Mi primera experiencia como violador
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola
Mi pseudónimo será Eduardo y desde hace un año vengo violando chicas. Esta vez relataré la primera vez que lo hice.
Yo tengo 24 años, soy de Lima, Perú. Siempre he tenido una atracción muy fuerte por las chicas vírgenes, por ser el primero en estar con ellas, por ser el que “las inaugure” y como sé que seducir toma tiempo y a veces no es efectivo opté por violar chicas, sobre todo escolares…
Durante un tiempo me fui a vivir a las afueras de Lima, por seguridad no especificaré el lugar, pero es afueras de la cuidad, hacía un lado que es campo y que recién empieza a construirse la cuidad…
Siempre pasaba con mi carro por una calle que de día se veía solitaria y que ni siquiera tenía postes de luz, ya era de imaginarse cómo era de noche. En el día, al medio día, había visto a muchas escolares salir de sus escuelas, algunas pasaban por ahí, pocas debo admitirlo… pero algunas lo hacían. Fui una vez por esa callecita que me llamaba la atención, se llamaba calle Los álamos, el nombre es para reírse pues en otro distrito hay una urbanización con ese mismo nombre que es de lo más exclusiva, por el contrario estos álamos eran exactamente al revés. Fui por esta calle un día para saber qué había al llegar a su final, sólo había chacras por lo cual las chicas que allí llegaban eran hijas de campesinos… por increíble que parezca, en Lima, había chacras aun…
Al salir de esa calle me crucé con una escolar, casi blanca, bonita, tendría unos 14 ó 15 años, vi su uniforme y la hora a la que pasaba por la zona así que decidí que ella sería mi primera victima.
Al llegar a mi casa empecé a alistar las cosas que usaría para la violación del día siguiente, un trapo, cloroformo y una sabana grande. Fuera de mi casa tenía alquilado un cuarto donde guardaba cosas y esta vez serviría para violar a una escolar, allí tenía una cama no muy grande, me consegui unas sogas con la que amarraría los brazsos de la chica, una cinta para ponérsela en la boca y un pasamontañas para cubrirme el rostro…
Al día siguiente fui a la calle mencionada, llegue 20 minutos antes de la hora a la que la chica había cruzado un día antes para estar seguro que la vería, esperé, esperé y espere… ya había transcurrido más de una hora pero no llegaba… pensé que quizá ese día había ido de visita y que no la vería más, por lo cual empezé a ver a otras escolares que también pasaban por ahí… pero quería esperar, al final nunca llego.
Decidí intentarlo al día siguiente, esta vez si no cruzaba la chica trataría de violar a otra. A penas 5 minutos después de la hora a la que esperaba que cruze la chica, ella pasó por la zona. Yo estaba afuera de mi carro, cuadrado en una esquina cerca a la avenida principal, haciéndome el que limpiaba el vehiculo, me acerque a la avenida a ver si no venia nadie, sólo venía un bus de transporte a toda velocidad, por lo cual es camino estaba listo para mi plan… mojé rápidamente el trapo con el cloroformo y sigilosamente me acerque por detrás a la chica, tenía nervios al hacerlo, qué tal si no funcionaba, gritaría y sería tremendo espectáculo, podría acabar mal… pero llegue hasta ella, justo iba volvear pues notó que alguien se le acercaba, pero le puse el trapo en la cara y ya no pudo decir nada, llegué a oír un murmuro pero no pasaron ni 30 segundos y cayo desmayada… la cargué y la lleve a mi carro, la cosa era actuar con naturalidad por si alguien se cruzaba, pues por más abanonada que fuera la zona podría venir alguien, era la calle a las finales.
Justo cuando la dejaba en el asiento de atrás paso alguien por el lado de enfrente, me miró un poco raro pero traté de actuar con normalidad. Despues le puse la sabana encima para que nadie viera que llevaba a aguien en el asiento posterior, cerre la puerta y me dirijí hacía el cuarto que tenía alquilado, allí se consumaría el acto.
Si fue difícil dormirla y subirla, más lo fue bajarla y llevarla hasta mi cuarto que estaba en un segundo piso sin que nadie sospeche nada. Pero lo logré, temía que se despierte antes de amarrarla, temblaba un poco mi cuerpo ante la idea de ser descubierto, pero no ocurrió nada… le puse la cinta a la boca y yo me saque la ropa lo más rápido que pude, me puse el pasamontañas por si despertaba y me veía y la desnudé.
No despertaba, suerte de principiante, pensé. Le saqué toda la ropa salvo el calzón, quería que quedara así para cuando despertara, le amarré los brazos a los bordes de la cama para que no los pueda mover… por más que desperta ahora ya era tarde, sería mi victima. Prendí una radio para que haya un poco de bulla ante posibles ruidos que pudiera hacer la chica y que alertaran a los vecinos. Ella aun no despertaba. Pasaban los minutos y seguía sin despertar por lo que opté por tratar de despertarla. Empezó poco a poco a abrir los ojos, no quería violarla estando ella inconsciente, quería que viera todo, que lo sintiera, que sufra o que lo disfrute, pero que lo viva.
Despertó completamente.
Uuummmummmm –decía.
Cuando la capturé en la calle llevaba su mochila de colegio, en ella sus cuadernos y pude ver que se llamaba Lorena y cursaba el tercer año de secundaría de un colegio de la zona.
Ya despertaste –le dije– tranquila chibola (así le decimos a las chicas menores en Perú) te voy a violar, te voy a hacer mía, ves mi pene, está erecto y listo para penetrarte.
Ella empezó a sacudirse por lo que le tiré una bofetada. Sin embargo no dejaba de moverse y hacía ruido, recordé que tenía un cuchillo guardado, saqué éste y la amenacé con matarla. En realidad no lo hubiera hecho, pero la idea era asustarla para que no haga bulla. Seguramente decía muchas cosas pero no le entendía ninguna, tenía tapada la boca… me provocaba quitarle la cinta para que hable pero si lo hacía podría gritar que alguien la ayude y se complicaría todo… así que la deje con la boca cubierta con la cinta.
Despues de amenazarla con el cuchillo se calmó un poco dejó que le hiciera lo que quisiera, empezé a manocearla, me eché sobre ella, bese su cuello y sus pechos riquísimos como los de toda adolecente, comenzé a bajar hasta su calzon, quería bajárselo ya y penetrarla, inagurarla… bueno, suponía que era virgen, por su edad tendría que serlo, seguía agarrando su cuerpo, sus piernas gorditas, riquísimas. De los bordes de su calzon se veía un poco de bello púbico. Decidí sacarle su ultima prensa. Ella me miró con pánico, como pidiéndome que no lo haga. Empezé a agarrarle su vagina y ella comenzó a llorar.
Dime algo, eres virgen –le pregunté.
Ella no manifestaba nada, quería que moviera su cabeza afirmativa o negativamente.
Si eres virgen te perdono y te dejo ir –le dije.
Abrió sus ojos y movió la cabeza diciendo que sí. Solté una gran carcajada.
Piensas que realmente te voy a dejar ir más ahora que sé que seré el primero –le dije.
Nuevamente empezó a moverse, a sacudirse, murmuraba cada vez más alto, por lo que volví a golpearla. Y nuevamente le mostré el cuchillo para amenazarla.
Abre tus piernas y deja violar –le grité.
Ella lloraba y movía su cabeza pidiéndome que no lo haga. Pero lentamente abrió sus piernas. Pude revisarla y vi que verdaderamente la entrada de su vagina era muy chica, tenía que ser virgen. Era una chica de 14 ó 15 años virgen, con la que tendría sexo. Le puse un cojín por debajo de la cintura para que su vagina quede más a mi disposición. Coloque mi pene en su entrada y le dije:
Mi amor, disfrútalo, que yo lo voy a disfrutar. Ser el primero para cualquier hombre es un privilegio, y yo seré el primero para ti y eso hagas lo que hagas, pase lo que pase, nunca lo podrás cambiar –le dije con voz suave.
Ella sólo lloraba y lloraba, resignada a su destino. Trate de acomodarme y ella movió sus piernas tratando de patearme. No podría amarrarle las piernas, si no cómo la penetraría.
Te vuelves a mover y te lo voy a temer bien fuerte ¿ok? –le amenacé.
Ella seguía moviéndose así que de un solo golpe la penetré.
UUUUMMMMMM!!!!!!! –murmuró ella.
Empezó a llorar mucho más, se notaba que le había dolido mucho.
Al fin soy el primero, y eso es para toda tu vida –le dije.
Ya rendida ella, sería fácil todo lo demás. Saque mi pene y tenía sangre, la sangre de esa chica a la que acababa de desvirgar.
Volví a temérselo y me eche sobre ella, empecé a meterlo y sacarlo, ella cerraba los ojos y murmuraba con dolor, en tanto yo besaba sus pechos, le agarraba la cintura con una mano y con la otra parte de su trasero que sería mi siguiente objetivo.
Disfrútalo mamita, que soy el primero para siempre –le dije.
Estuve así algunos minutos, era delicioso penetrarla, estar con ella, ser el primero.
Empecé a sentir que iba terminar y se lo dije.
Ya voy a acabar mi amor, hay se me viene –alcance a comentarle,
Ella abrió sus ojos como platos, movía la cabeza diciendo que no y trataba de empujarme hacía arriba pero sus esfuerzos fueron en vano.
AAAAAAAAAHHHHHHH!!!!! Me vine –dije.
Ella murmuro fuerte y empezó a llorar más todavía.
Había terminado con su virginidad y también había terminado dentro de ella. Lo siguiente era ver cómo haría para penetrarla por su ano, seguramente virgen también.
Descanse un rato hasta tener fuerzas de nuevo, tenía curiosidad por que ella hablara así que tomé el cuchillo, le dije que la dejaría hablar pero que si gritaba la mataría. Puse el cuchillo al lado de su cuello y le saque la cinta.
Por favor ya déjame ir, te juro que no diré nada –murmuro.
Te llamas Lorena ¿verdad? –contesté.
Si –dijo llorando.
¿Cuántos años tienes Lorena? –pregunté.
14 –contestó y seguía llorando.
Eras virgen Lorena, yo soy el primero en tu vida –dije para molestarla.
¿Por qué me haces esto si yo no te he hecho nada? –dijo.
No me haz hecho nada pero me pareciste muy linda cuando te ti, además nunca había estado con una chica virgen y tú nunca habías estado con un hombre, era lo justo ¿no? –respondí.
Ella sólo seguía llorando. Opté por volver a taparle la boca y empezé a desamarrarle los brazos. Ella con si mirada parecía sentir alivio pues pensaba que ya había acabado todo. Pero sólo le amarré los brazos en posición contraria para que esté de espaldas. Cuando se dio cuenta que no la liberaría me miró con sorpresa.
Hacemos una más y te dejo ir –expresé.
La había puesto de bocabajo, ella no entendía lo que pasaba. Le dije que se ponga en posición perrito y sorprendentemente ella colaboraba. Pensé o que no sabía lo que quería hacerle o que estaba resignada a colaborar para poder irse.
Ya en esa posición le abrí las nalgas con las manos, ella volteo su cabeza con fuerza y empezó a murmurar mucho más que al principio. Le jale fuerte del cabello y le mostré nuevamente el cuchillo.
Mira chibola o te dejas hacer por atrás o te mueres –grite.
Ella sólo bajó la cabeza. Tomé un frasco con vaselina (una grasa que se hechan algunas mujeres) para pasársela por el ano, así le dolería menos… para los que piensen que soy poco considrado.
Puse mi pene en la entrada de su ano y empezé a metérselo. Se notaba que se aguantaba el dolor, quería gritar pero no podría hacerlo. La entrada era algo difícil por lo que me ayudé con mis dedos, le abrí así el ano para que fuera fácil penetrarla luego. Una vez listo su ano la penetre.
Lorena lloraba con cada penetración mía, cada vez que se la metia y sacaba, le dolia, lo podría notar. Pero para mí era delicioso, era ajustado, rico. Y el panoraba favorecía ese placer. Podía ver todo su culo a mi disposición.
Ummmmjummmm –una vez.
Ummmmjummmm –dos veces.
Ummmmjummmm –tres veces.
Ummmmjummmm –cuatro veces.
Eran incontables sus murmuros. Hasta que sentí que me iba venir nuevamente. Saque mi pene de su ano y me puse hacía el otro lado, hacia su cara, me masturbé frente a ella queme miraba con sorpresa hasta que AAAAAHHHHHH me vine en su cara, uno, dos tres chorros de semen mancharon su hermosa cara de mi tierna victima adolecente. Por un momento huiera querido quitarle la cinta de la boca para acabar en ella y que se pase mi semen pero temía que ahora si pudiera gritar.
Acabado esto la obligue a bañarse para que no quede rastro de lo que había pasado. Hize que se vistiera, aun con la cinta en la boca y siempre amenazada por el cuchillo, y luego la volví a dormir. Le tome algunas fotos para el recuerdo, con su uniforme y sus piernas bien abiertas mostrando su calzón.
Dormida así la subí a mi carro y la lleve al lugar donde la había capturado, la dejé echada entre los arbustos, imagino despertaría más tarde. La primera violación estaba consumada.
Ricooo