mis sumisas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Juan y soy de Valencia, vivo en un barrio normal y suelo ir a los mismos sitios casi siempre me suelo reunir en un bar, con un grupo de amigos y amigas y desde hace unas semanas se ha unido al grupo una chica se llama Rosa, es una chica que de momento viene vestida con exageración sus escotes y siempre que está con nosotros se le suele caer la cuchara de café u otro objeto al suelo, otras veces te viene con el pelo mojado y deja chorrear el agua sobre sus pechos y se le ve como sus pechos los tiene erectos, y parece que se le vaya a escapar de su vestido, yo como hombre veo que su culo y su melena es su mejor atributo un día vino y saco de conversación hablar sobre sexo, pero yo siempre me mantenía reservado.
Un día no sé porque al llegar al bar vi que no había ningún amigo solo estaba ella y la notaba un poco triste, me di ánimos y le pregunte
Juan – A qué viene esa cara.
Rosa – Me ha dado por comprar alcohol ya que mi novio venía a casa y me dio plantón
Juan – Bueno como no ha venido nadie al bar si quieres vamos a tu casa y bebemos ese alcohol
Rosa – Lo veo bien vamos al llegar a su casa ella me llevo al comedor y me dijo ay está el mando ponte el canal que desees voy a la cocina, cuando Rosa vino me encontró viendo la tele, sentado en el sofá, y Rosa venía con dos copas en la mano.
Rosa – He tenido un día horrible, ¿te importa compartir? Y dándome una copa dije
Juan – Adelante ella se sentó a mi lado con aplomo, y a la segunda copa yo le pregunte
Juan – ¿Que ha ocurrido?
Rosa – Mi novio me ha dejado sola, y no es la primera vez que lo hace, estoy harta de los hombres y creo que voy a dejarlo.
Según me hablaba bebimos tres y cuatro copas más, y veía que según me hablaba ella se acercaba más a mí y me ofrecía mejor vista de sus tetas.
Rosa – Que se yo, se habrá aburrido de mi
Juan – Por lo que he escuchado yo en el bar no lo creo.
Así que mientras yo escuchaba Rosa dijo
Rosa – Nos servimos otra copa
Juan – No es una buena opción.
Pero si tomemos otra copa.
Nuestras caras se iban acercando, y notaba como a Rosa se le humedecía los labios de forma recurrente y yo mordí los míos.
Rosa – voy a ponerme algo mas cómoda con este vestido parezco ridícula.
Rosa llevaba puesto un vestido negro, apretado, con un escote de infarto de los que no gustan a los maridos o novios, pero si al resto de hombres.
Juan – No pareces ridícula dije mientras me levantaba
Rosa – ¿Qué parezco entonces? Y volvió a sentarse más cerca de mí
Rosa – no en serio ¿Qué te parezco? Lentamente deslizo sus dedos por su silueta mientras me miraba y yo dije.
Juan – Pareces que echas de menos a tu novio.
Deberías llamarlo, no creo que mereces romper así.
Rosa al escucharme se levantó para ir a su habitación y ponerse un pijama cómodo.
Y entrando en su cuarto sin darse cuenta que yo la había seguido.
Y cogiéndola por la espalda puse mis manos en sus tetas y ella se sobresaltó.
Y yo dije
Juan – ¿Vas a seguir calentándome o me vas a dejar ver lo que oigo todas las noches, eres una zorra barata? Yo notaba como su aliento apestaba a alcohol y la agarre con más fuerza y mi polla era como una montaña pegada a su trasero, entonces escuche esos alientos que decían que su coño estaba mojado y quería mi polla y con violencia la tire en la cama boca arriba, y me puse dencima de ella rápidamente cogiéndola por el cuello dije
Juan – Ahora mismo tienes una pinta de zorra barata, y esta noche voy a ver si las apariencias no engañan.
Dicho esto le escupí en la cara y note como tenía su coño mojado, y quitándome de encima sin dejar de mirarla, amenazante, abrí un cajón y encontré la lencería y saque un par de medias.
Fui de nuevo hacia la cama y el ate a los barrotes de la cama, y cogiendo su vestido se lo arranque de su cuerpo, y cogiendo su tanga, se lo rasgue también.
Juan ¿Sin sujetador?, menuda guarra eres y desnudándome hábilmente y dejando ver mi polla vi como Rosa se mordía su labio ante mi polla, sin más me senté sobre su pecho y apretando la garganta abrió su boca y metí mi polla en su boca, follando su boca con avidez y ahogándola con mi miembro, mientras yo se decía
Juan – Eres una puta, una guarra, tu solo vales para dar placer mientras la dominaba y le generaba ansiedad por que tuviera mi polla en su vagina, notaba como se ponía cachonda cuando la insultaba, y decidí sacar mi polla de su boca, y la abofetee diciendo
Juan – ¿qué pretendías, cuando venias al bar con todos esos escotes, tus charlas de sexo y cuando pasabas por mí que me restregabas tu culo por mi cara?
Rosa – Hace tiempo que mi novio rompió conmigo y si cada vez que iba a la cafetería te lo iba pidiendo quiero que me folles todos los días me dijo con suspiros.
Juan – Quieres ser mi puta, admítelo quieres ser mi puta mientras intercambiaba las palabras con bofetones, haciendo que se le saltasen las lágrimas, aunque yo notaba que sus mejillas no eran lo más húmedo de su anatomía.
Y me dijo
Rosa – soy tu perra… soy tuya… soy tu esclava… tu sumisa… por favor… ¡métemela ya! ¡Te quiero dentro! Quiero tu polla dentro de mí hasta el fondo
Juan – Menuda guarra, no mereces mi polla, aunque me has calentado y me la vas a pagar.
Y cogiéndola la desate y cogiéndola del pelo, la lleve a la ventana del comedor, era una ventana grande y apoyando sus costillas sobre el marco, deje sus tetas y su cara afuera a merced de las miradas, sin más miramientos cogí mi polla y se la metí por su culo, y ella chillo gemidos y gritos de placer y dolor simultáneamente que atrajeron la atención de algunos vecinos y del bar que había abajo, mis huevos chocaban contra ella con fuerza en su coño, y mi polla le hacía un mete y saca rudo, al tiempo que golpeaba sus nalgas, mientras le decía algún que otro desprecio.
Juan – eres una puta y una guarra de primera y sacando mi polla de su culo, le di la vuelta la puse a cuatro patas y le dije
Juan – Comete mi polla zorra espere a que abriera su boca y metí mi polla sin contemplaciones y después de un tiempo saque mi polla y dije
Juan – Ponme el culo en pompa y espera que vuelva zorra.
Me dirigí a su habitación de nuevo y mirando por los cajones encontré una correa ancha de un vestido la cogí y fui de nuevo donde estaba ella.
Juan – Desnúdate zorra del todo, y ponte a cuatro patas y vuélveme a comer mi polla voy a ponerte rojo tu culo.
Después de decir esto Rosa se puso a cuatro patas y me volvió a chupar mi polla, mientras yo alce mi mano y deje caer la correa dándole en su trasero así estuve varios minutos es verdad que algunos correazos sin querer fueron a parar a su espalda, pero vi a Rosa que le agradaba también pues gemía alto y claro y dije
Juan – chupa fuerte que volveré de nuevo a metértela por el culo.
Rosa – Amo por el culo no de nuevo no por favor entonces deje de pegarle y fui hacia su culo que lo tenía rojo por los correazos y metiendo mi polla note a Rosa como si la partiera en dos y yo acabe metiendo toda mi polla en su culo, tarde algo en eyacular descargando una enorme cantidad en su culo llenándolo por fuera y por dentro y cogiéndola del pelo la lleve de nuevo a la ventana y la excibi una vez más y cogiéndola por el cuello me acerque a su oído y le dije
Juan – De ahora en adelante, tu vida será complacerme y cuando vayas al bar iras vestida como yo te diga, y siempre sin ropa interior y cuando venga a tu piso te quiero ver desnuda siempre.
Rosa – Si amo
Después de todo esto le dije que debía hacerme una copia de las llaves de su casa, un día estando todos los amigos en el bar vino Rosa y acercándose a mí me entrego las llaves, yo calle y no dije nada y pasado una semana me dio por ir a su casa y que vi pues a Rosa que estaba en su habitación masturbándose, yo de primera quería castigarla pero pensé que lo aria más tarde y echándome hacia ella que estaba en la cama levante sus piernas y me puse a chupar su coño, después de unos segundos Rosa decía
Rosa – Amo así, chupa el coño de tu puta, así amo, pega a esta puta que lo necesita, no pare amo como me haces gozar, así amo no pares méteme tus dedos, méteme 1.
2… 3… 4….
En mi coño, eres mi amo y la que hace feliz a esta puta
Juan – abre bien las piernas puta, quiero meterte mi polla dura y gruesa, abre tu coño perra voy a llegar a tu útero.
Rosa – si mi amo, así mete tu polla por mi coño, méteselo a esta puta, cada vez noto más la polla en el fondo de mi coño, no pare amo y si todo sale bien luego me rompes mi culo.
Mis huevos aplaudían sonoramente en las nalgas de mi puta y en ocasiones subía la pelvis flexionando las piernas de Rosa casi montándome por completo sobre su cuerpo.
Haciendo fuerza cogí a Rosa y la lleve a la orilla de la cama para ponerla más a mi alcance y así mis arremetidas fueran más completas, por fin saque mi polla y vi su coño empapado de jugos y note un golpe de fluidos echados por su vagina.
Rosa en ese momento se estaba comportando como una ramera y desnudándome del todo le dije
Juan – Ven puta, ponte a cuatro patas y ponme el culo, quiero meter mi polla, para ensanchar tu culo al máximo, quiero sentir tus enormes nalgas contra mis huevos.
Rosa – lo que ordene mi amo, pero lo primero quiero atragantarme con tu polla me haría feliz
Juan – acércate puta y toma mi polla Rosa sin decir nada arrodillada como estaba se acercó a mi como una autómata y obedeció sin hablar, y fundiéndome con ella en un ardiente beso mientras con mi mano azotaba su culo, una y otra vez y yo sentía su vagina palpitante y de nuevo su flujo volvió a caer, apretó sus piernas, mientras yo azotaba con mis manos y pasando mis dedos por su clítoris la masturbe un tiempo levemente entonces vi las piernas de Rosa mi puta, como fueron cubiertas hasta la zona de sus tobillos por hiladas de su jugo y mis manos seguían masturbándola y así seguí con desesperación frotando su clítoris, viendo como estaba empapada, note como se echaba manos a sus pezones y yo dije
Juan – Que ocurre
Rosa – amo me duelen mis pechos de los duros que los tengo Yo cogí con una mano su pecho y apreté fuerte, y viendo que mi puta gruñía dije
Juan – ahora sí que te duelen puta, pero porque está apretado en mi mano.
Y abriendo mi boca al máximo metí su pecho en mi boca y escuchando el chupetón de la teta, no sé lo que taladraba yo más si la teta con mi boca o su coño con la mano, y yo gruñendo y los quejidos de mi puta, y dando un movimiento brusco le hice salir de su trance de placer que estaba recibiendo y dije
Juan – abre la boca puta y saca la lengua, más aun mas así perra
Rosa – si amo lo que ordene y cogiéndola por su cabello, acomode mi polla en su cara y le ordene
Juan – Trágala en el acto puta, quiero que abras tu boca lo más que puedas y chupa mi polla de nuevo, no la cojas con las manos solo trágatela con tu boca, y saca esa lengua, y prepara tu garganta que quiero meter toda mi polla y metiendo mi polla dije toma perra ahógate con mi gruesa polla.
Note que mi puta no podía respirar por mi polla que la asfixiaba y por su cara escurrían lágrimas y a veces hacia algún movimiento involuntario queriendo vomitar y yo seguía con el control
Juan – date la vuelta puta y quiero verte a cuatro patas quiero atravesar tu culo y que sea de mi propiedad
Rosa – tú ordéname mi amo, soy tuya y soy tu puta y estoy para complacerte
Juan – acércate más a la orilla de la cama y pon el culo y ábrete de nalgas y acercando mis manos a escasos centímetros de su culo abrí su culo más, y luego volví a abrir más las nalgas y empecé a meter mi polla por su culo, mi puta se volvía loca de placer, mientras ella metía sus dedos en su coño y tenía empapados los dos orificios el del culo y el del coño, y sacando luego mi puta la polla de su culo se pudo ver como un hilo de líquido pre- seminal caía de la cabeza de mi polla, y luego yo pase varias veces por el culo de mi puta, y cuando la vi tranquila de un solo golpe metí de nuevo mi polla en su culo hasta que los huevos hicieron tope en sus nalgas.
Juan – toma perra alimenta ese culo, eso así, mas eso es puta mi puta solo hacía que ahogar sus alaridos con la cara metida debajo de la almohada mientras yo sujetaba sus brazos, la cama estaba llena de saliva y llena de jugos, y a veces cambiaba y frotaba a veces su vagina o pellizcaba sus pezones hasta casi arrancarlos, y veía como mi puta se mordía el labio inferior tratando de no gritar y veía como mi puta, no dejaba de correrse en torrentes de abundante líquido y de nuevo esta puta se abandonó a un orgasmo que nublo su vista y en esto escuche un grito desgarrador
Rosa – amo por favor piedad me estas partiendo
Juan – Calma puta que llevo solo la mitad relájate y déjate llevar, relájate y veras como te va a encantar Yo tenía tres dedos metidos en su culo
Rosa – amo por favor métemelos despacio que nunca me han metido tanto dedo, soy tuya y aguantare toda tu polla, pero no sé si aguantare más dedos.
Juan – ya ves mi puta como voy metiendo poco a poco, y te vas amoldando, a los dedos de tu dueño, toma puta recibe más y diciendo esto metí dos dedos más
Rosa – Amo los siento en mi intestino, para un momento ahí por piedad, me tienes llena, y siento como un calambre en mi estómago.
Ahora amo ya me tranquilice mi culo ya es tuyo.
Juan – eso puta es lo que quería escuchar, toma perra toma esto es todo tuyo.
Y comencé a introducir más fuerte mis dedos violentamente al agujero rectal de mi puta, y zorra
Juan – toma perra toma mis dedos.
Y después de esto saque mis dedos del grueso culo de mi puta y estaba enrojecido y tenía un boquete rosado formando una O, vomitando un chorro de agua, mierda, que salió cayendo a la cama, la habitación está impregnada con olor a sexo, mientras me fui a duchar le mande que recogiera todas las sabanas y las echara a lavar y aseara la habitación un poco y luego se duchara, estando en la ducha vino mi perra y me pidió permiso para entrar a bañarse yo se lo di, y bañándonos le dije
Juan – quieres que luego bañamos al bar a tomar un café.
Rosa – la manera que estoy amo prefiero ir a la cocina y hacer algo para comer ya que me muero de hambre.
Después de comer algo me fui a mi casa y le prohibí a mi puta se masturbara sin mi permiso sino tendría un castigo.
Los días fueron pasando y yo ocupaba mis pensamientos en mi trabajo pues soy fotógrafo y esto me come mucho tiempo delante del ordenador.
Entonces medio cansado baje a tomar café al bar de siempre allí encontré a los amigos y también encontré a Rosa, entonces saludando a todos, fui hacia Rosa y me senté junto a ella y poniendo una mano sobre su muslo descubierto, la mire de arriba abajo y vi que llevaba puesto un vestido ligero de gasa, y unos zapatos de tacón y se había hecho una pequeña coleta en su pelo, note como si se hubiera tenido una descarga de electricidad en todo su cuerpo al tocarla.
Y note en su mirada cautivadora y perversa dando un último sorbo a su café como me dio su mano y dijo
Rosa – bueno no hablemos más vámonos a dar una vuelta
Juan – tienes algún lugar en específico Ya cuando estábamos a varios metros del bar Rosa dijo
Rosa – amo déjame a mí y cogiendo su móvil marco un número y luego fuimos a coger el coche de ella y dándome las llaves dijo
Rosa – toma amo conduce tu yo te diré por dónde debes ir cogimos rumbo a donde mi perra me señalaba y ella sonriendo dejo caer su cabeza sobre mi hombro, sintiendo ella una excitación, deseo y nervios a la vez todo mezclado en un mar de sentimientos, yo puse mi cara en la suya dándole un beso apasionado y vi yo que se sentía cómoda, y a la vez excitada y llegamos al sitio me di cuenta que era un hotel y entrando nos registramos y vi sus manos frías como firmaba el registro y pasamos a la habitación.
Entonces me dio por llamar y dije
Juan – Por favor súbame una botella de Don Perignon y un par de copas y después de esto no quiero ser molestado.
Rosa se fue al cuarto de baño y cuando salió la botella de champagne ya la habían traído, y ella salió solo con una bata pues se había duchado y salía con la bata puesta, yo fui hacia ella y la tome en mis brazos y cogiéndola comencé a besarla la devoraba poco a poco comía sus labios, su cuello, sus hombros y su espalda ella lo disfrutaba de verdad, estaba como en un trance yo le dije
Juan – Estas deliciosa princesa, estar despertando ese animal que quiere desbocar toda mi lujuria y en nada serás mi puta y harás lo que yo te diga tal y cual y te rendirás en el acto a mi
Rosa – si mi amo lo que usted diga ya que le pertenezco
Juan – eso puta así te quiero completamente entregada a tu amo, tu verdugo, siento tu coño empapado, arrodíllate perra, abre la boca, ábrela mas, quiero la abras más perra, y ahora saca la lengua más y prepara tu garganta que voy a meter mi polla en tu boca y diciendo esto me desnude y lo primero que hice fue meter mi polla en su garganta, y dije
Juan – puta me encanta sentir tu garganta como aprieta la cabeza de mi polla, eso perra así tu sola, metete la polla en tu garganta entonces vi cómo le salieron lagrimas pero eso me encantaba aún más y dije
Juan – me pones a cien el ver como aguantas mi polla en tu garganta entonces vi como su vagina tiraba jugos y llevándola a la orilla de la cama dije
Juan – abre tus nalgas porque quiero meter mi lengua en lo más profundo de tu coño y devorando con mi boca su coño, tragaba yo por completo sus fluios y lamia viendo su intenso placer y note un orgasmo que al momento sacudió su cuerpo, y vi como Rosa aullaba como una perra, entonces me fui hacia un rincón de la habitación y sentándome en un sofá mande viniera mi sumisa y dije
Juan – ¡Ven aquí, esclava!, ¡Ven inmediatamente!
Rosa se volvió y caminó hasta donde yo me encontraba recostado en el sofá.
Y agitando mis dedos de mis pies le mande se pusiera de rodillas y puse mis pies frente a su cara y le dije
Juan – ¡Lame sumisa, lámeme los dedos de los pies!
Rosa – Sí amo.
Y sacó la lengua y la pasó por las finas, delicadas yemas de los dedos de los pies.
Juan – ¡Eres una estúpida y tonta!
Rosa – Sí amo yo separe los dedos de los pies y dije.
Juan ¡Lame, lámeme entre los dedos!
Rosa obedeció.
Su lengua se llevó los restos sebáceos que habitaban entre los desaseados y hediondos pies de su amo.
Yo disfrutaba humillando a mi sumisa.
Y cogiendo mi polla con mis manos acaricie mi polla.
Mientras Rosa seguía lamiendo mis dedos pero se puso a mirar de reojo como yo tocaba mi polla, yo lo hacía por ponerla a ella nerviosa.
Pasado un tiempo yo dije
Juan – Rosa deja ya de chuparme los dedos de los pies, y chúpame otra cosa con más sustancia Y rosa cogió con sus manos el nada despreciable miembro mío, y se lo introdujo en su boca.
Y cogiendo yo su zapato de tacón y levantando mi mano descargue sobre su culo el zapato y al recibir el impacto salió de su boca un grito ahogado y sin dejar de chupar mi polla.
Juan – Te voy a pegar más fuerte, y si se me escapa alguno y te pego en tu espalda aguanta.
Por el placer que me causaba la mamada que me hacía mi sumisa.
Yo volví a levantar el brazo y a descargar un nuevo golpe esta vez con el tacón en su culo.
Rosa dejo unos segundos de chuparme y dijo
Rosa – ¡Más fuerte Amo, más fuerte!
Yo golpee con todas mis fuerzas.
Y a los pocos minutos me corrí en su boca porque tras el quinto taconazo Rosa no pudo resistir más y se arrojó al suelo gritando.
Yo estaba satisfecho tras la eyaculación y decidí mostrarme generoso y compasivo con mi sumisa, no castigándola por haber abandonado la mamada antes de que yo lo autorizara.
Baje la mano hasta tocar la cabeza de Rosa y agarrándola del pelo la obligue a enderezarse y dije.
Juan – Vuelve a chupar que ahora viene lo mejor.
Rosa lloraba, volvió a arrodillarse y cogiendo mi polla.
Y cerrando los ojos metió mi polla en su boca y al cabo de un rato se reflejó en su rostro el placer que le producía cuando yo me mee en su boca.
Juan – Qué, ¿estaba bueno, zorra?
Rosa – Sí amo, muy bueno.
Juan – mira que eres golosa.
¿Eh? ahora a lamer mis pies, perra.
Le ordene al tiempo que le pegaba una bofetada en la cara.
Rosa se colocó de rodillas y de inmediato paso la lengua y los labios por los pies de su amo.
Después de estar chupando como media hora yo la veía algo nerviosa y pregunte.
Juan – Que te ocurre te veo nerviosa.
Rosa – Amo mientras te chupaba pensaba una locura, y estoy como salida
Juan – Cuéntame esa locura tuya
Rosa – estaba pensando que me exhibieras fuera de la habitación, quiero decir que saliera yo de la habitación y si encontraba a una chica de la limpieza, camarera etc.
me gustaría excitarla.
Y saber que después se haga una masturbación pensando en mí.
Juan – matízame eso.
Rosa – está claro, quiero salir de la habitación y si encuentro a alguien pasarla a dentro de la habitación y que usted amo me humille un poco delante de ella a ver su reacción.
Juan – te doy permiso sal fuera de la habitación, desnuda y a ver qué pasa.
Rosa – Si Amo Rosa salió fuera de la habitación y se encontró con una chica de la limpieza y Rosa dijo
Rosa – Hola cómo te llamas, perdona puedo hacerte una consulta
Sara – hola me llamo Sara y dime que consulta es
Rosa – hola Sara dentro de la habitación esta mi amo y me dijo me depilara el coño, ¿tú qué opinas como lo ves?
Sara – bueno veo que lo tienes mojado.
Rosa – si pero mi amo me ha dicho ¿Qué no puedo limpiármelo?
Sara – A el que está en la habitación es tu amo, o estás jugando solo
Rosa – Si soy su sumisa, y soy una puta salida.
Sara – Bueno sobre tu coño, lo tienes muy bonito te queda mejor que el mío.
Luego Sara se acercó a Rosa y dándole una caricia le dijo
Sara – te queda suave y te queda bien Rosa al ver que la tocaba casi se corre cuando noto la caricia, entonces Sara dijo
Sara – ven al cuarto de limpieza y si quieres te enseño mi coño.
Rosa y Sara se fueron al trastero de la limpieza y allí, Sara le enseño a Rosa su coño, también.
Ella lo tenía depilado.
Y estaba húmeda.
Entonces Rosa le pidió el móvil a Sara y empezó a grabarla, y se notaba a las dos como se ponían calientes una enseñando el coño y la otra grabándola, entonces Rosa con la otra mano empezó a tocarse un poco, y entonces Rosa dijo
Rosa – sabes Sara creo notar algo especial en ti y veo cómo te brilla tu coño
Sara – Siiiii Entonces Rosa se acercó a Sara y pasando sus dedos por el coño de Sara, luego se acacho y se lo chupo y salió corriendo del cuarto de limpieza y se metió en la habitación y Rosa dijo
Rosa – Úseme amo, úseme ahora estoy a mil
Juan – Ten cuidado que puedo usarte de formas muy extremas
Rosa – úseme amo, Amo déjeme correrme
Juan – si casi te correr y seguro que Sara también.
Rosa – si casi me corro.
Y Sara la he dejado en el cuarto de limpieza sin habla.
Juan – a ver échate atrás y ponte a cuatro patas
Rosa – si amo Entonces deje la puerta medio abierta y poniendo el culo de Rosa mirando hacia la puerta empecé a darle palmadas y dije
Juan – veras como viene
Rosa – Siiiii Amo ¿yo creo que va a venir?
Juan – vendrá y le dirás con tu amo, y que no puedes atenderla pero si quiere puede chupar tu coño.
Rosa – Sííí, pues viene Amo que escucho pasos
Juan – ya sabes lo que has de decir a los pocos segundos Sara entro en la habitación y vio a Rosa como estaba a cuatro patas y me presento y después Rosa le dijo lo que debía decirle, entonces Sara se quedó de piedra pero sin decir nada cerró la puerta y se puso debajo de Rosa y empezó a comerle el coño después de unos segundos Rosa dijo
Rosa – me come el coño Amo y noto que me voy a correr
Juan – Córrete puta, pero en su cara
Rosa – si Amo, me sigue comiendo me va a matar, no habla y me sigue comiendo mi coño y como lo hace.
Y al momento Rosa se corrió.
Y Rosa dijo
Rosa – tu creo que serás la próxima sumisa de mi amo, pues creo que te pondrá ser sumisa, creo que eres tan puta como yo y si deberías tener un amo.
Sara – lo que me gusta es ser muy puta
Rosa – si quieres ser muy puta yo procurare que cumplas tu sueño, Amo me voy a correr de nuevo
Juan – te doy permiso.
Rosa – Amo me corroo no puedo aguantar, me corro que orgasmo, Amo puedo comer el coño de Sara para que se corra
Juan – Si
Rosa – Voy amo
Juan – pero procura encontrar sus más bajos instintos, para cuando la coja yo
Rosa – Si Amo, que mojada esta voy a comerle con mi boca… amo no la he tocado y ya se corre en mi boca
Sara – Permiso, me corro
Rosa – córrete zorra, so puta córrete, Sara se corrió dos veces muy seguidas y Rosa gozo lo increíble.
Juan – dime Rosa como ves a Sara
Rosa – Amo es una buena puta, me gustaría usarla un poco más
Juan – quiero que bayas al cuarto baño y cojas desodorante y busques unas pinzas
Rosa – amo el desodorante lo cogí y pinzas tengo en mi bolso, ya tengo el desodorante y las pinzas
Juan – ponte las pinzas en los pezones y ponte a cuatro patas y ahora échate desodorante por tu culo, y acaríciate
Rosa – Si amo, amo esta posición es muy humillante y me encanta mientras Sara veía todo
Juan – ahora quiero que te pongas de pie y bajes poco a poco poniendo el desodorante debajo de ti y tu bajas sobre el poco a poco
Rosa – Si amo
Juan – empieza a subir y bajar y tu Sara si deseas ver lo que Rosa hace puedes quedarte pero a cuatro patas o te vas Sara no se lo pensó mucho enseguida se puso a cuatro patas.
Juan – sigue así perra sigue follandote
Rosa – si amo
Juan – quítate las pinzas, y déjalas en el suelo, y tu Sara ya sabes que tienes que hacer con ellas puta
Sara – yo no me voy a poner eso
Juan – pues sal de esta habitación Sara salió de la habitación y dejo la puerta entreabierta
Rosa – Amo me puedo correr
Juan – si entra y se las pone si, mientras coge las pinzas y vuélvete a ponértelas Rosa volvió a ponerse las pinzas y pasando una media hora la puerta se abrió y apareció Sara desnuda y con unas pinzas en sus pezones
Rosa – amo me puedo correr ya
Juan – si puedes correrte y quitarte las pinzas Yo acercándome a Sara le estire sus pezones y dije
Juan – sabes perra necesitas un castigo ya que por miedo te fuiste y ahora vuelves con dos pinzas puestas en tus pezones
Sara – señor tuve miedo y corrí al almacén a esconderme y luego reaccione y vi que lo que había hecho estaba mal echo entonces yo le pegue un bofetón y dije
Juan – señor nada, debes llamarme amo y dime que debería hacer contigo
Sara – si amo, creo que unos buenos azotes bastaría amo
Juan – colócate a cuatro patas y ahí clavada mastúrbate mientras yo te pego con las palmas de mi mano, yo la veía como se excitaba y tenía una cara desencajada
Sara – Si Amo Sara empezó a masturbarse mientras yo le fui azotando su culo, y llamando a Rosa le dije le diera a Sara golpes bajos en las pinzas, Rosa vino y empezó a darle golpes suaves en las pinzas y a veces estiraba de sus pezones.
Juan – Vas a ser una buena puta.
Sara – si muy buena y deje se corriera, luego le lance una tarjeta donde ponía mi móvil y le dije se vistiera y si deseaba ser mi puta de verdad llamara a partir de mañana a ese número.
Ella se levantó y se fue y Rosa y yo después de pasar por el cuarto baño y ducharnos bajamos a recepción entregue la llave y fuimos a casa, al llegar al barrio fuimos al bar tomamos unas cervezas con los amigos y vi a Rosa como le contaba alguna amiga las experiencias vividas en el hotel cuando creí oportuno me levante y pagando me fui a casa a descansar.
Pasaron los días y yo hacía lo de siempre y un día recibí un WattShap de Sara diciendo
Sara – Amo deseo verlo esto fue un sábado por la mañana, y yo conteste
Juan – hoy me voy con Rosa a un chalet que me han dejado si vienes a esta dirección antes de las doce estaré en el bar, y ven depilada y minifalda y una blusa blanca de botones nada abajo.
Sara – Si Amo sobre las 11,45 yo baje a la cafetería y allí vi a Sara estaba en una mesa, sentada con una blusa blanca y una mini falda negra y tacones de 10cm, me acerque a ella y estuvimos hablando y por ultimo dije
Juan – Quiero que te desabroches dos botones más de la blusa y vengas a esas mesas, que están mis amigos y Rosa y te sentaras a mi izquierda.
Y no quiero que pongas una pierna sobre la otra.
Sara cogió y se desabrocho dos botones más, y se levantó y siguiéndome se vino a la mesa de los amigos y amigas y se sentó a mi izquierda, Rosa la tenía a mi derecha, los amigos y amigas solo estaban sus ojos para mirar a Sara, hice las presentaciones y nos pusimos hablar.
Y en una de las conversaciones una de las amigas llamada Amparo dijo
Amparo – ayer por la tv, hicieron un documental sobre sexo, y era muy atrevido
Juan – Atrevido para ti que es
Amparo – Salió una mujer que estaba en su habitación, con unas pinzas colocadas en sus pechos y iva arrastrándose por el suelo y le producía grandes sensaciones notar como las pinzas le transmitían unas sensaciones de vibración que iban del suelo a sus pezones.
Juan – Y que ves mal eso.
Amparo – No pero tampoco lo veo bien.
Entonces note a Rosa y Sara, como al escuchar esta conversación estaban algo calientes, y sin querer Sara dijo
Sara – ¿puedo Amo, ponerme pinzas también y hacer lo que a dicho Amparo? Eso para mí fue como un jarro de agua fría, ya sabía mi grupo de amigos y amigas que a mí me gustaba tener sumisas, y no sabría cómo se lo tomarían, esto me dio por girar mi brazo y darle un bofetón a la cara.
Y le dije
Juan – No tengo otro destino para ti perra.
Sara – ¿qué destino Amo?
Juan – como te dije vamos al chalet de un amigo y allí te espera un perro grande por bocazas ella lo entendió y se cayó y pagando yo me fui hacia el coche y Rosa y Sara se levantaron y vinieron detrás de mí, los amigos y amigas yo escuchaba como murmuraban, no sé lo que hablaban pero si sé que hablaban de mí.
Subí al coche y en cuarenta y cinco minutos estuvimos en el chalet, nada más baje del coche les dije
Juan – desnudaros y dejar la ropa en el coche, y tu Sara nada más veas al perro, ponte a cuatro patas, con las tetas tocando el suelo y así se lo pondrás fácil, yo saque una cámara de video y grabe todo lo que ocurría.
Sara – Si amo voy, ya está aquí el perro Amo
Juan – ofrécete.
Sara – como ves amo estoy con los codos en el suelo y muy abierta y el perro me está oliendo.
Amo me está pasando su lengua áspera por mi culo, que placer amo y que rápido me la pasa, me lame mi culo.
Juan – Empuja un poco que se ponga en posición.
Sara – me la metió amo, me clava sus garras y empuja, amo deseo correrme
Juan – no cuando el perro se corra, además debes aguantar debes darle placer al perro.
Sara – amo me está llenando de leche
Juan – córrete puta, ahora si te dejo te corras
Sara – Si amo me corro en el suelo, me retuerzo el clítoris, me lo rompo, amo no puedo parar de correrme, puto orgasmo, no paro y este placer y dolor creo que entro bien la bola del perro.
Juan – Claro que entro y por lo menos tardara cinco minutos en soltarse
Sara – y a mí que me pasa.
Sigo corriéndome sin parar, como me tira y que gusto, como siga así me parte amo me va a partir en dos.
Cuando el perro termino saco del culo de Sara la bola y se fue a la otra punta del chalet, Sara quedo tumbada en el suelo, pero yo no termine con ella, y yéndome hacia un trastero busque unas cuerdas gruesas y fui hacia ella, todo esto viéndolo Rosa, cuando llegue a Sara la levante por los pelos y llevándola a un árbol la puse de cara al árbol y pasando la cuerda por el árbol la ate de cuerpo, pase la cuerda por su espalda y apreté fuerte y sus tetas quedaron muy pegadas al árbol y luego pase de nuevo la cuerda por dencima de su culo, y apreté de nuevo el coño estaba muy apretado al árbol y dejándola atada fui al trastero de nuevo y buscando encontré una caña de bambú la cogí y salí de nuevo y diciendo
Juan – Lo siento perra, pero en el bar me has dejado sin habla al llamarme Amo, nadie sabía nada y ahora soy el comentario de todos amigos y amigas así que voy a castigarte, vas a recibir hasta que me canse con esta caña de bambú.
Sara – lo siento amo pero creo que el castigo es justo.
Me puse detrás de ella y alzando mi brazo le pegue el primero con la caña de bambú, más un segundo y un tercero así estuve pegándole y Rosa viéndolo todo, yo seguía pegándole y viendo como su culo se ponía rojo vivo, y notaba como sollozaba porque su culo le escocia, al pegarle con la caña había partes de su culo que se notaba como si la sangre fuera a brotarle y tenía como la piel saltante.
Sobre media hora después le dije le untara Rosa unos paños de vinagre y la dejara en el árbol atada, lo que iva a ser un fin de semana por mi enfado.
Solo fue un día.
Nada más terminar Rosa de ponerle los paños le dije a Rosa que nos fuéramos a la cama y dejara a Sara atada al árbol, al siguiente día nada más levantarme fui al árbol y allí estaba Sara medio dormida, entonces cogí un cubo lo llene en la fuente de agua y se lo eche por la espalda y ella despertándose grito un poco ya que el culo lo tenía rojizo y el agua le hizo que le escociera más.
La desate y almorzamos los tres y después les dije se ducharan y se vistieran y fuimos para la ciudad, nada más llegar fuimos a mi casa y allí pase todo lo grabado a la Tablet y luego dije
Juan – Según como estáis iréis al bar y quiero que os sentéis y tomareis algo y quiero que veáis los videos de la Tablet, y si algún amigo o amiga os invita a la mesa aceptéis pero sin dejar de ver los videos de la Tablet.
Rosa y Sara así lo hicieron bajaron al bar y sentándose en la terraza en una mesa se pusieron a ver los videos sobre media hora después fueron llegando los amigos y cuando estaban todos a los veinte minutos, se levantó Amparo y llendo a donde estaban Rosa y Sara dijo
Amparo – porque no venís a nuestra mesa como siempre
Rosa – estamos viendo unos videos y no deseamos molestaros
Amparo – no es molestia así lo vemos todos
Rosa – no sé si os gustara pero vale Rosa y Sara se levantaron y entonces vio Amparo como Sara tenía sus tetas rojizas y al andar se dio cuenta que ella no tenía tanga y se le notaba su culo rojizo, al llegar a la mesa de los amigos Rosa y Sara siguieron viendo un video, a lo que los amigos y amigas dijeron de verlo también.
Rosa coloco la Tablet en el centro de la mesa y puso en marcha de nuevo el primer video, en el cual se veía a Sara como era cogida por un perro y era follada y como segundo como era atada en un árbol y fue golpeada con una caña, nada más ver esto los amigos y amigas empezaron a comentar, unos decían que eso no debía hacerse, otros que no se si llegarían a tal extremo, así entre ellos mismos tenían una discusión, entonces Rosa escribió un WattShap a su amo y puso
Rosa – Amo puedes venir yo recibí el mensaje y vistiéndome baje y pedí un café, los compañeros y compañeras nada más verme se callaron y digo esto porque desde ese mismo instante ellos eran mis compañeros y compañeras que cada día tomamos un refresco o un café, pero no eran amigos míos íntimos.
Entonces Rosa para amenizar la cosa dijo.
Rosa – Creo que se estaba hablando de Dominación si, dominación no, me gustaría saber por qué si o porque no.
Entonces Pedro dijo
Pedro – yo creo Juan que lo que dijo Sara el otro día me parece exagerado te llamo Amo
Juan – Sara me llamo Amo, Sara a ti te sabe mal que tú seas mi sumisa y me llames Amo.
Sara – No Amo, no me sabe mal ser tu sumisa y llamarte Amo.
Juan – Te e obligado a que seas mi sumisa.
Sara – No Amo lo soy por voluntad propia
Amparo – Acabo de ver a Sara como sus pechos y su culo, están colorados podría saber de qué.
Juan – Ayer sábado como sabéis fui al chalet de un amigo y Sara la ate un árbol de espaldas y por eso así sus tetas de coloradas y su culo es que estuve un buen tiempo pegándole con una caña
Amparo – Pero ella está que no puede sentarse casi.
Juan – Si su culo está al rojo vivo, pero a ella ese dolor también le da placer.
Amparo – No entiendo que a una persona hacer sexo extremo le de placer
Juan – A ver ayer viniste diciendo que viste un documental de sexo y que viste varias cosas, no es así
Amparo – si vi un documental de 90 minutos el cual se habló de sexo y entre otras cosas se habló de Dominación, BDSM, etc.
Juan – Y….
Amparo – pues que hubo cosas que me gustaron y otras que no.
Amparo estaba al lado de Rosa, hablando de todo esto.
Juan – y como acabaste Amparo entonces se puso colorada y Rosa acercándose a Amparo rápidamente le echo mano a su coño y esta dijo
Rosa – yo solo digo Amo que Amparo tiene mojado su tanga.
Juan – Vamos a ver esta es una pregunta a todos y todas, somos diez personas no cuento a Rosa, ni a Sandra ni a mí.
Me queréis decir entre las chicas que sois tres que solo pensarlo o hablarlo no os mojáis.
Según Rosa, Amparo esta mojada y vosotras dos.
Dirigiéndose a dos que estaban juntas.
Las dos chicas se pusieron coloradas y levantándose un instante se notó que también estaban mojadas.
Juan – Entonces tenemos una conversación tonta creo yo, según vosotras tres, estamos hablando de Sado, de Amo o Ama y según vosotras es una cosa casi tabú, pero el estar en una conversación así os moja, esto que quiere decir que no os gusta, pero de pensarlo os pone a tono, o que no os gusta pero queréis probarlo, o que….
Las tres se quedaron mirando y las tres dijeron.
Creemos que esos videos que acabamos de ver son fuertes, pero ay algo que nos gusta.
Esto desarmo una conversación entre chicos y chicas aceleradas.
No se entendía la mayoría de las cosas que decían.
Juan – Os propongo una cosa ya habéis sabido que yo soy un Amo, y habéis visto dos videos el primero Sara tiene placer con un perro, y ella se lo pasa bien.
El segundo Sara es castigada, por qué no lo voy a decir y sufre placer y dolor entonces si queréis como tenéis el número de Rosa como el de Sara las llamáis y yo le doy permiso a las dos os expliquen aquello que yo echo con ellas y cuando lo sepáis entonces sabréis lo que es el BDSM, igual cuando os juntéis otra vez lo habláis de otra manera.
Todos se miraron cambiaron de conversación y así pasamos otra tarde, después de esto se pidió una cena para diez personas pasamos la tarde noche allí, y hubo conversaciones de todos los tipos, en ese momento Rosa y Sara no eran mis sumisas eran dos personas más.
Hubo un momento en que las cinco chicas se levantaron y fueron todas al cuarto baño, y a la salida dijo Sara
Sara – Amo hemos entrado al cuarto de baño y me han pedido me desnudara para ver mis tetas y mi culo, en mis tetas a un se nota la cuerda y la marca del árbol y mi culo esta súper caliente a un y se nota pequeñas bambollas.
Creo que poco a poco querían saber todas más, y no sé dónde llegara esto.
Juan – Si preguntan algo contéstale con sinceridad y que vayan las tres a la vez así no tendrás que responder un día a una y otro a otra.
Sara – Si Amo Y diciendo esto nos despedimos todos y fuimos cada uno a su casa….
Al cabo de unas semanas las tres llamaron a Sara les cito en su casa y ella llamo a Rosa os diré que cada una se llamaba
Amparo
Hortensia
Esther
Las tres quedaron en casa de Sara, cuando llegaron Rosa ya estaba allí y las recibieron desnudas entonces Hortensia dijo
Hortensia – como que vais desnudas
Sara – Mi Amo quiere que nosotras por casa vayamos desnudas Sara preparo café y llevándolo al comedor Amparo, Hortensia y Esther estaban sentadas en un tresillo y Rosa y Sara se colocaron cada una en un sillón, Sara repartió el café y dijo
Sara – Cuando deseéis podéis empezar la conversación.
Amparo – Hace años que conozco a Juan y ha sido un chico que siempre me ha gustado, mi atracción física se me notaba sobre todo cuando nuestras miradas se cruzaban, siempre he sentido un deseo durante varios segundos, mirándole embobada y además siempre hemos congeniado y somos buenos compañeros, pero no sabía sus recursos de Dominación.
Hortensia – Yo lo conocí al principio una tarde tomando café, o una cerveza y nos poníamos a charlar de todo, de nuestro día en el trabajo, de cosas personales a veces hable hasta de mis gustos, alegrías y penas pero tampoco supe sus recursos de Dominación.
Esther – yo soy la más joven y también he tenido una atracción y he vivido con el como un simple compañero, que lo estaba conociendo, pero no conocerlo íntimamente, como con más profundidad en nuestras conversaciones no faltaban nunca las risas, el tiempo con él era como si volara.
Y tampoco supe sus recursos de Dominacion
Rosa – Me queréis decir que las tres habéis soñado en acostaros con él y tenerlo como amante, ya que las tres con el habéis disfrutado, y como amistosamente os habéis llevado estupendamente y en el fondo sentís algo por él.
Y porque no tenéis una relación abierta con él, sin ataduras, sin exigencias, ni condiciones y sin ocultar nada.
Las tres se miraron a la cara y Amparo dijo.
Amparo – Yo creo que aceptaríamos las tres, pero tenemos dudas, y queremos que se disiparan estas dudas.
Rosa – Dudas como el ser sumisas, el tener un amo, el que dirán las demás personas.
El saber que Sara y yo somos sus sumisas y si entráis a ser sumisas seriamos cinco o menos personas.
Yo creo que debéis pensarlo y ser liberales en vuestros deseos.
Creo que vamos hacer una cosa iremos al bar y allí sacamos la conversación de nuevo y haber que opinan los chicos Entonces Rosa y Sara fueron al cuarto se pusieron vestidos bien cortos y salieron las cinco hacia el bar, al llegar allí las cinco pidieron una cerveza y se juntaron con los chicos solo faltaba Juan.
Entonces Rosa dijo
Rosa – Que os parece que Juan sea el Amo de Sara y mío.
Ay empezó la conversación como si fuera un gallinero, las chicas lo veian casi bien y los chicos tenían como envidia pero no lo aceptaban así que llego a tal punto que desde ese día, íbamos al bar pero los chicos iban a una mesa y las chicas a otra y se unían otras personas a la mesa de ellos y nosotras seguíamos siendo cinco, los amigos de ellos no dejaban de preguntar porque después de varios años esa separación, y sabían que las tres habían tenido sexo esporádico de una noche, o sea sexo sin importancia.
Pues en el grupo de ellos no lo entendía, el tiempo iva pasando y yo nunca bajaba hasta que llego un sábado y me dio por bajar.
Pues bien cuando llegue al bar este estaba llenísimo, intente pasar por la gente pero viendo que me era imposible decidí dar media vuelta e irme, entonces fue cuando Rosa, me llamo y me invito a la mesa, y ella se lanzó sobre mí, recibiéndome con mucha alegría, Rosa no paraba de darme besos y besos y abrazándome con efusión, visiblemente contenta, tanto se arrimó que en unos instantes me la puso durísima, y presentándome a todas luego Rosa me cogió de la mano y me llevo hacia los cuarto de baño y cogiéndome de la cara empezó a devorarme la cara y mi boca, mientras su mano se perdía por mi pantalón sacándome mi polla, entonces me dijo
Rosa – Amo que hermosura, te digo esto Amo porque aunque me fastidie, esta boca mía no va a ser la afortunada que se va a beneficiar del disfrute de mamar, comer y engullir semejante maravilla que tienes entre las piernas, no mi Amo Y terminado de decir esto paro de sobarme mi polla y dirigiendo la mirada a un sitio allí estaba esperando Amparo, la cual entendiendo la señal se acercó hasta nosotros, directamente se arrodillo entre mis piernas, me sonrió, se sacó las tetas por encima de su escote, llevo sus brazos atrás de su espalda sujetándose por las manos, y acercando su cara a mi polla, abrió la boca de par en par, saco su lengua y directamente me dio una lamida de abajo arriba y de arriba abajo, repitiéndolo varias veces que casi hace que pierda el conocimiento, y mientras me agarraba con fuerza mi polla, se la incrusto de golpe dentro de la boca.
Rosa dijo
Rosa – Disfruta guarra y no me hagas en mal lugar Esto se lo dijo a Amparo
Amparo – No te dejare quedar mal Contesto mientras me devoraba engullendo hambrienta mi polla
Rosa – Veras Amo te explico a esta puta, desde hace tiempo le pones el coño a mil, y últimamente no para de decir lo guapo que eres, y hoy que has venido la he dejado que ella te diera una buena mamada y ya después si ella te gusta o no te la follarias, eso sería cosa tuya Amo.
Y cogiendo Rosa a Amparo por detrás de la cabeza la empujo y con violencia hacia abajo le hizo que se tragara mi polla hasta el fondo de la garganta haciéndola gemir como una puta en celo.
Mientras tanto Rosa se apartó como un metro de nosotros se sentó en frente de nosotros y sacándose las tetas por encima de su escote, y levantándose su falda hasta la cintura, viéndose su coño, empezó a masturbarse metiéndose con rabia tres dedos en su coño, gimiendo y gimiendo excitadísima mientras veía con envidia como Amparo devoraba mi polla tragándola y gimiendo enloquecida.
Al poco tiempo escuche a Rosa aullaba como una loba, y empezaba a correrse a chorros sobre el suelo, sin dejar de tocarse el coño con una mano, estrujándose, retorciéndose y golpeándose con violencia sus tetas, con la otra mano, lo que me puso a mí y me corrí y vaya si me corrí, entonces vi a Amparo como con los ojos abiertos como platos se le empezó a hinchar la cara de la enorme cantidad de leche en la que le estaba llenando la boca y que a pesar de la cantidad, ella recibió encantada sin tragarse hasta que termine, entonces saque mi polla y ella medio sonriente me pidió con gestos permiso para poder tragarse la corrida yo dije
Juan – de eso nada puta, ve hacia Rosa y comparte mi semen Amparo se dirigió donde estaba Rosa y abriendo la boca fue a echarle parte de la leche y entonces Rosa dijo
Rosa – Gracias Amo al menos podre saborear tu leche Así fue como Rosa y Amparo compartieron mi leche pasándosela varias veces de una boca a otra, y así hasta que terminaron de tragársela toda mi leche y para empezar después a follar como locas entre ellas, mientras compartían sin parar los jugos de las múltiples e intensas corridas que se proporcionaban, sudorosas convirtiendo sus dos cuerpos de vicio y pecado en uno solo, dándose placer sin descanso, gimiendo como dos locas poseídas, tumbadas entremezclando sus cuerpos por el suelo.
Lo que paso después lo desconozco ya que yo salí del bar hacia mi casa para ducharme y cambiarme y luego vería si bajaba de nuevo.
A la media hora recibí un mensaje de Rosa diciendo
Rosa – Hola Amo estamos aquí todas en mi casa vas a venir.
Juan – Hola perra sí que iré unos minutos.
Al rato llegue a su casa, llame al timbre de la calle y me abrió la puerta sin respuesta, subí y al llegar encontré la puerta del piso abierta, entre cerrando detrás de mí y escuche,
Rosa – pasa para adentro Amo estamos en el comedor.
Me encontré con sorpresa que quien estaba allí eran Rosa, Sara y Amparo sentadas en un tresillo y desnudas las tres y Hortensia y Esther desnudas también pero sentadas en el suelo.
Todas delante de mi desnudas, con Rosa y Sara me llevaba muy bien pero con las demás no había tanta confianza solo la charla que teníamos a tomar café en el bar y con Amparo lo que sucedió dentro del wáter, es verdad que no había estado nunca a solas con las cinco.
Se acercó Rosa y dijo dándome dos besos
Rosa – hola Amo
Juan – Hola Rosa Entonces Rosa dijo
Rosa – Amo estamos aquí para hacer todo lo que tú nos pidas.
Juan – Estáis aquí para hacer todo lo que yo os pida.
Rosa – Si Amo todo lo que tú pidas.
Le dije a Amparo, Hortensia y Esther se levantaran y me enseñaran
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