Me convertí en esclava sexual parte 2 por Astrid
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
-Al día siguiente al despertar, tras la cogida que me dio Max… sentía un fuerte dolor en la entrepierna, como si hubiera hecho un montón de ejercicio y mi pequeño ano palpitaba un poco, fui al baño y ugh… no hice nada tan solo saqué todo lo que max bombeó en mi culito.
Me preparé para ir al colegio y Sali de casa después de desayunar… no sabía que pensar….
Esto está bien? Debería contarle a alguien? – no no! Claro que no… no quiero que todos hablen de mi de esa manera! Tan solo debo conservar este secreto y no contarle a nadie!
Ya en clases no paraba de pensar y distraerme, debería sentirme mal?? después de todo… fue tan delicioso, nunca había visto un pene… ese olor…un poco picantoso pero muy caliente.
Ese líquido transparente, dulce y pegajoso entre mis labios ohhhh<3.
No.
Definitivamente no tenía porque sentirme mal… después de todo ya tenia 13… y ya algunas compañeras como 2 o 3 presumían ya haber tenido su primera incursión sexual asi que estaba bien.
Pero yo no quería ser como ellas después de todo… siempre me comporto como una señorita, pero lo mío era diferente.
Yo estoy segura de que Max en cada momento sabía lo que hacía, no fue como una primera experiencia como las de mis compañeras… más bien yo tuve el privilegio de tener mi primera vez con todo un hombre que sacó todo mi sexo en su máximo esplendorr <3 y asi pasó una semana, después de que la masturbación y ver videos porno se volviera una rutina y yo no parara de pensar en Max, tan así que un día me puse a buscarlo tan solo para verlo por todo mi colegio ( ya que yo sabía que él era profe pero no de mis clases) pero sin resultado alguno simplemente me armé de valor e inocentemente cuando vi al director le pregunté:
-Disculpe señor, ehm…
-Oh! buenos días jovencita, dígame usted en que la puedo ayudar.
– mencionó.
-Por casualidad don Ernesto, hum… no ha visto a el profesor Max?
-Usted es del curso B verdad? -Siempre la veo en la biblioteca.
-me dijo sonriendo.
–Tiene que ir a recepción a preguntar por su profesor.
-Oh que boba soy, gracias – le dije mientras me dispuse a caminar.
Luego de eso pregunté en recepción pero el recepcionista un poco atareado en su momento me explicó que el profesor Max se encontraba en un proyecto de investigación junto a otros profesores y que no se encontraba en el establecimiento.
-Oh rayos.
.
-pensé, quizás solo fue algo de su momento y ya.
Cuando volví a clases de música, en medio de la exposición de un grupo de amigos sobre historia de la música del barroco llegó el atareado recepcionista preguntando por mi…
-Se encuentra Astrid? –dijo dirigiéndose a la profesora.
-Astrid cielo, venga que la llaman de inspectoría – mencionó la profesora.
Y todos mis compañeros mirándome resonando un uuuhhhh como en plan de: “ que habrá hecho ella si es muy angelita”
Cuando voy saliendo miro a Max junto a un inspector y el director que me miran sonrientes y me reciben en la salida de la sala para llevarme a la oficina del director…
Estaba totalmente petrificada caminando casi como un robot… no podía mirar a Max tan repentinamente así de cerca… el tan solo me miraba y sonreía a ratos mientras caminábamos…
¿A dónde iba? ¿por qué querrían hablar conmigo? ¿Quizás Max les menciono algo de…? No no imposible.
él me dijo que sería nuestro secreto.
Entramos a la oficina y Max se dispuso a hablar:
-Felicidades Astrid, has ganado una beca para ir al internado de la congregación.
Debido a tus notas y que eres una alumna ejemplar hemos decidido que podemos ayudarte a desenvolverte mejor allá.
-Wwwwwwoooooowwww quedé entre mí! que asombroso!!!
-luego de felicitarme entre el director y una que otra persona, pasé de la oficina del director por el pasillo a la sala adyacente donde se usaba para conferencias y test especiales para alumnos, donde Max hablo sobre un #test psicológico de aptitudes”.
Después de entrar cerró la puerta con seguro y mirándome se sentó a mi lado y me dijo al oído:
-Te gustó lo que hice por ti? Es un establecimiento nuevo con equipacion moderna… supongo que me lo debes.
-yo no podía creer que estaba susurrándome mientras tocaba mi entrepierna, la verdad estaba muy muy tímida pero solo quería coger…
-Pero… Ehm.
profe Max.
-Vén .
-me dijo Max poniéndome su dedo pulgar en mi boca y abriendo su cierre de pantalón.
– Toma, abre la boca.
Y empezó a acercarme su pene y lo colocó en toda mi cara.
woww era muy muy grande, ya se me había olvidado su tamaño, pero no esa fragancia tan única que me moja mi chochis, de un momento a otro su mano pasó por detrás de mi nuca y me acercó hacia sus testículos
.
-lengua afuera….
Lengua afuera! Replicó.
– Alguien tiene que enseñarte modales, a mí me dices señor, soy tu señor, asi te diriges a mí
Mientras tanto yo como podía trataba de respirar con sus peludos testículos dentro de mi boca con la lengua afuera, trataba de abrirla al máximo, donde constantemente salía y entraba uno ya que apenas me cabían, pero Max me ayudaba a mantenerlos adentro acercándome hacia él con su masculina mano.
-Si?.
-dijo Max.
-DGdGi .
– tratando de decir Si como podía
-SI SEÑOR! Dijo golpeándome una pequeña bofetada aún con sus bolas en mi boca
-Dhghi ddhgeñOGGH! .
-Bien hecho… Buena perrita.
Sacó sus bolas que tenían un sabor a sudor muy peculiar, y me dijo:
-Desde ahora en adelante las cosas van a cambiar, y de ti depende si quieres conservar tu beca o no….
En este establecimiento también evaluamos un perfil de “conductas de obediencia”.
-si señor.
-Bien.
Ahora termina.
–
Dijo mientras se sentaba, me acariciaba mi cabello y me acercaba hacia su pene.
No poseía experiencia como hacer felación, no sabía cómo tragarme un pene… menos uno grande, quise mencionar que no sabía pero… tan solo me resigné a hacerlo como lo había visto en las pornos en este último tiempo , mis dos manos en el tronco del pene subiendo y bajando mientras chupeteaba el glande.
Luego Max asintió hacia la ventana de la puerta, donde estaba el director mirando.
y yo repentinamente me incorporé y me senté erguida… Max fue a abrirle con todo su pene al aire y cuidadosamente el director pasó dentro mirando lado a lado del pasillo ¿pero qué dem…??-pensé.
Estaba toda desordenada y mi chochis muy mojada, Tenía un vello púbico en mi boca molestándome pero me resigné a tragármelo ya que me avergonzaba sacármelo con mis dedos.
Max se volvió a sentar y dijo relájate y continua mientras con su mano me acercó ora vez a su pene y yo sin despegar la vista del director, pude apreciar como miraba atento y me guiñó un ojo.
Se acercó y pasó hasta atrás mío.
yo muy incómoda trataba de mirar para atrás de donde yo estaba pero Max seguía corrigiendo mi postura para que siguiera chupándosela, entonces mientras seguía chupándosela, don Ernesto levanto mis caderas y me dejó erguida de piernas, agachada chupándole el pene de Max que estaba sentado y levanto mi falda y escuche como acerco sus manos para abrirme atrás y dos de sus dedos gordos que se introdujeron con dificultad en mi chochis, luego los saco y escuchando un mm ahh.h.
Seguidamente mencionó:
-Bien Max, tu hazte cargo de la chica.
Llévala al acercamiento de buses y enséñale las instalaciones.
También el gimnasio y los talleres recreativos.
Después de todo queremos que se desenvuelva normal y cómoda en el internado.
– todo esto diciéndolo mientras se olía sus dedos…
que va.
Estaba muy muy muy avergonzada.
Pero a la vez tan cachonda por Max que me hacía sentir todo esto natural.
Bueno en la parte 3 les contaré más o menos como fue mi entrenamiento como prostituta y como comenzó más que nada mi proceso educativo, quizás suba alguna que otra foto de mí.
Lindo sería cojida x los tres