Pensé que conocía a mi amiga muy bien, hasta que sentí su verga dentro de mi coño.
Una chica termina con su novio, y su mejor amiga la consuela, pero la chica se sorprende cuando comienza a sentir una tremenda verga penetrando su coño. .
Desde hace varios años conozco a mi amiga, y jamás se me pasó por la mente, ni tan siquiera imaginar lo que me sucedió estando con ella.
Ella y yo nos conocimos en una academia de modelaje, y desde que nos vimos hicimos una buena amistad, que aun después de que yo salí de la academia, mantuvimos.
Mientras que ella, se convirtió en una tremenda modelo, pero después solo se dedicó a dar clases, en la misma academia.
Por lo general nos encontrábamos una o dos veces en la semana, y si ella no me invitaba a pasar uno que otro día en su casa, yo me la llevaba para la casa de mis padres en la playa.
Hasta que un día que me acompañó a la casa de la playa, y me di cuenta de que mi amiga se comenzó a portar de manera bien diferente, tanto que hasta me asustó, cuando la escuché decirme que desde que me había conocido estaba enamorada de mí.
Yo no lo podía creer, mi mejor amiga era lesbiana y yo ni cuenta me había dado, la cosa fue que me lo dijo en el momento en que ambas estábamos bien borrachas, ya que, como mi novio formal, había decidido irse a estudiar fuera del país, terminó conmigo diciéndome, que amor de lejos es amor de pendejos.
Yo estaba bien deprimida, bebiendo desde temprano, y justo cuando mi amiga me hizo esa confesión, yo me encontraba acurrucada entre sus brazos.
Sus labios se unieron a los míos, y en esos momentos, no tuve el valor de decirle que no, además al escucharla decirme eso, me di cuenta de que yo también sentía algo por ella.
Las dos continuamos besándonos, hasta que, en cierto momento, calmadamente me fue quitando toda mi ropa, hasta dejarme completamente desnuda.
Yo por mi parte la ayudé a quitarse la blusa que tenía puesta, y el sostén que contenía sus hermosos senos, pero cuando quise ayudarla a quitarse la falda, continuó besándome diciéndome que luego ella se desnudaba.
Suavemente me tendió sobre el sofá en el que nos encontrábamos hablando y bebiendo, separó mis piernas, y lentamente comenzó a lamer todo mi coño, yo al principio me quedé paralizada, sin saber que hacer realmente, pero a medida que su lengua y sus dedos fueron introduciéndose más dentro de mi vulva, yo comencé a soltarme, me sentía tan y tan bien con lo que me estaba haciendo hasta que cerré mis ojos y me dispuse a seguir disfrutando de todo lo que ella me hacía.
Por un buen rato, me hizo delicias con su boca y dedos, al punto que toda yo temblaba de placer al sentir el solo roce de sus dedos sobre mi caliente clítoris.
Hasta que, de momento, retiro su boca de mi coño y sentí como su cuerpo se colocaba sobre el mío.
Fue cuando recibí la más grande sorpresa de mi vida, al sentir que algo duro largo grueso y bien caliente, comenzaba a penetrar mi súper sensible coño, por unos instantes pensé que mi amiga se había puesto un juguete erótico, y me lo había comenzado a empujar divinamente dentro de mi coño, pero eso que estaba sintiendo dentro de mi vulva, era algo más que un simple juguete, era un verdadero miembro de hombre, duro, caliente, largo y grueso.
Abrí mis ojos desmesuradamente, asustada al mismo tiempo que confundida, y deseosa de que siguiera metiéndome eso.
La vi a los ojos, y cuando estaba a punto de decirle no sé qué, ella me tapó la boca nuevamente con un soberano beso de lengua, yo me dejé llevar por el placer que sentía, y moviendo mis caderas como una loca, disfruté al máximo de lo que me estaba haciendo, hasta que ambas alcanzamos el clímax.
Cuando finalmente se levantó, pude ver como esa hermosa mujer con unos senos más grandes y hermosos que los míos, entre sus piernas colgaba tremenda verga.
Me quedé boquiabierta, sin comprender realmente que sucedía, hasta que ella misma, sentándose a mi lado me confesó que era transexual, que desde bien jovencito ha tomado hormonas femeninas y que apenas pudo se hizo los senos.
Pero cuando me dijo que desde que me conoció en la academia de modelaje, se enamoró de mí, no lo podía creer, que en todos los años que llevaba conociéndola nunca sospeché que en realidad fuera un hombre.
Hoy en día prácticamente somos pareja, las personas que nos conocen piensan que somos lesbianas, y eso en parte evita que los chicos nos fastidien, no sé cuánto durará nuestra relación, pero por los momentos mi corazón es completamente de ella.
Buen relato… Se feliz!!