MATRIMONIO BDSM, EL DIA QUE EMPEZÓ TODO DOS JOVENCITOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Salvo algunos amigos y amigas, nadie sabía que habiamos tenido esa semana una fortisima pelea, la mas fuerte que recuerdo ambos de novios, hoy quizas sea una tontería, pero recuerdo que habiamos quedado donde siempre en un bar que tenía musica una vieja pista de baila y poco mas, todos sobretodo en la puerta, con las copas en coros charlando cuando llegué ella estaba con sus amigas y una reunión que no era la nuestra aunque conocidos uno de ellos la tenía cogida por la cintura, haciendola reir, fue como una patada en los cojones para mi, al verlo, ella se dio cuenta al instante nada mas verme llegar, todo era inocente si, pero no me gustó nada, me fui, ella me siguió, le lié una enorme, ella a mi, terminando por decirme que ahora se iría, con sus amigas y se recogería cuando le diera la gana, como si se quería ir con alguien, yo me fui, no tenía ganas de nada, pasé una noche mala sin dormir pensando que ella estaba con otro, de todo.
Yo había visto, hacía tiempo películas de sumisión, alemanas fuertes, en aquel tiempo, me aficioné a ellas, le decía a mi novia probar aquello, darle un aliciente a nuestros encuentros, ella al follar a perrita, se dejaba azotar por mi, pequeños azotes que la excitaban bastante, nada mas, quería introducir esto, pero de ahí no probabamos nada mas.
Lo primero que pregunté al otro dia a mis amigos fue cuando se marchó mi novia, ellos entre risas, me decía que a las 6 de la mañana a las 8 que si se fue con dos, hasta que ya en serio, me dijeron nada mas irte tu, le jodiste la noche, interiormente suspiré y a la vez me sentí, muy bien, machote, hasta que fui esa tarde a su casa, le pedí perdón y todo siguió, teniamos contratado un apartahotel, en plena temporada baja, lo mas barato, comeriamos fuera y en el apartahotel, las bebidas las llevamos de casa, whisky y ron con coca colas, el viernes lo habiamos pedido en los trabajos, salimos tempranisimo, a las doce del dia ya estabamos instalados en el apartahotel nos parecía mentira, estabamos solos a mas de 3 horas de nuestras familias, aquella enorme cama para nosotros, el baño, el pequeño salon cocina, hubieramos vivido allí eternamente, despues al salir, esos caminos con sus arboles y setos bien cuidados, sus vistas, no hacia ni frio ni calor dias de sol, era todo perfecto, nada mas llegar "probamos" la cama y el baño, era fantastico follandola allí, frente a aquel enorme espejo viendonos gimiendo.
Nos fuimos a comer y pasear, por el pueblo, andando nada de coche, comimos, paseamos bebimos un par de copas, nos fuimos al apartahotel, ella estrenó ropa interior, era su sorpresa, por primera vez la vi en un corsé rojo, con braguitas y medias a juego, le serví otra copa, nos sentamos en el pequeño sofá, besandonos, hasta que dejé la copa me arrodille y le di, una comida de coño, larga, pero porque ni ella ni yo, estabamos a tope, yo de rodillas, le comía el coñito, sabroso, pero a la vez pensaba en las peliculas pornos, en sus escenas, hasta que, solo pensaba en ello hasta mi polla, 21 cm, estaba baja, pensando que de nuevo sería encima abajo, o como fuera de monotonas posturas, hasta que me levanté me senté a su lado, seguimos besandonos yo la movía hasta que conseguí se pusiera besandonos pero ella de rodillas sobre el sofá, la hice ir bajando su cabeza, ella imaginó que quería que me la chupara, fue a hacerlo, pero yo la seguí moviendo hasta quedar sus nalgas sobre mis piernas, ella tumbada, empecé acariciando sus redondas nalgas, pero mi respiración se agitaba poco a poco, no dejaba de acariciarlas apretarlas con mis manos acariciar entre sus muslos, ella con los ojos cerrados relajadisima.
Le dí un azote algo mas fuerte de lo que soliamos cuando follabamos, ella lo encajó, le dí mas fuerte ella, dio un gritito, apreté sus nalgas, le dije algo así como
– No quiero volver a verte al lado de otro tu eres mia, solo para mi
Tras decirle aquello, le di un fortisimo, azote, ella gritó, esperé lo peor, pero su cabeza siguió igual, sin moverse tras el grito, le dí otro, su nalga quedaba marcada por mis dedos, oia su grito, no era nada simulado ella volvia a gritar, yo sabía que le hacia daño, pero me excitaba, mi polla estaba dura, la tercera o cuarta vez fue seguida, uno tras otro ella gritaba hasta que paré, para no tener que decir nada en realidad, la hice quitarse de mis piernas la arrodillé ella lo hizo rapidisimamente le metí i polla en la boca, sentado pero moviendo mi pelvis ella la saboreaba, cogí su pelo, toda la melena en mi mano, tirando de ella, moviendome nunca me la habia chupado así mas bien la estaba violando por la boca, mi mano fue a su redondeada teta preciosa cogí su rosado claro, pezón lo fui apretando, poco a poco hasta que ella gimoteaba con mi polla en la boca de dolor pero no quitaba mi mano, hice lo mismo con el otro pero lo apreté aún mas que sacó su boca de mi polla su cabeza mirando hacia el suelo, gemia de dolor, hasta que la solté, me levanté sin soltarla del pelo
La hice ir al dormitorio sin palabras, nadie hablaba, encima de la mesa de noche estaba los condones cogi dos ya que venian pegados en dos la llevé hasta el baño dentro del dormitorio la puse frente al espejo, de pie inclinada, me puse el condón la escuchaba suspirar deseando recibir mi polla, se la metí, echandole las bragas a un lado ella al instante, ni me dejo moverme s movia ella como una fiera gritando y gritando, yo quedé quieto follandola de pie sin moverme, solo al ella pegar su culo en mi vientre, la recibía con un fuerte azote, nada en nada, se corrio a gritos, nada que ver con ningun orgasmo de ella anterior, gritaba frente al espejo mirandose, hasta que paró en mi polla, tiré de ella mas atrás aún la cogí del pelo de nuevo y me moví, con fuerza ahora se escuchaba bien fuerte, pegar mi vientre en sus nalgas, por primera vez, la vi empalmar dos orgasmos, empezo de nuevo sus gritos, aun recuerdo como sonaba aquel baño, sus gritos la pegada de mi vientre en sus nalgas, de nuevo su coño, temblando fuertemente en mi polla, ella esta vez solo quedó quieta gimoteando como si llorara un gatito, mientras yo ya no podia parar, se miraba frente al espejo viendo con sus ojos bien abiertos como terminaba de follarmela, con mi mano tirando del pelo, me corrí una corrida larga, placentera, gritona, caimos rendido en la cama sin ducharnos, ella abrazada a mi.
Fue nuestra iniciación, viernes sabado y parte del domingo, cuando llegamos a casa, eramos otros, ella entregada totalmente a mi, deseosa que probaramos mas y mas, hasta hoy.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!