Nadia, Natalia y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Jessica.velatti.
Antes que nada nos voy a describir.
Natalia era sin duda la que tenía la cara más bonita, de piel blanca y ojos azules, su cabello era negro y siempre brillaba.
Era delgada, como de 1,65 metros, ella definitivamente tenía los senos más chicos de las tres, pero el mejor culo.
Era copa 36b, lo recuerdo y tenía desde que la conocí los labios más sexys que había visto.
Nadia es nieta de rusos, así que ella es una rubia de nacimiento, con tetas grandes y cintura diminuta, está llena de pecas y tiene unas piernas bien torneadas.
Tiene ojos verdes oscuro, pasan de lejos como ojos color miel.
Los pezones rosados y nariz perfecta.
Yo tengo cabello castaño, ojo cafés, mi piel también es clara, pero Nadia era la más pálida, tengo tetas grandes de nacimiento, las más grandes de las tres, soy muy delgada y aunque el culo de Natalia era el mejor, el mío le daba competencia.
Las tres nos conocimos cuando abrieron el gym de la colonia, vivíamos en ese entonces en El Campanario, una colonia muy adinerada en una ciudad de México llamada Querétaro.
Doy esta información sin miedo a que alguien reconozca la zona o mi historia, porque a estas alturas nada puede hacer que me avergüence de lo que viví.
Éramos las hijas de familias ricas y nos paseábamos en nuestra adolescencia como princesas malcriadas.
La verdad éramos detestables, engreídas y sobretodo clasistas, pero ¿qué puedes esperar de una adolescente con esa posición social? En fin, a los 16 entramos al gym y comenzamos a coincidir todos los días a la misma hora por nuestro instructor, solo iba 4 horas a trabajar y estaba de 6 a 10 de la tarde.
Ahora no recuerdo su nombre, pero estaba buenísimo.
Las tres íbamos más que nada a verlo e intentar que nos viera, nos conocimos y nos hicimos amigas.
Cuando descubrimos que el instructor era gay y era novio del dueño del gym fue lo más alucinante de nuestras vidas, pero nos dio el tiempo para dejar de babear y concentrarnos en realmente moldear nuestro cuerpo.
A los 17 estábamos buenas y lo sabíamos.
En la preparatoria cada una por su lado comenzó a andar de zorra.
No lo sabíamos entre nosotras pero cada una comenzaba a forjar su amplia, y de fácil acceso, historia sexual.
Yo tuve sexo con ellas por separado, y entre ellas también tuvieron, pero no tuvimos el valor de hacernos eso público hasta una noche, una pijamada supuestamente inocente.
Mis padres habían salido de viaje, mis empleados domésticos estaban en su día de descanso.
Normalmente hubiera realizado una fiesta, pero en la colonia son muy estrictos con eso, así que simplemente hicimos pijamada.
Compramos alcohol y comenzamos a beber, los juegos llegaron a “verdad o reto” y ahí nos salió toda nuestra verdad: supimos que ya aviamos tenido sexo entre nosotras, que andábamos de zorras fáciles y lo que más nos sorprendió fue saber que éramos tan zorras que cada una ya había tenido sexo con los novios de las otras.
Sin embargo, en lugar de molestarnos nos dio mucha risa y nos excito.
Yo fui la que propuso continuar la noche desnudas, evidentemente eso llevo a que tuviéramos un trio en mi cuarto.
Se agarraron de mis tetas las dos, lamian mis pezones mientras Natalia me frotaba el clítoris y Nadia me metía dos dedos en la vagina.
Está de más decir que como parte de nuestra vida era cotidiano depilarnos el cuerpo entero, así que esa noche fue una suavidad cálida y húmeda riquísima, yo tocaba a las dos en su sexo suave y húmedo aunque realmente no sabía bien que hacer pues me estaba perdiendo con lo que hacían.
Hicimos un trio oral, una especie de triangulo cada una con la legua dentro de otra.
Encontramos mis dildos y vibradores y la fiesta se puso intensa cuando a Natalia comenzamos a penetrarla por el ano y la vagina con ellos mientras la besábamos.
Terminamos exhaustas pero muy calientes, teníamos hambre, esa combinación nos trajo la idea más significativa de nuestras vidas, pedir una pizza y recibir al repartidor desnudas.
Nos pareció divertido y excitante, no sabíamos el impacto que tendría en el futuro.
Cuando llego abrí la puerta y recibí a un hombre vestido de domino´s con una pizza, tenía 32 años, era moreno, alto y olía a sudor, era feo de verdad pero delgado.
Recuerdo que me miro con tanta lujuria que me excite, tome la pizza y entre, el también, entonces mis amigas se acercaron y lo saludaron, tuvimos una plática corta sobre lo rápido que había llegado, él no dejaba de vernos y se notaba que estaba muy excitado.
Pagamos y se fue.
Nos éxito mucho y creímos que eso terminaría ahí, pero no era así.
Su nombre era Javier, y seria nuestro amo algún día.
Pero seguiré para terminar de contar ese día.
Recibir a Javier así nos excito muchísimo y sabíamos que mis juguetes sexuales no serían suficiente, así que decidimos hacer algo muy intenso.
Nos grabamos desnudas, besándonos y manoseándonos, fue un video muy caliente ¿Que hicimos con él? Hicimos un grupo de Whatssap con nuestros novios y se los mandamos, con la frase “si se nos quieren unir estamos en casa de Jessica” llegaron como la pizza, en menos de 30 minutos y muy calientes.
Llegaron juntos por que estaban juntos, los llevamos a mi cuarto y lo desnudamos.
Lalo era mi novio, Carlos el de Natalia y Jair el de Nadia, los tres poseían miembros grandes pero Jair era el mejor.
Nos pusimos a mamarselas, nos íbamos turnando para probar las tres vergas, ellos estaban que no cabían en sí mismos, se miraban, se decían cosas como “que rico es esto” o “que bien la mama tu novia”, se golpeaban los puños y nos daban nalgadas y apretaban nuestras tetas mientras nos metíamos sus vergas hasta la garganta.
Carlos se subió a la cama y yo me puse a mamársela en cuatro patas, como perra, estaba muy concentrada cuando de pronto sentí como una verga grande y rica me comenzaba a penetrar desde atrás, era Jair.
Me di cuenta que Natalia y Nadia se la mamaban juntas a mi novio, en lugar de enojarme me excite más.
-Ahora yo se la quiero meter, dijo Carlos y me voltearon, quede acostada boca arriba para que Carlos me follara y Jair me la metiera en la boca.
En eso llego Natalia con risa traviesa y se puso en 69 conmigo, así Carlos me follaba mientras ella me lamia el clítoris y Jair se la metía a ella y yo se lo lamia.
Oye, tu novia ya tiene el culo reventado, le dijo Jair a Carlos.
Natalia estaba dilatada por el vibrador que esa misma noche le habíamos metido Nadia y yo.
Jair comenzó o follarla por el culo, mientras Carlos la tomo de la nuca y le metió la verga hasta el fondo
-vaya que eres puta, quien te la metió? Pregunto Carlos.
Nadia y yo reímos
-mi vibrador rosa tonto.
Le dije
Jair saco su pene del culo de Natalia y me lo metió en la boca, vaya que era enorme, en ese momento también me follaba Carlos, note que mi novio estaba en mi sillón de la recamara con Nadia encima cabalgando mientras le chupaba una teta.
-Lalo, traite a esa puta para acá, le dijo Carlos, me la quiero dar.
Para cuando Lalo y Carlos le daban por ambos lados a Nadia, Natalia y yo le mamábamos la verga a Jair, en eso, como efecto domino, cada uno comenzó a correrse, primero Carlos, dentro del culo de Nadia, después Lalo en su cara.
Jair fue el último y decidió rociarnos a las dos en la cara también.
Al terminar la noche las tres nos bañamos juntas, ellos solo se vistieron, tomamos un poco más y comimos pizza.
La noche se convirtió en un juego de botellita, ya estábamos desnudas, así que los castigos eran desde el principio muy fuertes.
Desde besarnos entre nosotras, hacerle un oral a alguien.
A mí me toco ponerme de perrita con el culo al aire mientras me metían un vibrador en el culo.
Después tuve que bailar con ese vibrador por treinta seguidos.
Natalia tuvo que salir a la calle desnuda.
Nadia tuvo que beber de una copa el semen de los tres.
Obvio en ese juego cada una tuvo que hacer orales, anales, cabalgar, a Natalia la cachetearon los tres con us penes, a mi me metieron un pepino, a Nadia una banana.
La mañana llego y cuando volvimos a quedarnos solas nos acostamos, nos abrazamos y nos dormimos.
De alguna forma eso hizo una amistad muy fuerte que duraría muchos años y que sigue presente.
Lalo, Carlos y Jair eventualmente desaparecerían y serian sustituidos por otros, nosotras seguimos juntas siempre, pero jamás nos imaginamos esa noche, abrazadas en mi cama, que el pizzero volvería para cambiar nuestras vidas.
Pero creo que lo dejare para otro relato, no me imaginé que contaría esta parte en un texto tan largo, la verdad es solo el inicio y no estaba en mis planes, pero me deje llevar, así que lo dejare aquí para no asustar con una lectura larga y tediosa y los que quiera saber más lean en el futura.
Besos y gracias por leerme.
Esta historia continuara
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