Neri, el inicio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kimbocat.
Su amo le había ordenado que se presentase ante él únicamente con este vestido, blanco y casi transparente. Nuri sudaba asustada, mientras esperaba la hora de salir, todo había empezado hace unas semanas, con una conversación informal, poco a poco habían ido jugando más y más con las palabras, a él le gustaba dominar, ella deseaba ser dominada, lo demás vino rodado, y hoy es el día.
A la hora convenida, Nuri se dirigió a la casa de Joan, su amo, caminaba con la cabeza baja, roja de vergüenza por ir mostrando de una manera tan evidente su cuerpo, acelero el paso, y al poco llego a su destino. Llamo y una vez dentro, él le ordeno que se desnudase por completo.
El vestido cayó al suelo, y su cuerpo se ofreció de manera total y absoluta, sin límites, sin condiciones. Joan la fue tocando: su culo, su sexo, sonrió cuando noto la humedad que llenaba de deseo a la mujer, luego fue subiendo hasta sus pechos, apretándolos, estirándolos, jugando con ellos, mientras con los pulgares le excitaba los unos pezones totalmente duros, siguió subiendo hasta poner su dedo en la boca de Nuri, que contenta y feliz chupo los restos que aun quedaban de su propio coño. Y cuando lo considero oportuno, la cogio por uno de los pezones y la llevo a una de las habitaciones.
Nuri se asusto, cadenas, látigos y todo tipo de aparatos llenaban la sala. Joan sonrió, le acarició las mejillas y le dijo que esta era su última oportunidad de irse, ella también sonrió, y le beso apasionadamente, A partir de este momento ya no era Nuri, eso era un nombre de persona, y ella solo era un cuerpo, un objeto, una piel suave. Le encadeno las muñecas y los tobillos a unas argollas, atándola en forma de X, quedando inmovilizada en el centro de la habitación, le puso una bola en la boca y cogiendo uno de los látigos, comenzó a marcarle el culo y la espalda
Era la primera vez que Nuri era azotada, el dolor era intenso, se movía, gemía, quería gritar pero no podía, y Joan lentamente iba marcándole toda su piel. Cuando lo considero oportuno paro los golpes, le puso la mano en el coño, que encontró totalmente empapado, sonriendo le dijo que ahora si que estaba seguro de su masoquismo, y empezaría con su doma.
Le ordeno que nunca se masturbase o hiciese el amor sin su permiso, la quería siempre excitada, siempre caliente cuando le apeteciese su cuerpo, ella había de obedecer en todo, a él, y a quien el quisiera. Neri sudada y temblorosa lo acepto todo, y es que el dolor, la humillación y su sumisión, le haban provocado el orgasmo mas intenso de toda su vida.
Joan se puso frente a ella, y ahora con mas fuerza fue azotando sus pechos, sus pezones, su vientre, su coño, con maestría hacia llegar a cada rincón el dolor justo, intenso y fugaz, mientras ella lloraba y sufría en silencio. Finalmente termino el castigo, Joan apago la luz y se marcho, mientras ella sola, a oscuras y con el cuerpo enrojecido por los golpes, se durmió colgada de sus cadenas.
El sábado, un azote en culo la despertó, era Joan, que la venia a buscar, la desato y Neri cayo al suelo como un fardo, Joan le mando ponerse de rodillas, le coloco un collar de perro, y tirando de la cadena la llevo al comedor, Neri vio el vestido blanco que trajo ayer, en tan poco tiempo, vivencias, dolor, placer, felicidad. Un nuevo tirón de la correa le hizo seguir su camino, hasta llegar al garaje.
Joan abrió el maletero del coche, y ella entro, allí le saco la bola de la boca, y la beso apasionadamente, ella quiso abrazarlo, pero el le dijo que no, que se girase, como pudo se dio la vuelta y le ato las manos a la espalda, nuevamente la hizo girar, y antes de cerrar el maletero, le puso un montón de zarzas sobre los pechos y el vientre, Neri quiso chillar, pero una bofetada la hizo callar, noto como se cerraba el portón, y nuevamente el dolor y la oscuridad fueron sus compañeros.
El coche circulo bastante rato, cada giro, cada frenada, cada kilómetro eran nuevos pinchazos en un cuerpo que sufría y gozaba en una mezcla agridulce y extraña. Finalmente el coche paro, ella esperaba que le abriesen, pero el tiempo pasaba, el sol calentaba el maletero, y ella sudada, sucia, asustada y muy nerviosa esperaba en silencio. Por fin Joan abrió la puerta, la ayudo a salir, sin desatarla. Una vez fuera, Joan la miro, su cuerpo desnudo y marcado, con bastantes espinas aun clavadas, los ojos llorosos, el sudor brillando con la luz del dia, la boca abierta. Estaba excitada, quería sentir a Joan dentro de su cuerpo, y el tan solo la miraba, toqueteaba un poco su piel y comprobaba que las espinas estuviesen bien clavadas.
Finalmente la hizo entrar a la masia, la llevo al comedor, amplio y espacioso, le mando ponerse sobre la mesa, ella tenia ganas de orinar y de cagar, pero no se atrevía a decir nada, Joan se lo imagino, y le magreo el coño haciéndole sentir aun mas fuertes las urgencias de su vientre, al final sonrió y dándole un manotazo en el coño, la dejo levantar, llevándola al patio, y entre unas hierbas tuvo que hacerlo mientras el la miraba divertido, luego se limpio con unas hierbas salvajes, y lamió bien los dedos para que no quedase nada, al terminar Joan la volvió a entrar a la casa, y una vez tumbada sobre la mesa, le fue quitando las zarzas que aun tenia clavadas, le puso una venda en los ojos, la ato fuertemente a las 4 patas, y le dijo que hoy tendría una sorpresa. Neri asustada no entendía nada, que hacia allí?, cual seria la sorpresa?.
Al rato oyó pasos, alguien empezó a magrearle los pechos y el coño. Ella quería gozar y disfrutar plenamente aquellos instantes de placer que le ofrecían. Y de golpe una gota ardiente cayó sobre su pezón, era la cera caliente de una vela, y tras muchas mas gotas, alguien le coloco una vela en cada pecho, repitiendo la dolorosa experiencia en el pubis, justo encima de los pelos del coño.
Una vez clavadas las velas, le movió el cuerpo, para comprobar que realmente estaban bien adheridas, y Neri nuevamente quedo en silencio y soledad. Al rato oyó hablar, y un sudor frió le recorrió el cuerpo, pues uno de los que hablaban era Joan, pero había alguien mas, una voz de mujer, alguien que conocido o desconocido, también sabia su secreto.
Ya en la mesa, Eva que así se llama la chica, comento divertida con Joan, la idea de las velas, y aprovecho para toquetear a Neri, que con los movimientos nuevamente noto como la cera caliente le caía por el cuerpo. Eva pregunto que de donde había sacado aquello, y Joan le explico toda la historia, sin omitir ningún detalle, Neri en su oscuridad se sentía vencida, humillada y avergonzada, y más aun cuando Joan, animo a Eva a aplicar nuevas torturas en el cuerpo de la esclava. Durante la cena, las velas cada vez se acercan mas al cuerpo de Neri, y sus pechos y coño, sufrían más y más. Al llegar a los postres, Eva estiró la vela del coño, arrancándole algunos pelos, la gira, y deja que toda la cera caiga sobre su aquella zona, Neri se mueve, grita y gime, quiere desatarse pero las correas están fuertes, y lo único que consigue con el movimiento es que las velas de los pechos le quemen más y más.
Eva tras dejar caer la cera, coge la vela aun encendida y la va introduciendo lentamente en el coño totalmente empapado de Neri, al notarlo, la saca, la gira y se la mete por la zona del fuego, Neri chilla de dolor, pero su propio coño encharcado se encarga de apagarla, luego Joan se va con Eva, y Neri se queda sola, con las dos velas casi agotadas, acercando el fuego cada vez mas a su piel, mientras, su coño sigue con la otra vela en su interior.
El dolor es intenso, tan solo puede dejar que la llama se apague sobre su cuerpo, el fuego también es nuevo para ella, primero fue el látigo, las espinas, ahora el fuego, que mas habrá de conocer en su primer fin de semana como esclava.
Finalmente se duerme, le despierta el sonido de los pájaros, ya debe ser de día, pero ella sigue igual, atada, con la cera reseca sobre sus pechos, y con el trozo de vela encastada en su coño. Alguien le quita la venda de los ojos, es Joan, que también le libera la boca, y la besa, mientras le pregunta que tal se encuentra, Neri estira como puede la cabeza, y sacando la lengua intenta besarle, el se acerca, y le acaricia las mejillas, mientras con la uña le empieza a arrancar trozos de cera de su cuerpo, también le quita de golpe la vela del coño, Neri, relajada, feliz y sumisa se deja hacer.
Luego la desata, y a 4 patas la saca al jardín, es hora de comer, le llena una perola con comida preparada para perros. Neri quiere acercar la mano, pero el se lo prohíbe, ha de comer como una perra, solo con los dientes, Neri obedece y va engullendo la comida
Oye pasos, y girando un poco la cabeza, ve a una chica joven, también morena, que charla con Joan, la vergüenza y la humillación vuelven a excitarla, tirada en el suelo, sucia, mordisqueando el pienso, mostrando su piel desnuda y castigada, ante una desconocida que la mira divertida, sabe que les pertenece, que pueden hacer con ella lo que les apetezca, y eso la excita, la excita mucho. Una patada a la perola, indica a Neri que la hora de comer ha terminado, y estirándola de la correa, vuelven a entrarla a la casa
Dentro, Joan empieza a tocarla, mientras Eva le magrea los pechos y la besa en la boca, Neri se va calentando más y más, se siente mujer, y tan solo las marcas de su cuerpo le recuerdan su condición de esclava. Cuando la tiene excitada a tope, Joan le susurra al oído, que en premio a su buen comportamiento, va a ser penetrada, Neri feliz, espera poder calmar finalmente su ardor, pero la sonrisa de Eva la asusta.
Eva sale, y vuelve con un pastor alemán, un perro grande y excitado, Neri quiere apartarse, pero una patada en su coño, la hace caer, en el suelo, Joan le ordena que se ponga a 4 patas, y abra bien sus agujeros. El se sienta, y acercándola, le coge los brazos, y le dice que le masturbe mientras la folla el perro, y mientras ella va lamiendo, el perro la monta por detrás, abre la boca, chilla y llora, pero Joan, la abofetea y le ordena que siga mientras al fondo Eva se masturba viendo el espectáculo.
El perro también le araña y le babea la espalda, mientras Eva besa a Joan, y este deja a Neri, que continua con las embestidas del animal en su coño, mirando como muy cerca, sus amos hacen el amor apasionadamente. Cuando terminan se acercan a la esclava y al perro, y Eva se lo lleva, mientras que Joan levanta la barbilla de Neri, que esboza una sonrisa. Al volver Eva levanta a la esclava por los pechos, y felicita a Joan por lo bien adiestrada que la tiene, luego besa a Joan y se va. Ya solos, nuevamente a 4 patas, Joan lleva a Neri hasta el coche, que vuelve a entrar al maletero, esta vez no la ata, solo cierra el capo, pronto el movimiento hace notar a la esclava, que el coche esta en marcha, ella se toca el coño, y se masturba una y otra vez, su cuerpo ha sido fustigado, pinchado, ha recibido cera ardiente, ha sido humillada y vejada, pero nunca había sido tan feliz, por fin ha encontrado su destino.
Al llegar a la casa, Joan abre el maletero y ve a la muchacha masturbándose, le ayuda a salir y la lleva hasta el bañera, coge una esponja y la va lavando, limpiando con delicadeza, todos y cada uno de los rincones de la esclava, que encadena el placer una y otra vez. Al terminar la seca y la mira, vuelve a ser la chica de piel morena, hermosa y deseable, que nunca ha dejado de ser, ella se acuesta en la alfombra, sonríe, y abre su cuerpo, ofreciéndolo a Joan, que no duda en hacer el amor apasionadamente con ella.
Al terminar, Joan le devuelve el vestido blanco se lo pone, y tras un largo beso, sale de la casa, esperando, deseando, que pronto una nueva llamada de su amo, le haga volver a sentir sobre su piel, el placer de la sumisión.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!