Mami y sus dos nenas 3 – Final
Una tarde llena de sexo para las chiquillas..
Justo antes de terminar nuestras cervezas, escuche el carro de mi hijo, regresando. Cuando entro y vio a las 4 niñas me dijo: “No me invitaste a la fiesta” a lo que le dije que recién estábamos por empezar.
Al entrar, mi hijo se tomó una cerveza y le pase el retardante para que se aplicara.
Sin decir nada jale a jale a Rosa hacia mí y la senté en mi verga sin decir nada, ella solo se aferró a mi cuello y dio un grito (tipo gemido) agudo, le di varios puyones sin piedad, haciendo que el lívido hiciera su trabajo.
Me les quedé viendo a mi hijo y a mi amigo y les dije, se van a quedar ahí parados y me van a ayudar, mi hijo tomo el culito de Rosa, empezando a perforar su culo, sentía en su vagina como se estrechaba y soltaba contracciones por dentro y Jorge aprovecho a meter la verga en la boca de Rosa.
Justo ahí 3 hombres adultos haciendo uso del pequeño cuerpo de una niña de 8 años, con sus vergas dentro de su cuerpecito, siendo penetrada, incluso por su boca para que no pueda protestar.
Cada uno de nosotros hacia su trabajo, perforar el orificio obtenido, mi hijo fue el primero en explotar dentro de su orificio anal, y pude sentir como su cuerpo fue dando pequeñas convulsiones al sentir como el semen de él llenaba sus intestinos. El siguiente en la fila fui yo, cuando la nena sintió mi semen llegar hasta su útero, procedió a meter la verga de Jorge mas adentro de su boca y acelerar el movimiento de su cabeza, haciendo que también le llenara la boquita con el semen que traía acumulado.
El cuerpo de la niña quedo casi inconsciente, yo mismo la puse en el sillón recostada, respirando aceleradamente y casi desmayada (con los ojos virados hacia atrás).
Jorge dijo, ahora quiero coger a esta putita (Jessica), que se ve que le encanta la verga y no se equivocaba, era la más caliente.
Aun con la verga semidura, Jorge la puso encima de él y empezó a cogerla, mientras ella ya caliente de haber visto como cogimos a Rosa, no dudo en dejarse penetrar por mi amigo, incluso lo premio con un beso de lengua largo y apasionado.
Yo procedí a darle unos tragos a mi cerveza, mientras mi hijo, le metió la verga en la boca. Ya habíamos quedado que las cogeríamos una por una, entre los 3 y que iríamos tomando diferentes posiciones.
Jessica tomaba el palo de mi hijo, lo chupaba y lamia, desde los huevos hasta la cabeza de la verga.
Me dirigí hacia su culito y cuando sintió que yo iba, paro un poco más las nalgas, ofreciéndome en mejor perspectiva su cavidad anal. Me llené la punta de la verga con saliva y se la puse en la entrada y empecé a perforar sin parar, hasta topar mis huevos con su pequeña vagina.
Mi hijo y yo empezamos a perforar en un ritmo acelerado y la nena empezó a gozar de las emociones que le provocaban las sensaciones de sentirse usada, como una puta cualquiera, como que fuera una mujer adulta, pero NO, simplemente se trataba de una niña de 7 años, que al igual que su antecesora era violada (con su gusto y gana) por 3 hombres totalmente conscientes de lo que hacían, 3 hombres que, si en ese momento hubiera entrado la policía, no tenían excusa para lo que hacían, pero a los cuales en ese momento el mundo y quien lo cargara, les valía verga y solo querían satisfacer sus más bajos instintos.
Usamos a Jessica por casi 25 minutos hasta que cada uno de nosotros empezó a soltar chorros de sus fluidos dentro de la niña; a este punto Jessica estaba sudando a chorros y con su cuerpo enrojecido por todo lo que sentía. Jorge todavía le dio varias metidas de verga antes de que se le bajara. La puso en el sillón y la dejo ahí.
A todo esto, las otras dos niñas ya se habían puesto a jugar entre ellas, se habían metido los dedos, unos cepillos e incluso Michelle había ido a la cocina por unos pepinos que ahí tenia y entre ambas habían decidido quitar su calentura, pero eso solo las había puesto peor.
Nos tomamos el tiempo para recuperarnos, mientras Michelle y Stephanie se habían acercado a jugar con las vergas de los tres, mientras las metían por sus bocas, las pasaban por sus caras, sus pechos (planos) en cierta manera parecían PARAMEDICOS, buscando revivir a los desmayados que tenían frente a ellas.
Mi hijo (por su edad) era el primero en recuperar la erección, tomó a Stephanie y ahí en el bar, parada como estaba la penetro hasta el fondo, luego la cargo al asiento alto y dejo sus nalgas a la altura de Jorge para que disfrutará de su argollita. Esto dejo a Michelle para que gozará de mi verga, chupando mi verga de una manera alocada, metía mis bolas en su boca (ahí parado como yo estaba), ella quedaba a la altura de mi miembro y ella empezó a meterse entre mis piernas pasando su lengua entre mis huevos y mi culo, yo cerraba mis ojos de la sensación que sentía, justo en ese momento siento que abre mis nalgas y empieza a hundir su cara dentro de mi culo, pasaba toda su cara, sentía que ella estaba gozando, buscando meter su pequeña lengua dentro de mi cavidad anal.
Yo tome su pequeño cuerpo y así de pie, la jale para hacer un 69, ella entrelazo sus piernas en mi cuello y metía lo más que podía mi verga dentro de su boca. Yo pasaba mi lengua por la raya de su vaginita y su culo.
Stephanie toco mi cintura y me dijo que quería sentir mi verga en su boca, ella sabía que era su turno de sentir las 3 vergas dentro de su cuerpo, y saque la verga de la boca de Michelle y me subí al bar dejando que la verga llegara a su boca y sin soltar a Michelle, seguía comiendo su chochita, ella gemía y gemía, pues yo metía los dedos en su culo mientras comía su pequeña vagina, en un acto de circo, ella se estiro hasta la boca de mi hijo para fundirse en un beso profundo, aquello parecía una masa de cuerpos fundiéndose entre todos.
Yo ya no aguante y me termine viniendo en la boca de Stephanie, luego mi hijo y después Jorge. Michelle también dejo salir una cantidad de fluidos vaginales en mi boca.
Stephanie, se queda en el sillón cerca a las niñas, que aún estaban recuperándose de la cogida que les habíamos dado.
Jorge y mi hijo estaban como machos en celo, por el olor que aun despedía de Michelle, por lo que Jorge la tomo y la puso sobre una mesita que tengo en la sala en cuatro y la penetro por su vagina mientras mi hijo se la metía en la boca.
Yo algo cansado, me senté entre el grupo de las niñas recién cogidas a descansar, mientras yo veía como Michelle gozaba de una cogida por dos hombres.
Las otras 3 niñas se lanzaron hacia mí, buscando que mi erección volviera porque decían que no era justo que todas habían sido cogidas por los 3 y que ella solo tuviera dos hombres para ella, Rosa se tira a mamar mi verga, mientras Jessica se subía a mi cara para dejar expuesta su vagina a mi lengua, no tardando en hacer reacción al remedio casero aplicado por las niñas.
Al tener la verga ya lista, le dije a Jorge que me pusiera el culito de ella a la orden, se puso debajo de ella, dejándola que lo montara y yo le di un par de lengüetazos en su argolla, ensalivándola y preparándola para penetrarla, deje ir mi verga al ver tan hermoso culito de una niña de 7 años.
Al penetrarla ella se retorció, no sé si de dolor o de placer, pero yo la tome por la cintura, sin permitirle que se moviera y con esto sacar las dos vergas de adentro de ella. La estuvimos cogiendo por aproximadamente 30 minutos, en la que tuvo una cantidad grande de orgasmos. Las piernas de Jorge estaban empapadas tanto de las eyaculaciones de ella, como de orines, Michelle ya no emitía sonido, solo jadeaba, entreabría su boca sin emitir palabra y sus ojos ya estaban perdidos. Increíblemente que una niña de 7 años aguantando semejante tarea.
Terminamos todos sentados en el sofá, ellas bebiendo gaseosas y nosotros como trofeo ganado “Una cerveza fría”.
Pasaron más o menos 20 minutos y ya todos desnudos reíamos, hacíamos chistes y bebíamos, cuando en la puerta apareció la Jenny en la puerta y con cara de sorprendida y algo enojada al ver a Jorge, dijo: “Que chingados está pasando acá?”
No dije nada y como jefe de una manada de leones que van a devorar a su presa, mi hijo y Jorge entendieron el mensaje y la empezamos a desnudar, yo mientras tanto, metía mis dedos dentro de ese sapo grande, haciendo que se mojara de inmediato y me acerque a su oído diciendo: “ESTO ES LO QUE ESTA PASANDO”.
Delante de las niñas le dimos una cogida similar a ella y con esto cerrábamos este capítulo que se acababa de empezar a escribir. Jorge se hizo amigo de Jenny y también empezó a cogerlas, llevó otras niñas a mi casa y muchas veces, le conseguimos niños a Jenny y la introdujimos en el mundo de la Pedo**ilia.
FIN
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