marisa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Llovia, caray que si lo hacía.
Los charcos de la calle reflejaban las imagenes que eran reflejadas por los ventanales de los comercios de la calle formando unas extrañas imagenes algo fantasmagoricas. No era la primera vez que pasaba, De echo, empezaba a pensar que la muy puta disfrutaba sabiendo que yo estaba helado y empapado esperandola. Incluso una vez habia salido por la puerta y empezado a andar como si no esperara que esruviese allí. Yo sabía que habia a gente a la que este tipo de dominio le excitaba, pero la verdad es que a mi me sacaba de mis casillas y mas de una vez me habia preguntado que cojones seguia haciendo yo en esa casa.
Aquella noche se suponía que yo me iba por mi lado, había quedado con unos amigos a los que hacia meses que no veía , al parecer a ella le falló el plan y me llamó montandome un numerito para que fuese a buscarla para no ir sola a casa según dijo por que le podia pasar algo…
De su trabajo a casa había escasos 600 metros por lo que lo unico que podria pasarle de vuelta era que algun borracho le gritase alguna cerdada, aunque sabia que en el fondo a ella eso le gustaba, por muy ofendida que se mostrase.
Por fin apareció, salió por la puerta muy estirada y al llegar junto a mi me soltó encima el bolso. Vamos a casa!, dijo, estoy molida.
Unas semanas despues, al llegar a casa un dia del trabajo, encontré, bajo la alfombra del baño el envoltorio de un condón, y digo el envoltorio por que del condon en si no había ni rastro.
Hacía meses que no compraba condones ya que en las escasas noches que podiamos pasar juntos ella se negaba en redondo a hacerlo conmigo. cuando salía a buscar el telefono para llamarla y pedirle explicaciones sonó el timbre. dejé el envoltorio del condon encima de la mesilla y me acerqué a abrir.
Era Marisa quien llamaba. La vecina de arriba, muy amiga de mi mujer y una de esas chicas tan femeninas que te hacen hablarles como si fueses bobo.
-UF , que mala cara,- dijo cuando abrí la puerta..- que te ha echo ahora?.
No se bien por que pero al mirarla a los ojos me eché a llorar.
contube los nervios un poco y acercandome a la cama me sente y le tendí el envoltorio.
-Sabía que iba a pasar, dijo ella sentandose a mi lado.
-¿ como que sabias que iba a pasar?
– Veras, el hacia dias que no la veía y el otro dia la ví salir muy arreglada, fui a preguntarle donde iba y no me quiso decir nada.
– Muy tipico de las mujeres dije, ni con vuestras amigas os respetais.
– Eh dijo ella frunciendo el ceño, no generalices.
Nos mirabamos a los ojos y de pronto empecé a notar como la mezcla de frustración y rabía que se mezclaban con una excitación tremenda.
– sois todas igual de zorras. exclamé levnatandome
– y vosotros unos maricones!- gritó ella levantandose a su vez y encarandose a mi.
– No me grites.. dije entre dientes conteniendome. No estoy para que encima me grites !
– A no? grito ella!, ese es tu puto problema tio dejas que la zorra de sara te putee porque no tienes guevos a darle dos ostias..
Al oirla decir aquello enloquecí y apunto estuve de darle un guantazo, pero para mi sorpresa fue ella quien agarró mi mano y pillandome de sorpresa se la estampó en la cara.
Me miró a los ojos tremendamente excitada y me dijo:
– Ves? eso es lo que necesitas. prueba tu.
Yo no entendia nada y me quedé paralizado mientras la miraba,
– Bua! exclamó, No sabrias nisiquiera follarme y me escupió a la cara justo antes de darse la vuelta.
Antes de que diese un paso le agarre por el brazo y dandole la vuelta le dí una bofetada tremenda que la tiró contra la cama.
Dandose la vuelta me miró, otra vez con esa mirada y se quitó la camiseta.
Marisa era una chica menuda, de no mas de 1 65 y muy delgada, siempre me había parecido que tenía buen culo, pero a decir verdad nunca me había fijado en sus tetas. Me tiró la camiseta a la cara y sonriendo se levanto y vino hacia mí. Al llegar a mi lado le sonreí y le escupí en la boca de modo que mi saliba quedo colgando de sus labios. Ella cerró los ojos y se arrodilló, su boca estaba tan cerca de mi polla que notaba su respiración en el pantalón, ella abrió la boca y metiendo la mano por la bragueta me saco la polla y la puso dentro.
no se movío, y puso las manos en la nuca. agarré su cabeza y comencé a follarla la boca, al principio muy despacio por miedo a hacerle daño, pero cuando a la tercera o cuarta follada vió que no aceleraba me dió un mordisco que de puro reflejo contesté con otra bofetada, le di tan fuerte que se le salió la polla de la boca, le agarré la cabeza, esta vez con fuerza y se la taladré todo lo adentro que pude. mi polla empezó a crecer rapidamente y pronto notaba como cada embiste ella tenía dificultdes para respirar, su saliba colgaba por mis huevos, tenia los ojos llorosos y yo cada vez estaba mas cachondo, ella tuvo una gran arcada por lo que le tuve que sujetar mas fuerte la cabeza y noté como tosía al notar mi polla en las cuerdas vocales, aquello fue demasiado para mi y sin poder contenerme me corrí, la corrida fue tan abundante que una parte se le salió por la nariz, empezo a buena parte de la leche acabó en mis pies, ella recuperó la respiración y tras recoger toda la leche de su cara con los dedos y tragarsela se agachó y lamió mis pies. cuando hubo terminado, se levantó tranquilamente y poniendose la camiseta fue al baño a recolocarse el pelo.
Yo estaba en extasis absoluto, aquella mamada habia sido la mejor de toda mi vida. Volvió del baño y se sentó en la cama.
– Ves? si que puedes.
– A sido. bueno yo no queria pegarte.
– Oh, bueno a algunas mujeres eso nos excita sabes? pero tendria que enseñarte como hacerlo para hacer menos daño.
– Bueno, se que hay masoquistas y eso, pero no pensé que tú.
– Oh no, no , no es masoquismo, por eso tengo que enseñarte a hacerlo. A mi no me gusta el dolor, pero si que me trates mal, bueno, me refiero follando claro. en la vida diaria prefiero una persona normal, lo malo es que el que es normal no suele tratar mal en la cama y el que trata mal en la cama suele hacerlo tambien de normal, asi que no hay manera de encontrar a nadie como debe de ser.
Bueno, tengo que irme, dijo levantandose.
para entonces a mi se me había olvidado toda la historia del condon, sara y la madre que los parió a todos, aquella chica me había dado el control de la situacion hasta tal punto que se hubiese sometido a cualquiera de mis deseos.
Esa noche apenas pude pegar ojo, montar el lio por que sara me había puesto los cuernos suponia dejar el piso y tener que empezar otra vez, mientras que en realidad gracias a marisa me había dado cuenta de que sara no era ni por asomo lo mejor para mi, y como tipo pragmatico que era, la solución mas logica era fingir que no habia pasado nada y hacer mi vida totalmente a parte.
Durante unos dias no vi a marisa, y a decir verdad tampoco a sara, ya que yo hacia lo posible por no estar y ella parecia que habia empezado a dejarme un poco vivir. hasta que un día, mientras que yo volvía a casa completamente borracho a las 7 de la mañana, me encontré con marisa en el portal, venía de hacer footing, embutida en unas mallas azul brillante que realzaban cada curva.
se paró delante de mí y me olisqueó el cuello.
– has bebido mucho, pero no has follado nada eh?.
– jajaja- si, exactamente. a esta hora sara se estará preparando para irse a trabajar por lo que me parece que hoy me toca pelarmela.
– y tu? no trabajas hoy?
Se abrío el ascensór, y marcamos los pisos correspondientes.
– no, hoy no, he acabado con el trabajo de este mes asi que tengo un par de dias hasta que vuelva mas trabajo.
-ah, vale, yo estoy de vacaciones tambien, una semana asi que no me voy a ningun lado.
A mi me estaba poniendo como una moto, me había fijado en el pequeño cambio de color que se marcaba en su ropa en la entrepierna y las axilas fruto sin duda del sudor del ejercicio y en mi borrachera, me parecia lo mas excitante del mundo.
Acerqué la mano a su coño con miedo pero vi que no parecía importarle por lo que restregué la mano por la mancha y cuando estuvo humeda lamí dos dedos y le meti los otros dos en la boca.
El ascensór paró y la puerta se abrío apareciendo Amparo, mi vecina de al lado, una mujer de sesenta y pico años con una vida mas bien triste, amable y protectora, al vernos, saludó inocentemente.
salí y entré en casa. efectivamente sara estaba en la ducha.
sus bragas del dia anterior estaban encima de la silla junto al sujetador y las medias, me acerque y las olí.
justo en ese momento salió del baño.
– Oliendo mis bragas?
– si bueno es acerca de algo que hablamos en el trabajo sobre la relaccion entre el olor de las bragas y el caracter de una mujer.
– menuda gilipollez.
– te vas ya? dije cambiando de tema.
– Si, no se a que hora llego.
– Vale. – dije tirandome en la cama.
– date una ducha, grito ella, no se te ocurra meterte apestando asi en mi cama!.
Es lo ultimo que escuche antes de quedarme profundamente dormido.
soñé con sara en los tiempos en los que eramos novios y lo haciamos a todas horas, los tiempos en los que me parecía la mujer mas encantadora del mundo y por suerte sonó el timbre a tiempo.
Marisa entró vestida exactamente como la había dejado en el ascensor , aun quedaban restos de sudor en su ropa. nada mas entrar se arrodillo en el suelo frente a mi.
yo me acerque y arrodillandome a su lado la tumbé en el suelo, le quité las zapatillas y los calcetines y comence por lamerle los pies y subí poco a poco lamiendo hasta las caderas. notaba el sabor de su sudor empecé a excitarme.
me levanté y fui a sentarme en la cama. ven aqui, le dije.
y gateando mientras movia el culo de forma tentadora se acercó poniendose de rodillas frente a mi.
le ordene que se diese la vuelta y pude ver su coño marcado en las mallas. no veia ni rastro de marca de bragas. probablemente ya no las llevaba en el ascensor.
Me acerque a su culo y palpe y pellizque su carnoso coño. estaba empapado y en la tela de las mallas se formaba de nuevo una mancha oscura. Pensé que seria genial poder follarmela asi, tal cual y de pronto se me ocurrió una idea, fui a la cocina por las tijeras y separando un poco la tela del coño hice un pequeño corte. ella se dió la vuelta para quejarse, pero al girarse se encontró con una bofetada. algo mas suave que las de la vez anterior. ella se quejó y de prontó, del agujero de las mallas comenzó a brotar un chorro dorado y calido de pis que me alcanzó en la cara.
inmediatamente me empalmé, nunca antes había pensado en que me meara alguien, pero inexplicablemente me habia puesto cachondisimo. ella se giró tumbandose boca arriba y separando las piernas descargó una enorme meada que caía sobre mí.
empapando la parte interior de sus muslos y todo el suelo entre nosotros. la vista de su coño soltando aquel maravilloso chorro dorado y la sensación de ser cubierto por su esencia fueron demasiado para mi y quitandome los pantalones, le agarré por la cadera y la traje hacia mi. terminó de mear cuando levantaba su coño hasta mi boca, se lo lamí y metiendole el dedo pulgar de la mano derecha en el culo la sujeté en esa postura. Yo también tenia ganas de mear asi que la tumbé nuevamente en el suelo y acercando mi polla a su coño empecé a mearle directamente en el clitoris.
Ella gimió y se revolvió hasta llevar su boca a mi polla que soltaba un generoso chorro de meado, puso la boca en el chorro y comenzó a tragar a grandes tragos, vertiendo parte por las comisuras de los labios y la barbilla al llegar al tope de su capacidad bucal. cuando hubo bebido bastante se enchufó el resto de la meada por encima de la cabeza como si estuviese en la ducha con lo que quedó completamente empapada.
-Eres una buena zorra- dije sin pensar.
y ella al escucharlo me agarro la polla y empezó a chuparla ansiosamente.
– No le dije quitandole la polla de la boca. Hoy te voy a follar el culo.
Ella guardó silendio y sonrió llevandose la mano a la entrepierna y agrandando de un tiron el agujero.
Le dí la vuelta y tras darle un buen par de azotes en el culo se lo abrí lo que pude con dos dedos. poco a poco el ano fue cediendo y a base de masagear y escupir conseguí que tolerase 4 dedos. ella gemia , y con la cabeza apollada en el suelo me miraba con fuego en los ojos. dejé metidos los 4 dedos de la mano derecha en su ano mientras tocaba con el pulgar su coño y rodenadola le puse la polla en la boca que habia bajado un poco en el proceso. ella abrio la boca y se la tragó hasta los guevos, por lo que enseguida volví a estar listo para la acción. volví tras su culo saqué los dedos y de un solo golpe se la clavé entera. ellá gritó y dio un fuerte empujon hacia adelante intentado instintivamente sacarsela, pero la tenia agarrada por la cadera y fue inutil.
seguí follandola con todas mis fuerzas disfrutando de la sensacion que me daba tenerla sujeta casi contra su voluntaz, ella gritaba con cada nuevo enbite y su culo se empezaba a acostumbrar a su nuevo tamaño, agarrandole de las tetas la atrajé hacia mi obligando a doblarse metiendose mi polla aun mas adentro y agarrandole del pelo le miré a la cara y le escupí en su boca jadeante. ella cerró los ojos y se lanzo como intentando empalarse contra mi polla. la aparté un poco y se la saque del todo para volver a clavarsela de un solo golpe, esta vez costó algo menos pero ella volvió a gritar, por lo que repeti esto varias veces hasta que su culo aceptaba sin problemas mi polla. cuando estaba a punto de correrme ella lo notó y rapidamente se sacó la polla del culo y girandose se la metio en la boca. descargué toda mi leche dentro y ella se la tragó con una sonrisa. luego lamió mi polla con cuidado y se tumbo nuevamente sobre el charco de meado.
Varias veces mas nos vimos a espaldas de sara. yo cada vez mas afianzado con mi papel sexual empezaba a extrapolarlo a mi vida y ya no toleraba mas tonterias de ella ni de nadie.
Al poco tiempo Marisa y yo nos fuimos a vivir juntos a otra ciudad donde empezamos una historia que tambien tuvo su fin. pero igualmente siempre le estaré agradecido.
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