Mi pequeña cuñada

Una de las cosas mas linda que me han pasado..
Contaré en esta ocasión algo que me paso hace años. 

Conocí a la que es actualmente mi mujer, cuando tenia 15 años, por medio de un amigo que conocía de mis gustos, aunque no a fondo. 

Cuando la vi, logro flechar mi corazón, delgada, pelo negro un un cuerpo hermoso. Desde el primer día en que nos conocimos tuvimos una serie de sesiones de sexo de locura, sin duda algo que no había vivido antes, cogíamos 4 o 5 veces en una tarde, a ella le gustaba y a mi me encantaba. 

Pasamos unos meses de «novios», yo me sentía enamorado de ella, no se si en parte por el tiempo que llevaba de estar solo o porque en realidad algo pasaba en mi interior, la cosa es que en una de esas le digo que quiero que se venga a vivir conmigo. 

Cabe mencionar que a pesar de lo que vivía con ella, el instinto animal por el gusto de las niñas no había parado; no contare sobre la familia de ella para no dar muchos detalles privados. 

La cosa es que antes del año de haber iniciada nuestra relación ya estábamos viviendo juntos, obviamente el ritmo del sexo, cambiaron un poco, no en cantidad si no en las horas, pues ya teníamos más tiempo de tranquilidad, pues la tenia en casa. La calidad aumento pues, nos tirábamos una cogida de una hora o una hora y media (entre juegos, sexo oral y masturbaba su vagina con mis dedos). 

A las semanas de vivir juntos, la mamá vino a conocerme (vivían lejos de la Ciudad), yo no le caí bien en especial por la diferencia de edad, pero al final acepto lo que ella quería. Cabe mencionar que la mamá traía a su hija mas pequeña con ella, una hermosa nena de unos 7 años. 

La visita duro mas o menos unas dos semana, en donde al menos logro conocerme un poco mejor y saber que no era lo que ella pensaba y al menos medio aceptarme. 

Al cabo de ese tiempo mi suegra dijo que se iría de regreso a su casa y mi mujer le dijo que porque no le dejaba a la nena, para ayudarla económicamente, cono una manera de apoyarla, yo en este punto nunca pensé en nada malo con la niña a pesar de mis gustos pervertidos. 

La cosa es que la suegra se va y en la noche mi mujer la iba a dejar en su cuarto, pero la nena le dijo que le daba miedo quedarse sola, por lo que arreglamos un lugar en nuestra cuarto, le pusimos una colchoneta en el suelo. Nosotros nos quedamos viendo televisión en la sala, al buen rato nos fuimos al cuarto y la vimos bien dormida, llegamos al cuarto y empezamos a coger como perros en celo, se me había olvidado mencionar que mi mujer era buena para emitir gemidos altos, no era nada recatada, eran tan altos que casi gritaba; ella no callaba nada como pedir más, decir que era rico,  que la quería mas adentro y todo se tornaba mejor pues cogíamos a obscuras, ya que mi cuarto tenia ventanas especiales que no dejaban pasar la luz. 

Esto lo repetimos alrededor de tres o cuatro noches seguidas, hasta que en la última noche, mientras cogía a mi mujer en un sillón que teníamos en la habitación y el cual era testigo de nuestros encuentros sexuales; la cosa es que sentí un pequeño cuerpo que se movió a la par mía, pero por el momento no le puse atención, terminamos la cogida con mi mujer en la cama y ella se acostó en su lado, pegado a la pared y yo me quede en la orilla. 

Mi mujer quedo tan rendida que escuche como quedo dormida casi de inmediato, cuando sentí  una respiración agitada a la par mía, buscando como tocarme y yo le deje a ver hasta donde llegaba, sentí como agarro mi verga y ella se subió encima mío y para mi sorpresa la nena estaba totalmente desnuda, yo le toque el miquito y estaba super empapada. 

La baje y la tome de la mano y salimos del cuarto y nos fuimos al último cuarto y la eche en la cama y abrí sus piernas y me tire a chupar todo lo que salía de ella, empecé a pasar mi dedo por su culito y el pequeño hoyito de su vagina, cuando ella lo sintió se movió y se ensarto el dedo el cual entro completo, soltando un gemido parecidos a los de mi mujer, luego inserte dos dedos y se empezó a mover mas a profundidad y se me ocurrió probar con un tercer dedo el cual ingreso con dificultad, pero al final ingreso y ya a este punto ella empezó a tener un orgasmo fuerte y profundo, mientras ella tomaba mi cabeza y la hundía hasta casi meter mi cara en su conchita. 

Yo con mi boca llena de sus fluidos me subí hasta su cara y le plante un beso de lengua que lo recibió y devolvió al mismo tiempo, mientras la besaba yo tomaba mi verga poniéndola en su entrada, ella se tomo a mi cuello con sus manos y me tomo con sus piernas mis caderas, siendo ella la que empezó a penetrarse con frenesi, al principio hizo un pequeño AY! pero continuo metiendola lentamente, hasta sentirla hasta el fondo de su cueva, justo al llegar ahí se detuvo y senti su cuerpo empezar a temblar de a poco hasta llegar a un orgasmo fuerte, sintiendo que una correntada caliente bañaba mi pene. 

Justo en ahí fui yo quien tomo el ritmo y empecé a bombearla duro en cada embestida y la escuchaba gemir fuerte y duro (mezcla de placer y dolor sin duda), yo la tome y la puse en cuatro, dejando ver su hermoso culo y un boton (su vagina) hinchada de la calentura que tenia, vi que de ella salian muchos jugos vaginales, yo me lance a chupar los mismo, me los bebia y los terminaba de sacar con mi lengua, mientras ella se retorcia de placer. 

Me pare y apunte mi miembro, abriendo sus labios vaginales con mis dedos y empecé introducirlo, mientras ella con su vocecita decía: SI, MÉTELA TODA, MÁS, QUIERO MÁS POR FAVOR. 

Hice que se corriera dos veces más de esa manera, luego la tome y la puse sobre encima de mí y mientras ella subía y bajaba yo le empujaba hacia arriba con fuerza, hasta que no aguante más y le di vuelta y me puse encima de ella y como loco empecé a penetrarla hasta venirme dentro de ella.  

Ya había pasado aproximadamente casi dos horas desde que me había salido de mi cuarto, así que le dije que entraría yo primero al cuarto y que le dejaría la puerta abierta para que ella entrara luego sin hacer ruido. Antes de irme quise preguntarle quién la había desvirgado y me contesto que en su pueblo cogía con un muchachito de 13 años. Y que desde el primer día en que me cogí a mi mujer ella lo escuchó y que se había ido calentando día con día y que me había visto la verga parada en uno de esos días que  yo me cogí a mi mujer en la cocina. 

Al día siguiente, mi mujer me dijo que saldría a comprar unas cosas para la casa y que si se podía quedar la niña, pues iría a hacer varias vueltas, yo le dije que no había problema. 

Paso la mañana y mi mujer no se había ido y para no levantar sospechas yo ni pregunte nada, al rato me dio sueño y le dije a mi mujer que me recostaría a darme una siesta. 

No sé cuanto tiempo me había dormido, cuando sentí que me movían, cuando abrí los ojos estaba en una minifalda sin calzón y me dice: YA SE FUE Y ME DIJO QUE TE AVISARÁ CUANDO TE DESPERTARAS Y QUE NO LLEVA LLAVE. 

Solo alcance a estirar mi mano y tocar su ranita pelona y ya mojada, le dije: ¿ESTÁS CALIENTE? Me contesto bajando mi short y saliendo mi verga ya parada, pues no uso nada debajo. 

La desnudé y empecé a besar su boca, mientras mis dedos en su pequeña vagina en forma circular, ella solo gemía, hasta que soltó un squirt, el cual me agache a beberlo. 

Esta vez también la puse en cuatro y se la metí un poco menos de la mitad, sacándola y metiéndola, mientras uno de mis dedos empezó a escarbar su ano, ella se movía de manera que buscaba meterse el dedo, luego metí dos, hasta llegar a tres dedos. Ya en este punto ella yo era una máquina de sexo sin control, la había hecho acabar dos veces más, cada vez que lo hacía, parecía que eyaculaba, el olor que su cuerpo emanaba era de mujer en celo, a esto agreguémosle que le había pedido por la mañana que no se bañara. 

Puse la cabeza de mi verga en su culito ya dilatado, no tuve necesidad de ensalivarme la verga, los mismos jugos de ella, tenían bien mojado mi miembro. 

Empuje mi miembro de a poco, hasta que ella empezó a quejarse de que le dolía, me quede quieto un momento, mientras masajeaba su clítoris y ella empezó a relajarse y a menear sus caderas, indicándome que podía seguir empujando. 

Logre meter unos ¾ de mi miembro y volví a darle un tiempo y ella dice: NO PARES MÉTEMELA TODA.  

Se la metí toda y ella dio un grito, más que de dolor fue de placer, me dedique a meterla y sacarla, ella gemía y gemía, ella se vino dos veces más hasta que yo me vine dentro de ella, depositando mi semen en sus intestinos. 

Me quedé encima de ella, con mi miembro adentro, hasta que se fue poniendo flácido, terminamos bañados en sudor como que hubiéramos estado en un baño sauna.  

La mandé a bañar, no sin antes darnos una agasajada, y una metida más por su vagina, ya no acabamos porque le dije que su hermana podría estar por llegar. 

Me quedé en la cama y me volví a dormir hasta que mi mujer me despertó, bajamos al comedor y nos pusimos a platicar, mientras la nena está viendo televisión y eventualmente abría sus piernas para mostrarme que estaba sin calzón. 

Mantuvimos una relación por varios años, donde pasaron muchas otras cosas y aventuras con otras niñas, niños y adolescentes. 

Pero eso algún día lo contaré.