«Sombras de Deseo»: Pasiones Prohibidas origen
En «Sombras de Deseo: Pasiones Prohibidas», seguimos el viaje de Morgana, quien encuentra su vocación en el mundo de la sumisión y entrega al ser seleccionada por Alexis, un nuevo amo virgen. Morgana ve en esta oportunidad no solo un honor, sino la realización de su elección de vida. Cuando Alexis r.
Morgana, una joven de destacada inteligencia y dedicación, sobresalía en el ámbito académico por su capacidad para enseñar y liderar. Desde una edad temprana, manifestó un profundo interés en el complejo mundo de la sumisión y la entrega, encontrando fascinación en la dinámica de poder entre amos y esclavas sexuales. A medida que avanzaba en su desarrollo, se sumergía en la lectura de textos especializados sobre el tema, dedicándose al estudio de los lemas y oraciones que regían la conducta de las esclavas. La noticia de su selección por parte de un nuevo amo virgen, Alexis, la tomó inicialmente por sorpresa. Sin embargo, rápidamente comprendió la importancia y el honor que implicaba ser elegida por un amo de tal estatus. A pesar de las advertencias sobre el destino común de las esclavas sexuales, que implicaba la pérdida de su virginidad a manos de sus amos sin contemplaciones, Morgana estaba decidida a perseverar en su elección. Para ella, ser parte del mundo de la sumisión no era simplemente una fantasía, sino una elección de vida fundamentada en determinación y convicción. Estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío que se presentara en su nueva posición como esclava sexual, confiando en su propia fortaleza y en la guía proporcionada por los lemas y oraciones que había asimilado. La mezcla de emoción y determinación invadió a Morgana cuando se dio cuenta de que estaba lista para dar el primer paso hacia su sumisión total, sabiendo que su amo reclamaría su virginidad sin vacilación alguna. El momento en que Alexis la recibió con apasionados besos marcó el inicio de su entrega total. Sin aviso previo, la penetró con firmeza, rompiendo su barrera virginal de manera abrupta. A pesar del agudo dolor, este fue eclipsado por una abrumadora sensación de sumisión y entrega que la invadió en ese instante. La presencia de sangre en las sábanas blancas atestiguaba su primera experiencia de sumisión absoluta hacia su amo. A pesar del dolor físico, Alexis no cesó en su determinación, continuando con sus embestidas mientras reclamaba a Morgana como su propiedad. Para ella, aquel momento fue una prueba irrefutable de su sumisión y devoción hacia su amo, una experiencia que la llevó al límite de su resistencia y la marcó como suya para siempre. Los gritos de Morgana no solo eran una expresión del dolor físico, sino también un testimonio de su total sumisión y entrega hacia su amo. Ansiaba que todos reconocieran su pertenencia absoluta a él, con su cuerpo y voluntad entregados por completo. Fue un acto de entrega total, una manifestación física.
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