Pegame y hazme una sumisa
Los sueños se vuelven realidad si sabes como buscarlos.
Era verano del 2020 me encontraba encerrada en casa ya que me habían mandado a hace home office, como había momentos que no tenía mucho que hacer en mi móvil encontré varias páginas y leía relatos de todo tipo y cuando digo de todo tipo hablo desde lo más leve y tranquilo hasta los que entrarían en hardcore .
En ocasiones ingresaba a la red y mi suscribía a los foros en muchos de ellos leía las experiencias de muchas mujeres sumisas, petigrís o de incluso de las sumisas con sus amas o amos.
Veía videos que recomendaban en foros de sumisión y sadomasoquismo incluso en las noches me masturbaba pensando en que era yo la chica que castigaban por ser mala mujer.
En una ocasión hice una relación muy amistosa casi de amistad con un hombre de Nombre Isaac de Kraken a si se llamaba en su perfil, me mandaba videos y me hablaba de su vida y yo de la mía y como las y sus mamas tenían incesto, pero eso no es el motivo de este relato.
Él me contaba que quería hacer unos cuartos más en la parte superior de cas para el tener mayor cantidad de privacidad y yo bromeando le dije:
– ¿Por qué no haces un cuarto para tener un CALABOZO? ASI PODRIA IR A RECIBIR MI Castigo.
Lo que empezó a ser una broma paso a ser una realidad para él, les digo que después de esto que les dije su expansión de su casa la termino como a los 6 meses y como la verdad tenía muy buena amistad con el me presento a su mama-esposa por llamarle de alguna forma a su relación.
Él es el típico hombre que es gordito, barbón algo bonachón pero que tiene mucha fuerza ya que por su trabajo está acostumbrado a cargar mucho peso, ya sea tambos o costales diario y su mama es la señora que podría entrar en una mujer de 50 que se nota hace ejercicio y sobre todo que de joven se nota fue muy guapa.
Aquella tarde me quede con ellos platicando hablamos de cómo nos habíamos conocido de BDSM Y DE CASTIGOS, la verdad yo no bebo para nada alcohol, pero ellos si de repente les salió la idea de por qué no te quedas y probamos solo elige tu palabra de seguridad.
Decidí que fuera Hotdog es lo que me paso por la cabeza.
Me termine quedando subimos a su calabozo me quitaron ambos la ropa y me dijo mi amigo Isaac
«¿Te has portado mal? – me dice al entrar en la recamara y verme desnuda.
De inicio me deja los pechos al descubierto. Mis lolas son grandes pero los aros en que descansan las hacen parecer mayores.
. Mi cola queda al aire, remarcada al estar ceñido el torso. Mi concha depilada brilla por la crema que me ha puesto su mama.
Los botines de taco muy alto estilizan aun más mi figura.
«¿Qué has hecho?»
«Me he protado mal en la calle y en mi trabajo soy muy chismosa «- le contesto mirando al suelo, abanicando el aire con mis pestañas alargadas por el maquillaje.
«Pensaba en chismes de oficina»
«Espérame en el calabozo, putita mala»
Voy a una esquina de su calabozo, me paro bajo la argolla que hay en el techo. Le espero sabiendo lo que vendrá a continuación.
Mi amigo Isaac llega desnudo, en la mano una serie de cintas de cuero unidas en un mango de madera con forma de falo, en la otra el cinturón de piel. Tiene la verga semirrecta (pensé que me violaría).
«Mereces treinta latigazos. Dame las manos, que te ate»
Lo hago y con la tira de algodón me esposa, y luego la pasa por la argolla, tirando hasta que quedo estirada con los brazos en alto, el cuerpo dispuesto para el castigo.
Se coloca a mi espalda, y me azota las nalgas. Son diez latigazos. Me arde, me duele, me excita y a la vez quiero mas.
Cuando se para ante mí, la polla parece estallarle. Paso la lengua por mis labios, relamiéndome de placer.
Le miro a los ojos, entregada mientras su mama castiga mis senos. Los pezones están duros como fresas, las aureolas rojas por los golpes. Gimo de vicio, él parece un lobo dispuesto a comerse a su corderita. Son otros diez latigazos.
Me abro de piernas, mis muslos separados dejan expuesto el próximo blanco. Mi concha está totalmente mojada.
Ahora son golpes de abajo a arriba, no son tan fuertes. Con el segundo empiezo a irme.
«¡ Qué puta tan mala eres !»
Con voz entrecortada, mientras me corro le contesto: » Soy tu puta de castigo, soy un costal de boxeo»
He recibido mi castigo, he tenido un orgasmo y me descuelga. Me quedo a cuatro patas, como una perra, y saca un collar de perra con cadena me saca al patio como una perra y me coge su dogo argentino, se viene dentro de mi mientras me rasguña el perro y me éxito al quedarme pegada y recibir todo su semen de perro dentro de mi útero.
Se arrodilla tras de mí, y me la clava de un golpe. Empieza un mete saca violento, profundo y rápido. Los ladridos y mis gritos de los se confunden llenos de palabras de dolor y gusto.
La Mama de Isaac me toma de la correa y me e da nalgadas sobre la carne roja por los azotes y rasguños de su perro Sansón. Me agarra por la cintura cuando nota que la leche le va a estallar. Yo notando el semen de su perro escurre, vuelvo a venirme casi orinarme en el suelo.
Me vuelve a atar al techo del calabozo, mientras le limpio la pija con la lengua a mi amo, recuerdo la primera vez que gocé con el castigo era cuando niña, ahora la mama de mi amigo Isaac saco un cable de plancha y me castiga las nalgas, la espalda y el vientre y las tetas mientras su hijo hace que el perro me lama la vagina.
Poco a poco decidí no regresar a mi casa y quedarme con ellos a vivir como una esclava de castigo, todo el día hago los deberes de la casa y si hago algo mal mi ama o mi amo me castigan, ahora escribo este relato para que quienes lo lean sepan que mi sueño de ser una esclava sexual y de sadomasoquismo se volvió realidad.
No duden en escribirme a: [email protected]
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