Mi vaquita Grogy
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por xicojuu.
Año 22XX, las mujeres desde hace algo más de un siglo, empezaron a hacerse fuertes dentro de toda clase de culturas, obteniendo cada vez más privilegios, muchos de ellos justos y soñados desde hacía épocas, pero antes de que se dieran cuenta, empezaron el camino del hembrismo, desequilibrando cada vez más y más la balanza a su favor.
Esto, sumado al descenso de natalidad masculina conveniente para ellas, llegó un momento donde los hombres eran considerados como una categoría inferior, como "animales" y desde su nacimiento, eran criados como animales de granja, como mascotas, y como ordeño. El semen es escaso, pero un grato manjar, más aun de lo que lo era hace tiempo el caviar o el foie gras, pero no tan caro.
¿Cómo se realizaba la reproducción entonces? bueno, obviamente la única sexualidad era la homosexualidad entre mujeres, y la forma de reproducción era asistida in vitro, pero usando ingredientes secretos que solo unas pocas trabajadoras del sector de la reproducción conocían, siendo un secreto para el resto de la población.
En este contexto, conocemos a Elisa una mujer de 35 años de edad, con buenos pechos, alta y morena, una chica que impone por su belleza, con su hija Fátima, de 12, se nota que no hereda el cuerpazo de su madre Elisa, al menos de momento. Su otra madre suele trabajar lejos, y son pocas las ocasiones en que se ven.
Tienen un joven hombre como mascota, Grogy, de 16 años, el cual resultó especialmente caro, debido a que es enérgico y joven, delgado, de buen cuerpo, un pelo corto negro precioso y muy fino. Los hombres jóvenes siempre son más caros, siendo considerado joven por debajo de los 30 años.
Principalmente, lo tienen para ordeño propio de semen, que usaban para condimentar ciertos alimentos, untar tostadas, o simplemente para picar de vez en cuando.
-Una vez más, Fátima, -Decía Elisa a su hija, en uno de sus días de entrenamiento para el ordeño.- es importante hacerlo con cuidado y vigilarlo bien, a veces se pueden poner violentos, por eso te vigilaré los primeros días antes de que puedas hacerlo sola.
-¡Mamá! -gritó a modo de queja la hija- ya no soy una niña, y te he visto hacerlo muchas veces, no necesito superivisión de nadie, mis amigas que también tienen un hombre ya lo hacen solas.
-Pero ellas son ellas y tú eres tú, además, sus humanos son más mansos. Tienes que darte cuenta de la suerte que tienes al tener uno tan joven, pero eso significa también más práctica y cuidado, métetelo en la cabeza.
-Mmhm.. -gruñó Fátima-.
Por la noche, Fátima terminó su vaso de leche de vaca con un poco de semen como postre de la cena, algo que le relajaba, y tras esto, ambas se fueron a dormir pronto.
Empezaba la "misión". A Fátima le gustaba pasar gran parte de la noche con Grogy, momento que él suele ser algo más tranquilo y simpático. Ella se colaba en secreto, y le hablaba sobre sus preocupaciones, lo que había hecho, lo que no.. y básicamente Grogy era su cofre de los secretos. Grogy apenas entendía el lenguaje humano, y mucho menos leer o escribir, pero se notaba que tenía interés en lo que ella le contaba, sin apartar la mirada.
-Una amiga en mi clase dice que consiguió ordeñar a dos hombres al mismo tiempo.. -comentaba Fátima- aunque no se si creerla, ¿tú dejarías que una chica te ordeñara junto con otro chico? no se yo.. como no fueran algo mayores.. porque los jóvenes podéis llegar a ser muy territoriales, no se por qué..
Grogy la observaba tumbado en la paja.
-¿Sabes una cosa? lo he pensado mucho, y creo que ahora que estoy sola contigo, voy a intentar ordeñarte sin que me vigilen, pero tienes que estar tranquilo ¿vale?
La niña observó el pene de Grogy, algo arugadito y pequeño, algo normal antes del ordeño. Se agachó y cogiéndolo con los dedos, empezó a deslizar la piel despacito, deteniéndose cuando bajaba antes de subirla, tal y como le enseñaron.
-Uno dos.. uno dos.. uno dos.. es muy fácil, ¿ves como no necesito compañía? uno dos.. uno dos..
Grogy empezaba a animarse, y se puso a cuatro patas, mientras su pene se endurecía y aumentaba de tamaño considerablemente. Fátima sabe que no tardaría.
-Ups! no me he acordado de coger un bote.. bueno.. puedo intentar beberlo directamente.. me pregunto a que sabrá de esa manera.. -Fátima acercó su lengua al agujerito del pene ya algo mojado, y le dio un lenguetazo- Uff.. un poco fuerte.. pero me gusta -Dijo mientras lo saboreaba entre sus labios-.
La niña aumentó el ritmo del ordeño, mientras Grogy se agitaba un poco más, algo de lo que ella no se dió cuenta, no podía apartar su mirada del pene. Se sentía hipnotizada, y sabía que si se despistaba, podría desperdiciarlo, y quería beberlo mientras salía. Por ello se le ocurrió una idea. Acercó su boca de nuevo, y empezó a chuparlo para evitar que se le escapasa una sola gota. Grogy movía un poco sus caderas por instinto.
-Uff.. empiezo a tener mucho calor.. -dijo, mientras se quitaba los pantalones del pijama y la camiseta, quedando en bragas, rosas y no muy ajustadas por cierto- algo mejor.. aunque como me pillen me matan.. jajajaja.
Pasaron unos 40 minutos desde que se inició el ordeño, Fátima de vez en cuando descansaba el cuello dejando de chuparle el pene, pero sin dejar ni un momento de ordeñarlo. De repente, Grogy se volvió muy violento, y empezó a arremeter con su cadera muy fuerte, moviendose de un lado hacia otro.
-Aaaah! -gritó la niña mientras caía de espaldas del susto por la repentina actividad del hombre.- Ca.. calmate Grogy, ¿te he hecho daño? ¡perdona perdona! pero cálmate, ¡qué vas a despertar a mamá! -dijo mientras abrazaba y acariciaba a su mascota, para que se relajara, pero no hubo mucho éxito-.
Grogy de un empujón, la tiró hacia adelante, y la dejó boca abajo con el culo en pompa. Cuando quiso levantarse, se dió cuenta que Grogy estaba encima de ella. No había mucha diferencia de peso, pero él era muy fuerte. No hacía más que "pinchar" con su pene el culo de Fátima
-Jaja, ¿qué haces? ¡me estás haciendo cosquillas! para ya y quítata por favor -Decía algo nerviosa-.
Con su pene, Grogy pudo hacer hacia un lado la tela suelta de las bragas de Fátima, y de un empujón, se la clavó en su coño.
-AAAAAH, MAM..! -se asustó mucho cuando notó que se la había metido por ahí e iba a llamar a su madre, pero recapacitó pensando en la regañina que le iba a caer si la descubrían, asi que se tapó la boca-.
Ella intentaba mover su cadera hacia los lados, pero las piernas de Grogy se lo impedía. Intentaba moverse hacia adelante, pero solo conseguía acompasar los movimientos con los de su mascota.
-G.. Grogy.. para.. hace daño.. -Decía entre lágrimas y lo más flojo que podía, con la voz entrecortada-.
Poco después, el movimiento era más suave al segregar lubricación por parte de ambos, lo que hizo que Fátima dejase de moverse, y simplemente se dejara hacer.. de alguna manera, era placentero. Ya no tenía dolor, era algo que incluso no pensó en que tuviera fin, se le nublaba la vista, y su cuerpo se sentía más liviano, cada vez se sentía más cómoda, a pesar de las fuertes sacudidas de Grogy.
-Ah.. ah.. ah.. ya no duele.. me siento.. bien.. ah.. ah.. siento como mi cuerpo se adormece.. me quedaría así siempre.. ah.. ah..
Tras un rato, sintió que Grogy soltó su semen dentro de ella, cosa que no le alarmó, si no que lo recibió con gusto. Ambos se tumbaron, agotados y felices, con amplias sonrisas en sus rostros, y algunas lágrimas de ella. Cuando Fátima volvió en si, se levantó y con prisa tras recoger su ropa, volvió a su cuarto, con el corazón acelerado. Notó como el semen bajaba por sus piernas, untó su dedo con el, y lo lamió.
-.. Buenísimo..
A lo que continuó saboreando todo el que se escurría, y rebañando algo de dentro de su abujerito. Al terminar, se visitió e intentó dormir.
Al día siguiente, Fátima intentaba actuar de manera normal, pero de lejos se veía que Grogy no le quitaba ojo.. algo de lo que se dió cuenta Elisa.
-Parece que anoche dormistes bien, se te nota descansada, y puedo ver como Grogy piensa lo mismo.
-S..sí..? ¿tú crees..? -dijo algo cortada y nerviosa-.
Días después, Fátima notaba nauseas, ganas de vomitar y cambios de humor, por lo que Elisa la llevó al médico, que no pudo dictaminar un diagnóstico exacto, que se descubriría meses después que se encontraba embarazada de forma misteriosa, lo que fue el comienzo de un gran cambio en la sociedad de esta época.
Grogy