Me gusta empitonar los pezones de mi madre.
Cada vez voy follando más y mejor con mi querida madre. .
Habían pasado 10 o 12 días desde ese primer encuentro sexual entre mi madre y yo. Recibí su llamada diciéndome que venía a ayudarme con la limpieza de la casa, como era su costumbre. Me alegró que tras nuestro primer encuentro sexual en el que le confesé mi enamoramiento, ella siguiera con su rutina de venir a visitarme. Transmitíamos la normalidad que queríamos darle a nuestra relación.
Mi madre también me confesó en nuestro primer encuentro, en pleno éxtasis, su amor por mi y no sólo amor de madre, sino que confesó sentirse enamorada y a su vez un poco harta de mi padre.
Llegó en autobús y fui a recogerla a la estación. Cuando nos vimos los dos estuvimos algo cortados y nos saludamos con timidez. Comenzamos a caminar y la conversación al principio era escasa y llena de formalidades. Paramos a tomar un café. Nos sentamos en una mesa en la terraza y la camarera trajo los dos cafés con leche que le pedimos.
No tardé en decidirme a ser más atrevido en mi conversación y le cogí la mano por encima de la mesa disimuladamente. Mi madre me miró y me dijo. “Aquí en público no, por favor”. Separé mi mano de la suya y terminamos nuestros cafés. Cogerle la mano en la calle era demasiado para ella y lo comprendí enseguida.
Al llegar a casa ella se dispuso a cambiarse de ropa. Cuando salió del dormitorio me quedé boquiabierto. Se había puesto una batita abotonada. Eso era lo de menos. Lo que me dejó impresionado fue lo corta que era. Mi madre sabía que sus piernas me volvían loco y aunque no estaba muy habladora, el hecho de vestirse así me animó y me dejó claro que entre nosotros había nacido algo muy bonito. Ella sabía que enseñarme las piernas me iba a gustar y a ella, por lo que parece, le gustaba gustarme.
Me cambié de ropa y me puse unos pantalones cortos y una camiseta. Propias para iniciar una mañana de limpieza. Pero cuando salí de la habitación y la vi en el fregadero lavando algún plato que dejé de la cena de anoche, me fui directo hacia ella.
Llegué donde mi madre estaba y la abracé por detrás rodeando su cintura. La abracé y acerqué mi boca a su cuello y comencé a besarla. “Te amo mamá “, le dije mientras la besaba en el cuello. “Tienes a tu hijo enamoradísimo de ti.”
Mi madre cerró el grifo y se secó las manos torpemente. Echó su cabeza hacia el lado dejándome más facilidad para seguir besándole y comiéndole el cuello. ”Mmmmm…… mi amor…….no sabes las ganas que tenía de verte……mmmmmm…….mi vida……. Tengo el cuello muy sensible mi amor…..mmmmm…….hijo mio……yo también estoy enamorada de ti……mmmmm……tenía muchas ganas de volver a verte mi amor…….y por lo que veo, tú también a mí.”
Seguí recreándome en el cuello de mi madre y la comencé a tocar los pechos. Noté que no llevaba sujetador y sentía sus pezones en mis manos. Le magreé los pechos. Cuando llegué a sus pezones se los apreté con mis dedos. No tardó en estar empitonada y decir eso de mi madre es mucho, tenía dos pezones gordos y en esa situación podéis imaginar cómo se le pusieron.
Yo estaba ya empalmadísimo. Mi madre apoyó su cabeza sobre mi otro hombro para dejarme la otra parte de su cuello libre. Comencé a besarla y a comerle ese otro lado. Mientras desabroché algunos botones de la batita. Abrí la fina tela de la bata y sus tetas quedaron al aire y continué magreándole las tetas y apretándole los pezones. Llegué con mi boca a su oído y le dije: “Me gusta que seas tan tetona mamá……Mmmmmmm……..que tetas tienes madre…….mmmmmm…….y que pezones…….mmmmmm……me gusta tenerte así madre……mmmm….así empitonada…………mmmm…….caliente y empitonada.”
Mi madre jadeaba excitadísima con mis magreos y con la comida de cuello que la estaba dando. “Hijo mio…..mmmmm….cómo le dices esas cosas a tu madre…..mmmmmm………como me llamas tetona……..mmmmmmm………tetona………hijo…….mmmmm…….y empitonada…….mmmmm….hijo me pones malísima…….mmmmm…..pero soy tu madre…..mmmmmm….hijo soy tu madre…..mmmmmmm……no puedes decirme esas cosas tan sucias……..mmmmmm.”
Yo ya tenía la polla dura como el hierro. Le sacaba a mi madre 20 cms de altura, por lo que mi verga quedaba en su cintura. “Mmmmmm……mamá………mmmmm…….te llamo tetona porque lo eres madre……..mmmmm…..eres mi tetona……..mmmmmmm……..y estás empitonada……..mmmmm……..mira que pezones se te han puesto………” Le dije mientras sujetaba sus tetazas con mis manos y las subía para que las mirara. Mi madre miró hacia sus pechos. “Uffffff……hijo mío……mmmmmm………mi amor……….siii……siiii……….me tienes empitonada……ufffff………siiiiiii…….tu madre la tetona………..mmmmmm……..estoy empitonada………mmmmmmm………eres maloooooo………no sé por que te dejo hablarme así……mmmmmm…….pero me pones malísima con lo que me dices……..hijooooo……”
“Si mamá……lo estás……y ahora quiero que me pongas el culito respingón…….¿vale mamá?….ponte de puntillas y ponme el culito respingón……mmmm……ahora quiero verte respingona mamá……….ofrecida y respingona.”
Mi madre se puso de puntillas y levantó el culo sacándolo hacia atrás y yo apreté mi polla contra sus glúteos. “Mmmmmm……mamá muy bien…mmmm…..veo que te gusta obedecer a tu hijo madre…….mmmmmm………eso es, ponte respingona y refriégate como una guarrilla mamá…..mmmmm…….enséñame lo guarra que eres mamá cuando te pones cachonda conmigo………mmmmm……eso es refriégate mamá……..mmmm……..así…así….como lo hacen las cochinas……mmmmm.”
Mi madre se refregaba contra mi polla cada vez de forma mas obscena, como lo haría una adolescente putona. Solté sus tetas por unos segundos y me bajé los pantalones cortos y los slips y volví a ponerle la polla sobre su batita a la altura de su culo respingón. “
“¿Te parece mejor así mamá? ¿Te gusta más así?” Mi madre jadeaba y suspiraba presa de una enorme excitación. Cogió con sus manos su bata, se la levantó hasta arriba y se bajó las bragas dejándolas en sus muslos y volvió a ponerse empinada y a refregarse ahora de forma sucia y propia de una puta. “Me gusta mas así………..hijo………uffffffff……..me gusta mas así cabrón……….me siento mucho más cochina así…….ufffffff……..me gusta más que me la refriegues por el culo y por las nalgas…………hijo me siento más guarra así……..eres un cabrón………mmmmm…….y me pones muy guarra hijo mio…….ahhhhhh.”
Me estaba volviendo loco tener a mi madre así hecha una golfa. Le seguía comiendo el cuello y me cuidé de no dejarle ningún chupetón. Bajé mis manos de sus tetas a su entrepierna y metí una de ellas en su coño. Sus labios vaginales no tardaron en abrirse y pasé dos dedos por su raja. “Mira como estás ya mamá. Ya estás empapada. Mira como tienes el coño ya cochinota”.
Estuve magreándole el coño a mi madre hasta que su flujo empapó su vello genital, sus ingles y la parte alta de sus piernas. Mientras ella seguía refregándose contra mi polla. Subí mis manos de su pelvis a su cintura y la di la vuelta quedando los dos uno frente al otro. Así mirándola la desplacé medio metro a la derecha para esquivar el fregadero. La cogí del culo subiéndola a la encimera de la cocina. Senté a mi madre en la encimera, le quité las bragas y le abrí las piernas. Me coloqué entre los muslos de mi madre y comencé a comerle la boca. Me encantaba pasarle la lengua por sus labios dejándoselos llenos de saliva y le volvía a meter la lengua en su boca de forma cada vez más obscena.
Me acomodé bien dentro entre sus piernas hasta que mi polla estuvo pegada al coño de mi madre. Empecé a refregársela. Mi madre tenía los ojos cerrados y no paraba de gemir y de abrirme la boca para que le metiera la lengua. Su barbilla y labios estaban llenos de saliva y sus pezones estaban aun más gordos y duros. Seguí rozándole el clítoris y los labios vaginales con mi polla.
La miré a los ojos y le dije: “Pídemelo mamá, quiero que tú misma me lo pidas y quiero que me lo pidas por favor”.
Mi madre entendió perfectamente lo que quería decirle. “Uffffffff……..amor mio………mmmmm…….hijo mio………mi amor……..estoy tan enamorada de ti……..FÓLLAME………fóllame por favor…….uffffffff…….por favor fóllame……….te lo ruego mi amor…………fóllame………..hijo mio……..fóllate a tu madre……”
Así, sujeta por las piernas como la tenía y abriéndoselas aún más la atraje hacia mi y le metí la polla a mi madre de un golpe.
“Ahhhhhhh…….. mi amor……..ahhhhhhhh……..siiiiiiiiiii……..fóllame…..por dios hijo mio……ahhhhhh…….sigue……..dame…..dame………dame polla mi amor……mi macho……….ahhhhhh”.
Me la estaba follando, mirándola a la cara y dándole lo más duro y profundo que podía. Apretaba mi culo y la penetraba mirándola a la cara. “Toma………toma mamá……esto es lo que me has pedido………tú misma me lo has pedido………siiiiiii…….ufffffff……..tú misma me lo has pedido mamá……..eres una guarra mamá………..te voy a follar como a una cochina………”
Mi madre estaba fuera de sí. “Siiiiiiiiiii……dame…..si…….ahhhhhhh. dame cabrón………asiiiiiiiii………fóllate a tu madre……jódeme………ahhhhhh…….me pones muy guarra……. hijo………insúltame………insúltame….ahhhhhhh…….cabronazo……..chulazo……….ahhhhhhhh……”.
Las tetas de mi madre rebotaban a cada embestida, los muslos cada vez se los apretaba con más fuerza. Le metía y le sacaba la polla de forma incesante, propinándole pollazos duros y profundos, tirando de ella hacia mi a la vez que yo empujaba mi pelvis contra ella.
“Mírame a la cara mamá………mírame tetona………ufffffffff……..ufffffff………mira como te follo como a una puta……….puta………eres mi puta mamá………la puta de tu hijo……..ahhhhh…..ahhhhh……siiiiii…..toma……..toma polla……….putaa”.
Mi madre jadeaba y gritaba. De ser una señora de su edad a verse en manos de su hijo insultada y follada salvajemente. Pero le gustaba y disfrutaba.
Mi madre jadeaba y los insultos la desbordaron por completo. “Sigue…………sigue………dame………dame duro……….dame fuerte hijo……soy tu puta hijo……….siiiii…….soy tu puta……..tu madre es tu puta………..me voy correr……..no pares cabrón…….me voy a correr…….me siento una puta…….ahhhh……..ahhhhhh.”
Yo también estaba ya a punto de correrme. Tener a mi madre así golpeada de esa manera me estaba poniendo a mil y mi orgasmo no se retrasaría mucho tiempo más.
“Dime que estás enamorada de mí, dímelo……….dímelo……..y córrete conmigo mamá………….dime que me amas………ahhhhhh…….mamá…….dime que me amas mientras nos corremos………”
Mi madre no podía más. Estaba fuera de si de la tremenda follada que nos estábamos dando juntos. “ Hijo mío….ahhhhhh……ahhhhhh….me corro…sigue…….sigue…….te amo…..por dios……….te amo………me coro………estoy enamorada……..estoy enamorada de ti……..te amo…….te amo……….me corro…….me corro…….ahhhhhh……ahhhhhhhh…..ahhhhhhh”……soy tuya mi amor……..quiero ser tuya hijo mio……..quiero ser tu mujer,,,,,,,,,,,,quiero ser tu pareja………..ahhhh……ahhhhhh. Y empezó a temblar y a correrse como una posesa.
“Siiiiiiiii………mamá………..me corro………….toma………me corro………ahhhhhhh……..ahhhhhhh……si…..mamá ……….mi mujer……eres mia………..eres mi mujer………..la mujer de tu hijo…..ahhhhhh……..ahhhhhhh”
Comenzamos los dos a corrernos juntos, mi madre temblaba y jadeaba y yo empecé a eyacular dentro de su coño. Seguí empujando dentro de ella cuando ya hacía un par de minutos que había terminado de eyacular y ella había gozado su orgasmo. Los dos jadeábamos incesantemente y nos abrazamos sintiendo nuestros cuerpos. “Por dios hijo mío que gusto, por dios mi amor como me follas. Te amo. Te amo. Soy tuya. Estoy completamente enamorada de ti. Enamorada de mi hijo.” Me dijo mientras recobraba la calma y me miraba a los ojos.
“Mmmmm mamá, mi amor, te quiero. Estoy loco por ti. Esto es como un sueño para mi mamá. Años llevo pensando y deseando estar así contigo. Te amo mamá.”
Me separé de ella y la ayudé a bajarse de la encimera. Mi madre se sujetaba a mi y tardó unos minutos en valerse por ella misma. Yo me subí los slips y mi pantalón corto y ella se puso las bragas y se abotonó la bata cuando me dijo: “ Discúlpame un momento amor, tengo que ir al baño, necesito limpiarme, me cae tu semen y me está empapando las bragas”.
Fue al baño y me quedé allí esperándola y recuperando el aliento. Volvió y me dijo: “Ahora a seguir limpiando, que se supone que es para lo que he venido”. Me dio un beso y nos pusimos manos a la tarea.
Así fue como mi madre y yo tuvimos nuestro segundo encuentro sexual. Enamorados el uno del otro, y por lo visto donde los dos empezamos a querer ser algo más que amantes……
Espero que os guste y sirva para animar vuestros deseos incestuosos.
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