Mi esposo era un idiota!!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos. Diganme Karla, cuando esto sucedió tenía 21 años, me había casado con José Mario a los 19, aún en contra de la voluntad de mis padres, quienes me decían que él no era un tipo confiable. Yo que estaba muy enamorada, crei que podía cambiarlo, pero no tuve éxito.
José Mario es un tipo fuerte, de mucho caracter, pero tenía dos tremendos defectos, era mentiroso y le gustaban las apuestas, sobre todo en juegos de azar, algunas veces había perdido todo su salario del mes y yo tenía que pedirles a mis padres para poder vivir ese mes decentemente. Por otro lado, los dos eramos muy buenos en la cama, yo provengo de una familia muy conservadora, pero soy muy fogosa en las cosas sexuales, me atraen todo lo relacionado al sexo, por eso descubrí estos lugares. Con mi esposo, no todo fue malo, tuvimos un primer año de matrimonio de ensueño, nos descubrimos sexualmente, y yo estaba dispuesta a todo por él. De ese modo, hicimos muchas cosas locas, me desfloro la colita, al principio no me gustaba que me penetrara por alli, pero como le gustaba mucho aprendí a darle placer y luego yo también ya sentía rico el sexo anal. Lo hicimos en autobus, en casi toda la casa, en la parqueo de un hotel, en si cumplimos muchas fantasías muy eroticas.
Pero, José Mario me había propuesta unos meses atras que quería verme penetrada por otro hombre, para mi eso era impensable, pero el me decía que era una de sus más grandes fantasías. La propuesta quedó alli y pasaron los meses. Debo decir que José Mario asistía a juegos de poker los viernes, aveces se hacían en la casa, me tocaba a mi atender a sus amigos de juego, se mezclaba el licor con el juego y más de una vez resultaban peleas bien feas en mi casa. Y además algunos de sus amigos me faltaban el respeto, ´le decían a él que yo estaba bien buena y me hacian sentir mal cuando me miraban las pompas o mi busto. Y quiero decir que yo me cuidaba bastante bien, siempre he sido deportista, asi que mi colita es bastante paradita, tengo bonitas caderas y cintura, mi busto no es muy grande pero tiene bonita forma. Por ello ya con la mezcla de licor y le juego, varios de ellos me chuleaban mis partes, mi marido parecía gozar con eso.
Todo paso tan rapido. Era un lunes, mi marido en el desayuno me dijo que había pensado bien en la propuesta que me había hecho meses atras, de compartirme con otro hombre, y me dijo que ya tenía al candidato perfecto, yo inmediatamente le dije que no estaba segura, que lo discutieramos más todavia, pero el se enojó como nunca, y se marchó, yo lo llamé al trabajo como dos horas después y le dije que no se enojara conmigo, que yo estaba dispuesta a darle todo con tal de satisfacerlo, mi esposo inmediatamente cambió y se puso contento. La cita sería para el día siguiente. Yo no estaba segura, pensaba si nuestro matrimonio era lo suficentemente fuerte para aguantar esta prueba, los dos eramos muy jovenes aún.
Esa noche, mi esposo me convenció para ponerme lo más atrevido y sexy de mi ropa, una supermini, un hilo dental que tenía por allí, una camiseta con muco escote y sin sostén abajo, mis pezones se marcaban en la tela. Ahh y se me olvidaba, José Mario quería que me pusiera un antifaz oscuro (que se usan para dormir), para quedar a ciegas, esa idea para mi no fue tan mala ya que estaba muy nerviosa y no quería ni ver a la cara a mi amante. Y de pronto sonó el timbre, mi esposo me dijo que me pusiera el antifaz, todo quedó en tinieblas para mi, oi que mi marido abría la puerta y luego llegaron a la habitación, yo estaba arriba de la cama. Siento que mi marido llega conmigo y me dice que lo haga bien, "ellos seran buenos contigo", -cómo que ellos??- le dije, -ehh si mi vida, era un sorpresa para ti, son dos!-, me dijo y yo tuve intención de desvaratar todos los planes -como que dos!-. En eso sentí que ellos se subieron a la cama, uno de ellos dijo algo sobre que yo estaba muy linda vestida asi. Oi que se quitaban su ropa.
Uno de ellos me empezó a besar el cuello y los brazos, yo estaba petrificada, no atinaba que hacer. El otro me tocaba las piernas y yo las cerré de inmediato, pero el tipo me acariciaba los muslos y mi busto sobre la ropa. Le quité las manos de mis senos, y mi marido gritó desde el fondo, -vamos cariño, portate bien, lo vamos a gozar los dos-.
Uno de ellos me quitó la camiseta, y luego besó y mamó mi senos. El otro me quitó la mini y dijo algo grotesco de mi tanguita. Senti como el que me besaba los senos se acostó y me fue obligando a meterme entre sus piernas en cuatro para que le mamara la polla, la tomé con una mano y la empecé a mamar, yo sentía mucha verguenza, pero el tipo me tomaba de la cabeza y me obligaba a meterme su pija en la boca. El otro se colocó atras en mi colita y comenzó a besarme las nalgas, luego acariciaba con sus dedos mi rajita y mi orificio anal, su lengua fue colocandose en mi ano y la empujaba como tratando de penetrarme, luego bajaba a mi conejito, la abría con los dedos y también empujaba su lengua.
Quise librarme, pero los dos tipos no me dejaban casi ni moverme, el que estaba acostado entró en frenesí y me obligaba a meterme toda su cosa, me ahogaba, ya que me entraba profundo. Mientras el otro tipo que tenía atras, me intentaba meter un dedo adentro de mi conejito y otro en mi culito, yo movía mi cadera para impedirlo, pero de pronto el utilizó más fuerza y logro meter un dedo en cada uno de mis orificios, luego me empezó a pajearme con sus dedos. Debo confesar que si me estaba excitante, primero sentí verguenza, luego repulsión, pero me estaba embargando el placer, el uso de la fuerza lejos de enfriarme me estaba calentando mucho.
El tipo de atras se colocó en posicion para penetrarme y sentí como la cabeza de su polla era frotada contra mi ano y contra mi conejito, luego de un empujón me penetró, y se puso a bombearme su cosota. Alli sucedió algo clave, a quien yo se la mamaba al verme penetrada por su amigo, dijo -que tal esta la puta!!-, "esa voz la he oido en algun lado", dije dentro de mi, y me quité el antifaz, -que horror!!-, a quien yo se la mamaba, se parecía a Fidel, uno de los amigos jugadores de mi esposo, luego voltee a ver y quien me follaba era…Raúl, otro de los amigos de juego.
No sabía si tomarlo como bueno o malo en ese momento, por un lado eran conocidos, aunque Raúl varias veces se me había insinuado en esas noches de poker de mi esposo, pero también el ser amigos de mi esposo podría provocar que todo esto se supiera dentro del circulo de amistades que tenía, eso era un dilema, sin embargo, eso me relajó y creo que empecé a gozar más a mis amantes. Raúl me cogía y uno de sus dedos jugaba y me penetraba la colita, Fidel ya tenía ganas de intercambiar lugares, le dijo algo a Raúl y ambos cambiaron de lugar, ahora pude sentir la polla de Fidel entrar en mi rajita, era mucho más gruesa que la de Raul, quien a su vez me ponia su pija para que se la mamara, sentí mis propios liquidos vaginales cuando la estaba mamando, por primera vez me puse a gemir sintiendo placer.
Al cabo de unos minutos ellos decidieron cambiar, Raúl que estaba aún acostado me subió encima de él y al principio pensé que me montaría sobre su polla, pero no, el quería sentarme en su rostro, me colocó asi y su lengua empezó a deborar mi conejito, mientras Fidel se acercó por atras me abrazó para apretarme los senos y me empezó a besar, primero miré a mi esposo quien era espectador de todo en su sofá detras de nosotros y el asintió, asi que comencé a darme lenguita con Fidel. Uff la lengua de Raúl se metía en todos mis orificios y mojaba de saliva todo, era muy erótico.
Luego tal como había pensado, Raul me fue montando sobre su polla y me penetró la vagina, yo empecé a moverme despacio sobre ella, mientras él se levantaba un poco para chuparme los senos. Ahora Fidel se puso de pie sobre la cama para darme su polla para sexo oral. El sexo se intensificó, yo me movía con más fuerza, Raúl casi me arrancaba los pezones con los dientes y Fidel me follaba la boca su pija, todos gemíamos de placer. Me corrí encima de Raúl en segundos.
De pronto Fidel quien estaba de pie recibiendo sexo oral, se fue a colocar detras de mi, nunca imaginé lo que tenía planeado, se fue colocando atras, sentí su cabezota de su pene frotarse en mi colita, me empujó hacia adelante el torso y pude sentir como su gruesa carne entraba en mi estrecho agujerito, mi esposo me había enseñado a relajarme y eso hice, relajé mis musculos y su polla se fue deslizando dentro de mi recto, cuando me había metido más de la mitad, me comenzó a pistonear y Raúl viendo eso, también comenzó a moverse dentro de mi vagina, asi que por varios minutos tuve una penetración doble, la había visto varias veces en la red y en videos, pero nunca habría pensado que yo estuviera asi con dos pollas dentro de mi cuerpo. Al principio no sentí nada de placer, pero conforme pasaban los minutos comencé a sentir un placer indefinido entre pecado y cielo, hasta que me llevó a correrme como una callejera.
Primero Fidel que me penetraba por atras y luego Raúl que lo hacía con mi rajita, los que se corrieron uno enseguida del otro, terminé con tanta leche dentro de mis agujeritos que cuando me puse de pie, gotas de semen caían de ambos lados.
Mi esposo estaba en el sofa cansado de tanto masturbarse, había semen de él en el suelo, una enorme cantidad.
Corri hacia el tocador que está dentro de la habitación y no salí hasta que oi que ellos se fueron de la casa. Luego mi esposo me hizo el amor por ambas vías.
Al parecer todo había estado bien, le dije a mis esposo que no quería volver a hacer, aunque la verdad me había corrido tres veces. Como no hay nada oculto entre cielo y tierra, fue Fidel que luego de algunos días me llamó a la casa, preguntó si no estaba mi esposo, le dije que no, me dijo que se sentía mal por lo ocurrido, yo dejé que hablara, me confesó que mi esposo para pagarles una deuda de juego me había ofrecido a mi en la cama, y que eso lo hacía sentir mal, yo me quedé congelada e impactada, todo había sido para pagar una deuda de juego, ofreció a su esposa como modo de pago!!.
Eso fue todo para nosotros, se necesita no tener escrupulas para engañar a la esposa y ponerla para pagar deuda de juego.
Me divorcié a los seis meses de él y ahora he reestructurado mi vida, me cambién de ciudad.
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