Mi hijo, y sus amigos me hacen muy feliz…..
Una madre mientras comparte con sus amigas en una cervecería se encuentra a su hijo y unos amigos de él, ella los invita a su casa a comer, pero al llegar siguen bebiendo y terminan todos cogiendo..
Si, aunque parezca una locura, todo comenzó a pasar de manera tan natural, y espontánea, ya que cuando me vine a dar cuenta, no podía hacer nada para evitar que sucediera.
MI hijo y dos de sus mejores amigos, esa noche me encontraron en compañía de varias de mis amigas en la cervecería de pueblo, cuando ya nos íbamos de la cervecería, riéndonos, lanzando besos, y saludando a todos los presentes, como si fuéramos reinas de belleza.
Pero justo antes de marcharme, vi a mi hijo, en compañía de sus dos amigos, y les dije a los tres. “Si quieren pasen por casa más tarde, para que les de algo de comer, así que los tres, cuando salieron del bar, fueron a casa, y tras servirles un delicioso caldo de pollo, nos fuimos a la sala.
Ya mi hijo, y sus dos amigos, llevaban un rato sentados, hablando y bebiendo, cuando me sumé al grupo, sentándome entre mi hijo y uno de sus amigos. Mientras que el otro se encontraba sentado en el sillón, frente a mí.
Yo me sentía bastante alegre, quizás por lo mucho que había bebido en el bar, por lo que pienso que mi hijo y sus amigos se dieron cuenta de eso, por mi manera de reír, y los continuos comentarios de doble sentido, que no sé por qué yo, los estaba haciendo.
Cosas que buena, y sana, no me atrevería a decir, en ese momento, no pensé que mis comentarios de doble sentido, fueran afectar a los chicos, pero al escapárseme decirles, en cierto momento, que hacía mucho tiempo que mi gallina no veía un gallo.
Ya que como hace años mi marido falleció, y así continué, lanzando indirectas, a mi hijo y a sus amigos, pero a medida que me seguían riendo de mis propias ocurrencias, que me doy cuenta de que, en una de esas, distraídamente, coloqué mi mano derecha sobre la rodilla del amigo de mi hijo que se encontraba a mi lado, y mi izquierda sobre la rodilla de mi hijo.
Pero a medida que seguí contando chistes, mis manos se fueron deslizando por sus piernas, hasta que, de forma algo graciosa, yo misma hice un comentario, de que hacía tiempo que no tenía una cosa de esas, tan cerca de mis manos.
Mientras tanto, ocasionalmente dejaba mis piernas completamente abiertas, permitiendo que el otro amigo de mi hijo viera sin mucho esfuerzo mi coño apenas cubierto por mis panti y pantimedias.
Ya en ese momento, el calor de la excitación recorría todo mi cuerpo, y me di cuenta de que el miembro de mi hijo, así como el de su amigo bajo el pantalón se encontraban erectos.
Por unos instantes pensé en dar por terminado todo, despedir a los chicos, para irme a dormir la borrachera que cargaba, pero no sé si fue, lo alegre que me sentía, o sería la manera en que los tres, me veían, que en lugar de pedirles que se fueran a sus casas, viendo a mí hijo, les pregunté, a él y a sus dos amigos, si no sentían que hacía mucho calor.
No sé cómo se me ocurrió hacerles esa pregunta, ya que mi hijo de inmediato, me dijo que, si yo quería, me podía poner mucho más cómoda, por lo que yo le he dado un enorme beso en la boca, al tiempo que le dije que sí, me puse de pie, y en un dos por tres me he quitado el vestido, quedando únicamente en pantaletas, y sostén.
Sentí una tremenda excitación, como nunca antes la había sentido, pero justo antes de sentarme, les dije a los tres. “No es justo, que yo me sienta tan fresca, y ustedes se estén muriendo de calor. Así que si quieren pueden quitarse la ropa.”
Mi hijo se quedó sin saber qué hacer, pero al ver como sus amigos se comenzaron a quitar sus camisas, él también lo hizo, yo me sentía como una quinceañera de lo feliz que estaba, yo nunca había actuado de esa manera, que de lo contenta o excitada que me sentía, de inmediato yo misma me quite los pantis, al tiempo que mi hijo y sus amigos se quitaron los pantalones.
Luego entre sus dos amigos, me ayudaron a quitarme el sostén, hasta que me quedé únicamente con mis pantimedias, lo que más me sorprendió a mí, fue la tremenda erección de mi hijo y sus amigos.
Pero casi de inmediato, al ver esas tres vergas erectas, las agarré, y una a una las besé, y hasta mamé, por breves segundos, me sentía tan contenta, y excitada, que no pensé en detenerme.
Sino todo lo contrario, a medida que le mamaba la verga a uno de ellos, el otro comenzó acariciar mis grandes tetas, y mi hijo, comenzó acariciar mis muslos, quitándome las pantimedias, para poder acariciar todo mi coño.
Yo me sentía tan alegre, que me era imposible detenerme, máxime cuando yo misma, le dije a los tres. “No saben lo feliz que me hacen, no se detengan.” Por lo que ya a los pocos segundos, me paré, y de inmediato me dediqué a mamar la verga del otro.
Mientras que le ofrecí mi coño al que más cerca estaba de mí, quien gustosamente me penetró, mientras que mi hijo, esperó pacientemente, para luego darme por el culo, tal y como se lo pedí.
Durante el resto de la noche, continué mamando sus vergas, y dejando que alguno de los dos amigos de mi hijo me diera por el coño, mientras que a mi hijo tan solo le permití que me diera por el culo, diciéndole. “Que era tal y como su padre me lo hacía.”
A la mañana siguiente, ya sus dos amigos se habían marchado a sus respectivas casas, y cuando mi hijo se vino levantando, me encontró, de lo más contenta, preparando el desayuno, tal y como si nada hubiera pasado.
Mi hijo no me hizo comentario alguno, eso pasó hace casi un mes, pero recientemente volvió a pasar algo semejante, solo que además de sus dos mejores amigos, también nos acompañó otro.
Que hermoso mami tu relato me encantó. Con las gana q le tenia a mi.mama me re imagine todo
Excelente relaro, muy caiente, muy divertido debe haber sido para esa mujer tener tres vergas erectas y de tres jovenes siendo uno de ellos tu hijo. ¿¿¿¿¿¿¿Tiene continuacion???????