mi esposa musulmana de 6 años
acepto casarme con una chica irani.
este relato es puramente ficción.
todo me tomo por sorpresa a mis casi 60 años y en un pais tan aleatorio como irán me habían ofrecido la mano de una mujer.
comenzó cuando a un sujeto que trabajaba en mis establos al cual le regale un par de esqueléticas y enfermas vacas que yo daba por perdidas.
realmente no sabia nada de animales y me salía menos molesto sacrificarlas o regalarlas que cuidarlas.
prácticamente había olvidado esta situación cuando este sujeto se presento ante mi un par de meses después acompañado por una pequeña niña de piel marrón y enormes ojos negros.
tarde en entender lo que trataba de decirme pero al final entendí que me estaba ofreciendo a su hija como esposa.
me quede completamente en blanco sin saber que decir me despedí sin dar respuesta pensando en lo sucedido esa noche mientras tomaba unas cervezas en casa con unos amigos musulmanes comente casualmente lo ocurrido, del como mi empleado me había ofrecido la mano de su hija de apenas 6 años.
trate de explicar lo loco de la situación pero uno de mis amigos con la cara de extrañeza mas tranquila del mundo que aquí era legal y aceptado socialmente como normal.
al instante tuve una erección dejando volar mi imaginación y mas tarde con la soledad de mi lado comencé a revisar a conciencia las leyes de este pais.
en efecto, era completamente legal que una niña de 9 años tuviera esposo esto fue suficiente para que me la pasara masturbando toda la noche y al día siguiente mandara a llamar a mi futuro suegro a mi oficina aceptándole lo ofrecido.
me sorprendió lo rápido que se preparo todo y aunque yo pague por la fiesta en menos de 1 mes ya me encontraba en una extraña iglesia ante quien interprete como sacerdote frente a mi mientras esperaba ansioso la llegada de mi futura mujer
estaba con los nervios al limite, sabia que si el sacerdote decía algo sobre la edad de mi prometida todo se cancelaria para mi sorpresa el sacerdote fingió no darse cuenta que mi esposa claramente no cumplía con los 9 años de edad como estipulaban las leyes y prosiguió con la ceremonia.
el, luego de ver a la pequeña chica que con esfuerzo me llegaba a la altura de mi ingle vestida de blanco sosteniendo un ramo de rosas nos hizo intercambiar anillos y firmar unos papeles que acreditaban legalmente nuestro matrimonio.
habia unas cuantas reglas referentes a su religión que yo no pensaba respetar pero acepte que como dictaban sus tradiciones pasaría la primer noche en casa de la familia de mi esposa festejando y todo eso.
al llegar a esa casa con olor a excremento de vaca me sorprendió la cantidad de personas ahí presentes que festejaban y felicitaban a la pequeña niña en mis brazos por su matrimonio.
la escena me parecía surrealista por un lado todos los invitados viboreando y felicitándonos por nuestro matrimonio y por el otro una bolita de al menos 5 mujeres tratando de reconfortar a una que de rodillas, completamente derrotada lloraba histérica rogándole algo al padre de mi esposa.
mas adelante me entere que esta mujer era mi suegra y que ella siempre estuvo en contra de mi matrimonio pero como en este pais un perro tiene mas voto que una mujer todo lo que podía hacer era llorar.
las tradiciones apuntaban que habría una fiesta de al menos 3 días y que podría pasar la noche con mi mujer al finalizar esos 3 días pero el dinero y mi posición podían mas por lo que nadie se quejo cuando anuncie llevar a mi mujer a nuestra alcoba para celebrar nuestra noche de bodas.
antes de marcharme para echar sal en la herida cargue en mi brazo izquierdo a mi pequeña esposa llevándola junto a su destrozada madre que sostenía el peluche favorito de mi mujer en sus brazos y amablemente se lo pedí diciéndole que probablemente mi mujer necesitaría abrazar su peluche favorito mientras la volvía mujer.
esto solo hizo llorar mas dolorosamente a mi suegra rogándome piedad en su asqueroso idioma mientras me marchaba a mi alcoba cargando a mi mujer en mi brazo izquierdo y una enorme erección imposible de ocultar.
una vez en mi habitación acosté a mi esposa delicadamente en nuestra gran cama y procedí a abrirle las piernas dejando ver unas adecuadas para la situación bragas de encaje blancas.
el verla en esa cama abierta de piernas vestida de blanco mientras abrazaba inocentemente a su osito de peluche me lance metiendo mi lengua hasta el fondo de su garganta mientras trataba de meter mis dedos lo mas profundo posible dentro de esos apretados agujeros.
mordí y chupe cada rincón de esta hermosura saboreando todo sobre ella finalmente me baje los pantalones dejando salir a mi ansioso miembro como un resorte que no tarde por apuntarlo y tratar de introducirlo en ese delicado agujero de labios rosas color marrón.
sin mas esperas la desvirgue con mucho trabajo ya que estaba tan cerrada que apenas y podía introducir poco mas que mi glande.
mi esposa como buena mujer musulmana resistió todo sin mostrar rechazo tapándose la boca con sus manitas cuando trataba de ir mas profundo.
termine completamente rendido y satisfecho sin siquiera darme cuenta en el momento en el que me dormí encima de su menudo cuerpo siendo despertado al dia siguiente por alguien tocando la puerta de mi habitación.
abrí los ojos y viendo a mi pequeña esposa desnuda durmiendo a mi lado con las piernas abiertas y su vagina irritada sonreí sabiéndome el ser mas afortunado de este mundo.
no me vestí al abrir la puerta ni tape el cuerpo de mi pequeña mujer esperando ver las reacciones de quien fuera que estaba detrás de la puerta.
el resultado fue mejor del esperado ya que era mi suegra que al ver mi miembro semi-erecto desvió la mirada mirando detrás de mi hacia mi cama viendo a su hija recién desvirgada completamente desnuda.
la cara estupefacta llena de horror, asco e impotencia que mostro mi suegra fue demasiado perfecta ella trato de mantenerse estoica pero al final se soltó a llorar mientras me decía cómicamente que bajara a desayunar con la familia.
desperté a mi mujer para vestirla con un burka negro semi-transparente(una especie de manto que cubre totalmente el cuerpo de una mujer) sin nada debajo haciendo que fuera obvio su cuerpo si ponías atención.
así cargándola en mi brazos baje encontrándome con una gran cantidad de invitados aun presentes.
mientras toda esta bola de simios me hablaban sobre tontearías yo no dejaba de pensar en que necesitaba entrenar a mi «mujer» ya que había necesitado mucho esfuerzo para lograr mi «objetivo» la noche anterior.
importándome un bledo senté a mi esposa en mis piernas y mientras hablaba con los invitados comencé a introducirle dedos en su vagina ante la vista de todos que fingían no darse cuenta de la obvia situación.
una vez mas todo me parecía surrealista ya que mi pequeña esposa trataba de ignorarme y jugar con su peluche mientras yo moldeaba y expandía su vagina introduciendo cada vez mas dedos en ella ante la vista de todos.
una vez terminamos de almorzar nos marchamos de la casa de su familia con dirección a mi casa
este pais con olor a mierda es bastante curioso, gracias a el machismo y la religión las mujeres tienen prohibido salir a la calle si su vestimenta no les tapa hasta la frente.
para mi suerte de puertas para adentro todo es diferente en especial para un rico extranjero como yo, cuando caí en cuenta comencé a comprarle ropa a mi esposa.
en casa la tenia vistiendo minifaldas con tacones que le darían pena a la prostituta mas barata usar, el verla interactuar con sus padres a los cuales les había dejado vivir en mi casa vestida de callejera mientras se comportaba de manera tierna e inocente era un espectáculo que nunca me cansaba.
mi casa es bastante grande por lo que necesite al menos 1 empleada para mantenerla limpia pensaba contratar a alguien pero antes de decir nada mi suegro me ofreció a su mujer como sirvienta en agradecimiento por dejarlo vivir en un lugar tan fuera de su alcance como mi casa.
esto me lleno la mente de ideas gracias a esto aparte de que no gastaría ni un centavo en servicios domésticos podría disfrutar de la miseria de mi suegra.
me encantaba como mi suegra no se acostumbraba a ver a su hija vistiendo a mis gustos por motivos religiosos esta mujer cada cierto tiempo se sentaba en una alfombra y se incaba a rezarle a su dios.
su hija la seguía en un inicio pero un tanto molesto por ello volví la hora de su alabanza a dios el momento cuando le tocaba aprender a chuparme los testículos
así fue como mientras en una esquina su madre rezaba mi pequeña esposa me la chupaba delicadamente con esfuerzo, dedicación y cuidado.
Un verdadero maestro para escribir. Me madturbe hasta morir