ORGASMO INTENSO EN MI VIOLACIÓN
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Marisol, acabo de cumplir 23 años, soy soltera y relativamente joven de edad, pero según yo madura sexualmente, claro que no con tanta experiencia como algunas amigas que ya son casadas y que por su condición seguramente tienen mucho mas oportunidad para mantener una constante practica de las diferentes maneras de tener sexo, ya que me consta de su gran apetito sexual ya que al igual que yo tuvieron relaciones con varios de sus anteriores novios y amigos antes de casarse, pero por supuesto que no tan seguidas ni tan intensas como para presentarse como una experimentada amante.
En mi caso particular tengo sexo solo con mi novio cada y que la situación se presenta, pero que por razones obvias no es tan seguido como quisiéramos, y que en su momento tuve también con mis dos últimos novios, con uno de los cuales perdí la virginidad a los 16, y que desde entonces lo hago cada vez con mas seguridad y mas satisfacción que el anterior, pero nunca tan intenso como lo que a continuación les voy a relatar, ya que por mas fortaleza y juventud que mis parejas me han brindado, jamás han igualado la excitación que un hombre me dio cuando fui violada, en un secuestro de los que llaman express, que en nuestra región se avía puesto de moda, y que por razones que desconozco me avía tocado a mi, ya que no provengo ni por casualidad de una familia acaudalada ni mucho menos.
Creo yo que tal vez pudo haber sido por mi apariencia ya que no me considero fea, al contrario la gente dice que soy elegante y muy bonita, mientras que al verme al espejo me puedo describir como algo llenita sin llegar a gordita, ya que mis torneadas piernas terminan en unas muy redondeadas y paradas nalgas que todos voltean a ver, con unas tetas simétricas de un tamaño poco mas grandes de lo normal, que se acompañan por un par de pezones tiernos que se endurecen ala primer insinuación de contacto, que pocos hombres han tenido la oportunidad de besar o lamer, como lo han hecho mis novios en nuestras citas amorosas que muy esporádicamente terminaban en la cama, y que cuando aso sucedía ninguno tenían el tacto o delicadeza como para encontrar el punto exacto que me hiciera explotar como lo hizo aquel desconocido hombre que su maniobra ilegal me levantaba a la fuerza para obligarme a subir a su camioneta, para atada y vendada de los ojos llevarme a un terreno fuera de la ciudad, en donde me deposito en una casa abandonada, dandome cuenta que no tenia vecinos a menos de 1k, en donde me mantuvo incomunicada por varios días, en los que nunca me falto al respeto asta poco antes de liberarme, cuando entro al cuartucho en donde me tenia maniatada, pudiendo adivinar sus intenciones por la mirada lujuriosa que sus ojos denotaban, situación que se confirmaban en el momento que me incorporaba para de la mejor manera advertirme que me iba a violar, y que si no quería que me hiciera daño tendría que cooperar, alo que me negué rotundamente, comenzando un tremendo forcejeo que culminaba con un gran golpe que me propino en el rostro mismo que me derribaba sobre la dura cama de madera que solo era cubierta por un desgastado cobertor, en donde pase mis días de cautiverio, procediendo a arrancarme la ropa de manera tan agresiva y fuerte que no podía contrarrestar ya que aparte de seguir atada de las manos su fuerza era demasiado para mi delicadeza que a los 17 obviamente presentaba.
El aspecto de aquel hombre poco aseado, era el de una persona de unos 35 años, delgado muy espigado de fácil 1.8m de altura y muy correoso, con un pelo tan largo y descuidado que sujetaba con una liga como simulando una cola de caballo, su brazos presentaba muchos tatuajes de escenas religiosas, como cruces y vírgenes, pero de una mala calidad, que denotaban su bajo nivel económico, así como su largo bigote y su barba de barios días que concordaban con su mal olor que en ese momento aspiraba cuando durante el forcejeo me arrancaba de un jalón la ropa interior que aun me quedaba, para sin quitarse la camiseta pero despojándose de sus pantalones y trusa me montaba forzándome a abrir el compás de mis piernas, pudiéndome dar cuenta de lo duro y largo de su pene que durante aquella lucha me rozaba por todos lados, asta que por fin encontraba mí entrada perforándola de un gran impulso, sin poder yo resistir su penetración, ya que con la fuerza de una sola mano me tomaba de las ataduras que aprisionaban mis dos manos para levantarlas mientras que con su cuerpo encima me abría cada vez mas, en el momento que comenzaba con su mano libre a recorrer de una manera desorganizada todo el contorno de mi joven silueta para detenerse en mis tetas en donde sus respectivos pezones comenzaban a endurecer como queriendo entrar en acción apretándolos de una manera tan frenética que por momentos soltaba pero sola para atacarlos directamente con su boca, chupándolos de una manera taan feroz que me lastimaba mientras sentía como su bigote y barba se enterraban en mi delicada piel, en donde deje de poner atención ya que empezaba a sentir como su gran palo me penetraba empezando con un bombeo que me asía gritar de dolor por lo intenso de la situación, arrancandome un gritos que acompañaba de un llanto escondido que se confundía con mis pujidos y los jadeos de el, que aquella estocada nos producía, quedando por fin ya sin fuerzas y sin poder oponer resistencia, provocando que aflojara mi cuerpo, situación que el aprovechaba para con sus rodillas terminar de abrir más mis piernas que ayudado por su mano libre me levantaba para hacer cada vez mas profundas sus penetraciones que lejos de ignorar empezaban por alguna rara razón darme cuenta que me estaba calentando ya que los alaridos y gritos se fueron poco a poco convirtiendo en jadeos y quejidos de placer que se me escapaban del pecho a cada arremetida de verga que me promocionaba y que de manera repentina e inesperada para mi, presentaba el primer orgasmo de la noche igual o mas intenso como cuando llegaba al clímax con alguno de mis novios me realizaba todo el acto sexual, y que aquel hombre me arrebataba con sus primeras envestidas que iban aumentando de poder y de ritmo cada vez mas y mas, que sin poder resistir empezaban a excitarme, al tal grado de comenzaba a ceder mi cuerpo, dándome cuenta de eso cuando sin pensarlo de una manera instintiva yo misma abrir las piernas para después de varias estocadas profundas, sin mas ni mas de un momento a otro ya lo tenia abrazado con ellas clavabandole mis talones sobre sus nalgas para presionar asía abajo como queriendo ayudarle a que me metiera todo el gran trozo de verga que forzadamente estaba dentro de mi ser y que para mi gran sorpresa debido a mi resistencia todavía no me avía entrado en su totalidad, al darme cuenta que fácilmente faltaban de entrar casi dos o tres pulgadas, que con mi aceptación se sumergían asta el fondo, haciéndome gemir como una hembra salvaje en celo penetrada por su igualmente salvaje macho, que al darse cuenta de mi entrega me soltaba de las manos pero sin desatarme, con las que automáticamente me tomaba de su cuello arqueando mi espalda para empezar a moverme el ritmo de aquellas fuertes envestidas, mientras intentaba contraer los músculos de mi vulva como queriendo aumentar mi placer, el mismo que sin querer le estaba brindando a aquel descuidado hombre que seguía su labor, pero ahora ayudado por la joven que había empezado a violar y que por su calentura le estaba entregando su estreches, misma que atacaba pero ahora ayudado con sus dos manos libres que usaba para sujetarme de los hombros y aumentar la velocidad de estocadas que repetidamente ensartaban, pudiendo sentir como la gran cabeza de su verga exploraba cada milimetro de lo mas profundo de mi panocha, ya que al tocar fondo por momentos se detenía y contoneaba su cuerpo como si estuviera batiendo mis interiores con movimientos circulares, para continuar con sus penetraciones tan intensas que provocaban que sus huevos se impactaban con mis nalgas abiertas empapadas por los jugos que de mi vulva escurrían, produciendo un sonido que simulaba un aplauso húmedo que por momentos se espaciaban en repetidas ocasiones para reanudar con mas intensidad y fuerza, llegando a sentir como su miembro me rozaba las paredes internas cada vez mas lubricadas, entrando y saliendo a una velocidad que iba incrementando y que me causaba tanto placer que sin dejar de jadear me asían presentar otro mas de mis incontables orgasmos, pero esta ocasión de mayor intensidad que los primeros, mismo que acompañaba de un gran alarido que escapaba de lo mas profundo de mi ser, en el instante que sentía como si se me quisiera salir el corazón y que provocaba que temblara todo mi cuerpo que se vaciaba a chorros pausados al ritmo de los espasmos que mi cuerpo sentía y que empapaban nuestras partes y que pareciera que no terminarían ya que por su cantidad fácilmente pudiera simular a estar orinándome y que desconectaba mi cuerpo precisamente en el instante que el empezaba por fin a culminar su prolongada tarea, apretando el acelerador al máximo pudiendo sentir como su larga verga se deslizaba en mis adentros, sumergida literalmente en tanta humedad y relajación que permitía sus entradas y salidas con tal libertad como si estuviera hecha de barias tallas mayor a la de su verga que cortésmente retiraba en el momento que se presentaba su abundante venida, y que con una rápida acción tomándome firmemente por el cuello me la colocaba ala altura de la boca, que sin pensarlo dos veces, con la inocencia de mi corta edad medio abría para disimuladamente aceptar que su miembro se chorreara en mi interior, pudiendo saborear en forma privada y solo para mi interior aquel liquido aperlado, caliente y viscoso que se deslizaba por las paredes internas de mi boca, cada vez mas abierta en donde aprovechaba para meter su verga y terminar de vaciar la gran cantidad de semen que no terminaban de salir y que me depositaba asta el fondo de mi inexperta garganta, que se llenaba de aquel ardiente liquido, como a la fecha nunca lo a hecho, y que cuando sentía que emprendía retirada succionada apretando los labios para terminar de vaciar asta la ultima gota de semen de aquella larga y dura verga de aquel tipo que después de terminar y de manera instantánea, sin decir una palabra me desataba, para posteriormente vestirse y darme la espalda desapareciendo entre la sombras y para siempre de mi vida, aquel desconocido que me avía robado los orgasmo mas intensos y excitantes que no creo que alguien pudiera algún día igualar.
Poco tiempo paso para que escuchara como se acercaban las patrullas acompañadas por mis padres y mi novio, a los que jamás le confesé los detalles de mi cautiverio, simulando que solo fue un secuestro en donde no me avían hecho daño, mismo que quería olvidar para seguir mi vida normal, pero que interiormente guardaba y que utilizaba de manera recurrente cuando tenia alguna relación sexual con mi pareja, que generalmente no me llenaban y que con esos inolvidables y fuertes recuerdos completaba mis deseos y mi calentura, y que no niego me gustaría algún día volver a experimentar.
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