Mi primera vez (parte ll)
Continuación de mi anterior relato .
Hola de nuevo!! Perdón por la espera, pero las fechas no ayudaron mucho. En fin, vamos a terminar el relato anterior, ya saben, si les gusta califiquenlo y háganme saberlo en los comentarios.
Después de lo que paso en cubículo, y de terminar masturbándome, salí de ahí; estuve un buen rato pensando en lo que había pasado y en porque Javier no termino lo que empezó, apenas recordaba y vulva se volvía a empapar, trataba de tocarme pero había mucha gente presente así que trataba de ponerla mente en blanco, así estuve un buen rato, hasta que por fin llegó la hora de salir, como siempre me despedí de mis amigas, y me fui, pero apenas llegué a la puerta, tome otra dirección y me pase por detrás del edificio principal, pase por un jardín descuidado y llegué al estacionamiento, me agache y pasé hasta el final de ese enorme patio lleno de autos, vi a mis profesores salir, y mientras pasaba el tiempo me sentía desesperada al no ver a mi hombre llegar. Cuando comencé a pensar en irme, por fin lo ví, era el ultimo en llegar, salí de mi escondite y fui rápido con el, mi intención era abrazarlo y darle un beso, pero el, frío y cortante solo me dijo, súbete atrás y agáchate, no hagas riso y no te asomes, obedecí, subi a la parte trasera de su auto, cerré la puerta y me agache: habrán pasado unos 10 minutos o menos desde que salimos de la escuela cuando me dijo que me pasará al asiento de adelante, apenas me había acomodado, me puse el cinturón, y el bajo su mano a mis piernas, me quedé inmovil, sabía lo que iba a pasar y aún así me sentía muy nerviosa, volteaba a verme por algunos instantes, y después regresaba su atención al camino, poco a poco subía su mano, hasta llegar a dónde quería.
-te quitaste la licra y tus calzones- me dijo, comenzó a meter sus dedos y yo soltaba pequeños gemidos, rápido comencé a lubricar, sus dedos resbalaban por sobre mi rajita, la recorría de arriba a abajo, buscaba mi clítoris y lo masajeaba, comencé a gemir más fuerte y me perdí, de repente el auto paro, no reconocía el lugar, estaba bastante escondido, y a la sombra de varios árboles, la calle estaba completamente vacía, el se quitó el cinturón del auto, bajo a mi entrepierna y siguió dedeandome, chupaba sus dedos, los volvía rozar con mis labios y de nuevo se los metía a la boca, de pronto jalo la palanca del respaldo de mi asiento y quedé recostada, alzó mi falda por completo y comenzó a hacerme sexo oral, comencé a gemir como loca, mi sexo estaba empapado, por mis jugos y su saliva, forzaba mis piernas para abrirlas y llegar más adentro con su lengua, yo estaba como poseída, no dejaba de jadear y gemir cuando sentí que llegaba un orgasmo, cuando Javier se dió cuenta, metió su mano debajo de mi blusa y comenzó a jugar con mi pechos, yo lo tome de la cabeza y la hundía entre mis piernas hasta que acabe… Lamió mis piernas, mi vulva y sus dedos, cada gota de mi venida termino en su boca -que rico sabes Artemis- me dijo, se acomodo en su asiento, prendió un cigarrillo -eres una mujer muy hermosa- dijo mientras yo me recuperaba, termino de fumar y me dijo que ahora era mi turno, se desabrochó el cinturón, quitó el botón de su pantalón bajo su cierre y saco su verga, estaba semi erecta, sus venas comenzaban a marcarse, me tomo del cabello y con fuerza me bajo hasta su pene -es tu turno putita- dijo, abrí la boca y comencé a mamar con torpeza, lo engullia hasta donde podía y en medio de arcadaz me empujaba para meterlo todo, hacia el intento de meterlo hasta la base, pero el reflejo no me dejaba, me acomode y quedé de rodillas en el asiento, amaba esa verga como podía, hacía mi mejor esfuerzo, en eso estaba cuando subió mi falda, comenzó a sobar mis nalgas con una mano,y con la otra seguía empujando mi cabeza, de pronto, senti algo raro, era su dedo estimulando el agujerito de mi cola, intentaba meterlo, yo solo lo apretaba, y el intentaba con más fuerza -relaja tu ano- me decía, yo no sabía cómo y el insistía, creo que hice un bue trabajo, pues de repente sentí su semen caliente en mi boca, no iba a decepcionar a mi hombre, así que me trague todo, lo que no pude, lo lami, limpie ese pene con la lengua, lami sus huevos peludos buscando hasta la última gota de semen, seguí mamando hasta que su pene quedo flacido, quedamos ahí, semidesnudos, son hablar, yo seguía súper caliente, y el, mi hombre, ahí sentado, con la versión de fuera y los ojos cerrados. Yo quería más, y sin pensarlo me subí en él, lo tome por sorpresa -que haces?- pregunto -terminar lo que iniciamos- conteste, desabotone mi blusa, me la quite e hice lo mismo con mi brassiere, puse mis pechos en su cara y comencé a tallar mi entrepierna con la suya -estas segura de esto?- me dijo, y conteste cin beso, ahora era yo quien buscaba su lengua con la mía, me detuvo, me tomo con fuerza -eres una puta insaciable- asentí con la cabeza, si, en ese momento era eso, una puta con ganas de verga, seguí frotando nuestros sexos, de apoco podía sentir como su pene se ponía duro de nuevo, y como se mojaba con los jugos de mi vagina caliente -vamos al asiento trasero- como perrita obediente, me pase para atras, del después de mi, yo iba a montarme de nuevo en el, cuando me detuvo, me hizo dar media vuelta y me puso en cuatro, termino de quitarme la falda, y los zapatos, quedé con mis calcetas de colegiala solamente, separó mis nalgas con fuerza y comenzó a lamer mi ano, fue una sensación indescriptible, nunca había sentido algo así, pero que rica experiencia, mientras su lengua jugaba en mi agujerito, sus dedos hacían lo propio en mi vulva, pasaba su lengua a través de mi rajita hasta llegar a mi colita -hoy te voy a estrenar- me dijo, cuando de una sola embestida por fin me penetro, su pene estaba por fin en mi interior, sentí un dolor súper agudo, pues aún era virgen, y al mismo tiempo satisfacción porque al fin era una mujer de verdad, aguante los gritos y las lágrimas, el solo espero unos segundos y comenzó a moverse, el vaivén de su verga, la fuerza de sus embestidas, sus dedos jugando con mi ano, sus manos dándome nalgadas y estrujando mis tetas, el sonido de su cuerpo chocando con el mío, los jalones de cabello que me daba, todo hizo que pronto me olvidace del dolor inicial, y que pusiera mi atención en el increíble placer de estar siendo follada, comencé a gritar, gemir, jadear, a rogarle por qué me diera más fuerte, que me nalgueara con fuerza pues eso me excitaba más, me estuvo cogiendo de perrito por quien sabe cuánto tiempo, me acostó boca arriba y levanto mis piernas, volvió a penetrarme, escuchaba sus huevos chocar con mis nalgas, y su boca se comía mis pezones, mordía mis tetas y yo solo me dedicaba a gritar y disfrutar, me bombeaba con fuerza, no se notaba su edad, seguía y seguía, besaba mi cuello, mordía mis orejas, gemía en mis oídos -estas tan apretada, por eso me gustan chamacas,aprietan riquísimo- me dijo mientras arañaba su espalda, así estuvimos un buen rato, cuando sentí que me iba a ver de nuevo, lo abrace con mis piernas -voy a venirme- le dije al oído, eso le dió fuerza pues aceleró la penetración, subió la intensidad de sus embestidas, y cuando estaba iniciando mi orgasmo, él comenzó el suyo, eyaculo dentro de mi, y mientras el llenaba mi interior de su semen, yo llenaba su erección de mis jugos. Cuando terminamos, se quedó encima de mi, siguió chupando mis tetas por un rato, dejo su pene en mi interior hasta que quedó flacido de nuevo -eres mi alumna favorita Artemis, hay que hacer esto de nuevo- no conteste nada, solo escuchaba los latidos de mi corazón. Descansamos por una media hora calculo, desnudos y exhaustos, volvimos a vestirnos, está vez le deje mi brassiere en el auto, solo me puse mi blusa y suéter, el se acomodo de nuevo, y nos pasamos a la parte de enfrente otra vez, descansamos un rato más, y después nos pusimos en marcha, me llevo a unas cuadras de mi casa, antes de bajar, medio un beso rápido, me toqueteo por unos segundos más y termino por decirme-nos vemos mañana Artemis- baje del auto, y comencé a caminar a mi casa, con dolor pues mi primera vez había sido algo ruda pero inolvidable, cada paso, era un quejido, me acaban de romper la vagina y era incómodo caminar, cuando llegue a casa, nadie pregunto nada, y lo agradecí, pues fui corriendo a darme una ducha, no por asco, pues por mi me hubiera quedado así otro rato, pero no quería seguir oliendo a sexo para cuando mi familia llegará. Y así fue como me cogieron por primera vez, el resto de la secundaria, me volví la novia de mi profe de historia, lo hicimos muchísimas veces más,en su cubículo, en varios salones de clases e incluso en casa de Javier, lo hicimos de tantas maneras, tantas veces y hasta con otros hombres. Pero eso se los contaré en otra oportunidad. Por ahora los dejo, espero que les haya gustado esta segunda parte, ya saben, voten y déjenme comentarios para saber si les cuento más.
-Artemis
Oh con otros hombres rico saber y más historias eh rico