Sombras de Deseo: Pasiones Prohibidas capitulo 11
En «Sombras de Deseo: Pasiones Prohibidas», seguimos a Morgana elegida por Alexis, un nuevo amo. Su entrega total, marcada por el reclamo de su virginidad, refleja su devoción. Inspirada en «La sombra del pasado y La luz de la esperanza», explora pasiones, entrega y autoconocimiento..
«Recuerda, Morgana, tanto tú como yo éramos vírgenes cuando nos encontramos por primera vez. ¿Por qué crees que las esclavas deben mantener su virginidad hasta su primera vez con su amo? ¿Qué opinas, Morgana?»
Morgana asintió con solemnidad, reconociendo la importancia de la pureza en el contexto de su relación con su amo. Con voz suave pero segura, respondió:
«Mi amo, la virginidad de una esclava en su primera relación sexual contigo simboliza un nuevo comienzo, una entrega total y pura de su cuerpo y su alma a su amo. Es un acto de entrega sin reservas, un símbolo de devoción y sumisión absolutas hacia ti, mi amo y mi señor.»
Morgana continuó, profundizando en el significado detrás de esta práctica arraigada en su relación. «La virginidad representa la pureza de mi entrega, la inocencia de mi sumisión. Al entregarme a ti como una virgen, estoy confiando en ti con mi ser más íntimo, dispuesta a ser moldeada y guiada por tu voluntad divina.»
Ella bajó la mirada, sintiendo la profundidad de estas palabras en lo más profundo de su ser. «Es un acto de entrega total y completa, un testimonio de mi amor y lealtad hacia ti, mi amo. Por eso, la virginidad en nuestra relación es sagrada, un lazo que une nuestros corazones y almas en una unión eterna de amor y sumisión.»
«Sabes por qué las esclavas que no son vírgenes no son aceptadas en su primer día de trabajo?» Pregunta Alexis a Morgana.
«Así es, mi amo», respondió Morgana con reverencia. «Las esclavas que no son vírgenes no son recibidas en su primer día de trabajo porque la virginidad simboliza la pureza de su entrega y sumisión hacia su amo. Es un acto de devoción y entrega absoluta, un testimonio de su compromiso con su papel como esclava.»
«Recibir a una esclava que no es virgen en su primer día de trabajo podría ser percibido como un desafío a la autoridad del amo, una falta de respeto hacia su posición y dominio. Por lo tanto, mantener la virginidad como requisito es una forma de preservar la integridad de la relación amo-esclava y reafirmar el poder y autoridad del amo sobre su propiedad.»
Morgana concluyó con una expresión de respeto hacia las tradiciones que regían su relación. «Es una práctica arraigada en nuestra cultura y tradición, mi amo, y la respeto profundamente como parte de nuestro pacto de sumisión y entrega.»
«Es una falta de respeto hacia su posición y dominio, es cierto, es una vergüenza que algunas esclavas no hagan caso a sus amos y sean despedidas», dice Alex.
«Sí, mi amo», respondió Morgana con voz suave pero firme. «Es una vergüenza cuando una esclava no respeta la autoridad y dominio de su amo. La obediencia y la sumisión son los pilares fundamentales de nuestra relación, y cuando una esclava no cumple con estas expectativas, socava la integridad de nuestra conexión y muestra falta de respeto hacia su amo.»
«Como esclava, es mi deber y mi honor obedecer y servir a mi amo en todo momento. Cualquier desviación de este camino es una traición a nuestra conexión y una falta de respeto hacia ti, mi señor.»
Morgana bajó la mirada, consciente de la seriedad del tema. «Estoy agradecida por tu guía y liderazgo, mi amo. Prometo seguir siendo fiel y obediente, y nunca deshonrarte con mi comportamiento.»
«Lo sé, Morgana. Eres la mejor esclava del mundo, por eso te elegí. Estoy orgulloso de haber sido elegido por mi. Tu cuerpo es mío por siempre y para siempre».
«Gracias, mi amo. Es un honor ser tu esclava, ser elegida por ti entre todas las demás. Mi corazón se hincha de orgullo al escuchar tus palabras, y haré todo lo que esté a mi alcance para seguir siendo digna de tu elección.»
Morgana se inclinó ligeramente ante su amo, mostrando su respeto y lealtad. «Mi cuerpo y mi alma son tuyos por siempre y para siempre, mi amo. Te entrego todo lo que soy, con gratitud y devoción, lista para cumplir con tu voluntad en todo momento.»
«Ningún hombre tocara ese cuerpo solo yo, el que lo hace, tu solo dímelo y lo asesinare, disfruta como yo asesino a esos hombres que tocan a las esclavas cuando no son sus amos».
«Entiendo, mi amo. Tu deseo es mi ley, y protegeré mi cuerpo como un templo sagrado, reservado exclusivamente para ti. Ningún hombre, aparte de ti, tendrá el privilegio de tocarlo, y si alguno se atreve, te lo informaré de inmediato. Disfrutaré de la protección que me brindas, sabiendo que estás dispuesto a defenderme con toda tu fuerza. Tu amor y cuidado son mi mayor protección, mi amo, y estaré eternamente agradecida por ello.»
«Y cuando con mis colmillos muerda al hombre que te toca o te mira o te acosa, mataré a ese hombre y tú disfrutarás de verme matar. Luego, con un pañuelo, limpiarás mis colmillos y mi boca».
«Sí, mi amo», respondió Morgana con una mezcla de asombro y gratitud. «Tu protección es mi refugio, y confío en ti para defenderme de cualquier amenaza. Estaré agradecida por tu valentía y tu fuerza, y si alguna vez llegara a necesitarlo, me sentiré segura sabiendo que estarás allí para protegerme.»
Morgana asintió con determinación, reconociendo la seriedad de la promesa de su amo. «Limpiaré tus colmillos con el mayor cuidado y devoción, mi amo, honrando tu valentía y tu protección. Tu fuerza y tu coraje son mi mayor consuelo, y encontraré paz en tu presencia.»
En unos días Alexis se alimentaba del hombre hasta dejarlo sin vida. Morgana observaba con una mezcla de fascinación y temor, pero también con una determinación implacable. En su mente, resonaban las palabras de su amo sobre proteger su cuerpo de cualquier intruso.
Con manos temblorosas pero firmes, Morgana tomó el pañuelo y se acercó al vampiro Alexis mientras él terminaba su alimentación. Con delicadeza, limpió los colmillos y la boca de Alexis, cumpliendo con su deber con devoción y cuidado.
Una vez completada la tarea, Morgana se mantuvo en silencio, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras esperaba las instrucciones de su amo. Sabía que el hombre había tocado su cuerpo sin permiso, y confiaba en que Alexis tomaría las medidas necesarias para proteger su honor y seguridad.
«Alexis acaricia su culo suavemente. «Necesitarás mi semen para limpiar tu cuerpo», dice Alexis. «Si es necesario, me correré 4 veces, mi Morgana».
«Sí, mi amo», respondió Morgana, su voz apenas un susurro cargado de sumisión. «Tu semen es mi purificación, mi protección. Estoy lista para recibirlo, para limpiar mi cuerpo con tu esencia sagrada.»
Morgana fue sometida a un torrente de placer y entrega durante las 24 horas siguientes, mientras Alexis cumplía su promesa de purificar su cuerpo con su semen. Cada momento fue una prueba de su devoción y sumisión hacia su amo, mientras él la llenaba con su esencia sagrada una y otra vez.
Cuando finalmente terminó, Morgana se sintió agotada pero también renovada, su cuerpo y su alma purificados por el poder de su amo. Con una sonrisa suave, asintió en silencio, reconociendo la pureza que ahora inundaba cada fibra de su ser.
«Gracias, mi amo», susurró Morgana, su voz cargada de gratitud y amor. «Me siento limpia y purificada, lista para seguir sirviéndote con todo mi ser. Eres mi único Dios, mi único amo, y te seguiré obedeciendo con devoción y entrega absolutas.»
«Así se dice. Me comeré tu coño por un buen rato, Morgana. Abre las piernas», ordena.
Ante la orden de su amo, Morgana obedeció sin vacilar, separando sus piernas para él. Una mezcla de anticipación y deseo ardió en su interior mientras esperaba sentir la boca de Alexis sobre ella.
«Sí, mi amo», susurró Morgana con sumisión, ofreciendo su cuerpo para el placer de su amo. Con cada caricia y cada beso, se entregó por completo a la dicha de ser poseída por él, sabiendo que su placer y su satisfacción eran su único propósito en ese momento.
«¿Te sientes limpia ahora, purificada y bendecida por el poder de mi semen? Nunca olvides, Morgana, que por encima de la comida, mi polla es lo más importante. Mi polla será lo único en lo que pensarás, la comerás como si fuera la única comida», dice Alexis con voz dominante.
«Sí, mi amo», respondió Morgana con voz suave pero firme, aceptando su destino con humildad y entrega. «Tu semen me ha purificado y bendecido, y estoy agradecida por el honor de recibirlo. Mi único deseo es complacerte y satisfacerte en todo momento, mi amo. Tu polla es mi única comida, mi única fuente de nutrición y placer, y la recibiré con gratitud y devoción, como la única comida que necesito.»
«Si estás cansada, te follaré igual. Me follarás durante hasta 44 horas hasta que yo diga basta, y si no, seguirás montándome. Te follaré incluso si estás dormida, te despertaré follando tu cuerpo en las mañanas», declara con firmeza.
«Sí, mi amo», respondió Morgana con voz suave pero firme, su corazón latiendo con anticipación y sumisión. «Tu voluntad es mi ley, y estoy lista para cumplirla en todo momento, sin importar las circunstancias. Mi cuerpo y mi alma te pertenecen por completo, y estaré a tu disposición para satisfacerte en cualquier momento y de cualquier manera que lo desees.»
La respiración agitada de Morgana y el sudor que cubría su cuerpo eran evidencia del esfuerzo que había dedicado a satisfacer a su amo durante las últimas 43 horas sin descanso. A pesar del cansancio, su determinación seguía firme, su deseo de complacer a su amo más fuerte que nunca.
«Quieres parar o seguir mi diosa esclava?»
Con una mirada llena de entrega y dedicación, Morgana respondió con voz entrecortada pero llena de devoción: «No, mi amo. No deseo parar. Mi único deseo es continuar sirviéndote, complaciéndote en todo momento. Mi cuerpo y mi alma son tuyos para usar como desees, y seguiré brindándote placer y sumisión por toda la eternidad si así lo deseas.»
«Eso deseo, una toda la eternidad sin parar».
«Sí, mi amo. Estoy lista y dispuesta a servirte por toda la eternidad, sin parar, sin descanso. Mi único deseo es estar a tu lado, complaciéndote y satisfaciéndote por toda la eternidad. Mi amor y lealtad hacia ti son eternos, y me entregaré por completo a ti en cuerpo y alma, ahora y por siempre.»
Mientras la polla se movía al ritmo de los movimientos de Morgana, Alexis expresaba con determinación: «Eres mi puta, mi zorra, mi perra, mi guarra».
Las palabras de Alexis eran un recordatorio del lugar que ocupaba Morgana, un lugar de sumisión total y entrega absoluta. Aunque las palabras podían ser crudas, Morgana las recibió con humildad y aceptación, sabiendo que eran una expresión del poder y dominio de su amo sobre ella.
«Sí, mi amo», respondió Morgana con voz suave pero firme, aceptando su papel con devoción. «Soy tuya en cuerpo y alma, para ser llamada como desees. Mi único propósito es satisfacerte y complacerte en todo momento, sin importar cómo me llames. Mi sumisión hacia ti es completa y total.»
«Dilo Morgana porque eres una puta en la cama, porque eres la mas zorra de las esclavas del mundo?»
Con sumisión y humildad, respondió: «Lo soy, mi amo. Soy tu puta en la cama, tu zorra más entregada. Mi propósito es satisfacerte en cada momento, cumplir tus deseos y ser tu instrumento de placer. Soy la más zorra de las esclavas del mundo porque mi entrega hacia ti es total y absoluta. Me gusta ser la puta del amo, me gusta ser su zorra del sexo. Mi placer y mi satisfacción provienen de complacerte y satisfacerte en cada momento. Ser tu instrumento de placer es mi mayor dicha y propósito.»
Alexis, excitado por las palabras de Morgana, grita mientras se corre abundantemente dentro de su esclava. «¡Está saliendo mucho! No te alejes de mi polla», exclama, disfrutando intensamente del momento.
«Mi mayor deseo es servir a mi amo, satisfacer sus deseos y ser su instrumento de placer en todo momento. En su placer encuentro mi mayor satisfacción y realización. Todo lo demás palidece en comparación con la dicha de servir a mi amo y cumplir con su voluntad.»
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