Me hizo su perrita, lo hice MI PERRO mientras nos lamíamos el culo y leíamos historias de zoo.
Le quitó el cinturón a su pantalón que yacía en el suelo y mientras me restregaba su pito en mi culo me puse en cuatro, ardiendo de calor, me amarró el cinturón al cuello y esa sensación de convertirme en su perra recorrió todo mi cuerpo excitándome a un punto inimaginable..
Escribo esto porqué no puedo sacármelo de la cabeza, no puedo, y de alguna forma necesito sacar todas estas emociones un tanto secretas, un tanto furtivas, un tanto de todo.
Mi persona favorita llego a casa, me saludo con mi respectivo beso en la boca y agarrada de nalga, venia bastante contento con su singular y linda energía, admiró mi casa y me hizo un par de elogios lindos, habíamos quedado de vernos un día antes pero se me hizo tarde y no se logró, el punto es que sexteábamos y de la nada decidió venir a verme, tenía trabajo pero no logré negarme y para ser honesta ni siquiera lo intenté, rápidamente acomodé mi casa, busque velas y un incienso y los prendí intencionando todo para pasar una linda noche (no imaginé el poder de mi intención), después de los elogios y un par de buenos besos subimos las escaleras a mi cuarto, agarró la correa de cuero de mi cachorra y esbozó una sonrisa picarona mientras amenazante golpeaba su mano. -Me gusta como piensas.- Le respondí con una sonrisa aun más divertida, traía un suéter que me llegaba un poquito más abajo de mis nalgas era grueso, y con esa acción se me subió el calor a la cabeza, entramos a mi cuarto, y venia bastante preparado, quería bañarse y lo invité a bañarse conmigo, se puso cómodo y entre los juegos habituales nos reímos un poco, puso la bocina (algo me dice que sabia la cantidad de ruido que haríamos) tenía mucho calor y me quité el suéter, aunque era demasiado pronto para andar desnuda por la vida así que me puse una camiseta blanca muy pequeña y sin mangas me marcaba los pechos y lo hermosamente plano de mi abdomen, me admiró mientras fumábamos wed, vi su cara goteante de gusto al verme tan sensual y el saber que pronto iba a comerme, la idea me hacia entrar en bastante calor, al sonar la musica empezó a quitarse la playera, y yo entre jugando y bailando se la quite con entusiasmo, le vi y admiré su cuerpo y bailando sensualmente me bajé a la altura de su cinturón para quitarle los pantalones, y mamarsela un poco, en algún punto perdió la correa de mi perra pero no le importó le quitó el cinturón a su pantalón que yacía en el suelo y mientras me restregaba su pito en mi culo me puse en cuatro, ardiendo de calor, me amarró el cinturón al cuello y esa sensación de convertirme en su perra recorrió todo mi cuerpo excitándome a un punto inimaginable, nunca antes había hecho algo similar, ¡Qué Rush! Qué sexy me sentía siendo su perrita en cuatro arrastrándome en el suelo, tan sensualmente, tan sedosa, tan poderosa y no. Me golpeó con el mismo cinturón en las nalgas un par de veces aumentando mi excitación como nunca antes, aun en 4 me dirigí al baño lo mas perra-gatuna-sensual que pude, mientras apretaba firme y dulcemente el cinturón a mi cuello, podía sentir como le mamaba tenerme sometida, abrí la regadera y como que no quiere la cosa me metí con todo y mi microplayera blanca dejando mojar mis tetas apropósito, le solté un tierno: “upsi se me olvidó quitármela” con un poco de burla y complicidad haciendo referencia a los videos sexosos y estúpidos que luego nos mandamos cuando no estamos cerca, le gustó mi acción y decidí dejármela todo el rato, me vio tan deliciosa y me cogió como si no hubiera mañana, que rico me la metió que rico me cogió bajo el agua caliente, que rico hizo ese “mete saca” una y otra y otra y otra vez, estaba extasiada, estaba que no podía de tanto placer de tanto gozo, sabe como me gusta, es mi alma gemela sexual, como si me leyera el pensamiento cerró la llave fría y dejo correr el agua hirviendo sobre mi espalda y culo, que rico era quemarme mientras me penetraba aun más, el vapor, el incienso y las velas hicieron que nos sintiéramos en una película erótica de alta calidad “una maravilla cinematográfica” así estuvimos un buen rato hasta que tuve que parar un segundo para recomponerme del intenso placer y el intenso calor, me senté en la taza mientras el veía mis tetas y se agarraba el pito, que delicioso se veía, qué brazos, qué abdomen, qué hombre tan pinche delicioso, me empujó la cabeza hacia su sexo, y como era habitual se la mamé con tanta pasión, que rica y jugosa verga, me la restregó en la cara con todo y sus chulos huevos, no saben lo excitada que estaba y lo excitada que estoy justo ahora solo de recordarlo, me escupió la cara fuertemente y una más suave dentro de mi boca, mientras con una mano apretaba mi garganta dulce y firmemente con la otra se masturbaba, me pidió permiso para venirse en mi cara, que me lo preguntara me dio ternura y me excitó mucho más, -Vente para mi- le dije con el tono y la mirada mas tierna e inocente que pude, se masturbo hasta llenarme la boquita y la cara de lechita, -que rico, siii dame todo, dame todo-, recuerdo que una parte salió con mucha fuerza lo sentí pasar por arriba de mi cabello mientras su semen me escurría por la boca, me los trague con gusto, me deleité: mi cena estuvo deliciosa.
Cuando salimos del baño me sequé un poco el cabello, mientras me lo cepillaba, podía sentir su mirada dulce sobre mi, entre más risas y cosas de nuestro encuentro cinematográfico, le vi su pene flácido y se me antojó, lo metí a mi boca y lo chupé para hacerlo crecer dentro mio, pude escuchar un gemido de placer que solo me incitó a meterlo más allá de mi garganta, que rica sensación podría morir así y sería la mejor de las muertes jaja, (la verdad no, pero me gusta pensar que si) se la seguí chupando mientras el me toqueteaba la puchita, que ricas manos, y que rico tener todo su pene en mi garganta, carajo como lo extraño… En fin no es hora de ponerse cursi, le lamí los huevos y me los metí por completo a la boca, virtudes que me encanta tener, <mamarsela con el mismo fervor con el que se reza> , no recuerdo el hilo de lo que siguió pero me dijo que me tenía una sorpresa que había pasado al supermercado y se acordó de mi, fue a su mochila y sacó dos pepinos enormes, con la cara más picarona y sexy del planeta me los mostró, obviamente accedí lo lavó y le puso un condón se veía bastante divertido, como quien va a cometer una travesura, me acomodó en la cama para empezar el jugueteo, me escupió mi puchita, eso hizo que me excitara muchísimo, me metió el pepino a la mitad mientras su pene quedaba a la altura de mi cara en lo que se la mamaba o al menos eso intentaba, quiso hacerle demasiado rápido solo le hice una pequeña seña con la mano de que fuera un poco más despacio a lo que entendió perfecto como, así poco a poco fue incrementando la rapidez, me lo metió varias veces mientras me retorcía de lo lindo, lo saco y redimensionamos el tamaño del pepino se veía gigante y delicioso dentro de mi pequeña puchita, completamente excitada empezó a frotarlo en mi clitoris con la suficiente presión y rapidez y ahí lo sentí ese orgasmo estaba en proceso le supliqué que no parara y así lo hizo, me volví loca de placer, llegó potente, después de haberme aguantado las ganas de masturbarme toda la semana para verlo, había valido la pena, la espera, la vida, todo!!!! aún extasiada ya sin el pepino se preparó para acomodarse encima mío, tuve otro orgasmo en cuanto su pene entró en mi puchita, fue una sensación tan bonita y placentera que recorrió todo mi cuerpo, desde mi centro hasta la punta de mis manos y pies -que rico cogemos- dijimos más de una vez.
Abrazada a su pecho entre más risas y la felicidad de tenerlo para mi, propuso leer una historia de sexo sin tabúes, ya lo habíamos hecho antes y eso sólo ha incrementado nuestra confianza, leí yo, mientras abrazados nos masturbamos y escuchamos atentos una historia de una señora, su roomie lesbiana y su perro, les daba a las dos el perrito y disfrutaban todos los días de el, fue difícil leerlo mientras se me subía el hervor a la cabeza y le veía como se masturbaba y soltaba frases y gemidos -Uff que rico. -si su nudito dentro de ella. El se masturbaba con tal gozo que me excitaba mucho más. Nuestra imaginación nos lleva a lugares más turbios y sexys de lo que hayamos experimentado en la realidad, cuando terminamos la lectura no lo sabía pero empezaría a contar una historia con todo eso turbio que nos encanta. Nos quedamos platicando que pasaría si de repente entrara y viera a mi roomie cogiendo con su perro, yo solo le diría: -Puedo? Con una sonrisa 😏. Pude imaginarme perfecto a una amiga mía cogida por su perro, me pondría de bajo de ella para lamerle sus tetitas, después bajaría a su sexo le lamería el clítoris y dejaría que sus fluidos y su lechita del perro cayeran para mi en mi carita para completar mi cena, mientras mi persona favorita estaría sentado frente de la cama comiendo palomitas viéndonos y disfrutando el espectáculo de la escena roomie-perro-y yo. Seguí con la historia, vería de cerca cómo la penetraba el perro, como se retorcería de placer en mi cara y tendría que esperar a que su nudo saliera y toda la lechita caería en mi boquita y en mis tetas, un perro bien entrenado después de venirse necesita mear, mi roomie se acomodaría a un ladito de mi y el cachorro sabría dónde exactamente hacerlo, en los segundos antes de que se descargara, mi roomie me lamería mis tetas y la lechita que no cayó dentro de mi boca aumentando la excitación por la espera de mi lluvia dorada, que perrito tan inteligente le atinaría justo en mi boca y la boca de la roomie, batidas en miados, leche y fluidos voltearía a ver a mi favorito con una sonrisa y un ¿Te gustó el show?
Me excite mucho creo que llegue a otro orgasmo la verdad ya no recuerdo, pero recuerdo que se la empecé a mamar de nuevo el abrió las piernas para tener acceso a su ano no se cómo le hice pero levante su culo y quedaba Perfecto a la altura de mi cara que ano tan bonito y delicioso, se lo mame casi con el fervor con el que le chupo el pito, el estaba un poco incómodo por la posición de su cabeza pero reímos y se acomodó boca abajo en la cama, levantó su culito que rica escena que musculoso y sabroso culo tiene este cabrón, sin dudarlo empecé a mamarle el ano y el se iba poniendo más y más en cuatro para mi, se me eriza la piel solo de recordarlo así, pare un segundo lo jale del cabello y le dije <ERES MI PERRO> el sonrió travieso y siguió disfrutando su mamada mientras nos turnábamos para masturbar su pito, podía sentir en mi lengua como se contraía su ano de placer, escuchar sus gemidos hacia que me volviera loca y le mamara con mayor euforia, simplemente inolvidable.
Nos quedamos platicando otro rato más Qué bonito lees! Me dijo -le das la entonación perfecta -Gracias. Me lo enseñaron en la primaria- contesté burlona jaja Seguimos platicando de lo épico que estuvo todo, de la historia inventada, de mis planes de trabajo, de cosas triviales y de lo rico que nos mamamos el culo, hasta que llegó el momento de irse, siempre me duele que se vaya, espero aparentar bien y no verme desesperada por 5 minutos más de su atención completa en mi… le dije que tenía trabajo, nos dimos un par de besos más y ambos llegamos a la conclusión que sabíamos al culo del otro jajaja nos despedimos y se fue, casi enseguida me mando mensaje que había estado «muy chingón» y me agradeció, pude imaginarlo sonriente. Al día siguiente escribimos un poquito seguido de un “excelente día” ahí supe que volvería a ser invisible…
Que no me escriba cualquier día no importa, puedo seguir con mi día a día, pero que no me escriba después de haberlo hecho mío después de decirle y hacerle saber que es <MI PERRO> pfff, es como si fuera una niña a la que le quitas su juguete favorito, mi cerebro endorfinado después de la mejor noche de sexo, quitarle a su persona favorita le hace caer, es rico sentirse sometida pero sentirse usada y desechada con tal facilidad es demasiado. Quiero seguir creyendo que es solo sexo, que el cómo me ve, las salidas hasta el amanecer, el hablar 24/7 la confianza extrema y el maravilloso sexo que tenemos es solo eso, pero me rindo no puedo tener tal grado de intimidad sin sentir, me enamoré de alguien que no me elige y el único modo de protegerme fue alejándome con el estúpido pretexto de que no me escribió, aftersex. En fin es duro ponerse horny y sentimental a la vez. Eso me pasa por tener sentimientos, bye.
Gracias por leer, sorry por el sentimentalismo del final jaja.
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