• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (3 votos)
Cargando...
Dominación Mujeres, Fantasías / Parodias, Fetichismo

MI HERMANO SE APROVECHÓ DE MI II.*

Encrucijada..
Por si no me recuerdan, mi nombre es Priscila una chica gordi (no mucho) buena que le había dado alojamiento a mi hermano menor debido a una fuerte discusión con mis papás.

Después de haber descubierto que Leonardo, mi hermano me drogaba con somníferos para luego abusar de mi y yo masturbarme de lo lindo viendo el video, no sabía como actuar.
Me daba un morbazo impresionante el saber que me me había vuelto el juguete preferido de Leo.

Tenía dos opciones:

La primera era confrontarlo y de algún modo sacar provecho de la situación, en toma de venganza.

La segunda. Dejar que hiciera lo que le viniera en gana al estar profundamente inconsciente.

Pero…

¿Que hay de tener y sentir placer?

Sin duda estaba en lo que parecía una encrucijada.

Los días pasaban y Leo se comportaba como si nada. ¡Que cínico!
Mientras que yo moría por ver si se atrevería de nuevo o ya se había aburrido de mi.

¡Una idea me vino muy repentinamente!

Llegado el fin de semana, fingi que saldría como cada fin, pero mi plan era vestir provocativa para ver si mi hermano me volvía a usar. Traía puesta una mini falda holgada, una playera de manga larga color vino y unos botines. Él no iba a salir ese día, así que le hice saber que todo se había cancelado y nos pusimos a ver películas, encargamos pizzas y algo de cerveza.

Leonardo no dejaba de mirarme de un modo discreto.

Cada que pasaba junto a él, procuraba que se me alzará un poco la falda, para que pudiese observar un poco de mi tanga azul.

Al terminar la pizza y comenzar de lleno con la cerveza, Leo fue a su recamara, con la escusa de atender una llamada.
Intuí que iría a buscar el somnífero.

En una pequeña ida al baño, olvidé por un momento el plan de Leo.
No fue tan demasiado tarde; pues no llevaba muchos sorbos de mi cerveza, cuando fui a mis necesidades.

Aproveché que Leo fue al sanitario para vaciar mi botella y destapar una nueva.

Cada uno ya tenía su plan hecho, pero él me llevaba ventaja, porque ya había ingerido el alcohol con la droga que, estaba segura ya había vertido.

No fue hasta la tercer película, cuando ya tenía bastante sueño. Traté de fingir que estaba profundamente dormida, para por lo menos disfrutar de un poco y en vivo lo que mi hermano me haría.

Comenzó por hablarme, moverme y hasta alzar mis manos, dejándolas caer.

Como no hice absolutamente nada. Sentí como tímidamente besaba mis mejillas, luego acaricio mi brazo, hasta llegar a una bubi.
Para este punto ya estaba exitada, tanto que casi, casi podía sentir mi humedad.

Por poco dí un brinco cuando recorrió mi pierna con su mano, llegando a mi vulva, recorriendo la yema de un dedo.

– Ya estabas mojadita para mi. Esperando a que te haga mía ¿verdad?

Dijo casi riendo.

Literalmente me arrastró hacia mi habitación, colocandome en la cama, me quito los botines y comenzó a lamer los dedos de mis pies.
No pude evitar retorcerme por las cosquillas que sentí, notando que se alejo de mi. Creo lo asuste de muerte. Jaja.

Luego de unos minutos, escuché que me hablo y me movió, pero para ese entonces ya me sentía más dormida.

Volviendo a las andadas. Esta vez optó por ir besando mis, piernas y mis rodillas, hasta llegar a mi vagina, la cual estaba más que hambrienta de carne.

¡Maldito Leonardo. Que rico me mamaba la panocha! Apesar de que todo lo que sentía era entre sueños, casi podía emitir algunos gemidos.

El muy maldito besaba mis labios inferiores como si se tratase de una boca, su lengua recorría mi clitoris.

¡Aaayy! Expresé.

De nuevo él se alejo de mi. Yo lo que quería era que terminará o sino, saltarle encima y cogermelo, pero hasta cierto punto mi cuerpo no respondía del todo.

Sentí un gran alivio, cuando regresó a lo que estaba haciendo.
Ahora, me sentó y me quito la playera y mi sostén.

De igual modo ¡que rico me chupaba los pezones. Mmm!

Besaba y chupaba desde mi pecho, estómago y cintura, hasta que por fin me penetró.

No es porque sea mi hermano, pero que rica verga tiene el infeliz ¡mmmm!
La sentía gruesa y caliente.

Que no hubiera dado por montarlo.

Después de varios minutos de meter y sacar su trozo, me abrió la boca, sacó mi lengua para fundirnos en un beso, al que solo él podía disfrutar.
Ahora, sentí que se levantó, me puso boca abajo, coloco una almohada en mi vientre y me la fue metiendo poco a poco en el culo. ¡Mmmm!

Besó mi cuello, mi nuca y me decía al oído mientras metía su lengua.

– ¡Me encantas desearía que fueras mi mujer!

Esas palabras hicieron que quisiera reaccionar y gozar con él, pero por extraño que parezca no podía moverme, solo podía sentir.

– ¡ Ooohhh, Ooohhh, uuuff!

Gritaba Leo al llenar mi culo de leche.
Siguió besando mi espalda. Me limpio el trasero y me volvió a poner boca arriba.

Volvió a devorar mi vulva, la cual se corrió en su boca y él gustoso absorbía mis jugos.

Después. Metió su falo en mi boca.
Me sabía tan rico, que había olvidado que minutos antes estaba dentro de mi esfinter.

Me la saco y en posición de misionero, me hacía suya.
Su boca besaba todo lo que podía, sus manos paseaban hasta donde podían.
Pensaba que él no me violaba o estaba teniendo sexo conmigo; mejor dicho, me estaba haciendo el amor. Su trato era muy distinto a los hombres con los que había estado.

Sentí como puso mis piernas en sus hombros y ¡Ooohhh, nooo!
¡Que sacudida nos dio ese choque de orgasmos de ambos!
Él se aferró con sus manos a mis caderas y yo por fin pude tener un poco de control de mi cuerpo, apretando con fuerza mis puños.

Al terminar me limpió. Dejándome tal cual, dándome un tierno beso en la frente.

Ahora lo peor sería la hora de confrontarlo. Pues realmente quise cumplir su petición hasta cierto punto.
Pero una nueva pregunta me vino.

¿Me estaré enamorando de mi hermano por todo lo ocurrido?

Continuará…

Vladimir escritor.

79 Lecturas/10 mayo, 2025/0 Comentarios/por Vladimir escritor
Etiquetas: alcohol, baño, culo, hermano, leche, sexo, vagina, verga
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Cómo le enseñé a mi marido a sodomizarme
Travesía sexual por España con mi sobrina (primera entrega)
En el campo 3 (mi sobrino Luis y mi tío)
Un Mundo Diferente (Tercera Parte)
Soy Hetero pero cuando me caliento, la meto en cualquier agujero.
La seducción de mi esposa
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.078)
  • Dominación Hombres (3.213)
  • Dominación Mujeres (2.513)
  • Fantasías / Parodias (2.507)
  • Fetichismo (2.194)
  • Gays (20.203)
  • Heterosexual (7.064)
  • Incestos en Familia (16.121)
  • Infidelidad (3.960)
  • Intercambios / Trios (2.695)
  • Lesbiana (1.063)
  • Masturbacion Femenina (716)
  • Masturbacion Masculina (1.509)
  • Orgias (1.699)
  • Sado Bondage Hombre (406)
  • Sado Bondage Mujer (146)
  • Sexo con Madur@s (3.530)
  • Sexo Virtual (220)
  • Travestis / Transexuales (2.193)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.135)
  • Zoofilia Hombre (2.026)
  • Zoofilia Mujer (1.591)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba