Mi extraño encuentro
Lo que busco es el trío para comerte la panocha y que mi marido se corra en tu panocha para volvérmela a comer y poder disfrutar de tus jugos y de su leche….
Mi extraño encuentro.
– Historia rápida para despejar ideas –
Me presento soy Scarlet, 27 años, soy escort desde los 19 por problemas económicos y para independizarme, no puedo decir que soy la más deseada en mi oficio, pero si soy de buen ver, siempre he tenido unas piernas y culo bien formados que adoran apretar, tetas tamaño promedio y mi piel clara y suave sin bello.
En los años que llevo haciendo esto poco a poco, fui aceptando realizar cada vez más cosas, tríos, juegos de roles, salidas por hora, etc. y claro está que los fetiches siempre están presentes y siempre soy yo quien decide si accede o no, claro está que con mis límites y mis costos extras.
Pues les vengo a contar de la que creo es la experiencia más extraña que he tenido hasta ahora en mis encuentros, y fue con una pareja.
Al rededor de un mes atrás me contactan de un número, se presenta un hombre que buscaba una salida por una o dos horas, no explico si era algún evento social, fiesta, etc., ni si buscaba algún otro servicio, al preguntarle me comenta que me vio muy atractiva y quería salir a tomar un café y conversar, no ha sido el primero en solicitar esto, así que como en la semana estuve rechazando algunos encuentros por propios planes que ya tenía, accedí a este encuentro.
Acordamos la hora y el lugar, como de costumbre me arreglo con tiempo porque siempre es un problema encontrar transporte y llegar a tiempo a mis citas, odio llegar tarde, soy una persona a quien le gusta la puntualidad, al arreglarme me maquillo un poco y me visto con una blusa morada muy escotada y hombro descubierto y con una falda negra corta y mis tipicos tacones de 16 rojos, y solo me pongo un saco para el transporte, me arte de las miradas de los conductores.
Llego a la cafetería acordada, y en una de las mesas que están en el exterior veo a un hombre que me habla y me pide que time haciendo, al verlo no era nada fuera del otro mundo, un hombre de unos 30 años, apenas estando a mi altura con tacones, me siento me saluda y me pide que revise la carta para pedirme un café, no antes sin pedirle que me pagara por la primera hora, a lo cual accedió y me dio los primeros $1000 en efectivo.
No tarde en escoger y él en pedirle al mesero, y él comienza a revisar a los alrededores y comenzó a hablar, eso ya se me hizo extraño, pero a la vez normal.
<EL> Pues, mucho gusto… la verdad eres más preciosa que en las fotos.
– Muchas gracias, el gusto es mío, y dime bb cómo gustas que pasemos el rato.
<EL> La verdad quería discutir contigo sobre un servicio más completo y una fantasía.
– Dime – Me recargo en el respaldo de mi silla y creo que puse una expresión más seria.
<EL> Soy casado y junto con mi esposa queremos tener un trío…
En ese momento es interrumpido por una mujer delgada, no muy alta, pelo castaño, tetas de buen tamaño, pero sus nalgas un poco más pequeñas que las mías.
<ELLA> Hola amor es ella?
<EL> Si apenas le voy a contar lo que queremos
En mi interior estaba un tanto confundida, no sabía qué estaba pasando, pero decidí no responder, ya que si es verdad lo del trío, me parecía que ella es su esposa y ya sabía de esto.
<EL> Bueno, como te decía, mi esposa -volteo a ver la mujer- y yo queremos un trío, pero queremos que las relaciones totalmente al natural sin condón y yo terminar dentro…
Al escuchar esto, ya me iba a levantar para irme, ya que yo no voy a poner en riesgo mi salud por un fetiche, pero me detuvo con lo siguiente.
<EL> Entiendo que esto es repentino, pero te pagaremos el doble de todo, tanto del encuentro como del extra por la fantasía.
Me detuve un momento y el prosiguió
<EL> Te compraré la pastilla del día siguiente y aquí tienes nuestros exámenes de enfermedades venéreas – La mujer le dio un pólder el cual me extendió a mí, me siento, lo tomo y veo que están limpios.
– Y…cuál es su idea del fetiche – Tome una actitud un poco más seca – ya te vienes dentro de ella sin condón.
<EL> Lo que busca… – Es interrumpido por la mujer.
<ELLA> Soy bisexual y desde que me casé solo he estado con mi esposo, y me encanta tomar su semen, pero ya extraño el sabor de una panocha y que no sea el sabor que queda entre mis dedos o los de él o de cualquier otra cosa que chupo después de metérmela. Lo que busco es el trío para comerte la panocha y que mi marido se corra en tu panocha para volvérmela a comer y poder disfrutar de tus jugos y de su leche…
Yo quedé shock con todo lo que estaba escuchando, no supe qué responder en ese momento
<ELLA> Y con lo escotada que estas y la minifalda que traes ya se me hace agua la panocha y él tiene la verga dura, así que por favor dime cuánto sería o si tenemos que buscar a alguien más.
El comentario que se sentía muy pasivo/agresivo me regresó un poco la cordura para responderle.
– Pues serían 10 mil, el trío lo cobró en 3 mil, pero por las fantasías serán otro 7 mil más – respondí con una voz un poco más tierna y dudosa, pensando que iban a negarse
<ELLA> Okey
Al responder, el hombre saca un fajo de billetes y me lo entrega, de un shock por lo que buscan pase a una sorpresa por lo fácil que aceptaron y ya tenían el dinero preparado
<EL> Tienes tiempo? podemos ir a nuestra casa
Solo accedí y subí a su auto, la mujer se sentó atrás junto conmigo y, sin decir nada y mirando por la ventana, comenzó a tocarme y acariciarme las piernas. Nos detuvimos en una farmacia, el hombre salió del auto y al poco regresó, me dio la pastilla del día siguiente y continuó el camino mientras yo me tomaba la pastilla y llegamos.
Al bajar del auto, pasamos a la casa, una casa de buen ver no muy grande, lo primero que hay al entrar es una sala de sillones de piel color negro y me dicen que lo querían hacer ahí mismo en la sala, no es del todo de mi agrado, pero accedí, comencé a quitarme la blusa y falda, obviamente no traía nada debajo y la mujer me dijo que no me quitara los tacones y se me abalanza, me besa desesperadamente metiendo su lengua, mientras me abrazaba y tocaba todo el cuerpo, correspondí el beso y me deje llevar un poco, es lo mínimo que hago, ya con años haciendo esto al menos intento disfrutarlo un poco cuando con quien estoy es atractivo y no pide cosas raras.
Al separarnos, el hombre ya estaba desnudo en el sofá, jalando la verga lentamente.
<ELLA> Chupasela
– Bien
Me pongo de rodillas y comenzó con el oral, noto que a mi lado la mujer se comienza a quitar la ropa y el hombre comienza con sus leves gemidos.
<ELLA> Separa las piernas
Las separa y siento que me separa con sus manos las nalgas y comienza a lamerme el culo, no es la primera vez que me dan un beso negro, pero tomé por sorpresa y di un pequeño brinco, lamia en círculos y hacía presión en mi entrada mientras yo seguía con la mamada.
<ELLA> Qué rico culote, mami, ahora cambien
Me saco la verga de la boca, el hombre se levanta y me ayuda ponerme de pie, y me siento en el sofá, la mujer se arrodilla frente a mí, separa mis piernas y pone cada una en sus hombros y comenzó, la mejor comida de panocha que jamás había recibido, de inmediato comencé a gemir y acariciar su cabeza en cada espasmo que sentía, no era mentira, esta mujer que comenzó a orquestar todo esto quería comerme la panocha, jugaba con mi clítoris con una maestría que no sabía qué se podría hacer, ya ni me importo ni el lugar ni donde estaba el hombre que un primer momento me contacto, solo podía sentir que poco a poco el orgasmo estaba mas cerca.
-Aaahhh!!! perraaa… sigue sigue – Comenze a gritarle mientras arqueaba la espalda – ya viene ya viene!!!! – Tuve un enorme orgasmo que le baño la cara mientras comenzaba a relajarse todo mi cuerpo.
Veo cómo lame todo lo que le escurre por la cara y comienza a lamer otra vez mi panocha y sus alrededores para limpiarme.
<ELLA> Qué rico, mami, escogí bien, ya extrañaba este exquisito sabor, sabes tan bien cómo te vez
Se levanta, acomoda mi cadera al borde del sillón y se retira, y veo que el hombre se acerca mientras se la jala y comienza a apuntar su verga hacia mí, toma mis piernas y lentamente me clava la verga y comienza un lento va y ven de metidas que por lo sensible de mi previo orgasmo estaba disfrutando y de un momento a otro sin haberme dado cuenta, la mujer se subió al sillón, quedo encima de mi cara y nada más siento como me caen en la boca sus fluidos de su chorreante panocha y creo que se comenzó a besar con el hombre, por mis gemidos no pude evitar abrir la boca y sentir y saborear sus fluidos y wow, no esperaba que fueran tan deliciosos.
Al poco tiempo el hombre, como la mayoría de mis clientes, terminó realmente rápido, sentí cómo me llenó y la mujer decía «Si, si» con desesperación y emoción.
Sin que ella se bajara de mí, el hombre comenzó a sacarla lentamente, pero a la vez comenzó a elevar mi cadera hasta que prácticamente yo me estaba apoyando con la nuca y mi panocha quedó a la altura de la mujer.
<ELLA> Ahora si, mami, lo que tanto esperaba – y de la nada siento que el hombre me abre y separa lo más que se podía mi panocha y siento que algo delgado entra
Hubo un momento de silencio que no supe qué paso.
<ELLA> Esto no sirve – veo cómo a mi lado cae un popote/pajilla, la perra loca me metió eso para succionar, como si mi panocha fuera un bazo.
Después de eso siento que me empieza a comer y chuparme la panocha con desesperación, con el beso que medio al llegar sentí que su lengua era larga, pero no puede ser, sentía que su lengua me estaba acariciando mi cérvix, metió un par de dedos para abrirme más desde dentro y estuvo lamiendo todo mi interior, la sensación en ese momento era indescriptible, no lograba articular palabra ni sonidos, solo podía respirar con mucha fuerza y cerrar mis ojos mientras que sentía que se escurrían un par de lágrimas.
No sé cuánto tiempo pasó, solo de un momento a otro siento que por fin se separa de mí y me dejan caer de lado para no caerme del sofá.
<ELLA> AAAhhh!!!! gracias mami, fue mejor de lo que esperaba, en realidad quería una «malteada» de leche y panocha, pero no funcionó, así que tuve que limpiar muy bien, cada rincón de tu ser estuvo magnífico
La mujer se deleitaba y manoseaba sus tetas mientras yo trataba de reincorporarme, sintiendo mi panocha toda hinchada y mojada
<ELLA> Sería todo por hoy, mami – Me dio otro fajo de billetes que, después al contar, eran otros mil
El hombre medio mi ropa, me la puse y aún desnudo me llevó a la salida, busque transporte y regresé a casa, esa semana no acepta ningún otro encuentro.
No volví a saber nada de esta pareja, pero en ocasiones tengo sueños húmedos de la comida de panocha que recibí ese día.
Espero que les guste este relato, cualquier comentario más extenso me lo pueden mandar a mi correo [email protected]
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