Quería véngame de mi exnovio, y terminé botada de casa y convirtiéndome en puta.
Una chica se quiso vengar de su exnovio, pero las cosas no salieron como ella quería, y terminó siendo cogida por su exnovio y todos los amigos de él, ganándose la fama de puta y siendo botada por sus padres de su casa. .
Quería véngame de mi exnovio, y terminé botada de casa y convirtiéndome en puta.
Por lo menos eso es lo que se me ocurre pensar, después de que me había puesto de acuerdo con mis amigas, para vengarnos de un tipo, que en distintas ocasiones se había burlado de todas nosotras.
Realmente cuando planee todo, no pensé jamás que la tortilla se voltease en mi contra, a tal grado que quedé ante todo el mudo, como una viciosa puta alcohólica.
Por lo que mis padres, me votaron de casa y me vi en la imperiosa obligación de mudarme, hasta de ciudad.
Todo comenzó cuando nos enteramos que él se iba a casar con una tipa de quien sabe dónde, después de que se había acostado y desflorado a la mayoría de nosotras.
Jurándonos por lo más sagrado, que nos íbamos a casar apenas se graduase de la universidad, lo que al igual que el resto de mis amigas, yo también caí como una verdadera pendeja.
Después de que pasé la rabia de enterarme que lo mismo había hecho con varias de mis amigas, llena de rencor les propuse que nos vengásemos del desgraciado, aunque nunca faltó la retrasada mental, que dijera que aún lo seguía amando.
Cosa que debí tomar en cuenta cuando comencé a hablar de vengarnos, durante el tiempo que estuve de novia del, nos acostamos un sin número de veces, e hizo conmigo lo que le dio la gana.
Con decirles que, entre los chicos de la urbanización, me gané la fama de ser ninfómana, así que cuando él terminó conmigo, me convertí en la chica más popular, se imaginaran por qué.
A tal grado que, en una ocasión, un par de chicos se iban a pelear por salir conmigo, y para que no lo fueran hacer, terminé acostándome con los dos al mismo tiempo.
Para colmo de males, hasta mi hermano menor también me obligó a que me acostase con él, ya que me dijo que les iría a nuestros padres con el chisme, al encontrarme un día mamando la verga de un chico con quien yo salía en esos momentos.
Pero regresando a los hechos, el plan era simple y sencillo, lo invitaríamos todas a una despedida de soltero cosa que hicimos, y conociéndolo bien sabía que no faltaría.
En efecto se presentó él solo, como si no hubiera roto un plato, tragándome mi orgullo, con el fin de que nos tuviera confianza, comenzamos todas a beber acompañándolo.
La idea era emborracharlo, y una vez que estuviera bien pero bien borracho y perdiera el sentido, nos vengaríamos de él vistiéndolo de mujer, para luego dejarlo en la calle de las prostitutas, donde un par de chicos nos cobrarían por hacernos el favor de violarlo y tomarle fotos.
En fin, supuestamente todas estábamos de acuerdo, y como parte del plan, todas beberíamos, pero siempre procurando que él bebiera mucho más que todas nosotras juntas.
Como donde nos reunimos fue en la casa de mis padres, ya que ellos se encontraban de viaje, yo comencé a beber ya servirle a todas las chicas y a él especialmente, bastante ron.
Ya a eso de las diez de la noche, cuando comenzamos a sentirnos bien contentas, él nos propuso a todas, que jugásemos la botella, cosa que no estaba en nuestros planes, pero en ese instante tanto a mis amigas como a mí nos pareció una magnífica idea.
Además, éramos siete chicas, y él era único hombre, así que al igual que todas pensé que nada malo nos pasaría a nosotras.
Comenzamos a jugar, y de cuando en cuando la que perdía le tocaba cumplir una penitencia, o en su defecto si no aceptaba entregaba una prenda de vestir.
Así que poco a poco entre nosotras las primeras penitencias fueron algo tontas y después pasamos a que nos besáramos, y ocasionalmente a alguna le tocaba besarlo a él o a él le tocaba besar a alguna de nosotras.
Pero a medida que seguimos jugando, continuamos bebiendo, y las penitencias se fueron poniendo más y más ridículamente difíciles de cumplir, como salir a la calle y darle un beso al primer tipo que pasara, cosa que al igual que mis amigas me negué a cumplir.
Por lo que ellas al igual que yo comenzamos a ir quedando sin ropa, frente a él, quien también en unas cuantas ocasiones se negó a salir a la calle a besar al primer tipo que pasara.
Por lo que al poco rato nada más le quedaban los interiores puestos.
En cierto momento, una de las chicas, me puso de penitencia que me desnudase completamente bailando frente a ellas.
En ese momento nada más me quedaban puestas los pantis y el sostén, así que quizás por lo marreada que me encontraba, sin pensarlo mucho comencé a bailar y a medida que lo hacía me fui quitando el sostén y lentamente las pantis hasta quedar del todo desnuda, sin importarme que él estuviera viéndome con cara de querer saltarme encima.
Aun en ese instante no pensaba en lo que me pudiera pasar a mí, sino únicamente en vengarme del, que aún se encontraba con sus interiores puestos, pero aparentemente más borracho que yo.
El siguiente giro de la botella le tocó por suerte a él, y una de las chicas de inmediato le ordenó que hiciera lo mismo que yo había hecho.
Él sin vergüenza alguna, se puso a bailar de la manera más vulgar posible, en cosa de segundos se deshizo de sus interiores, pero comenzó a jugar con su miembro que se fue poniendo erecto frente a nuestros ojos, hasta que finalmente tomó asiento riéndose como si hubiera hecho una gran gracia.
Durante la siguiente parte del juego otras tres de mis amigas quedaron del todo desnudas, a medida que todas continuábamos bebiendo y bebiendo, junto a él, que no dejaba de manosear su instrumento desvergonzadamente frente a nosotras.
En otro giro de la botella, a una de las otras chicas que quedó desnuda, le ordenaron que se pusiera a masturbarlo por unos instantes, yo pensé que ella se negaría, pero no fue así, tranquilamente se lo agarró y comenzó a masturbarlo.
Hasta que el mismo le pidió que se detuviera, después de eso otras dos de mis amigas quedaron también tan desnudas como lo estábamos nosotras.
Después de eso le tocó a él a quien una de las chicas le ordenó que le mamase el coño a otra de las chicas quien, encantada de la vida dentro de su borrachera, abrió por completo las piernas al tiempo que él comenzó a chuparle el coño, los gritos de placer de ella eran excitantes, y verlo haciendo eso me calentó bastante.
La chica, finalmente alcanzó un tremendo orgasmo, quedando por completo rendida.
La botella giró nuevamente y me tocó a mí, fue cuando otra de las chicas me ordenó que besara a mi ex por varios minutos sin detenerme.
Él por su parte estaba encantado, y abriendo sus brazos me recibió, así que, frente a todas, aunque con cierta incomodidad de mi parte, comencé a besarlo en la boca.
A los pocos segundos sentí su lengua dentro de mi boca, y sorpresivamente una de sus manos comenzó a acariciar mi coño divinamente.
Pensé por unos segundos terminar con el juego, pero sus dedos me hicieron desistir de eso, continuamos besándonos intensamente, yo sentía el deseo o mejor dicho la necesidad de dejar que me penetrase, sin importarme que me vieran todas mis amigas.
Así que de manera quizás inconsciente abrí mis piernas y dejé que sus dedos fueran penetrando mi coño sin oponer la menor resistencia.
Una de las chicas apagó la luz, y él continuó besándome y acariciando todo mi cuerpo, el silencio se fue haciendo mayor, hasta el punto de que únicamente escuchaba nuestra acelerada respiración.
Así que cuando comencé a sentir el miembro de mi exnovio entrando por mi coño, no opuse resistencia alguna, es más abrí más mis piernas y comencé a mover mis caderas a medida que él me penetraba divinamente.
Al tiempo que me puso el pico de una botella de ron en mi boca, y yo seguí tomándomelo como si fuera agua.
Él me tenía completamente a su merced, sentía como me enterraba todo su miembro una y otra vez, al tiempo que yo gritaba de placer, y le pedía que me diera más y más duro.
Por un buen rato me sentí como cuando salíamos juntos, así que dejó de importarme todo, me entregué completamente, así que cuando susurró en mi oído que deseaba darme por dé tras, ni lo pensé dos veces.
Aun a sabiendas que me causaría algo de dolor, y que todas mis amigas verían lo que él me iba hacer.
Pero eso no me importó realmente, en esos instantes solamente tenía mente para el placer que me proporcionaba.
En la oscuridad de la sala, extrajo su miembro de entre mis piernas, y tomándome por los tobillos separó mis piernas y las levantó, hasta que mi esfínter quedó frente a la cabeza de su verga.
Sentí sus dedos mojados en saliva, que me los pasaba por entre la piel de mis nalgas, y casi de inmediato comencé a sentir como me comenzaba a penetrar, el dolor no se hizo esperar, pero casi al mismo tiempo alguno de sus dedos se enterraron dentro de mi abierto coño.
Así que esa mezcla de placer y dolor me envolvió completamente, estaba tan y tan loca que ni cuenta me di que otras manso comenzaron a acariciar mi cuerpo, que mis senos eran lamidos, chupados y mordidos divinamente, y que dentro de mi boca habían introducido otro miembro, cuyos testículos golpeaban continuamente mi frente, mis ojos y mi nariz.
Así que cuando comencé a tomar realmente conciencia de todo eso, otro miembro penetró deliciosamente mi coño.
Segundos antes estaba moviendo mi culo, restregándolo contra el cuerpo del, buscando sentir un mayor placer, pero de momento me paralicé.
Ya que más de un hombre aparte del mismo se encontraba sobre mí, yo no sabiendo que hacer, simplemente me dejé llevar por todo lo que sucedía a mi alrededor.
Fue cuando comencé a escuchar la voz del y la de otros chicos, incluso reconocí hasta la voz de mi hermano menor, que al parecer era quien me lo estaba enterrando por el coño.
Al que le estaba mamando su miembro, de momento se detuvo y sentí como toda mi boca se llenaba de ese líquido viscoso, tibio, y de sabor indefinido.
Su empuje hizo que terminase tragándome gran parte de todo, sin que opusiera resistencia alguna, y al extraer su miembro, el espacio lo volvió a llenar el pico de otra botella de ron.
Él muy desgraciado, continuó clavándome sin compasión alguna todo su miembro dentro de mí apretado culo, al tiempo que no dejaba de darme fuertes y ardientes nalgadas que me dejaban ardiendo la piel de mis nalgas, y arrancándome lágrimas de dolor y placer.
Por su parte, mi hermano no dejaba de moverse sobre mi cuerpo desnudo, metiendo y sacando su miembro de mi coño, al tiempo que claramente lo escuchaba que me decía una y otra vez. “Puta muévete.”
Los que en un principio acariciaban y chupaban mis senos, lo seguían haciendo, pero mucho más fuerte arrancándome gritos de dolor.
Mientras que casi me ahogaban, obligándome a tomar más y más ron, de momento alguien prendió la luz de la sala, y me encontré rodeada por unos siete chicos completamente desnudos, mis amigas se encontraban algo más atrás completamente vestidas, y observando, algunas boquiabiertas y otras con tremendas sonrisas en sus labios, al parecer disfrutando de lo que me sucedía.
Yo realmente en medio de cómo me encontraba, como que en nada me importó lo que estuviera sucediendo a mi alrededor, únicamente me complacía moviendo mi cuerpo, escuchando los insultos de mi hermano y el resto de las cosas que me decían los demás chicos.
Incluso él mismo, que, en ciertos momentos, entre nalgada y nalgada, me decía. “Querías joderme y ahora la jodida has sido tú.”
Mi hermano menor, al momento de venirse, extrajo su miembro para regar todo su semen sobre mi vientre.
Sin decir palabra se levantó y casi de inmediato su lugar fue ocupado por otro de los chicos, quien con mucha energía sentí su verga penetrando mí ya golpeado coño.
Mi exnovio, se vino completamente dentro de mi culo, y al momento de extraer su miembro me volvió a sonar con otra ardiente nalgada.
Pero yo estaba tan borracha, que apenas y la sentí que me ardió, debido a mi estado, ni cuenta me di cuando el resto de las chicas se marcharon.
Permanecía desnuda, haciendo todo aquello que los chicos me ordenaban, sin avergonzarme tan siquiera un poco, es más en varias ocasiones, al terminar con uno, abriendo mis piernas invitaba al próximo, que lo que me ordenaba era que me lavase el coño.
Lo que yo a pesar de mi condición dando tumbos entraba al baño y en el bidet con bastante jabón lo hacía frente a varios de ellos que no dejaban de verme.
En algunos momentos sentía destellos de luces, pero no les daba importancia alguna, así seguí abriendo mis piernas e invitando al próximo chico para que me clavasen sus vergas, hasta que mi hermano dijo. “Pareces una perra en celo.”
Por lo que yo a manera de broma mientras me ponía en cuatro patas, me puse a ladrar y a mover mi culo como si fuera mi cola.
Otro de los chicos sin preámbulo alguno, separó mis nalgas para de inmediato mientras me tomaba por las caderas, salvajemente me lo enterró completamente.
Yo después de eso solo me limité a mantener mi culo alzado, porque ya ni fuerzas tenía para moverlo.
Cuando finalmente ese chico se levantó dejándome todo mi hueco y mis nalgas chorreando su semen.
Comencé a perder el sentido de lo borracha que me encontraba, hasta que me quedé completamente dormida.
Al despertarme, de momento me di cuenta de lo sucedido, a pesar de mi mal estar, me di un baño, y de inmediato procuré limpiar todo el desastre que había en casa.
Después me volví a acostar en mi habitación, al día siguiente al levantarme ya habían llegado mis padres, a los que ni tan siquiera quise ver, pero al salir a la calle, y ver la manera en que mucha de la gente se me quedaba viendo, y como se ponían a chismear entre ellos.
Comprendí que todo el mundo estaba enterado de lo sucedido, quizás no supieran toda la verdad, pero algo definitivamente sabían.
Al regresar a mi casa, mis padres me vieron como si yo fuera basura, no dijeron nada ni hizo falta que lo hicieran, sobre mi cama se encontraban un sin número de fotos mías, de lo sucedió la noche anterior.
En ellas solo se veía que yo estaba desnuda, bebiendo, acostada con quien sabe quiénes, invitándolos con mis piernas abiertas y una estúpida sonrisa en mi rostro, mamando, dejando que me dieran por el culo.
Mi madre no me quiso hablar, mi padre se limitó tan solo a decirme que me fuera de la casa, la única que me ofreció algo de ayuda, fue mi tía.
Quien me dio algo de dinero y me recomendó que me fuera de la ciudad, y hasta me dio una dirección a donde ir.
Cuando le pregunté bastante asustada ¿qué iba hacer? ¿De qué iba a vivir? ¿Cómo haría para seguir mis estudios, en la universidad?, mi tía me dijo. “En esa dirección que te di, es de una amiga mía, que si tú quieres te puede dar empleo.”
Lo que no me dijo, pero me di cuenta al ser atendida por su amiga, es que se trataba de una casa de citas de lujo.
Hoy en día por decirlo de alguna manera, estudio y me gano el sustento y algo más, no precisamente con el sudor de mi frente, si no con el de mi coño, y mi culo.
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