Mi inicio como putita ninfomana 2
Relato de mi infancia, como me convierto en una perrita adicta al sexo parte 2.
Me presento, mi nombre es Luz y el relato que voy a contarles lo viví cuando aún era pequeñita, yo tenía 6 años, es la segunda parte.
Despues de modelarle a mama mis tanguitas, me fuí a dormir, pero como todas las noches, primero estuve masturbandome, esta vez, no lograba saciarme, así que dure algunas horas, me dieron ganas de ir al baño y cuando fui escuché a mi mami hablando por telefono, fumandose un cigarro, y escuchaba que le decia a una persona.
Mama: «Si, me pidió unas tanguitas la muy putita, ha de querer que todos le miren su culito en la escuela»
Señor del telefono: «Enserio, cuando me la vas a presentar?, habrá sacado tus mismos gustos por la prostitución?»
Mama: «Claro que sí, es mi hija despues de todo, ella va a amar tragar semen como yo»
Despues mi mama volteo y me miro, le dijo al señor que luego le marcaba, y se acerco conmigo, me pregunto que si que había escuchado, pero yo le dije que nada, que apenas habia bajado.
Mi mama no muy creyente, se fue a acostar, y me pidió que me acostará con ella, pero sin ropa, completamente desnuda, yo accedí porque es mi mama y siempre le obedezco sin cuestionar nada, ella se acosto desnuda también y así nos quedamos dormidas abrazadas.
A la mañana siguiente que desperté, mi mamá ya se había ido a trabajar, y yo empece a prepararme para la escuela, decidida por lo que buscaba, el pene gordo, grueso y apestoso de mi profesor de educación fisica, era un señor viejo, gordo y moreno.
Me puse la blusita, mi faldita la arremangue mas arriba de lo normal y abajo solo traia mi tanguita blanca la cual era tan delgadita que se metia entre mis nalguitas completamente, mis medias las subi hasta medio muslo, en mi pelo, solo me hice una cola, no me pinte, porque aun no uso maquillaje.
Realmente me miraba como una prostituta barata, y asi me sentia tambien, cuando tomé el autobus, no había lugar, así que me fuí parada, todos los hombres y mujeres se me quedaban mirando, las señoras pensaban «no tendrá madre esta niña para vestir así» y los señores me desnudaban con su mirada, me fuí hasta el fondo del autobus, donde se ponen solo los albañiles y los vagos, yo iba ya muy extasiada, empezaba a chorrear mi vagina y se me escurria por las piernas, los señores lo notaron y uno se paro y se puso detras de mi, saco su pene y lo puso en mi espalda, yo no lo veia, pero lo sentia completamente, me lo empezo a tallar y con cada tallada levantaba mi blusa, hasta que empece a sentirlo piel con piel, estaba llena de excitación, mis ojos se perdian y mis fuerzas se iban, en eso el señor dejo salir su leche, toda en mi espalda, me bajo la blusa y se sento, en la primera parada se bajo rapidamente del autobus.
para ese momento, todos los albañiles al ver que yo no me habia quejado, me miraban desesperados, querían poseerme, querían profanar todo mi cuerpecito, y al verlos, yo me asuste mucho, esas caras llenas de lujuria, sabía que si me dejaba, ellos me harían daño, me lastimarian sin importarles nada, me utilizarian como un pedazo de carne para satisfacerse y me dejarían tirada en la basura, solo con pensarlo, moria de miedo, pero a la vez, mas chorreaba mi vagina.
En eso el camion frena bruscamente, y yo me voy para atras y caigo, ya no tenia fuerzas para sostenerme, quede sentada arriba de uno de los albañiles, con mi faldita levantada, y mi tanguita que no me cubria nada, sentía el pene del albañil, como punzaba entre mis nalgas, y yo muerta de miedo, pero mi cuerpo me traiciono y de manera instintiba, me acomode bien para que mis nalgas quedaran lo mas en el centro y lo mas abiertas posibles, para que su pene pudiera entrar lo mas que se pudiera.
En ese momento, mis pezones estaban muy duros y dejaban notarse entre mi blusita, ya no había nada que me detuviera, todos los albañiles empezaron a tocarme, me metian sus manos por todas partes, apretaban mis pezones muy fuerte, me tocaban la vagina, el estomado, las piernas, y yo ya no pensaba.
Pasamos la escuela y yo no me di cuenta, nunca me baje del autobus, yo ya habia tenido dos orgasmos con las sucias manos de los albañiles por todo mi cuerpo, dos orgamos era el limite de mi cuerpito inexperto, así que me quede desmayada, mientras ellos seguian haciendome de todo.
Escuchaba a lo lejos como decían: «vamos a llevarnosla», «levantala», «cargala», «bajala aqui»
Cuando yo regrese en si y desperte, estaba siendo cargada en el hombro de uno de los sujetos, eran 5 albañiles, me llevaban a la casa donde estaban trabajando, una casa a las afueras de la ciudad, sin nadie al alrededor, empece a asustarme y a excitarme, pensé que ellos me violarian y me matarian para no dejar cabos sueltos.
Empece a gritar y a patalear, pero nadie escuchaba mis gritos y lloriqueos, y por supuesto que mi fuerza no era suficiente para poder hacerle daño a ninguno de esos hombres, fuertes y rudos, aún así con mi instinto de supervivencia hacia que mi cuerpo infantil luchara hasta que no pudiera más…
Quede cansada, exahusta de patalear y de llorar, llegamos a la casa, y no me bajaron con delicadeza, simplemente me dajaron caer, como si fuera yo uno de sus costales de cemento.
Yo sabía que todo esto era mi culpa, porque yo los había provocado, yo iba buscando el pene de mi profesor, sabía que me lo daría y que ademas me trataria bien y me cuidaría, pero me tope con unos maleducados y perversos sujetos.
No tartadon en romper toda mi ropita, quede desnuda completamente frente a ellos, tapaba mis pezones y mis agujeritos con mis manos, y les decia que si me hacian daño yo le avisaría a la policia, y ellos solo se reian.
Me decían: «ya sabemos que eres una putita», «te encantó como te tocabamos», «eres una maldita perrita deseosa de penes, pero no te preocupes, ya vas a cumplir tus deseos».
Me excitaba tanto como me hablaban, entonces ellos se desnudaron, eran 5 penes, grandes, gruesos, bien parados y peludos, parecían penes musculosos, se me empezó a salir la baba, se me derramaba toda mi saliba, moría por probarlos, por tocarlos, por besarlos.
Yo no lo sabía, pero me dí cuenta que yo era una niña sumisa y que ser usada y destruida me encantaba, así que aunque me moría por tener los penes lo más pronto posible, no podía dejarselos facil, tenía que hacer algo para que ellos me trataran peor.
Así que salí corriendo, y gritando, rapidamente me alcanzaron, me dieron dos bofetadas en mi carita, y yo empecé a llorar, no creí que llegaran a tanta rudeza.
Entonces me rodearon y empezaron a poner sus penes en mi cara, uno lo trataba de meter por el odio, como si fuera a poder, si alguien viera ese escenario, lo que vería fuera a una niñita de 6 añitos, guerita chupando penes adultos.
Era tan excitante, me moría por ser profanada, quería más abuso, así que le mordí el pene a uno de ellos, el señor enojado me pego 5 bofetadas, empezo a salirme sangre de la boca, pero yo continuaba chupando, hasta que ellos se dieron cuenta que eso era lo que yo quería, quería ser maltratada.
No espere más y se los pedí, les rogue que me violaran, les gritaba: «No esperen más, porfavor, violenme, violenme toda».
Ellos no esperaron y empezaron a penetrarme, yo ya me había metido los dedos en mi vagina, pero nunca algo tan grande, sentía como me partía en dos, entonces tenía un pene en mi vagia, uno en mi boca y uno en cada mano, pero aún faltaba uno, y yo tenía un agujerito especial para ese pene, era mi anito, el quinto albañil se puso detras de mi, y me la dejo ir, sin ningun lubricante, sin saliba, solo empezo a destrozarme mi culito, me ardia, sentia como si lo hubiera deformado todo, 5 penes usando todo mi cuerpo.
Yo no dejaba de tener orgasmo, porque el dolor era demasiado fuerte y me encantaba como me dolia, despues de 20 minutos así, ellos se corrieron en mi cuerpo, me lo dejaron lleno de semen, nunca había probado el semen adulto, era delicioso, yo lo quería todo en mi boca, pero el señor que me estaba follando mi culito, decidió llenarme el culito con su lechita, yo acepte todo lo que pude, así que el señor agarro un envase de soda vació y me lo metio en mi culito, para que el semen no se me fuera a salir.
Los señores me pidieron un taxi y le dijeron que yo le pagaría, pero no tenía dinero yo, pero ya me las arreglaría para que me llevara a mi casa de regreso, me subieron al taxi y me fui, desnuda, bañada en semen, la garganta me dolia de tanto mamar y mis agujeritos bien abiertos.
Llegué a mi casa, le pase mi numero de celular al taxista por si algun dia se me volvía a ofrecer y le pague con un beso en la boca de lengua, también le deje que me agarrará mis nalguitas mientras me besaba, me las separaba mucho, yo tenía miedo que se me saliera la botella y que se derramará todo el semen en mi culito, cuando termine de besarlo, me metí a mi casa…
Seguiré contando en la tercera parte.
Fantasioso pero me encantó, que seguirá? Baños públicos? Algún parque infantil en la noche? Algún probador de ropa? Sería más rico e inocente que te dejaran solo las calcetas blancas de la escuela sin zapatos y nada más, para que se te ensucien de lo que sea que te echen (lechita, miados) y así huelas más a putita.
Gracias historia espero las demás saludos
Tercera parte