Mi hija Ambar y mi hermano.

Esta es la historia de como mi hermano de sangre se coge a mi hija de 16 años en mi propia casa y a mis espaldas, en contra de su voluntad..
Me desperté en medio de la noche por sonidos en la casa, parecían golpes en una madera. Me puse la bata y caminé por el pasillo acercándome cada vez más al ruído, pasé por la habitación de invitados donde estaba durmiendo mi hermano y solo me encontré con una cama vacía.

Seguí mi recorrido hasta llegar a la fuente del ruído: la habitación de mi hija. La puerta estaba cerrada y se sacudía mucho, del otro lado se podían oir gritos ahogados, como si a alguien le estuviesen tapando la boca con algo. Automaticamente asumí lo que estaba ocurriendo, era bastante obvio de hecho, me empecé a desesperar.

Me quedé del otro lado de la puerta oyendo gemidos y como se sacudía, no sabía que hacer, me quedé paralizado. No tenía el valor suficiente para decir algo o intentar abrir la puerta, asi que me quedé en silencio unos segundos.

Necesitaba ver que estaban haciendo dentro, para estar 100% seguro, así que salí de la casa por la puerta trasera y me dirigí a la ventana de la habitacion de mi hija, sigilosamente abrí un poco el cristal y metí mi mano para mover la cortina…..

Pude ver a mi hermano y mi hija en ropa interior, ella dandole la espalda a la puerta y él frente a ella, la tenía alzada en brazos y tenía los calzones en las rodillas. Ambar tenía la tanga corrida a un lado y estaban haciendo el amor contra la puerta. Él empujaba con mucha fuerza haciendo retumbar todo, ella gemía pero tenía la boca atada con sus propios calcetines, por lo que el sonido se amortiguaba.

Ella no parecía muy de acuerdo con eso, golpeaba y rasjuñaba la trabajada espalda de mi hermano, pero se ve que solo le hacía cosquillas, la excitación lo hacia seguir sin importarle nada. Presencié esa escena 5 minutos, en todo ese tiempo no se detuvieron un solo segundo, fueron minutos de sexo puro y duro contra la puerta en esa misma posición.

Cabe recalcar que ella tiene 16 años y sé que está mal, pero al ver eso no sentía el rechazo que deberia sentir, es más, sentía que me gustaba un poco… nunca habia visto a mi hermosa hija en una situación asi y era algo que queria ver hace bastante, solo por morbo.

Cambiaron de posición, ahora ella miraba hacia la puerta, de pie, con sus manos apoyadas ahi. Él detras de ella, se la metía sujetandola de la cintura. Cada vez subía más el ritmo, llegó a un punto donde la sujetaba y tiraba del cabello, mientras le seguía dando.

Luego de un rato, él empujo todo su pene dentro de mi hija, se quedó ahi unos segundos mirando al techo de placer, ella también. Estaba eyaculando.

Finalmente soltó a mi hija, ella lo primero que hizo fue sacarse los calcetines de la boca y acomodarse la tanga, su vagina goteaba semen. Mi hermano se subió los calzones y le dió una nalgada mientras ella volviá a su cama con los ojos llorosos, se metío entre las mantas y hundió la cabeza en la almohada, él abrió la puerta y se fue dando un portazo entre risas.

Entendí que ya todo había acabado, asi que esperé unos segundos y volví a entrar a casa. Caminé por el pasillo para volver a mi habitación, me quité la bata y me metí a la cama, la tenía durisima y me hice una paja pensando en lo que acababa de ver.