Mi primer amor.
Cómo siendo una mocosa, termine enamorada y enredada con un amigo cincuentón de mi papá..
Está vez te quiero contar sobre mi primera vez.
Hola, perdón por tardar tanto tiempo, la verdad he estado muy ocupada pero aquí estoy de nuevo, está ocasión quiero contarte cómo fue mi primera vez, cómo fue que comencé mi vida sexual y como me «enamoré» de un hombre mucho mayor que yo.
Corría el ya lejano 2009, yo recién tenía 13 añitos y aunque ya sabía sobre el sexo, nunca había pasado de tocarme algunas veces, lo más que llegue a hacer eran videollamadas en algunas plataformas, mostrarme desnuda y nada más.
Por aquel entonces, un amigo de mi papá a quien llamaremos Joel, estaba de invitado en casa, mientras terminaba de construir la suya, Joel llegó con sus dos hijos, un chico de mi edad llamado Joel igual que su padre, y su hermana dos años mayor de nombre Johanna.
Su estancia en casa de mis padres duro casi un año, tiempo en el cual compartí habitación con Johanna, quien al ser mayor me enseñó sobre muchas cosas.
Una de esas era como tocarme y sentir más placer, lo admito, me volví una pajera de lo peor, cada que me bañaba aprovechaba para tocarme, cada oportunidad estando sola, la usaba para explorarme, y fue ahí donde todo comenzó.
Era una tarde de Junio, todos estaban en casa y yo, con ganas de eso; tome una toalla, ropa interior y rápido me metí al baño, apenas entre a la regadera comencé a frotar mi entrepierna bajo el chorro del agua, pellizcaba mis pezones y amasaba mis pechos mientras frotaba mi clítoris con desesperación, ahí estaba la pequeña Kitty absorta en sus asuntos, cuando escucho que la puerta del baño se abría, en mi veloz movimiento para estar sola, olvide poner seguro a la puerta, cuando volteo y miro a Joel grande entrar al baño. Ambos quedamos estáticos, me miró de arriba a abajo, y yo solo alcance a abrir la boca asustada, abran sido unos segundos que parecieron horas, yo desnuda con una mano en mis pechos y otra en mi vulva, y el admirando la escena.
K: está ocupado!!
J: perdón hija!
Cerro la puerta, y me dejó sola de nuevo, yo no supe si seguir en lo mío, o apresurar mi ducha y salir lo más rápido posible, al final opte por lo segundo.
Esa tarde, en un momento que Joel aprovecho y hablo conmigo
J: Perdona hija, no era mi intención entrar, no escuché la regadera y como la puerta no estaba asegurada… Pues entre.
K: no te preocupes tío, olvide poner el seguro, solo no digas nada de lo que estaba haciendo, si? Porfis.
J: soy una tumba hija, no te preocupes, pero no crees que estás muy chiquita para hacer eso?
K: no se, mejor hablemos de otra cosa.
No paso nada más, el se fue y yo me quedé pensando en eso. Mi tío, amigo de mi papá me había visto desnuda, y no solo eso, me vio mientras me estaba masturbando.
A la noche, Johanna me platico sobre su novio y que se estaban preparando para hacerlo, su plática me calentó un poco, y esa calentura trajo a mi mente la imagen de su papá viéndome desnuda en el baño, terminé caliente y apenas Johanna se quedó dormida, aproveche para terminar lo que había iniciado en el baño, imaginaba a Joel mirándome mientras jugaba con mi vulva, me humedeci bastante, y tuve que morder mi almohada para callar mis gemidos cuando porfin me vine.
Joel ya se había metido en mi cabeza. El no era guapo, era más bien mal encarado, muy alto, y con un cuerpo musculoso, más por su trabajo que por otra cosa, sus brazos gruesos y sus manos grandes, y una voz muy profunda, pero muy amable y cariñoso. Lo recuerdo y me mojo aún.
La verdad no me animaba a más, era ilógico para mí en ese momento que un hombre como el se fijará en mi, más su siendo yo una mocosa de 13 años. Eso sí, muchas de mis sesiones de amor propio, fueron pensando en el.
Al cabo de unos meses, o casi un año, termino su casa y por fin se fueron, para celebrar, hicieron una comida en esa casa nueva, a la que obviamente mi familia estaba invitada, la fiesta estuvo bien, hubo bebida, baile y todas esas cosas, a la noche, cuando mis papás decidieron que era hora de irnos, les pedí por favor que me dejarán quedarme a dormir, yo con la intención inocente de quedarme a dormir en la habitación de Johanna, y recordar cuando era mi cuarto nuestro dormitorio. Aunque al principio no aceptaron, Joel terminó convenciendolos.
J: déjenla, es justo que ahora ella duerma en la habitación con mi hija, al menos así le regresa el favor.
Queriendo o no, mis papás aceptaron, se fueron sin más y yo me quedé con Johanna y Joel hijo platicando de cosas. La fiesta siguio, y Joel comenzó a beber, Joel hijo se aburrió y terminó yendo a su cuarto, mientras Johanna coqueteaba con los hijos de sus invitados.
A la noche, cuando todos se habían ido ya, Joel comenzó a recoger un poco, así que me puse a ayudarle.
J: Gracias hija, pero no es necesario, ve a dormir ya, solo recojo un poco más y también iré a dormir.
K: no te preocupes tío, te ayudo para que acabes rápido.
J: ok hija.
Recogimos apenas la basura, y ya, pero el problema fue cuando intentado recoger debajo de una mesa, sin querer la golpee y tire unas botellas, mismas que me bañaron de refresco, alcohol y cerveza.
Joel se rió, y yo me quedé ahí toda bañáda de porquería y media.
J: ya déjalo así hija, será mejor que te metas y te des una ducha.
K: perdón tío…
J: ya, ya, no hagas bulla, ahorita te busco una pijama de Johanna para que te vistas.
Y así fue, me metí y fui directo al baño, me desnude y me metí bajo el chorro del agua, a los minutos, Joel me gritó desde afuera.
J: Kitty, aquí te dejo una pijama de Johanna, aunque no se si te quede.
Ok, conteste. Termine de bañarme y oh sorpresa, olvide tomar una toalla, tome mi blusa y como pude la use para envolver mi cabello mojado, pregunté si había alguien afuera y al no recibir respuesta me asome, no había nadie, y la pijama estaba sobre una mesita, tendría que caminar un par de metros desnuda para tomarla, cosa que hice, nadie vio, y rápido me metí al baño de nuevo. Trate de secarme lo más que pude, cuando de repente se abrió la puerta, era Joel, de nuevo estaba yo ahí completamente desnuda, y el de nuevo observandome, trague saliva, y está vez no dije nada, me quedé petrificada, y en mi mente solo estaba ese recuerdo de la primera vez que nos pasó eso; Joel, quizá por el alcohol, se quedó ahí en lugar de salir, miraba mis pechos, y bajaba su mirada a mi vagina, volteaba a ver mi rostro y después volvía a recorrer mi cuerpo con la mirada, está vez no fueron unos segunditos, fue más tiempo, podía sentir el peso de sus ojos observando cada parte de mi, cuando por fin reaccione, cubri mis pechos con una mano, y mi vagina con la otra, Joel trato de decirme algo, y de repente se escucho un grito.
Johanna: Papáaaa!!
Joel reacciono, se dió la media vuelta y salió sin más, yo me apresure a vestirme y si, tenía razón, la pijama de su hija me quedaba pequeña, aunque Johanna era más alta, también era mucho más flaquita, contrario a mi, que a esa edad ya tenía el cuerpo más de mujer que de niña.
Aún así, no me quedaba de otra, salí vestida, y me fui a sentar mientras Johanna y su papá hablaban. No paso mucho tiempo, cuando Joel salió, me vio y me dijo, ven mi niña, te daré una toalla para que saques tu cabello. Yo lo seguí, fuimos a un closet y comenzó a buscar la toalla, al tiempo comenzamos a hablar.
J: disculpame hija, escuché que la puerta se cerró y creí que ya habías salido, por eso entre.
K: ay tío, ya es la segunda vez que pasa…
J: Discúlpame hija, de verdad lo siento mucho
K: y está vez tardaste más…
Joel trago saliva.
J: perdón, es solo que…
K: que?
J: nada hija, solo olvidemoslo, ok?
En ese momento, te juro que no que paso por mi cabeza, inocencia, calentura, curiosidad o si simplemente mi boca no estaba conectada a mi cerebro.
K: y te gustó? Te gustó verme así tío?
J: ay hija, que cosas preguntas.
K: eso significa que si?
J: pues si, si me gusto…
Fue ahí, algo hizo click en mi, recordé todas esas veces que me toque pensando en el, y mi vagina hizo lo mismo pues de inmediato sentí como me humedecia.
Quedamos unos segundos en silencio, y cuando me di cuenta estaba desabotandome la pijama para mostrarle mis pechos, Joel quedó hipnotizado con la vista que tenía y lentamente comenzó a acercarse, estiró una mano y comenzó a tocar, amasaba mis pechos y los estrujaba, yo me contenía, mordía mis labios tratando de silenciar mis gemidos, y de un instante a otro paso de tocarme a chupar descaradamente mis pezones, a ambos les daba la misma atención, uno y luego el otro, me llevo lentamente a su cuerto y ahí terminé de quitarme todo, me senté a la orilla de su cama y comenzó a besarme de la forma más tierna y caliente que te puedas imaginar, comenzó a quitarse la ropa y cuando al fin estaba desnudo pude admirar su cuerpo de macho, me recostó con delicadeza en su cama y seguimos besandonos, bajo su mano a mi vulva y con delicadeza comenzó a frotarla, beso mi cuello, mis orejas, bajo de nuevo a mis tetas que ya tenían los pezones firmes, beso mi abdomen y bajo a mi vientre, yo dejaba que me hiciera todo eso sin decir nada, solo luchaba por no hacer ruido, mordía mis labios y me resistía a mi misma; subió de nuevo y continuo besándome, tomo mi mano y la dirigió a su verga, estaba tan dura y tan caliente, podía sentir como palpitaba por la sangre que circulaba en el, sobaba su pene como tratando de masturbarlo, y el no dejaba de besar mi cuerpo.
Se subió encima de mi, abrió mis piernas y punteaba su verga en la entrada de mi vagina, en ese momento perdí la batalla contra mi misma, y comencé a gemir.
J: ahora se que te está gustando
K: siiiiii! Se siente… Se siente muy rico -conteste entre gemidos y con la voz entrecortada-
Su glande jugaba con mi clítoris, amagaba con penetrarme, y luego lo alejaba, dejo de besarme para volver a bajar, abrió mis piernas y comenzó a darme lengua, recorría los pliegues de mi vulva, metía la punta de su lengua dentro, y bajaba hasta el orificio trasero, yo estaba a mil, cada lenguetazo me hacía retorcer, tome su cabeza y la empujaba contra mi sexo, el aprovecho y me lamía más profundo, comenzó a succionar mi clítoris, al tiempo que metía un dedo en mi, era increíble la sensación, no me dejaba descansar y cuando menos imaginé… Tuve un orgasmo, lo jale del cabello y lo empuje tanto como pude a mi vagina, se trago hasta el último de mis fluidos, yo había quedado en shock, había sido un golpe de sensaciones placenteras, volvió a subir y de nuevo comenzó a besarme, como pude reaccione y le correspondí, de nuevo tome su pene que ya se sentía baboso…
J: me toca…
No supe de que hablaba, solo lo ví que abrir mis piernas y levantarlas, escupió en su mano y embadurno su ya de por si lubricada verga, ahí entendí a qué se refería. Comenzó a penetrarme; aún con lo lubricada que estaba, sentí como me abría de a poco, apenas llevaba la cabecita dentro cuando topo con mi himen, por un momento pensé que se detendría ahí, me dió un beso, su lengua entro en mi boca buscando a la mía, y en el momento en que lo hizo, de una sola embestida metió su verga completa en mi.
K: Ay! Duele, duele!!
J: tranquila, se va a pasar.
Estando dentro ya, paro unos segundos, me vio a la cara y vio salir una lágrima de mis ojos, cuando comenzaba a bajar lamio mi cara para recogerla, me beso de nuevo y comenzó el mete y saca, aún me dolía, aunque era bastante soportable, me queje un poco aunque rápido mis quejidos cambiaron a gemidos, comenzó a cogerme con fuerza, su cuerpo caliente sudaba y su sudor caía sobre mi, lo abrace con las piernas y el momento se convirtió en una escena memorable, ahí estaba yo, con trece años, acababa de perder la virginidad con un hombre de cincuenta. Estaba disfrutando el momento y el obviamente también, no flaqueo ni por un segundo, me besaba en la boca, en el cuello, nuestras lenguas luchaban, lo rodee con mis brazos, y comencé a corresponder sus cariños, bese su cuello lleno de sudor, buscaba su boca para besarla, cuando bajaba a besar mis tetas yo besaba su cabello, habrían pasado no se, 15 o 20 minutos quizá más, cuando sus embestidas se volvieron lentas, pero más fuertes, cada golpe me acercaba a otro orgasmo que sentía venir.
K: no pares tío, siento muy rico, no pares por favor…
J: ya voy mi amor, ya voy.
De un momento a otro comenzó a embestir con más fuerza aún, y yo comencé a venirme de nuevo, lo abrace con fuerza, enterré mis uñas en su espalda y apreté mis piernas contra su sexo, explote con más placer que antes, y apenas termine, el comenzó a venirse también, rápido saco su pene y eyaculo sobre mi vientre, una gran cantidad de leche quedó sobre mi piel, el cayó a un lado y yo recogí un poco de su leche para probarla, un sabor un poco salado, pero que para mí era delicioso, intento limpiarme con su camisa, pero le dije que lo dejara ahí un rato más, su semen caliente me hacía sentir algo, que era suya, que ahora yo le pertenecia.
Después de un rato lo deje limpiarme, no metimos a su baño y nos bañamos juntos, me limpio a detalle, enjabono hasta el último rincón de mi cuerpo, me enjuagó con ternura, beso y saboreo de nuevo cada parte de mi cuerpo, terminando me envolvió en una toalla y me cargo hasta su cama, me seco con devoción, me puso de nuevo la pijama y hablo conmigo.
J: Gracias por esto, pero sabes que nadie puede enterarse, tu papá es mi amigo y no quiero que se arruine por esto.
K: no te preocupes tío, nadie se va a enterar.
Me dió un beso y me acompaño hasta la recamara de Johanna, quien parecía estaba dormida desde hacía un buen rato.
Tuvimos relaciones una vez más después de esta, aunque cuando había oportunidad siempre había algo, toqueteos, besuqueos e incluso un poco de voyeur/exhibicionismo, aunque yo se lo pedía, o prácticamente le rogaba que me cogiera de nuevo, el no acepto, pero prometió que cuando tuviera la edad suficiente lo haríamos de nuevo, afortunadamente, como te dije una vez más al menos, sucumbió ante mis encantos. Joel se convirtió en mi primer amor, un amor platónico por así decirlo, ahora, a mis 28, aunque sería completamente normal tener relaciones con el, ya no podemos, vivimos en ciudades diferentes y no nos vemos seguido, sin embargo, a sus ahora 65 años, sigue siendo un amante formidable, mucho mejor que varios chicos de mi edad o más jóvenes, y cuando existen esas oportunidades de estar con el, disfrutamos y recordamos esa primera vez, aún sigo sintiendo que soy suya y le pertenezco, aunque de una forma distinta, además, valora mucho la amistad de mi papá, así que sigue siendo nuestro secreto.
En fin, aquí termino este relato, que espero te guste muchísimo, por favor, recuerda dejarme tus comentarios, eso me ayuda mucho a saber si te gustan mis historias y además así podemos interactuar un poco, y también calificalo, eso es muy lindo.
Te mando muchos, muchos pero muchos besitos en dónde tú quieras. Bye!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!