Martirizando a la novia lesbiana de mi madre
Cuando la novia de mi adicta madre quiere meter sus narices en los negocios del holding familiar, con mi sádica hermana le tuvimos que dar un escarmiento.
Hola, ¿Cómo están? A quienes no conocen mi rica historia, sugiero que lean mi relato anterior. Lo que voy a relatarles ocurrió años después de lo relatado anteriormente. Bastante perverso todo cuando éramos menores, el que lo quiere por privado me lo pide.
Me presento, resumidamente, me llamo Juan Manuel Rivera Ortiz, tengo 30 años y soy el presidente de una corporación que nació con mi abuelo y mi padre no solo mantuvo, sino que además incrementó. Puedo decir que siempre tuve una vida de millonario, así que soy de esa “elite”. Soy el mayor de tres hermanos, probamos todos el sexo y las drogas de muy chicos. Mi hermano del medio es un desastre caminando por lo adicto y lo homosexual reventado. Le gusta más la pija y el semen que respirar. Mi hermana menor es sádica. Le encanta torturar a las personas, lastimarlas y vejarlas. Y mi madre es algo así como una ninfómana-cocainómana que mientras tenga algo dentro suyo (llámese sexo o drogas) será casi feliz. Mi padre falleció hace unos años de un ataque cardíaco en una fiesta/orgía de sexo y drogas así que imagínense el resto.
Un de las unidades de negocio de la familia es una empresa naviera. Uno de esos cargueros tiene un compartimiento secreto que solo el capitán y un par de marineros conocen. En él metemos desde Colombia cierta mercancía blanca muy codiciada. Hasta ahora nunca nos han descubierto y seguiremos así. Cada cual recibe su parte y en mi caso aprovisiono a la familia con la cocaína más pura que hay. En casa siempre sobra.
Lo que les voy a contar esta vez, es el motivo por el que casi pierdo a mi madre.
Ella cuando conoció a mi padre era artista plástica. Siempre le interesó el arte. Con mi padre dio rienda libre al sexo y a las drogas así que esa veta le pareció aburrida y la descartó. En su segunda internación en rehabilitación, redescubrió esta vocación. Así que cuando salió, montó nuevamente su atelier y se reconectó con la pintura. Se juntó con una amiga de su época de la academia de artes y lo que fue un inicio de dibujo, lentamente fue mutando en ciertas escenas de desnudo que se transformaron en sesiones de sexo a las que sumaron más amigas y prontamente se empezaron a armar orgías con mujeres desnudas por la casa. Mamá solo mantuvo su abstinencia por tres meses y nuevamente empezó a consumir, lo que fue seguido por alguna, luego otra y finalmente por todas. Por supuesto que las que no siguieron ese camino, lentamente desaparecieron. Era bastante divertido ver en casa una decena de mujeres dadas vuelta, denudas corriendo por la casa, comiéndose unas a las otras o simplemente agarradas a algún consolador desesperadas por sentir algo más que una experiencia divertida. Por supuesto que mi hermano no perdía oportunidad para aspirar cuanta merca podía y se prendía del otro lado de los consoladores sin importar que de un lado hubiese una vagina, mientras él tuviese su culo lleno y la nariz empolvada estaba satisfecho. Mi hermana miraba las escenas y solo atinaba a consumir y masturbarse. Cuando alguna quería acercarse, solo atinaba a golpear a la infortunada hasta hacerle sangrar. Ahí entonces se le prendía al labio (o a le lamía las encías o el sitio lastimado) y le chupaba la zona sangrante.
Mi madre se enamoró perdidamente de una de sus “amigas” con la que consumían y dormían casi siempre juntas. Laura, como se llamaba, no dejaba que ninguna de las otras del grupo se acerara a mi madre. La empezó a aislar…incluso hasta nosotros resultamos unos extraños. La situación explotó cuando mi madre, acompañada de Laura pretendió que la nombrara contadora (esa era su profesión) principal de la empresa. Con cintura evadí la respuesta, prometiendo evaluar el caso pero claramente no me gustó nada esta intromisión.
Hablé con mis hermanos y tomamos una decisión, separaríamos a mi madre de Laura.
Un día que Laura se estaba bañando y mi madre lo suficientemente lúcida, conversamos con ella de lo perjudicial que estaba resultando para ella la presencia de Laura. Como mi madre no resultó convencida, decidimos sacar del medio a Laura sin contárselo a mi madre.
La cité a la empresa con la excusa del trabajo prometido. Inteligentemente había un rollo de plástico en el piso, varios pinceles y tachos de pintura poque había dado la orden de renovar la decoración. Le pedí a mi hermana que me acompañara bajo el soborno de que le daría lo que a ella le gustaba. Mi hermana me acompañaba en uno de los asientos y cuando Laura entró di orden de no ser molestados para poder conversar tranquilos.
Lo primero que mi hermana hizo, cuando se levantó para saludarla, fue darle una trompada que no solo le rompió el tabique, también la tomó de sorpresa y la volteó al suelo. La sangre la encendió… estando Laura caída, se sacó la ropa interior, se sentó a horcajadas y con el puño golpeó una y otra vez sobre el rostro cada vez más enrojecido y sangrante de la pobre mujer. Con la sangre entre sus nudillos, y brotando del deformado rostro se agachó a beber el rojo líquido, al tiempo que introdujo una mano para acariciar su clítoris. Cuando los gemidos de dolor de Laura intensificaron su volumen, le introdujo la bombacha que estaba en el piso a su lado y sacó un pequeño escarpelo de su bolso. Descorrió la blusa y el corpiño y tomando el pezón con los dedos, lo seccionó de un movimiento preciso. La sangre salió a borbotones, y la pobre se retorció como posesa, pero mi hermana tenía experiencia y la contuvo al tiempo que le propinó otra golpiza infernal aplacando cada vez más esos gritos ahogados.
Sentí cierta repulsión, pero a la vez excitación, por lo que saqué mi pene del pantalón y comencé a masturbarme, tenía ganas de penetrar esa vagina.
Mi hermanita cortó en pequeños tajos la piel de la cara y del tórax de Laura. La sangre se mezclaba con su piel, la transpiración y sus flujos. La corrí de encima de Laura y eso la molestó, e intentó tirarme un puñetazo que esquivé y le devolví derribándola al suelo. Mi hermana es sádica y psicópata, pero yo soy más fuerte. Una vez cesada la resistencia, me puse entre las piernas de Laura, le arranqué la bombacha y la penetré con fuerza.
Mi hermana excitada y recuperándose comenzó a lamer la cara sangrante al tiempo que se masturbaba. Yo no quise terminar dentro de Laura, me corrí en la cara lo que fue aprovechado por mi perversa hermanita para lamer y limpiar la mezcla de semen y sangre.
Mientras me. Limpiaba, vi como mi hermanita pequeña se sentaba en la boca de Laura quien entre la sangre y los golpes apenas si podía respirar, pero obligó a chuparle la concha hasta correrse. Luego de acabar, se giró manteniendo su vagina sobre la boca de Laura y ambas rodillas sobre sus brazos inmovilizándola. Con un primer plano de la vagina recién penetrada por mi de Laura, tomó el bisturí y alternando lamidas de clítoris y pequeños cortes que fueron enmarcando con sangre la vagina de la sangrante mujer. Cuando toda la vagina estaba enmarcada en sangre, tomó con sus dedos el clítoris de Laura, lo estiró lo que más pudo originando un grito ahogado de dolor y lo cortó en forma precisa. Ese dolor intenso la hizo desmayarse y perder la conciencia relajando esfínteres y hubo un chorro de orina que salió junto con un poco de materia feca antes de quedarse inmóvil.
Mi hermana se levantó, y mirándome con cara de niña tierna empezó a orinar sobre la cara del cuerpo inerte de Laura. Una vez finalizada su evacuación, se levantó, acomodó su ropa que aunque manchada por ser floreada y de colores vivaces, disimulaba bastante bien la sangre y me preguntó si no tenía hambre. “Tengo ganas de ir a Mac Donalds, me llevas?”
Envolvimos a Laura y nos encargamos de sacarla por el ascensor privado a la cochera. La internamos en un sanatorio del que somos en parte accionistas y nunca más volvimos a verla.
Mi madre lamentó su perdida y le extraño que perdiera contacto con su novia. Pero a la semana y luego de varios gramos de coca esnifados se olvidó de su amante.
Todos volvimos a nuestra rutina. Por un tiempo…
Si quieren algo más…con gusto: [email protected]
JM
mmmmm me gusta