Mi Ahijada
De cómo mi ahijada Anita llegó a entregarme su virginidad…
Esta historia me ocurrió cuando rondaba los 25 años, mido 1.70, trigueño, cuerpo normal, y las mujeres con las que he estado se sienten complacidas con mi herramienta de unos 19 cms y un poco gruesa…un sábado que estaba en casa llego mi comadre con mi ahijada Anita para que le ayudara con unas tareas escolares, y a pedir el favor si la podíamos cuidar el fin de semana, ya que iba a trabajar hasta tarde el sábado y nuevamente el domingo, era la primera vez que esto ocurria y bueno accedi a ello, Anita tenía alrededor de 11 años, y era una niña bien simpática, trigueña clara, cuerpo bien formado, un pompis hermoso, unas piernas torneaditas, cabello negro, y una hermosa sonrisa, llegó con un vestido de tirantes beige qué resaltaba su bonito cuerpo, mi comadre, muy simpática también, preguntó por mis padres y le dije que salieron a un retiro de fin de semana con unos amigos, me preguntó que si tenía planes por lo de Anita y le respondí que no había problema, que no tenía planes, que no se preocupara, en realidad así era pues no vi con mala intención el favor de cuidar a Anita…bueno ella se despidió, luego de darme algunas recomendaciones y dejarme el maletín de Anita…como eran la 10 am, le dije a Anita que saliéramos de las tareas escolares para dejar la tarde y el domingo libres para sacarla al centro comercial y a comer…ella muy aplicada accedió, nos acomodamos en la mesa auxiliar de la cocina y entramos en materia, luego de 2 horas terminamos todo y le dije que iba a preparar almuerzo, ella se ofreció ayudarme, la puse a lavar verduras y en medio de charlas comunes fuimos preparando el almuerzo, luego almorzamos y así transcurrió el mediodia, sobre las 2 de la tarde ella me dijo que se recostaría un rato y la llevé a su cuarto, y se acostó de inmediato, yo me fui a la sala a ver algo de tv, poco después ella se despertó y llegó al sofá y se recostó em mis brazos, la abracé y nos quedamos viendo la película que yo estaba viendo, que era romántica con algunas escenas algo eróticas, pero cuando llegaban yo las adelantaba, ella no dijo nada, de pronto me preguntó qie si los besos eran agradables, yo traté de explicarle que cuando 2 personas se aman son muy agradables, ella se acurrucó más a mi cuerpo con sus piernas en el sofá, al hacerlo su vestidito se subió hasta los muslos y pude apreciar, sin proponermelo sus bonitas piernas, en ese momento algo pasó, porque de repente mi lujuria se encendió y entonces mis sentidos actuaron todos en conjunto, comencé a percibir su sensual fragancia de niña que me acompañaría muchos años, mis manos comenzaron a acariciar sus muslos, mis ojos disfrutaban disimuladamente de sus muslos y de su panty blanco de algodón ahora a la vista, mis oídos convertian la vocecita de sus preguntas en susurros eróticos en mi cerebro y mi boca le respondia quedamente deseando enseñarle a besar a esos labios de miel cada vez más cerca a los míos, todo esto coincidió con una escena de besos y caricias de los protagonistas de la película pero ya no pude quitarla, quedé expectante a todas sus reacciones: sus labios se entreabrieron y humedecieron levemente con su lengua, su cuerpecito se pegó más al mio pasando una pierna sobre la mía, una mano se apoyó en mi pecho y finalmente su cabeza se apoyó en mi cuello, en ese punto mi respuesta fue una erección monumental imposible de disimular y ya palpable en la rodilla de Anita, mi mano empezó a palpar el muslo de su pierna de arriba y a levantar su vestido, ella frotaba suavemente, casi imperceptible, su rodilla en mi verga erecta, dirigí mi mirada hacia su cabeza y ella hizo lo propio hacia mi, nuestras miradas se cruzaron, sus labios se entreabieron y tuve la dicha de ser el primer hombre que besara esos labios, fue un beso especial, suave, sensual, ella giró totalmente y se acomodó a horcajadas sobre mi sin suspender ese beso maravilloso, entonces pude sentir el calor de su intimidad aumentando la temperatura del momento, en un movimiento instintivo, ambos cuerpos nos acomodamos para que la hendidura de su panty entallara en el asta que escondía short y mi interior, con mis dos manos dibujando su cuerpo subí su vestidito hasta la cintura y la apreté suavemente para que sintiera más la potente erección…los besos eran suaves pero intensos, le ofrecí mi lengua y ella la recibió cálidamente, luego me ofreció la de ella y pude disfrutar de un momento maravilloso al degustar un manjar maravilloso, le bajé la cremallera del vestidito, deslicé las tirantes por sus hombros suavemente y ante mi emergió una imagen que me quedó grabada por siempre, sus dos senitos incipientes, pequeños pero como puntica de pera, con unos pezoncitos de ensueño, cuando pose mi boca sobre uno de ellos, Anita se estremeció y eso llegó hasta nuestros sexos, me quité el short, mientras lamía y pegaba pequeños y sensuales chuponcitos a sus senitos, la tomaba fuertecito por la cinturita y le restregaba mi erección contenida solo por mi interior, sobre su panty, mis oídos ya podían escuchar tenues gemidos de Anita…le dije que se abrazara a mi cuello, la tomé por las piernas así como estaba a horcajadas y me levante, nuevamente nos acomodamos para que mi verga atrapada tallara su vulva en su panty me dirigí con ella a la habitación besándola, la acomodé suavemente en la cama, entonces me quité mi remera y le dije a Anita que se arrodillada frente a mi, ella accedió, e instintivamente procedió a bajar mi interior, la expresión de sus ojos aún la recuerdo, fue como algo de sorpresa y miedo, pero también de lujuria, lujuria por que me dirigió una mirada como dándome permiso para que yo fuera su primer hombre, la tomé de su carta y la dirigihacia mi verga erecta, le di unas pequeñas instrucciones y entonces sentí esos deliciosos labios y lengua darme un sexo oral único, cuando sentía que estaba próxima la erección la apartaba suavemente y así pude disfrutar al rededor de 10 minutos del oral de Anita, la acosté nuevamente en la cama y me acomodé encima de ella, la besé nuevamente, bajé hasta sus senitos y nuevamente le provocaron gemidos, fui bajando nuevamente hasta su cinturita y llegué a su panty blanco de algodón, qué ya estaba mojado en su parte central, le abrí las piernas y le lamí el interior de los muslos, en el borde del panty, Anita me sujetaba fuerte por el cabello, procedí a bajar su panty, fue en espectáculo maravilloso y un recuerdo para siempre, el panty en su interior estaba bastante mojado, sus fluidos vaginales eran abundantes a pesar de su edad de niña, aún no tenía vellos, pero tenía unos labios vaginales de ensueño, un poco abultaditos sin exagerar, y al acercar mi boca pude percibir el olor maravilloso de su virginal sexo, abrí un poco sus piernas y ahí estaba su vulva, con su clitoris desafiante esperando por su primer profanador, un clitoris hermoso, con mi lengua palpé a placer sus labios vaginales, sus fluidos impregnada mi boca y al llegar al clítoris por por primera vez mi niña Anita explotó en un maravilloso orgasmo que logré capturar con todos mis sentidos, mi boca disfrutando sus manantiales, mis oídos grabando sus gemidos, mis ojos viendo ese cuerpecito precioso contornarse, mi olfato procesando ese olor maravilloso de su virginal sexy y mis manos altrnandose entre las curvas de su cintura y la tersura de sus senitos…cuando se repuso un poco, procedí nuevamente con las caricias a su vulvita con mi boca y nuevamente experimentó otro órgano intenso…entonces como dando por sentado lo que tenía que ocurrir, la miré y vi nuevamente esa mirada de consentimiento para que la hiciera suya, para que fuera su primer hombre…me subí hasta su preciosa carita, y ella entreabrió los labios, como si quisiera decir algo pero solo balbuceó un poquito, todo estaba dicho…coloqué una almohada debajo de su cintura para elevarsu pelvis, la miré con mucha ternura, ella también, entreabrió sus labios y me invitó a besarla, la besé como la primera vez, suave, tierno, nos compartimos nuestras lenguas, me fui acomodando, mis piernas entre sus piernas, fueron entreabrindolas, luego ella colaboró y las abrió suavemente, mi verga erguida como nunca estaba sobre su cintura, la tomé con mi mano y la puse entre sus piernas, de tal forma que la cabeza saliera entre sus nalguitas, comencé a fotar suavemente mi verga sobre su vulva, los abundantes fluidos favorecían el movimiento, la besaba apasionadamente mientras esto ocurría…mi niña Anita gemia cada vez más fuerte, ne erguí un poco y la cabeza de mi verga se acomodo en la entrada de su vaginita, la almohada failitaba la posición, Anita entendió el momento y abrió un poco más las piernas, tomé su carta entre mis manos, la miré a los ojos, ella con los ojos un poco llorosos asintió respondiendo a una pregunta que no hice, empuje un poco mi verga en su vaginita, ella sintió el intruso y por instinto retrocedió, la besé suavementeme mientras empujaba de nuevo, nuevamente reculó y se quejó un poco, me susurró que era muy grande, que tenía miedo, le dije que no haría nada que le hiciera daño, y la besé nuevamente, ella respondió apasionadamente a mi beso, retiré mi verga un poco y comencé a restregarle por fuera nuevamente, yo estaba a mil, pero ni tenía intención de hacerle daño, seguí restregando su vulva con mi verga, entonces ella con un movimiento busco mi verga y se la acomodó otra vez en la entrada de su vaginita, tomé nuevamente su carita con mis manos y antes de besarla, susurró suavemente «hazme tuya»…la besé y empujé un poco mi verga, Anita solo gemia aaaagghhh, aaaaggghhh…sentí que la cabeza de mi verga entró en su estrecha vagina, con mis manos intentaba qué me mirara, tenía su carita cerquita a mi cara pero ella cerraba los ojos mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas y gemía aaaggghhh, aaaggghhh…cuando sentí que se acostumbró un poco a la cabeza de mi verga, empujé un poco más y pude sentir su homenaje, Anita respiraba entrecortado y gemia mucho aaaggghhh, aaaaggghhg, aaaaggghhh…cuando empujaba sobre su himen me abrazaba con sus manitas, le susurré qué abriera las piernas lo que más pudiera, ella accedió y con su rostro entre mis manos, empujé mi verga, y pude ver la reacción de dolor en su rostro cuando la hice mujer, cuando abrí la puerta de su intimidad por primera vez, cuando recibió a su primer hombre que horadó lo más íntimo de sus secretos, por mi parte, agradecí por este momento sublime, y sostuve a mi Anita por unos segundos para quienes se acostumbrará así primer macho…luego empujé un poco más y Anita resistía estoicamente, sentía un calor intenso en mi verga y a la vez un placer enorme al penetrar esa estrechar, hice un empuje final y toda mi verga quedó empotrada en la vaginita de Anita, ella no podía articular palabra solo se quejaba aaaagggghhh, aaaaaaggggghhhh, aaaaaaggggghhh, con quejidos más largos, yo seguía sosteniendo su rostro entre mis manos, y entonces saqué mi verga a la mitad y nuevamente la introduje, ella gimió igual que la primera vez, le pregunté si la sacaba, no respondió solo se quejaba, esos gemidos, el olor a seco virginal en el ambiente, me encendieron al máximo y entonces comencé a penetrarlo con un poco más de ritmo, incrementando los quejidos de Anita, entonces la envolví fuertemente con mis brazos y la penetraba reiteradamente hasta el fondo, Anita se convulsionó toda y estalló en su primer orgasmo por penetración, sentí sus contracciones en mi verga y fueron la orden para derramar mi manatial en el útero de Anita, cuando esto ocurría busqué su rostro y la besé apasionadamente ahogando sus gemidos…nos quedamos inmoviles por unos minutos, su respiración volvió a la normalidad, mi verga aún conservaba algo de erección y la fui sacando suavemente, ella se quejó un poco, me tendí a su lado observando sangre en su entrepierna y las sábanas, ella se abrazó a mi con su mano en mi pecho y su pierna sobre la mía, alce su rostro con mi mano y le di un beso…al cabo de un rato nos levantamos recogimos las sábanas y la ropa y nos fuimos a bañar…la invité a comer fuera, le dije que se cambiara, y me dijo que sentía dolor, pero que fuéramos…se colocó un short de jean y una blusita top blanca, en el centro comercial cenamos, comimos helados, pero ella caminaba incómoda, a menudo se sacaba el short de la entrepierna…nos fuimos a casa y al llegar nos dimos un beso apasionado…me dijo que se iba a poner la pijama y a cepillar qué estaba adolorida y tenía sueño, le dije que bueno, yo igual haría lo mismo…yo me quedé en un bóxer negro…pero cuando vino a la sala a darme las buenas noches, madre mía, traía una pijama de vestidito beige, de tirantes qué le daba a la mitad de la pierna y como un plisado en el borde de abajo de color rojo, estaba con el cabello suelto, y con un aroma angelical, mi verga inmediatamente respondió y se irguió desafiante, ella lo notó y sonrió, cuando me fue a dar el besito de buenas noches, la cargué, ella se abrazó a mi cuello y yo la sostuve por las piernas qué acomodó a mi cintura, la empecé a besar, la pijama se acomodó en su cintura y pude palpar sus piernas, la baje un poco y la tallé sobre mi verga, con una mano la sostuve y con la otra me bajé el bóxer, la arrecosté a la pared, el panty qué traía era abuchado y le quedaba flojo, como pude se lo fui quitando, la arrecosté con mas fuerza a la pared, ella se colgó fuerte de mi cuello, entonces le acomodé la cabeza de mi verga en su vaginita, qué ya estaba lubricada, y se la fui enterrando suavemente, ella comenzó a quejarse igual, pero con las piernas a horcajadas bien abiertas por la posición pude penetrarla completamente, ella me recibió complacida y comencé a subirla y bajarla sintientos sus quejidos y llantos en mis oídos, la sensación era increíble, podía disponer de su cuerpecito a placer y sentir como esa vaginita se tragaba toda mi verga, le estuve dando verga así como 10 minutos, ella tuvo 2 órganos, pero mi verga aún se resistía, y quería alargar su placer, con ella asi ensartada, caminé hacia la mesa del comedor…la senté en el borde, le bajé las tirantes de la pijama, le chupé los pezoncitos hasta hacerla jadear de placer, entonces tomé sus piernecitas por encima de mis brazos, ella apoyó sus manos en la mesa, puse la cabeza de mi verga en la entrada de su vagina, entonces hice una entrada fuerte y ella gritó, me quedé quieto y se tranquilizó, le dije que me abrazara y ella lo hizo, entonces la penetré sin compasión sosteniendo sus piernas por encima de mis brazos, apoyada sus nalgadas en la mesa y abrazada a mi cuello, podía mirar como mi verga, untada de sangre entraba y salía de esa deliciosa vaginita, pude sentir la inminencia de un nuevo orgasmo suyo y pudimos explotar simultáneamente, sentí derramar chorros de sémen en su útero y las contracciones de sus vagina como succionando la última gota, ella temblaba con lágrimas en los ojos, con la verga aún dentro de ella le di un beso largo y apasionado…la bajé, le dije que se bañara mientra yo limpiaba la sangre e igualmente me bañaba, se puso la misma pijama con otro panty blanco de corazoncitos rojos qué me puso a elegir entre varios…y nos fuimos a dormir…me levanté temprano al rededor de las 7, preparé el desayuno y me fui a darle vuelta a Anita en su habitación, al entrar no estaba arropada, estaba boca arriba y tenía la pijama levantada y se le veía todo el panty de corazoncitos rojos, nuevamente fue el detonante para mi verga, se irguió en seguida, yo estaba en un bóxer blanco, me recosté a su lado, dormía plácidamente, le di un piquito en la boca, me quité el bóxer, su olor me encendió aún más, la coloqué de lado y me le puse detrás, en cucharita, metí mi verga entre sus piernas y me quedé allí acariciando su pierna, cuando metí mi mano entre su panty, reaccionó y volteó a mirarme, entreabrió los labios y la besé, la puse bocarriba, comencé a acariciar su vaginita con mis dedos, ella reaccionó enseguida manando fluidos y emitiendo pequeños gemidos, yo me coloqué encima de ella, ya estaba totalmente desnudo, bajé las tirantes de su pijama y chupé suavemente sus deliciosos pezoncitos, aparté el panty a un lado y entallé la cabeza de mi verga en su vaginita, metí la cabeza pero me dijo que le molestaba el panty, se lo quité y le quité la pijama, quedamos ambos desnudos, me coloqué encima suyo, y volví a entallar la cabeza de mi verga en su vaginita, tomé cada una de sus manos con las mías y las extendí hacia arriba, y mirándola fijamente la penetré fuerte, esta vez solo lanzó un quejido más de placer qué de dolor, erguí un poco mi tronco y la penetraba hasta el fondo, le pregunté si le dolía y me dijo «ya no padrino», eso me encendió más y le preguntaba «te gusta que tu padrino te haga tuya ahijada?» y ella respondía «si padrino, hazme tuya», «te gusta que tu padrino te la entierre toda?» «Si padrino, entiérramela toda», Yo seguía taladrando a mi ahijada Anita y ella recobienodme en su estrecha vagina, cuando ya estaba a punto de venirme, la sujeté fuerte por sus nalgas, haciendo más profunda la penetración, ella estalló en un ruidoso orgasmo y yo con sus deliciosas contracciones vacíé toda mi leche matutina en su útero…me quedé allí sin sacarla, hasta que se reposó, esta vez no sangró…nos levantamos y desayunamos, le pregunté si aún le dolía y me dijo que si, pero menos que ayer, charlé con ella sobre lo acontecido y quedamos que seria nuestro secreto y que yo iba a ser su profesor de fon de semana, yo le dije que gustoso, pero entonces que tenia que traer su uniforme de colegiala, ella me sonrió y asintió…y se fue a dormir otra vez…
Rico relato!
JM, muy cachondo, felicidades, por el relato, sigue escribiendo y disfrutando a tu ahijada, muy hot
sa
William
Que exquisito estuvo tu relato