Mi primera vez..
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aquel día, como olvidarlo, entre llantos me dispongo a contarlo, para evitar que cosas así vuelvan a suceder.
Corría el año 2007, mis 15 años serían el 13 de febrero del presente año, mi cuerpo ya mostraba los rasgos de la madurez, mis pechos firmes y grandes, al igual que mi colita paradita eran la delicia de todos los muchachos del barrio, a los que disfrutaba haciendo excitar. Mis padres siempre habían deseado hacer una gran fiesta, debido a que era la primera de tres hermanas en alcanzar esa edad y además la preferida de mi padre, el cual aún continuaba duchandome esporadicamente (esto no lo sabe ni mi madre, pero siempre ame esas duchas, donde me lavaba hasta lo profundo de mi cuerpo), siempre decia que me tenia que duchar para constatar que aún era virgen, en realidad yo supuse que lo que queria era acariciar mis partes, lo que me hacia calentar cada día más, siempre anhele tener relaciones con él, deseaba ser penetrada por ese miembro tan grande y a la vez experimentado, y que su lengua en vez de su mano sea quien investigue mi virginidad.
Sin irme de mi relato, tres días antes de mi cumpleaños, un amigo me invito a su casa, aludiendo que deseaba que le explicara unas cosas de la escuela, ya que debía rendir una materia en febrero, me dirigí allí, vistiendo una minifalda bien cortita y suelta, y un top con un escote bien marcado, y un buen baño de aceite que permitia lucirme más, mi intención era ver cuanto podía estudiar sin excitarse. Cuando llego a la casa, sale su hermana a recibirme, recién salida de la ducha, envuelta en una manta, saluda, me hace entrar, y dice que el hermano había salido a hacer un mandado y enseguida llegaba. Estaba sentada a la mesa, con las cosas de la escuela desparramadas, viendo el tema que debería explicar, y allí siento que algo me agarra por la cintura, como una especie de soga que me ata a la silla, luego de eso entraron cinco muchachos de entre 16 y 18 años, todos con un cuerpo bien trabajado y completamente desnudos, allí me asuste, y empece a decir “¿qué clase de broma es esta?”, “¿qué están haciendo?”, “¿Están borrachos?”, a lo que ellos contestaron que solo querían hacer una prueba, y consistía en averiguar cuanto podía aguantar sin desmayarme, ahí me di cuenta que eran los chicos a los que tanto había molestado los últimos tiempos.
Enseguida, el más grande de ellos, de 1,85metros, y mayor musculatura que el resto se acerco a mi y me dijo: “ahora vas a conocerme”. Ahí comenzó a tocarme los senos -a través del top-, podía ver como su pene se ponía erecto y su cuerpo comenzaba a sudar, sin pensarlo metió sus dedos, uno a uno en mi “cosita virgen”, y luego de un golpe me desnudo, yo continuaba plenamente atada, sin poder siquiera moverme, y parecía que él iba a lograr lo que quería, estaba asustada y llorando, y a la vez excitada, pero aún quería tener mis piernas cerradas, para evitar ser penetrada por estos muchachos, o eso pensaba yo. Ahí fue cuando uno de ellos dijo, no le hagamos nada, dejemosla así, y listo, es muy nena todavía y está toda asustada, eso me alegro por un momento, hasta que vi que el más grande lo agarro a este, y lo puso de cara al piso, y sin dudarlo penetro su pene en el trasero, una y otra vez, era un panorama oscuro, el chico tirado al piso, llorando y sangrando por su ano, y el mayor, gritando groseramente, “¿Alguien más se opone?, ¿Alguien más?”, parecía gozar con aquella penetración, que termino cuando su leche inundo a este muchacho totalmente humillado. No necesite nada más para darme cuenta que iban a lograr lo que se habían propuesto, desvirgarme y atravesarme tantas veces hasta que me desmayase. Pedí una y otra vez que tuvieran piedad, que si querían podían turnarse en la semana y tenerme por separado, para hacer conmigo como quisieran, ellos dijeron, para que esperar, te tenemos ahora y vas a darte cuenta lo que es el sexo duro. Ahí me soltaron de la silla, intente en vano escaparme, ya que recibí una cachetada y luego sentí que entre mis piernas algo comenzaba a pasar, ahí me di cuenta que un pene de 35 cm estaba acercándose a mi vagina, y que no iba a detenerse, y de hecho no se detuvo (lloro al recordar esto), y me desvirgo por adelante, me alzo con sus brazos, separandome de la silla y se sento en el suelo, luego me puso boca abajo y continuo con su “labor” (según ellos decían) cuando estaba explotando de dolor, sentí que algo me chorreaba por la colita, era vaselina, en seguida, otro de los chicos me penetro por atrás, a lo que pensé moriría, pero no.. podía aguantar eso, aunque lloraba de dolor, a la vez recibía espasmos de placer, y luego comenzaba a sangrar, entre gritos, insultos, y golpes, pude ver que al chico que estaba tirado en el piso, le estaban realizando una penetración tras otra, sus piernas estaban inundadas de esperma y su cara también, su palo estaba como sin forma, chorreando algo, y sus manos agarraban sus piernas como intentando disminuir el dolor, lo cual era en vano, por momentos parecía que se iba a desmayar o morir, pero seguían uno tras otro, y él aguantaba cada uno de los actos, a gritos desgarrados, por momentos su pene se ponía erecto, y por otros parecía sangrar, y otro de los chicos se lo chupaba todo el tiempo, tragando lo que de este salia.
El panorama era desolador, 4 chicos de contextura grande, con miembros bien dotados, que estaban haciendo sufrir a dos jovencitos, yo de 14 y él de 16.
El asunto no termino ahí, como ya comente, se habían propuesto hacernos desmayar, y no se rendirían tan fácil. En eso, mi “amigo” llama a la hermana, ella viene completamente desnuda, y con alimento y bebida en una fuente, si, un “descanso” antes de continuar con la tortura, ahí pude darme cuenta que hacia dos horas que estaban metiendo en mi cuerpo sus miembros erectos, y que me encontraba mojada, por dentro y por fuera con sus líquidos calientes, ya sea semen u orina. Me invitaron a comer y tomar algo, aludiendo que así “duraría más”, por lo que rechace por completo esa oferta.
A la media hora, mi compañero de sufrimiento y yo nos encontrábamos rendidos en el piso, superados de cansancio, dolor, vergüenza, y miedo, juntando fuerzas para no morir y viendo la forma de escapar. Fue en eso que escuchamos que venia más gente, era el padre de mi “ex amigo y ahora torturador”, con un grupo de amigos. Se levanta Daniel (el hijo), y va a la entrada a recibirlo, le explica lo que estaba pasando, y a mi sorpresa el padre se ríe y dice que se sumara a la aventura, junto con sus amigos. Cuando los vi supe que ellos terminarían destrozando mi cuerpo, por lo que desee morir, pero eso no es algo que se logre muy fácil en determinadas situaciones. Uno a uno se fueron quitando la ropa, en eso, la hermana de mi amigo se acerca al padre y le hace una buena mamada, de aquellas de ensueño, tengo que admitir que eso me excito y a partir de esa situación quise gozar con lo que viviría, sin embargo el dolor era más fuerte que yo y costo lograr lo que me propuse. La actividad sexual de esa habitación era impresionante, conformada por dos “victimas”, una mujer libre, cuatro jóvenes y cinco hombres maduros; los líquidos corrían por todos lados, y los gemidos se mezclaban con gritos de dolor. Minuto a minuto se iban turnando para atravesarme, por adelante, por atrás, y para introducir su pene en mi boca, asimismo, mantenían relaciones entre ellos, por lo que me di cuenta que no distinguían en ese momento un cuerpo de otro, era pura lujuria y sexo, nada más que eso, cuando te dabas cuenta tenias tres o cuatro penes introducidos en el cuerpo, 1 que nunca salia del ano, o cuando salia era para dejar lugar a otro, uno en mi conchita, y uno o dos o hasta tres en mi boca, también jugaban con mis pechos y con cada parte de mi cuerpo, sin importar mis sentimientos o dolor, a lo que ya me había acostumbrado y estaba disfrutando cada momento, aunque cada vez sentía menos, debido a mi cuerpo tan abierto en ese momento. A ultimo momento vuelve a abrirse la puerta, era la madre de la casa, cuando vio el panorama, sin dudarlo se quito la ropa y comenzó a tocarse, antes de ser vista por el hijo, quien fue y le dio sexo del bueno, junto a dos amigos del padre, que lograron acabar dentro de ella, en el momento justo que su marido se dio vuelta y vio el “espectaculo”, que por cierto no le gusto, y penetro a cada uno de los que estaban ahí, incluido su hijo, luego le obligo a la esposa a salir a la calle así.
Dos horas más tarde, lo que suma cuatro en total, en las que mi cuerpo fue destrozado por el sexo, no pude resistir y caí rendida al piso, tras lo cual me desmaye. Los últimos cuarenta minutos antes de esto fueron completamente instintivos, y no pude ver que mi compañero había perdido el conocimiento antes que yo. Cuando me desperté, estaba en mi cama, con mi papi a los pies, diciéndome que los souvenirs ya estaban listos, y que tenia que apurarme porque había sufrido una baja de presión en la casa de mi amigo, o por lo menos eso le dijo él. Fue en ese momento que me anime a decirle que quería que me atraviese con su miembro, a lo que él respondió, si hijita, cuando estés madura.
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