Oculta tras la Máscara
Una madre se transforma en una puta sumisa cuando se compra una máscara..
Oculta tras la Máscara
Soy María madre de Camilo un adolescente de 14 años, divorciada, trabajo como bibliotecaria, ya es mi segundo año de haber llegado a la cuarta década, me considero una tía buena rubia de un gran trasero y excelentes melones, como dicen los pervertidos que me observan y finjo no escuchar, con muchas fantasías sexuales sin cumplir, pero de las que espero hacerlo pronto. Aquí empieza mi historia: lunes 4 de marzo del presente año, en unas horas llegará, un paquete muy especial que contiene una máscara de color negro, que nadie la podrá quitar, aunque quisiera, ya que es muy resistente, necesitarían de una pequeña llave para hacerlo.
Esa máscara me da el poder del anonimato. Oculta tras la máscara, ya no soy María, soy sumisa-adiestrada, mi alter ego, una esclava sin amo, pero que puede ser alquilada, por las noches. Bueno, ese era mi plan, aún falta ajustar algunos detalles de cómo hacerlo saber, ya pensaré en algo.
Tocan mi puerta, al fin llegó el paquete, estoy muy feliz y emocionada, tomé mi ordenador e ingresé a Internet a buscar sitios para publicar mis servicios como esclava sexual. Lo puse en distintos foros y sitios y pasaron las horas y nada aún yo tenía unas ganas de que me contrataran así, que dejé el ordenador encendido me quedé dormida, creo que fue así como pasó de que mi hijo se diera cuenta, de que yo era sumisa-adiestrada, al día siguiente Camilo me pidió una suma alta de dinero precisamente la cantidad que yo tenía como tarifa, él me dijo que era para pagar un viaje de excursión de su colegio yo le creí sin sospechar nada.
Pasaron dos o tres días y Camilo invitó a jugar videojuegos a dos amigos, Franco y Braulio. A mí me extraño, ya que esos dos eran unos chicos malos que siempre le hacen bullying a Camilo. Hace un par de meses tuve una reunión en el colegio con los padres de ambos para solucionar el problema con ellos.
Esa misma tarde, Camilo me pide permiso para ir a una fiesta, con sus dos amigos en una minivan que conduce Franco, que su padre se la había dejado ese día para ir a la fiesta, le di permiso sin sospechar nada de lo que esos chicos habían planeado.
Pasaron unas 4 horas desde que Camilo y sus amigos se habían marchado a la fiesta. Cuando tenía un mensaje en mi correo electrónico de Sumi-adiestrada, era mi primer servicio como esclava sexual. Eran las 10 de la noche, yo me llené de emoción y excitación, cumpliría mi fantasía sexual.
Tendría que ir vestida con poca ropa, con mi sexo expuesto listo para ser penetrada, no preguntar a dónde iba a ser. Encima del sobre con el dinero de mi paga había una venda para que me cubriera los ojos, esa era la instrucción que recibí por correo.
Así que busqué un vestido de una sola pieza, color negro, muy corto, con zapatos de tacón, medias negras, cabello suelto y mi máscara, mi vagina expuesta al aire libre, bien depilada, hinchada, deseosa, muy mojada.
Tomé un abrigo que me cubriera toda mientras llegó a mi coche. Siendo muy discreta, me dirijo al sitio del encuentro. En un estacionamiento de un centro comercial dejo mi coche y me acerco a un banquillo. Donde encuentro un sobre blanco y una venda con la que tendría que cubrirme los ojos. Procedo a hacerlo, pasan unos dos minutos cuando siento que se detiene un coche. Alguien baja y me toma de la mano, me dice, levántate.
Yo pregunté a dónde vamos. Cuando me dan una bofetada en la cara y me dice ¡cállate puta!, de un jalón, fui subida a la minivan. ¡Arranca!. Escucho la voz de Camilo. Y sus dos amigos mientras, conducen. Yo en ese instante entendí todo. Iba a ser la puta esclava de mi hijo y sus dos amigos, así que me quedé en silencio. Braulio dijo, primero yo, y empezó a chuparme las tetas y a meterme los dedos en mi vagina. Luego de unos minutos, siento que la minivan se detiene, me atan manos y pies, estoy cuatro patas con mi vagina expuesta para ser montada.
El primero en penetrarme fue franco mientras Braulio me atragantaba con su pene, follándome la boca sin clemencia, yo empecé a gemir de lo fuerte que cogen esos chicos con ese deseo sexual y potencia, luego Camilo me quita la venda de los ojos esperando que yo me sorprendiera al verlo, los otros dos chicos continuaron satisfaciendo su deseo sexual con mi cuerpo, yo al verlo solo pude bajar la cabeza y esquivar su mirada acusadora, comprendí que los otros dos chicos no sabían que se estaban cogiendo a la mamá de su amigo. los chicos se corrieron, sentados exhaustos, yo terminaba de gemir correrme igual que ellos.
Pero aún estaba atada, inmovilizada a 4 patas. Cuando Camilo se baja el pantalón y empieza a meterme la verga con fuerza, dureza, dando embestidas una tras otra cada vez más fuerte, tomándome del cabello, follándome con una brutalidad intensa y áspera, no pude resistir y me vine un par de veces.
Luego fui desatada, me obligaron a estar de rodillas con las manos atrás de mi espalda. Uno a uno por turno me atragantó con su pene, y cuando yo me resistía, recibía fuertes bofetadas. Seguido de un ¡obedece puta!, mi hijo era el más cruel de los tres.
Debía mantener las manos atrás de mi espalda, un par de veces no pude cuando la verga la tenía muy adentro de mi boca, así que usaba mis manos para empujar sus pelvis y sacarme la verga de la boca. Por hacer eso, recibí de Camilo unos azotes con su cinturón muy fuertes que me hicieron llorar y chillar como una niña.
Finalmente, se saciaron de sus perversiones y decidieron dejarme en el sitio donde me encontraron. Yo estaba contrariada con mi vagina maltratada, pero bien satisfecha por ser la puta esclava sumisa de esos adolescentes con mucha energía sexual.
Tomé mi coche, marche a casa, guardé mi máscara, volví a ser la madre de Camilo. La mojigata que no rompe un plato, fin.
¡Hola a todos!
Espero que hayan disfrutado de la lectura de este relato tanto como yo disfruté escribiéndolo. Si les gustó la historia y quieren experimentarla de una manera totalmente nueva, les invito a escuchar la versión en audio en mi podcast en Spotify. En esta versión, he añadido efectos de sonido y música que enriquecen aún más la atmósfera y la experiencia.
Pueden encontrar el episodio en Spotify buscando Relatos Eróticos. Aquí les dejo el enlace directo para que puedan disfrutarlo de inmediato: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jess-javier-pea .
¡Gracias por leer y espero que también disfruten de la experiencia auditiva!
Saludos,
DominateBSDM