Mi amo quería que diera un expectáculo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando quise darme cuenta estaba desnuda, él también.
En mi piel notaba aún el recorrido que habían hecho sus uñas en mi cuerpo al quitarme la ropa .
El colchón ya estaba en el suelo, muy cerca del ventanal del balcón de su casa.
Me miró mordiéndose el labio con esa mirada seductora con la que lograba que me empapara de tal manera que algunas gotas cayeran por mis blancos muslos.
Algo entre mis piernas no dejaba de palpitar.
Se me acercó agarrándome por la barbilla y atrayéndome hacia él, con seguridad y firmeza.
Me dio una nalgada indicándome que era hora de empezar, empezar a saciar sus instintos.
Nos besamos.
Recuerdo sus suaves labios abriendo los míos, metiendo su lengua y obligando a la mía a bailar entre su saliva, su dulce y liquida saliva.
De repente, estábamos en el suelo, encima del colchón, dejando que todos pudieran vernos.
Cosa que sabía él muy bien que me gustaba.
Saber que alguien podía no solo vernos, sino tocarse mientras miraba nuestro juego.
hacia que me pusiera a chorrear mas y mas.
Él lo sabía y me manoseaba entre las piernas para sonreírme y burlarse de esto.
No sé si alguien nos miraba o no, solo me concentré en él y pensé menos en esa posibilidad.
Su beso continuó, su lengua era cada vez mas violenta, pasaba de acariciarme a dar vueltas con ella.
Jadeabamos y nuestros vahos se mezclaban, la saliva nos salia por la comisura de los labios.
Agarró mis muñecas y pegué un salto leve por que no me lo esperaba.
Las agarró con tanta fuerza que sentí dolor, pero era ese dolor.
ese que me gustaba.
Me colocó debajo suya, abrió mis piernas con violencia y riéndose de esa endiablada manera que me encendía completamente.
Sabía que yo me ponía cachonda con su actitud bruta.
Se relamió muy lascivamente, como alguien que no va a respetarme, sino a darse un festín con mi cuerpo.
Separó mis piernas rápidamente, me mordió ambos muslos, los lamió, los manoseo e incluso pasó su miembro empapado por ellos.
Su mirada de lujuria era perfecta y yo solo podía dejar que aquella sensación de placer saliera de mi en forma de gemidos.
Gemí al notar la presión de sus dedos en mi, gemí al escuchar de su boca lo empapada que estaba por él.
Me tapé la cara por la vergüenza.
Tan mojada estaba que entró sin miramientos, hasta el fondo, podía notar su gordo miembro llegando hasta lo mas profundo de mi.
No pude parar de gemir cada vez mas alto, jadeando y pidiéndole que siguiera, que no parase.
Llegó un punto en el que incluso me mandó a callar.
Sentí por un segundo un orgasmo.
Rápido, mojado.
tan espontaneo como un rayo.
Pero él siguió empujando contra mi, se acercó a mi oído y entonces sus gemidos fueron solo para mi.
Sentí sus caderas rozándome y chocando contra mi cuerpo.
Cada parte de su miembro, y cada parte de mi vagina siendo invadida por él.
Notaba como iba mojándome y como latía él y crecía en mi interior.
No me contuve y lo atraje a mi para arañar su espalda.
Mi vagina se cerraba y abría con mucha rapidez y su miembro estaba tan grande que no podía evitar lastimarlo con mis uñas e incluso movía mis caderas para sentirle más y mejor.
Noté entonces como mi cuerpo me avisaba de que iba a correrme, como de mi boca solo salia gritarle que quería mas, como me contraía muy rápidamente y me preparaba para varios orgasmos a la vez.
Se empezó a mover en circulo para que lo notara aún más, y así acabar corriéndonos juntos.
Al final me regaló un orgasmo en mi oído, solo para mi, mientras decía mi nombre.
Me miró sonriéndome, como siempre lo hacia al terminar, y se quedo a mi lado acariciándome los grandes glúteos que tengo.
Me encanta que haga eso, me encanta que me de unos azotes extra por acabar varias veces y sonría.
Me encantan esas cosas.
Me encanta él.
Mi amor y mi amo.
Mi demonio <3
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