Mi nueva pequeña esposa 3.
Descorche..
Mi boca abre ahora los labios superiores e introduzco mi lengua dentro de su boca. Esta nena dejara de ser virgen de todos sus orificios…
Siento mi verga aprisionada dentro de su pequeño hueco. Mi boca y la suya o más bien, mi boca devoró su boca, sus labios delgados y diminutos.
Al ver qué la nena lo estaba sufriendo saco mi verga y claramente se escucha un descorche PLOP. Al mirarle su sexo, tiene un perfecto orificio, unos hilos de sangre denotan que la nena ya no es virgen. Tomo el lubricante que mi hermano me había compartido y mojando mis dedos los vuelvo a introducir. No hubo ni una muestra de dolor o desprecio. Su cadera se proyecto hacia mí en cuanto mis dos dedos se introdujeron en ella. Mi hermano por su parte continua en su posición de perrito pero ahora está sobre su hijastra, empujando su cadera, mientras con sus manos jala sus diminutos pechos y sus lenguas juegan en sus bocas unidas.
Mi nueva sobrina de 10 años continúa abierta de sus piernas. Mis dos dedos masajean su interior mientras que con mi dedo pulgar abro su esquina superior, ahí donde sus pliegues se unen y cubren su rosado botón. La nena está transformada en una divina puta. Se contorsiona y toma mi mano para acelerar o detener su masaje. Su rostro está encendido. No se si por el sol que le da de cara o por la situación en la que se encuentra. Con mi mano libre retiro la única prenda que aún me vestía. Y sin mayor preámbulo levanto a la pequeña entre mis manos, sus piernas quedan alrededor mío y le indico que con sus manos me abrace. La nena lo hace y su rostro encendido queda cerca del mío. Con mi brazo derecho sostengo la cadera de mi amante en turno y con mi mano izquierda acomodo mi verga al frente de su sexo recién descorchado. Busco la recién inaugurada entrada con el sentir de mi glande y al ubicarla dejo que la nena haga el trabajo posterior. La pequeña niña de diez años, empuja su cadera hacia mi carne, mi sexo vuelve a desaparecer dentro de ella. Pero está vez es ella quien lleva el ritmo de la penetración, con ayuda del lubricante mi verga resbala fácilmente hacia sus adentros. Mi verga está caliente e hinchado hundiéndose en una cueva inexplorada. La boca de la nena se abre para exhalar un quejido pero acercó su rostro al mío y evito que de sus labios brote sonido alguno. Mi hermano empieza a aplaudir en el momento en que las nalgas de su hijastra menor tocan mi cadera. – vaya hermano pensé que tardarias más tiempo en hacer tuya a esa putita!?-
-mmmmmh- solo fue lo que salió de mí boca. Mientras que con mi cuerpo de pie sostengo el cuerpo de mi sobrina. Es más pesado un costal de harina que ella, pero es más placentera su compañía. Mis piernas abiertas me sostienen y con mis manos sostengo su cuerpecito. Sus manos alrededor de mi cuello le dan el apoyo necesario para mi deleite. Comienzo a mover mis caderas en un Vaivén lento, mientras mi sexo comienza a salir y entrar del sexo de mi sobrinita. La nena está como ida con sus ojos entrecerrados haciendo un esfuerzo sobrehumano para no soltarse. Poco a poco voy adquiriendo velocidad de empuje. Nunca me había sentido tan excitado, tan vivo como el tener a una nena de diez años entre mis brazos.
Al poco tiempo la nena empieza a quejarse… De placer. Mis caderas se mueven con mas libertad invadiendo su vagina. Mi verga aún no desaparece por completo dentro de ella, tengo que ser cuidadoso, pero al menos 2/3 ya entran y le dan placer que ningún otro hombre le dará. Mi hermano, no se en que momento cambio de posición porque ahora está acostado mientras su nena está sobre él con las piernas abiertas, dándole la espalda y montando le de una forma que no creerías que una nena de su edad pudiera hacerlo. Brinca sobre él, sin sacarse por completo su verga, que ahora le está abriendo su culo!!!
Al ver eso mi sangre alcanzó el punto de ebullición y sin más por hacer, mis piernas se endurecieron y empuje mi orgasmo hasta dentro de la vagina de la hermana pequeña. Mis brazos abrieron sus piernas que de haber podido la hubiese abierto como canal de cerdo. Al fin mi verga está por completo dentro de la nena rellenando su sexo, mientras mi uretra escupe mi semen e inunda sus entrañas. La cara de la nena es de sorpresa, de asombro con una mezcla de dolor. Sus ojos tan abiertos como su boca y su recién desvirginando sexo. No pronuncio sonido alguno cuando su cuerpo perdió toda fuerza. Y sus ojos se cerraron. Mi Verga salió y un segundo PLOP se volvió a escuchar. Aun con la dureza que me caracteriza después de una sesión de sexo pude sentir el frío de una ráfaga de viento. Al mirar hacia abajo y sosteniendo el cuerpo de mi amante infantil. Vi mi verga cubierta de semen, sangre y lubricantes. Mi hermano por su parte hundió por última vez su verga en el culo de su hijastra mientras aprieta sus dientes y le rellena con su orgasmo líquido. Ambos nos miramos, sudorosos y jadeantes. Las risas se hicieron presentes en el momento.
Excelente. Que rico esas nenas