Rocío, adicta al sexo en grupo – 2 Usada y descartada
Por hacerle caso a mi prima terminé teniendo sexo con un montón de desgraciados, que me usaron como si fuera una puta barata..
Para el día que Maxi me vino a buscar yo me había puesto una remera blanca, una pollera roja cuadrille, como en ese tiempo yo tenía 12 años mi ropa interior no era muy sexi por lo que usé un corpiño con armado blanco y una bombacha con el dibujo de un osito en el frente.
Como les conté en mi anterior relato, estaba en la casa de Maxi, al entrar a su habitación noté lo sucia que estaba, había ropa tirada por todos lados incluso sobre su cama, había botellas y envoltorios vacíos con moscas, todo un asco. Pero no solo eso también había otros dos chicos jugando con una play, lo cual me asustó por lo que decidí irme, pero cuando me di vuelta, maxi ya me estaba esperando con su verga afuera, y era tan grande como se veía en las fotos.
Al ver una verga tan grande se me hizo agua la boca, me olvidé por completo del lugar donde estaba, solo pude ponerme de rodillas frente a él y agarré esa enorme verga con mis dos manos para comenzar a chuparla. Al principio me costaba mucho no sabía muy bien como hacerlo, la rozaba todo el tiempo con mis dientes, y para sumarle dificultad, Maxi intentaba meterla tan a adentro como mi garganta se lo permitiera, lo que me ahogaba y tenía que sacarla de mi boca, pero él me sujetaba fuerte del pelo y volvía a meterla al grito de «dale puta, esto es lo que viniste a buscar». Sin darme cuenta separé mis rodillas, sentía muchas ganas de tocarme la vagina, pero mis manos estaba ocupadas con la verga de Maxi por lo que no podía masturbarme. Al poco tiempo de estar chupando, uno de sus amigos le pregunta «Que onda amigo ¿La chupa bien o es un desastre?» a lo que Maxi le responde «Es un desastre la puta esta, se nota que le falta mucha práctica» Su amigo saca su verga del pantalón y me dice «Por suerte acá tenés un par para practicar» mientras frotaba la punta de su verga en mi cara. El amigo que quedaba, me da una nalgada muy fuerte para luego comenzar a frotar mi vagina por sobre mi bombacha completamente humedecida, instintivamente levanté mi cola para que él pudiera tocarme mejor «Mira que putita le gusta» lo escuche decir. Mientras tanto yo luchaba por chupar la verga de Maxi su amigo me golpeaba la cara con su verga me decía «Dale puta no te hagas rogar chúpamela» Maxi me miraba y me decía «Y dale chúpasela a él también». Yo me negaba pero el me dio un fuerte cachetazo en la cara y me dijo «No te hagas la santa que sabías muy bien lo que iba a pasar, así que dale empezá a chupar». La verdad me dio un poco de miedo pero también me excitó una barbaridad, con el golpe que me dio, sumado a que su amigo estaba masturbándome de una forma muy placentera casi llego al orgasmo, por lo que empecé a chupar la verga de su amigo. Era muy excitante estar chupando la verga de un completo desconocido. Los chicos empezaron a festejar y decir «Viste, no era tan difícil». Como esta nueva verga no era tan grande, me resultó más fácil chuparla aun tenía mucha inexperiencia por lo que cada vez que la rosaba con mis dientes o la mordía ellos me tiraban del pelo, solo tenía que usar una sola mano así que con mi mano libre, masturbaba a Maxi. El amigo no duro mucho en mi boca, cuando estaba por acabar me sujetó la cabeza con las dos manos y con mucha fuerza empujo mi cara hacía él metiéndome su verga hasta el fondo de la garganta, yo no podía respirar intentaba sacármelo pero él era mucho más fuerte, estuvo así unos segundos hasta que descargó todo su semen en mi garganta lo que me hizo vomitar manchando el piso y un poco mi remera. Yo intenté levantarme para irme pero Maxi me sujetó con fuerza me tiro de nuevo al piso y puso su gran verga en mi cara, yo no quería seguir estaba muy adolorida pero su verga me hipnotizaba por lo que empecé a chuparla de nuevo, por otro lado el amigo que estuvo jugando con mi vagina, me sacó la bombacha y comenzó a masturbarme metiéndome dos de sus dedos. Yo nunca me había masturbado así, siempre me frotaba el clítoris hasta llegar al orgasmo, esto era algo completamente nuevo, estar así frente a tres chicos que prácticamente desconocía, el miedo, la adrenalina, eran todas sensaciones que me encantaban. El amigo que me estaba metiendo sus dedos no tardo en darse cuenta que ya no era virgen, celebró diciendo «Esta es más putita de lo que parece» me puso en cuatro patas, mientras yo le seguía chupando la verga a Maxi, su amigo se prendió de mi como si fuese un perro, me subió mi remera me sacó el corpiño y empezó a tocarme las tetas con una mano mientras que me masturbaba con la otra, no tarde nada en tener un gran orgasmo provocando que casi le muerda la verga a Maxi lo que me valió otro cachetazo y una orden para seguir chupando. Su amigo quitó sus dedos de mi vagina y cuando pensé que iba a volver a meterlos, la sensación fue diferente. Esta vez me había metido su verga. Yo intentaba salir de esa situación pero ellos me sujetaban con fuerza, mientras mi cogían uno por la vagina y otro por la boca, la sensación era increíble, pero también estaba muerta de miedo me sentía impotente por lo que empecé a llorar, los chicos al verme así se excitaron más y el amigo de Maxi aumentó la fuerza de sus embestidas, sentía sus huevos rebotando contra mi cuerpo, me dio unos nalgazos que me dejaron la cola completamente colorada y entonces llenó el interior de mi vagina con su semen, fue una gran sensación de alivio, sentir su semen era reconfortante para mi pero también porque pensaba que solo me quedaba la verga de Maxi, pero me equivoque. Escuche un «¿Que tan apretada esta la putita?» el otro le contestó «Métela y fíjate». Antes de que pudiera entender que estaba pasando el amigo que me había llenado la garganta con su semen, me metió su verga en mi vagina. Me cogió como si fuera una perra, pasó sus manos por mi cintura apretándome bien fuerte, apoyo su pecho sobre mi espada y acomodó su cabeza al lado de la mía, solo podía escuchar sus gemidos, sus embestidas eran muy potentes, tanto que no me dejaban chupar la verga de Maxi y para colmo dolían bastante, podía sentir su verga golpear la pared de mi útero, por suerte no duró casi nada, también me llenó la vagina con su semen, de nuevo sentí alivio y me recosté sobre el piso apuntando mis tetas al techo, intentado descansar mientras me con una mano me frotaba la vagina. «Todavía no es tiempo para descansar putita» me dijo Maxi, me sujetó un brazo y me levantó con mucha fuerza para acostarme en su cama, recuerdo sentir sus sabanas todas húmedas y algo pegajoso, pero a él parecía no importarle nada toda esa mugre, me abrió de piernas, acomodó su gran verga en la entrada de mi vagina y la metió hasta el fondo, luego pasó mis piernas por encima de sus hombros y comenzó a embestirme como una bestia, yo intentaba besarlo, pero el me sacaba la cara mientras me decía «No que asco, estuviste chupando vergas no me quieras besar» lo que me hacía sentir muy usada, pero me gustaba. Maxi también no tardó casi nada en descargar todo su semen dentro mío. Cuando me reincorporé vi que sus amigos estaban nuevamente jugando a la play, Maxi comenzó a usar su celular y me dijo «Bueno ya te di lo que querías ahora ándate». Me hecho así como si nada de su casa, yo comencé a vestirme, pero no encontraba mi bombacha, cuando pregunte por ella, Maxi me dijo «Esta bombacha se queda como trofeo, me gusta el osito que tiene es muy tierna» mientras se reía, intente quitársela pero el me empujó y me ordenó que me fuera de su casa.
Así que tuve que volver a mi casa caminando sola, sin bombacha y escurriendo semen por mis piernas, con mi remera manchada por saliva, liquido pre-seminal y mi propio vomito. Estaba un poco lejos y cada vez que me cruzaba con personas pensaba que se iban a dar cuenta de lo que había hecho por suerte nadie me dijo nada hasta que llegué a mi casa. Cuando llegué me recibió mi mamá me miró de arriba a abajo, y sin darle ninguna explicación fui directamente al baño, mientras me limpiaba la vagina no pude evitar masturbarme sabiendo que mi mamá estaba en la casa, lo que me provocó un gran orgasmo, fue bastante ruidoso creo que mi mamá sabía lo que hacia pero prefería ignorarlo. Con solo 12 años ya había empezado a recolectar semen, viendo todo en retrospectiva creo que soy estéril, porque nunca quede embarazada.
Unos días después empecé a necesitar verga de nuevo, me masturbaba sin parar pero no lograba satisfacerme en lo más mínimo. Le escribí a Martín para pasar la noche en su casa, volvimos a tener sexo pero tampoco lograba satisfacerme, lo único que me calmó un poco fue que su padre me vio desnuda cuando fui al baño después del sexo, la adrenalina que me generaba lo prohibido me volvía loca. Esa misma mañana Martín me preguntó si quería ser su novia, yo solo podía pensar en tener sexo para calmar mis necesidades, así que le pedí tiempo para pensarlo. Al llegar a mi casa recibo un mensaje de Maxi que decía «¿Queres que te hagamos una fiestita como el otro día?» al terminar de leer el mensaje me di cuenta que eso era lo que necesitaba, yo le respondí «si obvio, pásame a buscar»
Esa misma noche Maxi me pasó a buscar con su moto, primero llegamos a una casa grande parecía de gente adinerada, ahí nos recibió un chico muy alto, rubio y hermoso, parecía un modelo, al principio me ilusioné pensado en tener sexo con él, pero Maxi solo le compró mariguana. Creo que se dieron cuenta que ese chico me gustaba mucho porque Maxi me propuso besarlo, el chico también accedió así que me colgué de su cuello y empecé a besarlo. Cuando terminamos le pregunté a Maxi si él me iba a hacer la fiestita, pero sonrió y me dijo «No, si querés después te la hace, pero ahora vamos a otro lado» lo que me desilusionó un poco. Cuando llegamos a la segunda casa, esta era un poco más modesta y estaba llena de gente, me asusté un poco y no quería ingresar pero Maxi me hizo entrar a la fuerza mientras me decía «tranquila no vas a coger con todos, pero si a unos cuantos» escuchar eso me excitó, sabía que iba a conseguir lo que estaba buscando. Al entrar a la casa todos estaban de fiesta, bailando y bebiendo alcohol. Yo me pegué a Maxi comencé a bailar con él, aprovechaba cada momento para tocarme las tetas y mi cola, me levantaba la remera mostrando mis tetas al resto de personas, yo me tapaba pero en el fondo quería que me vieran, con el tiempo más chicos se fueron sumando a nuestro baile y me daban cosas para beber, también aprovechaban las oportunidades que tenían para tocarme las tetas, algunos me besaban, yo solo reía, bailaba y dejaba que me tocaran en algún momento me desabroché la camisa que llevaba puesta y seguí bailando así. Avanzada la noche fui al baño donde me crucé con unas chicas que me preguntaron «¿Vos sos la nueva putita de Maxi? Pareces muy chiquita, tené cuidado porque esos pibes te van a hacer mierda» otra le respondió «Si es verdad yo estuve con ellos y terminé en un hospital, no les importas una mierda a ellos te van a usar hasta que se cansen de vos». Esa charla me asustó un poco pero estaba tan alcoholizada que no le di importancia. Cuando volví a la parte principal de la casa me senté un sillón junto con Maxi, él seguía tocándome las tetas mientras hablaba con otras personas, en un momento parece que me había quedado dormida, porque cuando reaccioné ya no había música y solo quedábamos 6 personas yo, Maxi, y 4 tipos que no conocía. Ellos me pidieron que bailara un poco arriba de la mesa mientras seguían bebiendo, pusieron música desde un celular, me subieron a una mesa y comencé a bailar para todos ellos. Uno de ellos se subió conmigo y comenzó a sacarme la camisa, cuando quiso sacarme el corpiño, me negué instintivamente pero él me dijo «Ya todos te conocemos las tetas no te hagas la tímida» para luego mostrarme su celular, me habían sacado fotos mientras dormía me corrieron el corpiño y la bombacha para sacarle fotos a mi vagina ya mis tetas, todo eso aprovechando que yo no me podía defender. Al ver eso me excité muchisimo tanto que decidí masturbarme ahí mismo en frente de ellos. Me quite el corpiño, me saqué la bombacha, me levanté la pollera hasta la cintura y comencé a meter dos dedos con una mano y con la otra a estimular mi clitoris, los chicos festejaron mi decición. Mientras me masturbaba, los chicos miraban y me filmaban, yo me retorcía de placer hasta que tube un gran orgamos que no intenté disimular. Ni bien terminé, el más gordo del grupo se me tiró encima, parecía que me iba a aplastar, intenté salir pero era imposible. Nunca supe su nombre solo se que le decían Goro. Comenzó a penetrarme sin preguntar, intentaba besarme pero era realmente asqueroso, por suerte Goro no duro casi nada, llenandome con su semen. Uno de ellos dijo «Que asco amigo, no acabes adentro nosotros también la queremos coger» Goro le contestó «Si no te gusta cógetela por el culo». Cuando reaccioné vi que los demás ya estaban desnudos, no tenían una verga tan grande como Maxi, pero si más grande que mis amigos. Desde el sillón, Maxi me hizo una seña para que me sentara arriba de él. Era un sillón de tres cuerpos, donde estaban sentados Maxi y dos chicos, yo me acosté a lo largo del sillón y mientras chupaba la verga del que estaba en el medio, estiraba mi brazo para masturbar al que estaba en una punta, el que quedaba se puso en frente mío y con la mano libre que me quedaba empecé a masturbarlo, mientras que Maxi comenzaba a penetrarme. Sus embestidas eran muy potentes y no entraba toda su verga, pero me encantaba. Estuvimos un rato así hasta que uno se cansó, me acomodó arriba de Maxi, pegando mis tetas a su pecho, y mientras él me seguía penetrando la vagina, su amigo empezó a metérmela por el culo, lo que me provocó un dolor terrible, pero a ellos no les importó fueron usando mi cola mientras Maxi me la metía hasta el fondo de mi vagina, me mordía las tetas y me daba cachetazos en la cara. Uno me penetraba, luego el otro y luego otro, hasta que los tres pasaron por mi cola y luego querían que les limpiara sus vergas llenas de mi propia caca, me dieron unos cachetazos pero me seguía negando, así que se limpiaron ellos y me siguieron penetrando, uno por mi vagina, otro por mi cola, los otros dos se turnaban con mi boca. Seguimos así un rato luego me dieron vuelta, le di la espalda a Maxi para que él pudieran penetrarme la cola, mientras otro me penetraba la vagina y los demás se turnaban en mi boca. Sentir la enorme verga de maxi en mi cola era realmente doloroso y mis tetas, al estar de frente a los otros tres, se volvieron el blanco de esos desgraciados, no solo me las apretaban también me las mordían y les daban cachetazos. Así se fueron turnando para usar mis dos agujeros hasta que poco a poco fueron terminando.
Al final termine llena de semen, no solo en mi vagina y mi cola también en mi pelo y espalda, no tuvieron ni un poco de piedad por ser una chica de 12 años, mis tetas, mi cola y mi vagina estaban coloradas de tanto cachetazos y me dolían mucho. Los chicos se vistieron y se fueron, yo estaba agotada, intenté acomodarme para dormir en el sofá, pero Maxi me dijo «Dale cámbiate que tenemos que seguir con la fiestita» No entendía a que se refería pero le hice caso, volví a vestirme pero no podía encontrar mi bombacha, supuse que alguno de los chicos se la quedó como trofeo. Cuando me subí a su moto todavía era de noche, manejó un rato y paramos en la casa del chico lindo del principio, esta vez si me había ilusionado. Cuando nos abrieron la puerta nos recibió un chico también muy alto pero con el pelo negro, se presentó como el hermano del rubio, habló con Maxi y él le dijo «Bueno acá esta el pago por la mariguana, nos vemos la semana que viene» me dejo con ellos y se fue. Recuerdo que el de pelo negro me arrancó la camisa rompiendo casi todos los botones, me llevó a su habitación donde ya estaba su hermano esperándonos, ellos me tuvieron el resto de la noche penetrándome por mi vagina y mientras fumaban y tomaban, ni siquiera querían hablar conmigo, solo querían penetrarme. Me sentía muy usada pero cada vez que intentaba hacerlo saber, ellos se ponían violentos y me decían «cállate puta» o «sos insoportable flaca, callate y disfrutá». Eran dos chicos hermosos pero una basura como personas, para cuando ellos me llenaron mi interior con su semen yo estaba llorando por lo mal que me habían tratado, se levantaron de la cama me dejaron ahí agotada donde intenté acomodarme para dormir, pero al ver esto los dos hermanos se pusieron más violentos me sacaron de la cama y me echaron, yo no me quería ir porque no sabía como volver a mi casa, pero ellos me empujaron afuera de su casa me tiraron mi camisa, mi pollera y cerraron la puerta, ni siquiera fueron capaces de darme mi corpiño. Llorando por la impotencia me vestí, pero mi camisa estaba arruinada solo quedaba un botón en pie, así que no me tapaba mucho. Estaba casi desnuda, mis tetas casi al aire, en un lugar que no conocía de noche, el terror era puro, pero también la adrenalina era increíble, empecé a caminar descalza por la calle, mientras como podía me tapaba las tetas con mis brazos, los autos que me cruzaba me tocaban bocina y me gritaban de todo, yo seguí caminando hasta que encontré un lugar que más o menos conocía y pude ubicarme para llegar a mi casa. Una vez segura me di cuenta que, con solo 12 años y en menos de un mes había tenido sexo con 10 hombres diferentes, al pensar eso no pude evitar masturbarme y fue un orgasmo increíble, cuando le conté a mi prima lo que había pasado para quejarme, ella me retó me dijo que sabía exactamente donde me estaba metiendo, que como una buena puta debería aguantarlo y si no podía que no les hable más.
Al otro día me volvió a hablar Maxi para volver a tener una fiesta pero me negué no quería volver a tener sexo con él o sus amigos, me quejé de todas las cosas que me hizo y lo bloquee, acto seguido sus amigos me empezaron a mandar mensajes amenazándome diciendo que no si volvía estar con ellos, iban a subir a internet todas las fotos y videos que me sacaron mientras teníamos sexo, con miedo e impotencia seguí negándome y bloqueando a todos los que me hablaban, no sabía si iban o no a subir esas fotos y vídeos pero yo no quería saber nada más de ellos. Por su lado cuando volví a tener necesidad de una verga, recordé los favores que le había echo a mis amigos, y ya era hora que me los devolvieran. Un día invité a Oski, Juli y Martín a mi casa para tener sexo todos al mismo tiempo, Oski y Juli estaban más que encantados, pero Martín se negaba me dijo «Si hacemos esto ya no vamos a poder ser novios» yo le respondí que no me importaba solo quería sexo. Así empecé a tener sexo con ellos sumando dos más a la cuenta, al principio no me satisfacían, pero con el tiempo fuimos aprendiendo más sobre el sexo, llegando a pasar tardes y noches enteras teniendo sexo, donde les sacaba hasta la última gota de semen, a diferencia de Maxi mis amigos podían cogerme durante horas y acabar varias veces en un solo día. Generalmente teníamos sexo en mi casa o en la casa de Martín, estuvimos así durante años, hasta que de apoco dejaron de satisfacerme y tuve que volver a buscar nuevas vergas.
¡Pero eso se los cuento en el próximo relato!
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