Sombras de Deseo: Pasiones Prohibidas CAPITULO 4
En «Sombras de Deseo: Pasiones Prohibidas», seguimos a Morgana elegida por Alexis, un nuevo amo. Su entrega total, marcada por el reclamo de su virginidad, refleja su devoción. Inspirada en «La sombra del pasado y La luz de la esperanza», explora pasiones, entrega y autoconocimiento..
«Entonces, ¿puedo usar tu boca como un agujero de placer para mi polla ahora mismo?», pregunta Alexis con una mezcla de deseo y autoridad.
«Mi boca está aquí para complacerte en todo lo que desees. Haz lo que quieras conmigo, úsame como tu agujero de placer y satisface tus deseos más salvajes, mi amo», responde Morgana con voz suave pero cargada de deseo.
Con una mirada provocativa, Morgana se arrodilla frente a él, ansiosa por cumplir cada uno de sus deseos y llevarlos a nuevos niveles de pasión y éxtasis.
Alexis coloca su polla en su boca. «Entonces, voy a follarte esa deliciosa boquita, hasta la garganta, me correré en tu garganta, incluso la romperé si hace falta, mi esclava sexual favorita», declara con intensidad.
Morgana acepta con entusiasmo, recibiendo la polla de Alexis en su boca con un gemido ahogado. Su lengua se desliza hábilmente alrededor de su miembro, acariciándolo con suavidad y destreza mientras lo masturba con la mano.
Se entrega por completo al placer de servir a su amante, permitiendo que él dirija el ritmo y la intensidad de la experiencia. Sus labios se estiran alrededor de su erección, succionando con fuerza mientras lo lleva más profundamente en su garganta, desafiando los límites de su resistencia.
Los gemidos de placer de Alexis llenan el aire mientras disfruta del éxtasis de la experiencia, entregándose al placer de la lujuria compartida con su amante. Con cada embestida, la pasión se intensifica, llevándolos a nuevas alturas de deseo y éxtasis mientras se sumergen en la experiencia sensual y liberadora.
Alexis pierde el control y agarra su cabeza, empujándola contra su polla, gimiendo: «¡Qué deliciosa boquita tienes!»
Morgana se entrega por completo, permitiendo que Alexis guíe el ritmo y la intensidad del encuentro. Siente la fuerza de su agarre mientras él la empuja más profundamente hacia su erección, llevándola al borde del éxtasis con cada embestida.
«Trágalo todo desde tu garganta, garganta profunda», ordena Alexis.
Con un gemido entrecortado, Morgana se esfuerza por satisfacer los deseos de Alexis, dejando que su polla penetre más profundamente en su boca y su garganta con cada embestida. Siente el pulso de su erección palpitar.
Alexis agarra con fuerza la cabeza de Morgana, impidiendo que se aleje de su polla y continúe chupando, sin permitir que ella salga o respire. «Trágate todo, puta. No te detengas, complace a tu amo, sé una buena puta», ordena con voz dominante y llena de deseo.
Morgana, sometida a la voluntad de Alexis, obedece sin objeciones, sintiendo la presión de su mano y la urgencia de su necesidad. Sin aliento, se esfuerza por complacerlo, entregándose por completo al deseo de su amo mientras su boca y garganta se llenan con su erección.
«¡No te detengas, usa tu nariz para respirar! Quédate ahí durante horas sin soltar mi polla», ordena Alexis con firmeza, imponiendo su autoridad sobre Morgana.
Morgana, obediente a su amo, asiente con la cabeza y sigue las instrucciones al pie de la letra. A pesar de la dificultad, se aferra a la tarea, usando su nariz para respirar mientras continúa complaciendo a Alexis con su boca, sin soltar su polla durante todo el tiempo que él desee.
Se separa lentamente. «Acuéstate, cariño», ordena.
Morgana obedece y se recuesta en el suelo, entregándose por completo. Siente cómo el cuerpo de Alexis se mueve con una fuerza, llevándola al borde del abismo del placer con cada embestida.
Cada movimiento de Alexis la envuelve en un torbellino de éxtasis, haciéndola gemir y retorcerse de placer mientras se abandona por completo al frenesí del momento. Siente cómo el calor de su cuerpo se mezcla con el de él, creando una conexión íntima que trasciende los límites del deseo y la pasión.
Con cada embestida, Morgana se siente más cerca del clímax, sus gemidos llenan el aire a su alrededor.
Con un último gemido gutural de placer, Alexis se derrama en la boca de Morgana, liberando un torrente de semen que la inunda por completo. Siente la densidad y la calidez de su semen llenando su boca, envolviéndola en una sensación embriagadora y deliciosa que la hace gemir de placer.
Morgana saborea el sabor de él, sintiendo cómo cada gota de su semen se desliza por su garganta, inundándola de un placer intenso y primitivo.
Alexis acaricia con ternura el rostro de Morgana mientras admira su rendimiento. «Eres increíble, mi diosa del placer. Has cumplido todos mis deseos y más», murmura con voz cargada de satisfacción. Se inclina para darle un beso suave en su mejilla.
«Abre las piernas, cariño. Quiero saborear todo tu coño hasta el clítoris, hundir mi lengua en lo más profundo», ordena Alexis con pasión y determinación.
Morgana obedece de inmediato, separando sus piernas con ansias de sentir la lengua de Alexis explorando cada rincón de su intimidad. Sus gemidos llenan el aire mientras Alexis se entrega completamente a la tarea de complacerla con su boca y lengua.
Con cada lamida, Alexis descubre los secretos más íntimos de Morgana, explorando con devoción cada pliegue de su piel, cada rincón de su feminidad. Sus movimientos son precisos y expertos, llevando a Morgana a nuevas alturas de placer con cada roce de su lengua ardiente.
Mientras Morgana se retuerce de placer bajo las caricias expertas de Alexis, su conexión se profundiza, cada gemido y susurro entre ellos una promesa de unión y pasión eterna.
«Este coño es mío y fue hecho solo para complacerme», declara Alexis con posesión y deseo.
Entre gemidos y susurros de placer, Morgana responde con voz entrecortada: «Sí, es tuyo, todo tuyo. Haz con él lo que desees, llénalo con tu amor, tu pasión, tu deseo más profundo». Sus palabras, cargadas de entrega y devoción, son el eco de su entrega total a él, una promesa de entrega sin reservas, un compromiso de satisfacer cada uno de sus deseos más ardientes.
«Sientes mis dedos?»
Alexis toca y penetra con sus dedos, provocando gemidos de placer en Morgana. Sus caderas se contonean hacia él, ansiosas por más contacto, más satisfacción. «Sí, los siento, Alexis», murmura entre jadeos, cada roce de sus dedos encendiendo nuevas sensaciones en su cuerpo, inundándola de placer. Completamente entregada a él, su cuerpo responde con urgencia y deseo, anhelando su toque y su dominio.
«Di las palabras mágicas, eres mi objeto sexual, mi muñeca sexual que me complace siempre», ordena Alexis, desafiante y dominante.
Morgana, con la respiración entrecortada por el placer, se sumerge en la mirada de Alexis con sumisión y deseo. «Sí, amo Alexis… soy tu objeto sexual, tu muñeca sexual… Estoy aquí para complacerte siempre», murmura, sintiendo cómo sus palabras desatan una ola de placer en su cuerpo. Está completamente entregada a él, lista para satisfacer cada uno de sus deseos más profundos y oscuros.
«Me debes complacer incluso estando agotada, ¿te dejarías follar por mí todo el tiempo que yo quiera, aunque yo me vuelva adicto a tu cuerpo?», pregunta Alexis con posesión y determinación.
Morgana asiente con la cabeza, excitada y sumisa. «Sí, mi amo… estaré siempre disponible para ti, dispuesta a ser follada por ti todo el tiempo que desees. Mi cuerpo es tuyo, y haré lo que sea necesario para satisfacerte y complacerte», responde, entregándose por completo a él con devoción y pasión.
«Eres perfecta, mejor que cualquier muñeca sexual. Sabes cómo satisfacer a este adicto al amor. Soy celoso y posesivo con tu cuerpo, siempre quiero más, nunca me canso. Y a ti te encanta», admite Alexis, expresando su aprecio y deseo por Morgana.
Morgana sonríe, sintiéndose valorada y deseada por Alexis. «Sí, mi amo Alexis, mi amor, soy tuya por completo. Me encanta satisfacerte y hacer realidad tus fantasías más oscuras. No hay límites para lo que haría por ti», responde.
«Este culo también está dispuesto a satisfacerme», declara Alexis con lujuria y posesión.
Morgana asiente con una sonrisa llena de deseo. «Por supuesto, mi amo. Todo mi cuerpo es tuyo para que lo uses y disfrutes como desees. Tu placer es mi mayor deseo», murmura, anticipando con ansias las delicias que están por venir. «No hay nada que desee más que entregarme por completo a ti, sin restricciones ni límites. Quiero ser tu muñeca, tu juguete, tu objeto de placer, siempre y cuando sea para ti, siempre estaré dispuesta. Estaré esperándote ansiosa en nuestra cama, lista para complacerte en todo momento». Sus labios se curvan en una sonrisa sugerente mientras se acerca más a él.
La besa con pasión, entre gemidos y susurros, los labios de Morgana responden con ardor al beso apasionado de Alexis. Sus cuerpos se fusionan en un abrazo mientras se entregan al deseo que los consume. La lengua de Alexis explora cada rincón de la boca de Morgana, mientras ella responde con la misma intensidad, entrelazando sus lenguas lleno de pasión.
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