Mis amigos abusan de mi hija
Mi nombre es Javier y hoy voy a contar la historia de como en una noche de cervezas terminé viendo como 3 amigos de toda la vida abusaban de mi hija adolescente en su propia cama..
Era un sabado de diciembre, aproximadamente a las 3 de la mañana, estaba en la sala de mi casa tomandome unas cervezas con unos amigos, aprovechando que mi esposa no iba a estar en casa hasta el dia siguiente, que normalmente no me permite invitarlos. Ya no cabian más latas en el tacho de basura, habiamos tomado bastante y estabamos bastantes ebrios.
De repente tocan la puerta, nos quedamos unos segundos en silencio mientras veiamos como se abria, ninguno de nosotros sabia quien era. Me habia olvidado totalmente de que mi hija iba a volver a esa hora de bailar con sus amigas, cuando entró nos quedamos mirandola y ella sonreia algo incomoda, no se esperaba que mis amigos estuvieran ahi. Ella es una adolescente preciosa de 16 años, alta y de pelo marron, es verdaderamente hermosa, igualita a la madre.
La relación de Martina (Mi hija) con mis amigos no es la mejor, la historia es larga pero resumiendola un poco, hubo una noche donde tambien estabamos tomando en la sala, ella estaba durmiendo. Ellos empezaron a hablarme de Marti de manera bastante subida de tono, me decian que era una puta, que la querian hacer su mujer, cosas asi, no podia evitar excitarme. Me insistieron para que les de una tanga usada de ella, para olerla, al principio me negué pero cedí ante su presión. Fui a su pieza y agarré una tanga usada del suelo, se las llevé, empezaron a pasarsela de mano en mano oliendola e insultando a mi hija, yo no daba más de la excitación. En ese momento ella baja a tomar agua y los ve haciendo eso, fue una situacion dificil, pero logre convencerla de perdonarnos y no decir nada, igual fue hace bastantes meses y ella ya lo habia olvidado un poco. Gracias a eso se que mis amigos le tienen muchas ganas a mi hija, a pesar de tener más de 25 cada uno.
Volviendo a esta historia, Martina se acercó y con una sonrisa bastante forzada los saludó uno a uno con un beso en la mejilla, ella tambien estaba algo entonada de alcohol. Saludó al primero, y cuando estaba saludando al segundo, el primero le miraba el culo sin miedo y seguro de que yo no le iba a decir nada, hacia gestos como comiendole el culo sin que ella lo vea, yo solo sonreia. Cuando saludó al tercero, el segundo tambien se lo miró. En fin, se la comian con la mirada y ella lo notaba, porque ni bien los saludó se fue lo más rapido posible, se la notaba incomoda.
Cuando se iba alejando le miraban descaramente el culo, uno se empezo a manosear el paquete mientras la miraba, todo porque sabian que no me molestaba. Cuando se fue de nuestra vista subiendo las escaleras, seguimos tomando tranquilamente. Seguimos hasta las 4 de la mañana, nos quedamos sin cervezas y yo pensaba que ya se iban a ir, pero pasó totalmente lo contrario a eso, me mandaron a comprar más cerveza. Asi sin más, los tres estaban ya decididos de que era yo el que debía ir a comprar, no se que en momento lo habian decidido ni porque me habian escogido a mi, pero eramos 3 vs 1 y no podia hacer nada. Me dieron un poco de dinero entre todos y agarré la bolsa de compras, me saludaron entre sonrisas y miradas maliciosas, algo pasaba. Me fui sin más.
A mitad de camino hacia el kiosco más cercano, me dí cuenta de lo que planeaban, de hecho era bastante obvio. Estaba metido en un problemos, no sabia si volver o confiar en que no harian nada malo, pero muy en el fondo de mi me gustaba la idea de que ellos estuvieran posiblemente apunto de entrar a la pieza de mi hija a hacer quien sabe que, esos tipos borrachos eran la cosa más peligrosa del mundo. La idea en realidad me excitaba mucho, llevaba con ganas de que lo hagan hace bastante, asi que fingí que nada pasaba. Fui al kiosco, compre 3 packs de cerveza y volví a casa. Cuando entré deje las cosas en la mesa de la sala, y como lo sospechaba, ninguno de ellos estaba ahi.
Poco a poco y en silencio fui subiendo las escaleras, se escuchaban tenues ruidos, que ya sabia de donde provenian. Subí y caminé hasta la habitación de Martina, la puerta estaba entreabierta, y al mirar lo que pasaba dentro, confirmé lo que pensaba. Mi querida hija estaba en una pose similar a la de perrito sobre su cama, pero con la cabeza hundida en la almohada, tenia otras 3 almohadas debajo de su pelvis para dejar su culo levantado. Detras de ella, arrodillado entre sus piernas y sujetandola de la cintura, mi amigo Pedro, que sin piedad taladraba su vagina como si de una puta cualquiera se tratase, la sacudia hacia adelante y atras contrarrestando el movimiento de su cadera. Luis estaba sentado en la silla del escritorio que habia en la pieza, oliendo la tanga y calcetines que habia utilizado ella para ir a bailar con sus amigas, las olia desesperado mientras se pajeaba mirando a Pedro cogersela. Damian simplemente se masturbaba mirando la situacion, de pie al lado de la cama.
Me quedé congelado mirando eso, pero más que congelado estaba ardiendo de la excitación, tenia el pene durisimo mientras Pedro con sus fuertes brazos manipulaba la cintura de Martina a su gusto, haciendole sonar las nalgas con cada embestida. Le dio unos minutos, despues salió de la cama para darle lugar a Damian, que hizo exactamente lo mismo pero un poco más delicado, se ve que el tenía un poco más de respeto, pero no demasiado. Luis solamente seguia pajeandose sentado.
Con cada embestida se podian escuchar leves gemidos de Martina, que se ahogaban al tener cara insertada en la almohada. Mientras Damian hacia de las suyas, Pedro se acerco por el cabezal de la cama y sujetandola violentamente de los pelos le levantó la cara, haciendola soltar un grito. Pude ver como lagrimas corrian por su cara y tenia una expresión de angustia terrible, pero eso solo me excitó más, la estaban haciendo sufrir. Damian aumentó el ritmo y potencia de las embestidas, él tambien se excitaba mucho al escuchar los chillidos y gemidos de Martina, más rapido que tarde la llenó de sus renacuajos blancos, eyaculó lo más dentro que pudo. Se fue y volvió a entrar Pedro, que con unas cuantas embestidas hizo lo mismo, llenando su utero de semen.
Por ultimo entró Luis, que ya tenia la leche en la punta despues de tanto pajearse, simplemente con meterla ya empezaria a soltar toda su espesa carga dentro. En fin, Martina terminó con 3 leches distintas dentro suyo, era una situación de mierda para ella y cuando los tres acabaron, se tapó con la manta y se puso a llorar. Estos tres engendros se volvieron a vestir y la destaparon para tirarle un poco de dinero en la cara «Por el buen servicio y para que se compre la pastilla del dia despues», literalmente la trataron de prostituta, sin importarles que era mi hija.
Al ver que los tres se acercaban a la puerta, di unos pasos hacia atras hasta chocarme con la pared, no sabia que hacer. Abrieron la puerta y me vieron, a diferencia de lo que yo pensaba que harian, empezaron a reirse y felicitarme por tener una hija tan hermosa. Me quedé ahi parado contra la pared mientras ellos se iban, esperé unos minutos y cuando bajé ellos ya no estaban, me dejaron una nota en la mesa de la sala pidiendome perdon por hacerme comprar cervezas que no bebieron y agradeciendome por dejarlos usar a mi hija para «liberar energias». Cuando me senté a analizar todo lo que habia pasado, me percate que tenia el pantalon manchado de mi propio semen.
Fue la única vez o será que hay más historia por contar?
Hay más que contar, por supuesto. Que te parecio el relato?
Es rico exitante ver como las cojen y más si es tu hija
Al principio es raro pero te acostumbras y te termina excitando. Te gustó el relato?
Viste? Que le haga sonar rico la vulva
Casi me corro, nomás de imaginar si ubiera quedado preñada
Qué obsesión tienen con eso jajaja
q rico genial eso
Me imagino siendo ella