Policías y ladrones versión para adultos
Una oficial de policía abusa de su poder, de un menor, cometiendo asalto sexual, irónico no….
Estaba una banda de niños que se la pasaban haciendo travesuras, alrededor de los vecindarios y suburbios se la pasaban tocando timbres en domicilios ajenos y haciendo llamadas de broma desde un teléfono público, habiendo quejas entre los ciudadanos y vecinos, tales rumores llegaron a oídos de la policía local, que, aunque nadie interpuso una denuncia o reporte, las oficiales decidieron tomar cartas en el asunto. En una de sus andanzas el grupo le estaba dando la bienvenida a un nuevo integrante, estos le dieron la instrucción de llevar cabo una llamada de broma cosa que hizo y todos se carcajearon como de costumbre, pero todo su festejo fue interrumpido cuando el autor de la llamada dio un salto y quejido de dolor y cayó al suelo, había sido el blanco de un dardo tranquilizante, sus compañeros al no saber qué hacer y lo que sucedía huyeron dejándolo abandonado a su suerte.
Un tiempo después el niño empezó a despertar y dijo:
—- en donde estoy…?
Y una voz femenina respondió:
—- ya despertaste de tu siesta dormilón, pues estas en un cuarto de interrogatorio
Y mientras se incorporaba noto que estaba acompañado de una mujer y a su vez de haberse metido en problemas, era una oficial de policía, intento escapar forzando la perilla de la puerta cosa que no le agrado a la mujer, y le dijo usando un tono más autoritario,
— hey detente, no intentes escapar, no agotes mi paciencia toma asiento y responde al interrogatorio que te voy a hacer
Y el niño de rodillas asustado y casi al borde del llanto le responde:
— Por favor déjeme ir, cuanto quiere que le pague, le puedo dar dinero, todo lo que he ahorrado en mis mesadas, todo mi dinero será para usted, que le parece.
Y la mujer compadecida de sus plegarias y con la intención de aprovecharse de la situación, cambio su actitud dirigiéndose y tratándolo con más tacto, le dice:
Oficial: Tranquilízate, mira como tal no estas arrestado, sabes por tu cobardía no me pareces que seas un mal niño, me simpatizas, pero déjame ir por unas rosquillas para que charlemos y “negociemos” con más calma, entonces la mujer se retiró momentáneamente dejando la puerta cerrada y regreso con un abrigo como de detective, que le cubria todo el cuerpo como un hijab, trajo también una caja de rosquillas como quedo y ambos empezaron a comérselas, y mientras lo hacían se presentaban entre sí, intercambiando cierta información personal, y en efecto le revelo que eran ellos quienes tocaban los timbres y hacían llamadas de broma porque eso les parecía algo divertido y cómico.
cuando llego el momento y la parte de negociación, la oficial le aclaro algunos puntos en primera le dijo que con respecto al dinero como tal no le hacía falta ni a ella ni a sus compañeras, ya que reciben un buen sueldo y que como el pueblo es un lugar muy tranquilo, seguro y hasta aburrido (como su misma rutina y trabajo) por sí solo, no hacen otra cosa más que patrullar, de vez en cuando inspeccionar domicilios y otros lugares y mandar el reporte que siempre resulta nulo en cuanto incidentes de inseguridad, otro es que con respecto a su situación, de acuerdo a los códigos penales y de la ley ni él ni sus amigos estarían cometiendo algún tipo de delito e infracción, lo más cercano seria invasión a propiedad ajena pero no los podrían juzgar por ser menores, y sus acciones no pasarían de ser consideradas más que travesuras o juegos de niños.
Y finalmente le hará una oferta que no podrá rechazar, le dice
veo que a ti y a todo tu clan les gusta experimentar emociones fuertes y sabes con la aparición de ustedes pequeños rufianes, han hecho que nuestro trabajo se volviera mucho más interesante así que yo y mis colegas quisiéramos devolverles el favor, veras a nosotras nos pagan por mantener el pueblo tal cual como esta, pero sus ustedes a su vez interfieren con nuestro trabajo, se podría decir que ni siquiera es necesario la policía en este lugar, por eso es que todas somos mujeres y sabes ante la falta de compañeros varones, creo que descubrimos que nos gusta la carne fresca.
Pero volviendo al trato, alguna vez has jugado a policías y ladrones, yo sé que sí, que te parece si te enseño y juegas conmigo a lo mismo, pero en versión para adultos, escucha quizás no lo conoces, pero sé que gustara tanto como a mí, y si te rehúsas a jugar hablare con tus padres y cantare todo lo que se sobre tu participación y complicidad, si aceptas el juego yo y mis colegas guardaremos silencio y te dejaremos ir una vez que termine, pero únicamente jugaras conmigo porque yo fui quien te capturo.
Y el niño con tal de evitar un castigo acepto de inmediato, antes de empezar el juego la oficial recordó que no le ofreció nada de tomar para acompañar las donas, así que ahora le daría algo de leche fresca, y se quita el abrigo dando a su vez una vuelta para mostrar su sexy atuendo, una lencería muy provocativa personalizada de acuerdo a su oficio, se quitó el sostén y le dijo que succionara de sus pezones, lo cual el niño hizo, esto a él le pareció un poco extraño, mas no anormal, ya que digamos que el dejo de hacer eso hasta los cuatro años y el sabor le gustaba, y ahora que tenía el doble pues le esperaría algo mejor que eso, unos minutos el niño quedo satisfecho y por lo tanto ya no siguió, y la mujer tomo su cabeza la empezó a frotar y restregar entre sus jugosos y lactantes pechos, dejando su rostro completamente empapado, y como supuestamente no tenía toallas ni servilletas uso su lengua para limpiarlo lamiéndole lascivamente toda su cara, y cuando termino le pide que le dé un beso, y el niño presiono sus labios en ambas mejillas, y la oficial le dice: ahora es mi turno, se coloca lápiz labial y hace lo mismo solo que ella si le dejo muchas marcas en toda su cara, con esto el niño ya empezaba a sentir indicios de excitación, pero esta se elevó cuando la oficial lo empezó besar de lengua ardientemente dando como resulto una erección, la oficial en cuanto lo noto ahora le dio la indicación de que en vez de levantar las manos se bajara los pantalones quedando en interiores y dejando su erección más notoria, mientras le daba órdenes le apuntaba con su arma de fuego ( en realidad el arma estaba descargada pero eso lo hacía con tal de disponer de su obediencia y el suspenso le daba más “realismo” y excitación al supuesto juego) con una de sus manos empezó a inspeccionar y a sobar sus genitales, y luego lo metió a su boca para saborear el miembro, luego sin que el menor tuviera puesto más que su playera y tenis, lo recuesta sobre la mesa y le dice ahora para ganar tu libertad, déjame leerte tus derechos: ahora tienes derecho a follar a la policía, a guardar silencio no, porque eso sería imposible, antes le coloco un preservativo y luego se retira su tanga y se empieza a acomodar insertando el miembro de su custodio dentro de sí misma, y ambos dieron un alarido de placer, la oficial tomaba el control de las acciones montándolo mientras ambos gemían y la mujer expresaba todo su sentir en cuanto al placer que sentía, y en algunos momentos procedía a meterle la lengua para besarlo, hasta que el niño se corrió, fue en eso cuando la mujer se detuvo para degustar de los fluidos que quedaron en el condón, esta primero se vistió y luego también a su pequeño prisionero sexual, ya que él estaba realmente aturdido, su mente se perdió ya que esa experiencia sexual fue demasiado intensa como para cualquier otro niño por ser su primera vez, y digamos que la oficial apenas sintió un orgasmo más el hecho de cumplir su fantasía a que porque su juguete sexual fuese muy competitivo en su función, pero en fin cuando este volvió en si la mujer como última instancia, mientras limpiaba el lápiz labial de su rostro, le pide que revele datos sobre los demás miembros de su clan, como nombres y direcciones, ya sus demás compañeras estarían interesadas por jugar de la misma forma y el solo no podría con todo el escuadrón de la policía, cosa que hizo sin más preámbulo, y ahora él y todo su club dispondría de una diversión, así que por lo tanto los habitantes quedaron en paz y los cuerpos policiales complacidos.
Buen relato solo faltó decir las edades de los niños de la banda para hacerlo más emocionante
Saludos