otra, y otra, y otra más, finalmente escuché que abrían y cerraban la puerta detrás de ellas, yo subí y miré las dos puertas de ése lado del edificio, una tenía 4 cerraduras y la otra solo una, detrás de la primera pude escuchar a la niñita hablando y a su mamá diciéndole que se lavara las manos para comer, después de eso abandoné el edificio, pero ahora ya sabía dónde vivía.
Al salir de su edificio me quedé observando el lugar, viendo el edificio junto al de esa nena y pensé… ¿Vive en el quinto piso… Quizás podría verla desde la azotea del edificio de al lado? por la noche, como a eso de las 8, discretamente subí a la azotea del otro edificio cercano al de esa linda nena, y con ayuda de unos prismáticos, sin darme a notar me asomé hacia el apartamento de la niñita, desde donde estaba podía ver la ventana de la cocina, así como una ventana de una habitación, justo a la mitad una pequeña ventana, sin duda del cuarto de baño, se podía ver a su mamá cocinando y de vez en cuando se miraba a la pequeña haciendo cualquier cosa, al vivir en un quinto piso las cortinas seguían arriba y las ventanas abiertas, no parecía que nadie más viviera con ellas, al menos no se veía nadie más. Ahí estuve espiando como la mujer servía la comida y después al parecer pudieron comer, lo digo porque la mesa no estaba a la vista, después de unos 20 minutos la niña apareció en la cocina vistiendo solo su ropa interior, dejó un vaso en el lavabo y se fue. fue un momento fugaz, pero me emocionó poder verla solo vistiendo un calzoncito.
La luz del baño se encendió y pude imaginar que quizás la mujer estaba bañando a la niña, o ambas lo hacían, no lo sé, unos 10 o 15 minutos después, la luz de la recamara frente a mi se encendió y vi a la niñita entrar sola y envuelta en una toalla, se dirigió a un mueble de lo que parecía ser su habitación comenzó a buscar algo, sacó varias prendas y las arrojó sobre su cama, una vez hecho esto se quitó la toalla del cuerpo y comenzó a secar su cabello mostrándome sin saberlo su lindo cuerpo desnudo, mi corazón palpitaba fuerte, ésa hermosa nena esta ahí, completamente desnuda sin saber que un hombre extraño admiraba lo paraditas que tenía las nalgas, enfoqué su pequeña vagina, su boquita no dejaba de moverse, quizás cantaba alguna canción, minutos después la vi ponerse un calzoncito rojo, una playera rosa con dibujitos y un short a juego, después tomó una muñeca y se puso a jugar con ella sentada en su cama, unos minutos después la señora entró con la niña, la acostó en la cama, le dio un beso y la persignó, le apagó la luz dejando una pequeña luz de noche encendida. La señora entró a la cocina, iba vestida y parecía que saldría fuera, parecía revisar las llaves del gas de la estufa, desconectó los enseres eléctricos y salió. las luces de toda la casa se apagaron y pude entender que la niña había quedado sola.
Caminé sobre la azotea hasta la parte que daba a la entrada de su edificio y pude ver como la señora salía y se dirigió hacia una avenida próxima hasta perderse en la noche. Yo regresé a ver a la hermosa pequeñita, pero ella ya no se levantó, al parecer una vez que su mamá se retiraba ella se quedaba dormida. Fue una lástima, me habría gustado verla un poco más. Al otro día muy temprano que yo iba rumbo al trabajo, y mientras esperaba mi transporte, pude ver a la mamá de la niña bajar de un autobús de transporte de personal, serían las 7 de la mañana, por lo que supuse que la niña había quedado sola toda la noche desde las 9.
Yo regresaba cerca de las 5 de la tarde y con el pasar de los días, subía discretamente a la azotea del edificio y me ponía a espiar a esa linda niña, todos los días era la misma rutina, de lunes a viernes cenaban a las 8, se bañaban, la señora se arreglaba y se iba mientras que la niña se quedaba dormida y sola. Con razón su departamento tenía 4 cerraduras. Los sábados y domingos por la noche se quedaban en su casa o salían fuera ese día la nena sin duda dormía con su mamá, pues su habitación quedaba vacía.
Durante todo ese tiempo fue común ver a la linda nenita desnuda o en ropa interior paseando o jugando en la intimidad de su casa, ellas estaban como a unos 25 metros del lugar donde yo me encontraba y ni siquiera podía escuchar lo que decían, pero podía verla muy bien gracias a los prismáticos, entonces me puse a pensar que esa nena hermosa estaba muy vulnerable por las noches, sola, sin nadie que la cuide, si tan solo pudiera volar hasta su ventana y como los vampiros entrar y chuparle algunas cositas..
Pero… ¿Cómo entrar? Estoy seguro que la niña no tenía las llaves, y aunque así fuera no creo que ella me abriría la puerta. y si tocaba la puerta los vecinos escucharían los golpes, también que quizás la nena tendría un teléfono para llamar a emergencias, o a su madre… Sería muy arriesgado y difícil por las 4 cerraduras tratar de entrar por la puerta principal, pero… La ventana podría ser una opción, pues como era verano siempre estaba abierta debido al calor pero… ¿Seria posible bajar desde la azotea al 5° piso? ¿Podría bajar desde la azotea directamente hasta su ventana?
El sábado por la tarde la volví a ver jugando fuera de mi edificio, esta vez vestía un mini vestidito rosa que se ajustaba muy bien a su cuerpo y mostraba sus calzoncitos de Dora la exploradora y sus lindas piernas. Cuando vestía leggins muy ajustados se le marcaban muy rico sus nalguitas asiéndome soñar que la penetraba por ahí. La primera vez que la vi con el vestido muy cortito pensé que era una casualidad que la nena vistiera de ese modo, pero conforme la fui viendo me di cuenta que lo más común en ella era vestirse muy coqueta o provocativa. ¿Provocativa una nena de 6 años? ¡Claro! nadie más que un pedófilo podría ver a esa niñita con un mini vestido de manera morbosa, pero. ¿Acaso su madre no se daba cuenta que ésos vestidos muy cortos que la hacían mostrar su ropa interior por donde quiera que la niña andaba, excitan a los hombres?
Siempre me pregunté si acaso algunas madres visten a sus pequeñas niñas con ropa provocativa a propósito para el deleite de algunos hombres. Otro día la nena caminaba con una niña rubiecita quien también vestía un mini vestido azul turquesa que la llamó Mafer… Por fin esa hermosa niña tenía nombre, o algo similar como un apodo, pero ahora lo sabía. ¡La linda niña era Mafer! Las dos niñas iban caminando hacia su edificio de apartamentos y comenzaron a subir las escaleras, como iban solas yo iba unos metros detrás de ellas admirando las braguitas infantiles que ambas me mostraban sin saberlo hasta que entraron al departamento de Mafer… Cada día que pasaba el deseo de poseerla. de hacerla mía. de penetrar su culito y su vagina me consumía. y durante todo ese fin de semana no pude pensar en otra cosa que en idear la manera de poder ingresar a su habitación.
¡Por fin después de ver algunos videos en YouTube me llegó una idea, una escalera de cuerda! Sería fácil de llevar hasta la azotea en una mochila y no haría ruido al colocarla, solo tenía que practicar antes, pues en el video parecía un poco inestable. Después de varios prototipos de escaleras, ya que no soy ningún ingeniero de escaleras por fin logré hacer una con escalones de madera y varias cuerdas para tender la ropa, y ensayé durante algunos días tratando de acostumbrarme a descender del techo de una casita abandonada, de un solo piso, ¡obvio! ¡No iba a practicar desde un 5° piso! Cada día me preparaba y pensaba en todo lo que le haría y lo que iba a necesitar para lograrlo, comprando lo que necesitaba. Por fin después de mucho practicar me sentí listo, ahora debía prepararme y escoger la noche adecuada, tenía que ser entre la noche de un lunes y un jueves, pues la madre estaba con ella los fines de semana y los viernes había mucha gente despierta hasta tarde.
Como de costumbre subí a la azotea del edificio solo para cerciorarme que la madre se iría como todas las noches a trabajar, igual que siempre cenaron, se bañaron, después la nena entró desnuda secándose el cabello con la toalla y buscó su ropa interior, un calzoncito blanco y se puso un camisón amarillo, jugó un rato sobre su cama con su muñeca hasta que su mamá entró y la acostó, después fue a la cocina, cerró las llaves del gas, desconectó los enseres eléctricos y apagó todas las luces. La ventana de la niña estaba abierta a la mitad, vi caminar a la señora rumbo a la avenida principal y desapareció, yo me quedé en silencio sin moverme, estaba nervioso. La niña como tantos otros días ya no se levantó y la madre no volvió, regresé a mi apartamento y esperé a que dieran las 12 de la noche, Me vestí todo de negro, incluso usé un pasamontañas y guantes para no dejar huellas, ya tenía preparada una mochila con ropa de calle para cambiarme, una videocámara, y un cargador pues si todo salía bien pensaba tomar horas y horas de video, una pequeña botellita plástica, vaselina, un pañuelo, guantes, cuerda y la escalera. Si, lo sé! He visto muchas películas… ¡Ya cállense!
Una vez con mi disfraz de misión imposible y salí sin que nadie lo notara rumbo al edificio donde vivía Mafer, las puertas de todos edificios siempre estaban abiertas y cualquiera podía entrar, subí con cuidado y logré ganar la azotea sin ser visto, ahora comenzaba lo difícil. Ubiqué la ventana de Mafer y aseguré la escalera dejándola caer hasta su ventana sin hacer ruido, observe las ventanas cercanas a la habitación, ninguna parecía tener luz, debía ser rápido pero cuidadoso, si alguien me veía sería catastrófico, la adrenalina estaba al 100, salté el pequeño muro que delimitaba la azotea y apoyé el pie en la escalera y comencé a bajar, fueron solo unos pocos escalones y ahora estaba colgando de una escalera de cuerdas frente a la ventana de la nena, observe a mi alrededor, la noche era silenciosa, y nadie parecía haberme notado, con la tenue luz de noche de la recamara pude notar que la niña estaba en la cama y sin duda dormía profundamente, con una navaja corté el mosquitero de la ventana e introduje una mano para abrirla lentamente pues no quería que el ruido despertara a la niña, después de eso quitar el mosquitero fue muy fácil y lo coloqué dentro de su misma habitación, volví a observar a mi alrededor, todo seguía muy tranquilo.
Sin esperar más introduje un pie a la habitación, al entrar un aroma infantil me envolvió, ahora estaba frente a la camita de Mafer, ella estaba profundamente dormida y así quería que se quedara, si ella se asustaba podría hacer ruido o llorar y los vecinos podrían escuchar algo, quizás habría problemas, tomé la botellita plástica y vertí un poco del contenido en el pañuelo, era cloroformo, ya antes lo había usado y sabía cómo funcionaba, solo acerqué el pañuelo húmedo a su naricita, sin tocarla y esperé unos 3 minutos, la niña respiraba los vapores del cloroformo sin darse cuenta, después con el mismo pañuelo toqué su nariz y apreté un poco el pañuelo como unos 2 minutos más, ella no parecía despertar, ahora estaba totalmente sedada.
Mi idea era cubrir la ventana con algo y evitar que alguien viera la luz de su habitación encendida, quizás «alguien» podría pensar que algo pasaba… Busqué en el closet y encontré algunos cobertores gruesos, que coloqué en la ventana de Mafer y una vez cubierta la ventana pude encender la luz de su habitación, la nena seguía dormida solo cubierta con una ligera sabana, bajo ella su cuerpo se escondía sin saber lo que estaba a punto de suceder, abrí la mochila y saque la videocámara ubicándola en un sitio a donde pudiera captar todo lo que iba a ocurrir en la cama de la niña, saqué la vaselina y otras cosas dejándolas al alcance de mi mano y entonces tomé la sábana que envolvía a la niña…
Al quitarla lentamente apareció Mafer, pude observar el mismo camisón amarillo, corrido hacía arriba por el movimiento al dormir y se podía ver un poco su calzoncito blanco que se había puesto unas horas antes, se veía tan hermosa, indefensa, tan tierna y sexy a la vez, claro que solo a un pedófilo le podría parecer sexy una niña de 6 años. Me acerqué a ella y acaricie su cabello, le di un beso en su frente, en su mejilla derecha, y luego varios más hasta llegar a sus labios, noté algo de baba saliendo de su boquita y con mi lengua logre saborearla, por instinto seguí el rastro de sus babas y metí mi lengua dentro de su pequeña boca, sentí lo tibio de sus labios, sus pequeños dientes, con mi mano apreté un poco su mandíbula y pude abrir más su boca y jugar con su lengua, era delicioso, quizás le estaba dando su primer beso a Mafer.
Con la mano izquierda acariciaba su lindo cabello y con la derecha acariciaba su pecho, pero fui bajando cada vez más, hasta quedar sobre su pequeño calzoncito, era tan suave y lograba sentir su vagina detrás de esas ligeras telas. Era como un sueño estar en la habitación de la nena, tenerla ahí inconsciente, pronto mis dedos se escurrieron bajo el elástico de su calzoncito y pude sentir su vagina por primera vez, la piel más suave y delicada que había tocado en mi vida, pero yo ansiaba verla desnuda y de a poco le fui bajando su calzoncito hasta dejarlo en sus tobillos, abrí sus piernitas y comencé a besar su vagina, mi lengua pronto se abría paso entre los labios vaginales, y pude jugar con su clítoris, esa tierna y delicada parte de su cuerpo, no había en ella rastros de orina, hacia pocas horas que se había bañado y olía a limpio, a jabón de bebé.
No había prisa, me dediqué a comerle su vaginita durante mucho tiempo mientras ella seguía profundamente dormida, mi lengua entraba lo más profundo que podía en esa abertura, me separé un poco y con los dedos separé sus labios vaginales, y ahí estaba su himen, protegiendo y dando fe de su virginidad, su mami sin duda la cuidaba muy bien, pero esta pequeñita tenía otro lindo agujerito que yo quería probar, levanté sus piernitas hasta hacerlas coincidir con su pecho y su culito se abrió dejando su ano rosadito descubierto, sin pensarlo mucho comencé a lamer cada centímetro de ese lindo culito que más de una vez había sido mío en mis más perversos pensamientos y ahora lo tenía expuesto y totalmente abierto frente a mí, invitándome a probarlo
Metí mi lengua lo más profundo que pude, y me tomé mi tiempo para disfrutarlo, era realmente delicioso, miré mi reloj y marcaba la 1 de la madrugada, ahora tenía ya unos 45 minutos desde que había llegado, afuera todo estaba muy silencioso, pensé que ahora ya podría desnudarme, no lo había hecho por si tenía que salir corriendo de ahí, pero al parecer nadie había notado mi entrada, así que me desnudé y le quité el calzoncito y el camisón a Mafer dejándola desnudita, y me acosté en la cama con Mafer, la puse sobre mi cuerpo de frente a mí, su carita descansaba en mi pecho, mis manos recorrían toda su espalda hasta sus nalguitas, adonde mis dedos las abrían y las apretaban, era como una muñeca que se dejaba hacer de todo, tomé su manita y la hice apretar mi pene, quizás el primer pene que tocaba la nena, busque su boquita y la comencé a besar nuevamente mientras me preguntaba – Cómo sería si ella estuviera despierta? Acaso estaría asustada y llorando?
Pero estaba dormidita, muy tranquila, y no se daba cuenta que estaba viviendo su primera experiencia sexual con un hombre desconocido.
Le comencé a meter un dedo por su culito, ella no parecía notarlo, la coloqué acostada en su cama y le abrí las piernitas, tomé un poco de vaselina y con un dedo comencé a lubricar el interior de su vagina, ella seguía tranquila, puse también un poco en mi pene y lo coloqué en su entrada. Mafersita – Le dije – Mi amor, hoy serás mi mujercita, te voy a robar tu virginidad, y comencé a hacer presión en su vagina con mi pene, como no se resistía pronto logré meter la punta de mi pene entre sus labios vaginales, esperé un poco y despacito, muy lento le metí unos centímetros más hasta que sentí su himen en la punta de mi pene – La nena se revolvió un poco al sentir que algo la invadía. ¿Lista mi amor? – Hoy voy a robar tu inocencia – Le dije mientras hundía más mi pene, sentí como avanzaba y rompía algo dentro de su intimidad, la niña se quejó y comenzó a llorar entre dormida y despierta, no quería que los vecinos la escucharan así que le tape su boca mientras empujaba un poco más, parecía que el dolor era mucho, en su inconsciencia la niña comenzó a quejarse y moverse tratando de zafarse pero seguía con los ojitos cerrados, yo empujé mi pene muy lento hasta que sentí que ya no entraría más, y es que la nena era muy pequeñita, así estuve unos momentos sin moverme, mi mano seguía tapando su boquita y con la otra guiaba mi pene. La niña tenía lagrimas en sus ojitos pero seguía dormida, sin moverse a pesar de tener poco mas de la mitad de mi pene dentro de su vagina, ahora la virginidad de Mafer era mía, yo la había hecho mujercita.
Unos momentos después aproveché e inicié a sacar mi pene de su vagina y después a meterlo nuevamente, lo hacía despacio, lento, quería disfrutar dándole su primera lección de sexo y por extraño que parezca su cuerpito comenzó a responder a los estímulos, y en pocos minutos ya podía sentir como su vagina prácticamente succionaba mi pene como si no quisiera soltarlo, miré su carita de Mafer y seguía con lágrimas en sus ojitos, en verdad era doloroso para ella su primera vez, aunque afortunadamente se encontraba inconsciente y no se daba cuenta de nada yo estaba muy excitado dándole sexo a una niña de 6 años, Mafer abría su boquita cuando mi pene entraba hasta lo más profundo de su útero, comencé a masajear su clítoris, quería darle aunque sea un poco de placer y su cuerpo a pesar de su inconciencia respondía al estímulo respirando muy fuerte y lanzando leves gemidos, un poco después sentí que estaba a punto de venirme, el solo pensamiento de ser el primero en llenar su interior con mi semen me excitaba más, metí lo más que pude mi pene dentro de ella y en unos segundos su vagina recibía esperma por primera vez en su vida. Después de unos momentos pude sacar mi pene de su vagina, noté la sangre mezclada con esperma, y la limpié un poco con su calzoncito.
Ese calzoncito infantil sería un recuerdo del día en que le robé la virginidad a Mafer, y si estaba manchado con la sangre de su virginidad era mejor, me recosté a su lado mientras me recuperaba, ella seguía dormida, acariciaba su cabello y le decía lo bien que se había portado, agradeciendo por haber guardado su virginidad vaginal para mí, poco después me levanté de la cama y saqué dos pastillas azules de mi pantalón, esta noche quería ser el mejor amante del mundo. Me puse a recorrer su habitación, revisé sus libros y leí su nombre completo en uno de ellos. María Fernanda, por eso le decían Mafer, cursaba el primer grado de primaria en cierto colegio público, revisé su closet, observé su ropa, del lugar donde guardaba su ropita interior pude reconocer algunos de los calzoncitos que la nena mostraba cuando usaba esos cortos vestidos, sus muñecas y juguetes, también encontré su uniforme escolar y eso me dio una idea. Puse a la niña boca abajo en la cama, le abrí las nalguitas y le metí un dedo lleno de vaselina por su pasaje rectal hasta dejarlo bien lubricado, tomé el uniforme y se lo puse, también le puse unos calzoncitos y calcetas blancas, incluso le puse los zapatos.
Pues una de mis fantasías más pervertidas era poder tener sexo con una niña mientras ella aún viste su uniforme escolar, la nena se veía hermosa en uniforme y mi pene estaba listo para sodomizarla, así acostadita como estaba levanté sus piernas hasta que quedaron a la altura de su pecho, su falda se levantó junto a sus piernas dejando expuesto su calzoncito, el cual le bajé hasta las rodillas sin sacárselo y apunté con mi pene directo a su anito, hice un poco de presión, pero su pequeño orificio era estrecho y no me dejaba meterlo, un intento más fuerte hizo que la nena comenzara a llorar muy quedito. Desistí y tomé un poco más de cloroformo en el pañuelo y fue directo a su naricita. Unos minutos después parecía haber entrado en un profundo sueño, volví a colocar mi pene en la entrada de su culito y con fuerza logré meter la punta de mi pene, Mafer se revolvió un poco y lanzó un quejido, pero ya no lloró, su anillo rectal apretaba fuerte mi pene.
Esperé unos cinco minutos antes de moverme para que su culito se pudiese acostumbrar al tamaño de pene antes de seguir, cuando pensé que estaba lista le metí un poco más de verga, y luego un poco más, la nena se quejó un poco mientras metía mi pene hasta sentir que topaba con algo, era la curva de su colon, pero yo quería ir más allá, quería empalar completamente a Mafer, comencé a moverme, tratando de pasar por ese obstáculo natural, unos pocos momentos después sentí que mi pene se abría paso a través del interior de su colon, y pude introducir mi pene casi en su totalidad, la nena lanzó un aaaaaaah cuando mi pene invadió por completo su interior.
Y ahí estaba Mafer, una niñita de 6 años con mi pene totalmente clavado en el culito. Comencé a sacar mi pene casi en su totalidad, para después volver a meterlo, volví a atorarme en la curva de su colon, pero ahora pude salvarlo más fácil, otra vez afuera y nuevamente dentro, hasta el fondo, sus intestinos comenzaron a hacer ruidos extraños, yo seguía metiendo y sacando. Recordaba cuando veía a esta linda nena enfundada en esos leggins ajustados que usaba y se le marcaba su colita, cuantas veces había deseado poder penetrarla por ahí, y ahora mi fantasía se estaba cumpliendo, dentro de ese culito que minutos antes había sido virgen estaba mi pene, hoy estaba tomando su virginidad anal por la fuerza, yo era el primer hombre que tenía sexo anal con ella y posiblemente el único en muchos años una vez que se dieran cuenta que Mafer había sido violada y sodomizada. Debido a las pastillas azules mi erección no bajaba, me sentía capaz de poder penetrar su culito por mucho tiempo, la nena lanzaba gemiditos, no sé si de dolor o de placer. Ver a una nena de 6 años siendo violada vistiendo su uniforme escolar era algo muy erótico para mí, sin sacarle el pene de su culito, levanté a la nena pues no pesaba casi nada y me senté en la orilla de la cama, Mafer quedo cabalgando sobre mi pene con sus piernitas a cada lado de mi cuerpo, le tomé su carita y besé su boca, me levanté con ella en mi pene, apagué la luz y me asomé por la ventana, desde ahí podía ver el exterior del edificio, no se veía gente en la calle, era un día laboral. Me senté nuevamente en la cama, el peso de la misma niña hacia que mi pene llegara hasta el fondo de su culito empalándola completamente y así seguí penetrando a Mafer durante mucho, mucho tiempo.
En ése momento nadie, se imaginaba que una linda nena de 6 años estaba siendo violada por un desconocido en su propia habitación, recosté a la niña para seguir con el mete y saca cada vez más rápido hasta que después de mucho tiempo sentí que estaba a punto de eyacular, hundí mi pene lo más profundo que pude y descargue todo mi semen dentro de sus intestinos, pero la erección no bajaba así que seguí con mi pene dentro del culito de Mafer, un rato después saqué mi pene manchado con excrementos y un poco de sangre, su anito antes virgen, estaba muy abierto y parecía una «o» desde donde salía semen y excremento, una gran cantidad de excrementos semi líquidos, tanto que tuve que tomar una toalla y limpiar la cama donde había caído.
Me daban ganas de acostarme con ella pero me daba miedo quedarme dormido y ser sorprendido al otro día por la madre de Fernanda, tomé mi cámara y tomé muchas fotos de la niña en su uniforme escolar con la falda levantada, las piernitas abiertas, su calzoncito en las rodillas, su culito roto y manchada de semen, miré mi reloj, y ahora marcaba las 2:30, aún tenía bastante tiempo, mi pene estaba semi erecto y pensé en usarlo en su linda boquita, pero ahora la quería totalmente desnuda, así que le quité el uniforme y acostada como estaba moví su cabeza a la orilla de la cama para meter mi pene en su boca, era delicioso poder ver esa boquita cuando sonreía, esa nena poseía una sonrisa realmente bella y ahora tenía mi pene dentro de ella, que comenzó a crecer, obviamente ella no podía mamar, pero si podía usar su boquita para masturbarme, la tomé de los cabellos y comencé un mete y saca, sus dientes rozaban mi pene de un modo delicioso.
No pude lograr terminar en la boca de Fernanda, pero ahora estaba listo para repetir en su vagina, le abrí las piernitas y comencé a meter mi pene dentro de su vagina sin mucho esfuerzo, la nena se quejaba un poco pero sin llorar, mi pene llegó hasta el fondo de su pequeño útero y comencé a meter y sacar, su vagina seguía muy apretada, en pocos minutos sentía como reaccionaba succionando mi pene, la niña sudaba debido al calor de ése verano, o al sexo que estaba teniendo conmigo, era algo muy erótico ver, esta vez pude durar un buen tiempo metiendo y sacando, la erección no bajaba debido a las pastillas azules, mi pene entraba y salía de ésa vagina infantil, Fernanda se movía al ritmo de los movimientos sexuales cuando de repente el cuerpo de la niña se tensó, y de su boca salió un gemido, sentí mi pene muy mojado, de la vagina de Fernanda salían lo que parecían ser orines, sin duda acababa de tener su primer orgasmo, es una lástima que estuviera dormida y no lo disfrutara.
El solo ver eso me excitó demasiado y pronto sentí que me venía nuevamente dentro de su vaginita, me derrumbé al lado de la niña, la tomé y la recosté sobre mi nuevamente, al acariciar sus nalguitas sentí que de ellas aún salía semen y excrementos, así que los limpié con la toalla, sin duda fue una buena sodomizada la que te di Mafer, así que seguro cuando despiertes te dolerá y te costará mucho caminar y defecar por algunos días. – Le dije al oído mientras acariciaba sus cabellos.
Veinte minutos después mi pene estaba endurecido de nuevo y listo para entrar en el cuerpo de Fernandita, miré el reloj, las 3:15 aún tenía tiempo, tomé a la nena y la coloqué de rodillas frente a mi dándome la espalda después la hice inclinar hacia adelante dejando su lindo culito listo para ser penetrado, coloqué mi pene en la entrada de su anito y empujé… aaaaaah se quejó la nena al sentir que algo entraba por su culito, empuje bastante pero en esa posición solo lograba meter la mitad de mi pene, se lo saqué y la coloqué de rodillas en el suelo de su habitación con su cuerpecito sobre su cama, puse un poco mas de vaselina y empujé mi pene al interior de su pasaje rectal, aaaaaaaah! hizo la nena al sentirse invadida otra vez, esta vez pude llegar hasta el fondo y seguí hasta sus intestinos, mi pene se perdió entre las nalgas de Fernanda y mi pelvis chocaba contra su culo una y otra vez mientras la sodomizaba profundamente. Era delicioso poder penetrar el culito de esta niña, quisiera poder hacerlo por siempre, pero sería muy peligroso intentar volver después de esto. El cuerpo de la niña se movía sobre la cama debido a las arremetidas que le daba por su culito…
Ma-mi – dijo la nena débilmente mientras mi pene seguía dentro de su culito, Fernanda se estaba despertando, el cloroformo no dura mucho tiempo en adultos, yo pensé que en la niña duraría un poco más por ser muy pequeña, el pañuelo había quedado lejos de mí, la nena hacia esfuerzos por voltear a ver que había detrás de ella, pero no parecía tener fuerzas… Yo no quería que ella despertara, pero a la vez me excitó que lo hiciera y sintiera mi pene dentro de ella – Sientes eso? Le dije en secreto al oído a Fer – Es mi pene adentro de tu culito – La nena no decía nada, estaba confundida y sin fuerzas tratando de ver hacia atrás pero sin conseguirlo, eso me hizo eyacular, aaaaaah exclamó cuando comencé a llenar su culito con mi semen, y como la erección no bajaba aún me quedé unos minutos dentro de ella. Al paso de ése tiempo saqué mi pene de su culo, cubrí su cabeza con la sábana de su cama, e inmediatamente apagué la luz.
Mami – dijo la nena muy bajito y casi sin poder moverse, yo la tome en mis brazos y me acosté con ella en la cama, la habitación estaba muy oscura debido a que había tapado las ventanas, así que la niña no podía ver quien estaba con ella, pero seguro que sentía mis manos recorrer su cuerpo – Mami me duele – dijo la nena – ¿Pensaría la niña que yo era su mamá? Ya había penetrado dos veces su vagina y dos veces su culito, así que sin duda le debía doler, y aún le faltaba una más, antes de irme su vaginita debía ser mía nuevamente y me excitaba poder penetrarla mientras se recuperaba del cloroformo.
Busqué su boquita y comencé a besarla, la nena intento rechazar mi beso, pero la tomé por los cabellos y la obligué a quedarse quieta y abrir la boca, sentí su lengua moverse junto a la mía, fue mucho mejor que antes que solo besaba su boca sin movimiento, ahora podía sentir su corazón latir fuertemente, y estuve besando su boca y acariciando su pequeño cuerpo, mi pene ya estaba erecto nuevamente y tomando a Mafer por los cabellos la coloqué frente a mi pene ¡Abre la boca! Le ordené en silencio, Mafer abrió su boquita y yo empujé mi pene dentro de ella, sus dientes rozaban mi verga de un modo delicioso, era lo máximo sentir a la nena mamando mi verga, tratando de zafarse cuando la empujaba hasta lo más profundo.
Un poco después observé el reloj vi que ya iban a dar las 4:00 am así que me propuse terminar, tomé una camisa de manga larga de la nena y se la puse en la cabeza a modo de mascara, y con las mangas la sostuve en su cuello para que no se lo pidiera quitar, La niña seguía sin fuerzas, y la puse de espaldas a su cama y abrí sus piernas hasta dejar descubierta su vagina, lista para volver a ser penetrada, en la obscuridad apenas se podía observar algo, tomé mi pene y lo dirigí a la vagina de Mafer, recién lubricada con vaselina, anticipando un grito de la niña le tape la boca con mi mano, y un ligero empujón bastó para introducirlo, mmfggh mi mano ahogó el grito que Mafer dio al sentirse penetrada, más de la mitad estaba dentro de ella, y como sabía que no entraría más comencé a meter y sacar, disfrutando de la última vez que tendría sexo con esa niña de seis años, su pequeña vagina apretaba muy rico mi pene, su propio cuerpo reaccionaba succionando más y más, la nena lloraba en silencio, mi mano sujetaba aún su boquita y se llenó con sus lágrimas, mmjh, mmjh, mmjh, hacia Mafer a cada arremetida que le daba, no quería que esto acabara pero debía apurarme, dentro de poco la ciudad volvería a la vida y yo debía desaparecer de esa habitación.
Comencé a meter más rápido mi pene dentro de su vagina, pero debido a las múltiples eyaculaciones me costaba trabajo sacar algo, ¡esta nena me había dejado seco! Cerca de las 4:25 por fin pude llenar con algo de semen la vaginita de Mafer por última vez, fue delicioso… Cuando saqué mi pene de su vagina tenía la carita colorada, descubriendo un poco su carita le di un largo beso en su boquita disfrutando del sabor de su boca, lágrimas y mocos, la niña aún lloraba cuando le puse en su nariz el pañuelo con cloroformo y pronto se quedó dormida.
Limpié todo rastro de huellas y aún le tomé unas últimas fotos antes de vestirme, recogí la cámara de video, tomé su camisón amarillo, un calzoncito blanco de su armario y se los coloqué, también cambié las sábanas de su cama y me llevé las sábanas sucias, y el calzoncito que tenía puesto cuando la violé, así como otro par de calzoncitos que ya antes le había visto puestos y se me hacían muy lindos. La arrope, y le di un beso en sus labios antes de irme.
Salí del mismo modo del que había entrado, antes de salir observé por la ventana, todo estaba obscuro y tranquilo, salí y ya sobre la escalera coloqué el mosquitero, observé a Mafer en su cama por última vez, ella dormía del mismo modo como cuando llegué, parecía que ahí no había pasado nada, y trepé por la escalera, al llegar arriba la quité sin hacer ruido. Nadie parecía haber notado mi presencia, con mucha precaución salí del edificio y me perdí entre las calles de la ciudad, en un basurero lejos de ahí tiré la escalera, la capucha, el pañuelo, y todo aquello que ya no me servía, llegué a unos baños públicos y solicité una ducha, ahí me bañe y me cambié, después me dirigí a la estación de autobuses, tire la ropa que había usado en otro contenedor de basura y a eso de las 6:30 ya estaba esperando el transporte que me llevaría a mi trabajo, poco antes de las 7 cuando llegó lo abordé y mientras se llenaba, desde la ventana pude observar a la madre de Mafer caminando hacia su casa… ¿Me pregunto qué pensará cuando llegué a su casa y descubra a su hijita de 6 años oliendo a sexo?
No voy a mentir, estuve un poco nervioso durante el horario de trabajo pero traté de comportarme de modo normal, al salir me dirigí a mi casa, la bolsa con la ropa interior de la niña la había dejado en mi locker del trabajo, cuando llegué todo se veía normal, nada parecía diferente, había niños jugando en el parque, personas charlando amenamente, algunos de mis amigos estaban ahí y comenzamos a charlar, nadie parecía extrañado ni comentaban nada raro, después de un rato subí a mi apartamento, todo estaba tranquilo, y no hice ninguna pregunta, preparé mi cena, puse la televisión y me dormí casi de inmediato pues estaba cansado, a las 4 am desperté, todo parecía estar en silencio, me bañe, desayune y me preparé para ir a trabajar, al abordar mi transporte no pude ver a su madre de Mafer, al volver del trabajo me quedé platicando un largo rato con mis amigos en el área común, hubo varios niños jugando pero Mafer no apareció, y no lo haría por mucho tiempo, casi un mes después pude verla de la mano de su mamá vistiendo un jeens azul, y una sudadera blanca, jamás volvió a usar ésos vestidos cortos o sus lindos leggins que mostraban su rica figura, ambas pasaron en silencio frente a mí y siguieron su camino, por aquello de las dudas nunca volví a subir a espiarlas al techo del edificio, después de esa fecha, y nunca más la vi jugar en el área común.
Por casualidad supe que la madre de Mafer había cambiado a un trabajo desde casa, quizás para no dejar sola a la niña, no supe si denunciaron o no, pero nunca nadie en el conjunto de apartamentos mencionó nada sobre un ataque sexual una niña. Quizá su madre no quiso exponer a le nena a la opinión de la gente, y que la misma gente la juzgara por dejar sola a una niña de seis años, nunca lo sabré. Unos meses después se mudaron de casa y nunca más las volví a ver ni a saber de ellas…
Excelente relato
Gracias..
Exelente relato muy bueno, me hiciste sentirme en la cabeza y situacion del protagonista, espero y nos sigas platicando buenos relatos como este.. Muy bueno
Gracias, tu apoyo me anima a seguir escribiendo. Hace meses que trabajo en un relato pero ya quedó demasiado largo, quiero acabarlo pero siempre se me ocurren otras situaciones y se alarga más y mas, quizá lo publique pronto.
Exelente relato me encantan las nenas de esa edad
quisas la madre aprendió ese día q no debe vestir así de putita a su beba por q siempre hay alguien q no solo se va a conformar con solo mírala por eso hay q tratarlas así como se visten bien putitas
De muchas niñas puedes admirar la belleza en todo lugar, y más cuando visten de modo sugerente o provocativo. Siempre he pensado que algunas madres sienten algún placer cuando ven a los hombres desear a sus pequeñas.
Excelente relato, espero puedas hacer más de este tipo sedando a nenas para robarles su inocencia.
O que crees historias con la misma temática.
Me encantan tus relatos. Saludos
Muchas gracias por tu apoyo, me anima a seguir escribiendo.
Hacer relatos iguales deja de ser atractivo, me gusta crear situaciones originales y aunque es algo erotico no debes olvidar que solo es ficción.
Me encanto demasiado
Gracias por tu comentario.