Mi vecinita era muy caliente
Eve era muy caliente para su edad, nadie sabía que tras su fachada de niña buena, era tremenda pervertida .
Les vengo a contar mi primera experiencia lésbica a los 9 años…
Todo empieza cuando me cambié a mi nueva casa, mi madre era una mujer que se la pasaba trabajando y yo estaba siempre con alguna niñera.
Cuando llegue a mi nueva casa, una vecina llamada María que tenía 10 años se hizo mi amiga rápidamente. Al igual que yo María siempre estaba sola, sus padres trabajaban todo el día y María quedaba al cuidado de su abuela que vivía alado.
Cuando mi mamá entro en confianza, con la familia de María, ya dejaba que ella pasará la tarde conmigo cuando la niñera se iba.
Aveces cuando me metía a bañar veía a María espiarme y verme de manera rara…
Un día que mi madre aviso que no llegaría, me dijo que fuera a dormir a casa de María, la mamá de esta tampoco llegaría, la abuelita de esga solo nos vigilaria de vez en cuando.
Cuando la noche llegó María me dijo
-que te parece si jugamos a algo -dijo cerrando la puerta con seguro
-si dime, no tengo sueño -conteste.
-algo que ví hacer a mi prima, pero si gritas pierdes, ok? Vamos a jugar a las luchitas, quien quede desnuda pierde.
María se abalanzó sobre mi y empezó a luchar por quitarme la ropa, yo pensaba que todo era un juego. Hasta que ví un brillo perverso en sus ojos cuando quede completamente desnuda
-como perdiste, me toca a mi hacer lo que quiera contigo, recuerda, no debes gritar, hasta te va a gustar vas a ver
María empezó a morderme mis pequeños pechitos, los succionaba tan fuerte que dolía, trate de quitarmela de encima, pero era muy fuerte, después lentamente bajo a mi vagina y empezó a chuparla, la verdad yo me sentía confundida, no sabía que estaba pasando, no podía emitir sonido alguno.
María finalmente se quitó su short y su calzon y me abrió las piernas y se poso sobre mi, yo quise levantarme pero ella era demasiado fuerte.
-tranquila, te va a gustar, mi prima siempre grita de placer y pide más cuando su novio la talla así, tenía tantas ganas de hacer esto contigo.
María empezó a tallarse lentamente, su vagina sobre la mía, la sensación viscosa y su roce me hacían gemir, María puso sus manos en mi boca para callarme.
-ves que te gustó mamita, solo no grites fuerte, gózalo mi reina.
Y empezó a frotarse tan salvaje, tan fuerte… María estaba como poseída frotándose sobre mi, diciendo cosas tan sucias. Yo apesar del shock, no sabía que hacer, sentía raro al tenerla encima rosando, era una mezcla de dolor y placer, pero no podía quitarmela de encima.
Con unos rozo es finales María se vino encima de mi y me mordió la pierna callando su gemido.
-no sabes las ganas que tenia de hacerte esto, todas las noches soñaba con pisarte bien rico. Espero que no le digas a nadie, aunque si lo haces, nadie te va a a creer.
María se vino de encima de mi y vio como mi vagina está húmeda por lo que ha iba pasado y eso pareció volver a encender algo en ella
-tengo ganas otra vez, se que te gusta mamita, tu solo gózalo y no te resistas-
María volvió a montarme, fue tan salvaje, que sentía mis partes tan húmedas, esa viscosidad que se frotaba entre nosotras me hacía sentir placer, tenía un conflicto interno, no sabía si esto estaba bien, pero se sentia tan rico cada rose que me daba María.
Finalmente cuando María acabó me dijo que me vistiera, se aseguro de decirme que este era nuestro secreto y que se me portaba bien, me pisaría rico, yo solo pensaba en que cuando amaneciera me iría a mi casa y jamás dejaría que me volviera a tocar… Pero que tonta fui, ese solo era el comienzo, de mi camino hacia el infierno del placer .
***Continuará***
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