Reencuentro. Primera Parte.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DaddyHeimdall.
Poco de mi os podría sorprender pero aun así me definiré rápidamente para intentar daros una imagen de como soy.
20 años de edad siendo la media española.
Metro setenta de alto, pelo castaño rapado a los lados con un estilo entre modernito y rokero.
Ni fuerte ni enclenque, ni gordo ni delgado, simplemente normalito.

Creo que lo único que puedo destacar de mi es mi forma de leer a la gente, saber que piensan y que necesitan convierte a este chico normalito en una persona interesante.

Pero bueno, ahora que me he definido empecemos con la historia que es a lo que habéis venido.

Comencemos poniéndoos en contexto.
Hace varios años a través de una red social conocí a una chica bastante interesante, cosa que no me suele pasar, y comenzamos a tener algo parecido a una relación a distancia.
Os podría contar mil cosas pero iré a lo que os interesa, si, nos pasábamos el día tocándonos como cerdos.
Pero eramos críos y la distancia hizo que todo se acabara.

Oh que pena, diréis.
Puede que también os importe poco esto y queráis saber que hacíamos o que hacemos.
Bueno pues tras años sin saber el uno de el otro una fugaz idea se paso por mi cabeza y ahora mismo ella esta acosada en la cama de mis padres agotada y sometida.

Todo empezó en lo que se suponía que iba a ser un bonito encuentro.
En vez de un abrazo emotivo lo que tenia para ella era un pequeño huevo vibrador, cuando se bajo del taxi que la dejaba enfrente de mi casa mi mirada se clavo en sus ojos y comencé a analizarla.

Se notaba a kilómetros el deseo y las ganas que tenia de verme, se bajó del taxi mirando a todos los lados para encontrarme pero no me veía ya que estaba en la acera opuesta a la que le había indicado.
Ya había anochecido así que espere a que se fuera el taxi para que así se quedara sola en la calle.

Caminé hacia ella sin poder quitar la mirada del culo que sus leggins oscuros marcaban, justo antes de llegar a su altura me fije en que llevaba la camiseta de uno de los grupos que a mi me gustaban, estaba claro que no buscaba simplemente pasar unos días en la playa.

El enorme gemido que se oyó por toda la calle me lo confirmó, estaba claro que el que te bajen los pantalones y te metan un juguete en el coño de repente suele dar placer pero ella no dudo ni un momento en gemir, ¿No tenia vergüenza de exhibirse? Eso era nuevo para mi pero pensaba aprovecharlo.

Sin ni siquiera saludarla la empuje de tal forma que sus brazos se apoyaron sobre la maleta y su culo quedo en pompa listo para exhibirse.
Lo siguiente que se oyó en aquella calle fue el chasquido de mi mano sobre su culo.
– Eres una cerda.
Tenias el coño lubricado pensando en lo que te haría verdad? – Sin dudarlo ni un momento escupí en su ano para así lubricarlo.
Ella no era capaz de contestar debido al placer que estaba sintiendo por el vibrador así que aproveche para meter mi polla en ella y que así aprendiera como iba a ser ese bonito fin de semana que tenia pensado pasar.

Gritó demasiado alto, estaba claro que no estaba acostumbrada a que llenaran sus dos agujeros a la vez.
Pero ese culo estaba demasiado acostumbrado a que lo follaran.
Mi polla entro de golpe en la muy puta, hacia tiempo que no estaba en un culo tan abierto pero no iba a consentir que fuera una chillona.
Nada mas oír su grito la cogí del pelo y saque mi miembro como castigo, ella era sumisa, si pero aun no había experimentado lo que estar verdaderamente sometida así que saque el vibrador la gire hacia mi y mi otra mano le cruzo la cara con mucha violencia en medio de la calle.

Demasiado humillante? Puede ser pero es lo que hay, tendría que enseñarla modales por la fuerza.
Aun no había dicho palabra pero su mirada lo decía todo.
"Gracias", " Necesito mas", "Eres un capullo", " Te deseo" y mi favorita "Soy tuya, hazme lo que quieras".

Nada mas notar esto y sin dejar de agarrar su pelo la arrastre hasta mi portal donde la pegue contra la puerta mientras sacaba la llave.
Un gemido de dolor salio de sus labios el cual fue sucedido de una frase en un tono prácticamente imperceptible debido al bloqueo mental que le provocaba la situación.
– Hola, A-amo estaba deseando verte – Que divertido.
Ya la había sometido y esto acababa de empezar.
Tras abrir la puerta ella entro sin que yo tuviera que tirarla del pelo así que ya la solté, suspiró aparentemente de alivio pero su mirada volvía a pedir mas.
Me encanta esto de leer a la gente solo mirándoles a los ojos.
En cuanto el ascensor llego mi voz emergió sorprendente mente grave para lo que ella recordaba ya que en cuanto escucho lo que dije su rostro cambió.

-Desnúdate ahora mismo, si no estas desnuda antes de que se abran las puertas te quedaras como estés en el portal hasta que a mi me apetezca.
– Que divertido, antes de que subiéramos dos pisos ya estaba completamente desnuda, su ropa en el suelo e incluso se había abierto de piernas.
Aproveche esta situación para comprobar lo excitada que estaba empíricamente.
Mi meno entro dentro de su vagina con mas facilidad que la que el huevo tuvo, isa que para hacerlo mas interesante metí 4 dedos de golpe en ella y su coño opuso la misma resistencia que antes.
Ninguna.

Estaba siendo demasiado fácil así que se me ocurrió llevarlo a un nivel mas alto.
-A cuatro patas.
Ahora!- Mi voz emanaba autoridad y rudeza así que ella al instante obedeció, cuando se agacho vi como se le escapaba una sonrisa.
La muy cerda estaba feliz de ser tratada así, definitivamente me había sorprendido.
Cuando el ascensor paró recogí su ropa y tras abrir su boca metí las bragas empapadas dentro de ella.
El resto de la ropa la cogí con la misma mano que lleve su maleta y con la otra abrí la puerta de mi casa mirándola de reojo para ver como gateaba.

Estaba empezando a excitarme y mi polla se apretaba contra mis pantalones así que nada mas entrar tira su ropa al suelo y me saque la polla.

Sin decir nada ella se acercó y me miro a los ojos suplicante.
Lo único que gano con eso fue que mi polla impactara fuertemente en su cara tras cogerla con mi mano para darle mas impulso.
Ella se excitó con eso y abrió la boca sin dejar de mirarme a los ojos.

-¿Desde cuando eres tan puta?- le espete la pregunta para ponerla a prueba mientras acercaba lentamente mi polla a su boca.

Sin un ápice de duda ella me contestó -Desde que tus manos me bajaron el pantalón- No pude evitarlo, se lo había ganado con esa respuesta, una enorme sonrisa apareció en mi rostro y mi polla acabó en el fondo de su garganta.
-Joder!- Un enorme suspiro se apodero de mi garganta al sentir lo húmeda que estaba aquella boca, se notaba lo mucho que deseaba chupármela que había estado guardando su saliva para provocar esa reacción en mi.
De nuevo su mirada cambió al ver que había conseguido darme placer, sus manos llegaron a mi cintura y estuvieron acariciando mi cuerpo hasta que decidieron ir a por la hebilla de mi cinturón.

Por un momento dude en pararla ya que no le había dado permiso para tocarme, pero sus labios se pegaron intensamente contra mi prepucio, un inevitable escalofrío de placer recorrió mi cuerpo y antes de que me diera cuenta estaba jadeando por culpa de aquella pervertida.

Tras desabrochar el cinturón empezó a meter mas mi miembro en su empapada boca mientras sus manos buscaban el botón de mi pantalón para así conseguir quitármelo del todo.
En el momento en que ella consiguió que se desabrochara su boca acabo llena de mi polla ya que se la había metido hasta el fondo de su garganta provocando que se atragantara mientras mis pantalones caían resbalando por mis piernas.
Cuando cayeron poco a poco fue sacando mi ya muy duro miembro de su garganta hasta que al sacarlo del todo puso su mano en el acariciando la punta con la yema de su dedo gordo y mirándome a los ojos para decirme.
– Te gusta, Amo?- Un rápido movimiento siguió a sus palabras bajándome los gayumbos y acercando sus labios a mi huevos ella sonrió satisfecha justo antes de meterse uno de ellos en la boca.

Aquellos actos me tensaron y excitaron de una manera que no había experimentado antes, pero su sonrisa cambio mi expresión de placer por una intensa mirada inquisidora.
-Estas satisfecha solo con haberme hecho jadear?- Mi mano llego a su pelo agarrándolo fuertemente y dando un tirón hacia atrás hice que su boca soltara mi huevo y creo que el dolor fue lo que provoco que su mano soltara mi polla y su expresión se torciera en una intensa mueca acompañada de una sonrisa de placer, lo cual, he de decir que era una extraña pero interesante mezcla.
La cabrona de ella estaba disfrutando del trato que le estaba dando y eso me satisfacía aún mas que su intensa mamada.

Pero los modales son los modales y ella se había venido arriba por un momento así que esta noche se iba a quedar sin follar.
Tras un breve instante para ordenar mis pensamientos después de que la oleada de placer me hiciera perder la cabeza me puse firme y decidí llevarla al cuarto de mis padres ya que era el mas cercano a la puerta y tenia un bonito espejo donde podría mostrarle lo puta que estaba siendo.

Aprovechando que me había quitado el cinturón y sin soltarla el pelo me agache un momento para cogerlo y sacarlo del pantalón usando una mano, continuación y de la que subía lo acerque a su cuello haciendo un nudo para no usar la hebilla y así no ahogarla.
Finalmente me vuelvo a poner de pie solo con la camiseta puesta y mis huevos colgando bajo mi miembro completamente empapado y lleno de sus babas comienzo a caminar hacia la habitación.
Tras entrar aprovecho que detraes de la puerta se encuentran los albornoces de mis predecesores para cogerles el cinturón que tenían colgándolo en mi hombro mientras paseaba a la chica como si de una perra se tratase.

Ella cabizbaja esperaba ansiosa que la follara ya que se veía como su coño estaba completamente lubricado al estar a 4 patas, cuando llegamos a la cama tiro de la correa para que sepa que tiene que subir arriba y así no malgastar mis palabras en ella, tan solo mi mirada y un tirón deberían bastar para que entendiera que es lo que tenia que hacer.
Efectivamente ella se subió y se puso a 4 patas sobre la cama mirándome a los ojos hasta que su mirada se fijo en lo que había tras de mi, su mirada se cruzo con la mirada de su reflejo en el espero y se observo a si misma completamente avergonzada de la situación agachando la cabeza, momento el cual aproveche para ponerla boca arriba bruscamente cogiéndola del cabello y tirando de la correa.

-A-amo!- Se le escapo una breve protesta instintivamente lo cual solo provoco que mi mano acabara en uno de sus pechos asestándole un fuerte azote el cual resonó por toda la habitación antes de que todo quedara en silencio.

Lo siguiente que se oyó fue el chapoteo de su coño al meter mi mano, un sonido ahogado proveniente de sus labios y a continuación un estruendoso gemido lleno de placer mientras mis dedos estimulaban intensamente su punto g.
Una lujuriosa sonrisa invadió mi rostro cuando la otra mano fue a su boca para taparla.
-No quiero que emitas un solo sonido sin mi permiso, entendido?- Su mirada asustada llena de placer se aparto de mis ojos a la par que su cabeza asentía lentamente y su garganta intentaba evitar que el placer que mis dedos le daban se emitiera por sus labios de cualquier forma.

De repente note como su interior se empezaba a lubricar mas tras mis acciones y su cuerpo empezaba a temblar y a retorcerse, sus ojos se tornaban blancos y su mirada se perdía en cualquier rincón.
-Ni se te ocurra correrte.
– Dije tajantemente con la voz mas grave incluso que la anterior vez.
Su cuerpo se retorció mas aún al instante, pareció que lo dije en el momento justo ya que note como su vagina se cerraba para intentar que mis dedos no le dieran mas placer.
Fue inútil ya que mi otra mano se alejo de sus labios para así separar las piernas de la forma mas brusca posible y así abrir bien su coño para poder seguir torturando con placer el sensible punto de la avergonzada chica.

-Amo, no puedo mas!- Gritó ella desesperada.
-Joder! Vas a hacer que moje toda la cama- Esto ultimo mas que excitarme me llego a hacer gracia ya que ella no veía que entre sus piernas se había formado ya una enorme mancha con los fluidos que su coño dejaba caer con cada embestida de mi mano.
No pare en absoluto ni dije nada, solo una intensa mirada la atravesó haciendo que temblara de nuevo y su cuerpo convulsionara intentando no llegar al orgasmo.
-Joder! No puedo.
Amo, no puedo mas!- Parecía que iba a llorar en cualquier momento y eso no hacia mas que subirme el ego y desear darle mas placer.

Cuando por el placer ella cerró los ojos un instante, mi boca se movió repentinamente y acabo lamiendo su clítoris sin ningún tipo de control.

Empezó a chillar mas alto que antes y a gemir sin dejar de insultarme y suplicar que parara.
Pero obviamente no pare y su cuerpo comenzó a retorcerse mas, y mas.
y mas.
Me agarro del pelo sin poder ya controlar sus actos.
Al darme cuenta de que estaba ya en su limite mis dientes rodearon sus labios vaginales y su clítoris dando un pequeño mordisco el cual la hizo encorvarse del todo y a continuación aprovechando esa posición intensifique mis lamidas y los movimientos de mis dedos para buscar su orgasmo.

Su cuerpo se tenso por completo arqueando la espalda de forma que subía mas de 30 centímetros de aquella cama y sin que ella pudiera evitarlo tuvo un sonoro e intenso orgasmo el cual duró varios segundos su cuerpo se relajo y se quedo boca arriba en la cama temblando por el placer que acababa de tener.

Una dulce sonrisa se reflejo ahora en mi rostro substituyendo a la lujuria que hace unos instantes se paseaba por mis labios, mi mirada se poso en ella sintiendo un pequeño ápice de ternura y lastima, pero al instante mis manos fueron a por las correas de los albornoces que antes había cogido y sujete sus manos y piernas una con cada una de ellas sin dejar tiempo a que asimilara la situación, a continuación la puse una manta encima y susurre.
– tienes 1 hora para descansar, en cuanto despiertes volveré a jugar con tu cuerpo- ella cerro los ojos avergonzada y debido al cansancio se durmió unos instantes después.

Ahora me encuentro sentado frente a ella y mi lujuria no acaba mas que comenzar a salir de mi cuerpo, queda menos de un minuto para que la despierte, no puedo esperar mas.