Soy la puta de mi familia…
Después de que mi tío abuelo me iniciara, ahora es momento de que me desvirguen….
Soy la puta de mi familia
En el relato anterior les conté cómo fue que inicié en el sexo, ahora les contaré cómo y quién me desvirgo…
Como les dije, después de que mi tío Macario me enseñó cómo hacer una buena mamada a la tierna edad de 5 años, yo quise experimentar y probar si sabían igual otras vergas y claro si se veían igual en todos los hombres, y a esa edad lo único que se me ocurrió fue decirle a los primos de mi camada que me dejaran probar su pipí… claro… ellos al tener la misma edad que yo literalmente me daban su pipí… Así pasaron los años, mis primos y yo en cada vacaciones practicabamos cómo tener sexo, pero no pudieron metermela hasta mucho tiempo después.
A mis 11 años se llegó el momento que yo tanto había esperado, por fin una verga grande y adulta me desvirgó.
Era el velorio de mi bisabuela, la madre del tío Macario, y fue en un pueblito pequeño, mi familia materna es de origen humilde, la casita era de adobe, apenas tenía 2 habitaciones y un corredor que hacía de cocina, comedor y pasillo, en una habitación velaban a mi bisabuela y en la otra nos encontrabamos todos los chiquillos, había 2 camas y ambas estaban llenas de niños dormidos de muchas edades, cuando de pronto entra uno de mis primos 13 años mayor que yo…
-Gordita, hazte para allá que tengo sueño- me dijo al tiempo que me recorría.
Yo no le respondí, pero al acostarse me abrazó para acurrucarse, yo a esa edad ya se me notaban las tetas, por mis inicios tan chica me empecé a desarrollar pronto y a los 11 años yo ya tenía cuerpo de adolescente, de pronto siento que con los dedos de una mano empieza a rozar mis pezones y con la otra empezó a acariciar mis nalgas y mis piernas, yo no dije nada, como estaba acostada dándole la espalda me volteé para quedar frente a él, la puerta del cuarto estaba cerrada y no había ventanas, por lo que estaba totalmente a oscuras aunque era de día, comenzó a besarme y metió las manos bajo mi vestido para poder tocarme mejor, obviamente yo me dejé y empecé a frotarle la verga sobre su pantalón.
Así estuvimos un buen rato hasta que escuchamos que abrían la puerta y le decían que debía ir a comprar leche, café y pan para ofrecer a las personas, asiente y se levanta, yo estaba inmóvil…
-Gordita, acompáñame a la tienda y te compro algo- me pidió y yo obediente me pare de la cama y me fui con él.
Debo decir que en ese pueblo no hay tiendas en cada esquina como suele haber en casi todos lados, ahí la más cercana estaba a unos 20 min en auto, dijo que nos tardaríamos porque iríamos caminando, pero aún así ví que tomó las llaves de la camioneta de su papá, la cual estaba adecuada para transformar la parte de atrás en una cama.
Salimos de la casa y caminamos hacía la camioneta, que estaba a unos 150 metros de distancia y no estaba a la vista desde la casita.
-Ven gordita, súbete, quiero enseñarte algo- me dijo mientras abrió la parte de atrás de la camioneta, yo obediente y con la idea de mamar su verga me subí inmediatamente.
-Oye, ¿ya habías hecho lo que estábamos haciendo en el cuarto antes o es la primera vez que lo haces?- preguntó mientras me levantaba el vestido para verme las tetas.
-Sí, ya lo he hecho- le respondí- mis primos del otro pueblo y yo nos damos besos y nos tocamos para aprender- dije mientras me acostaba para que me tocara mejor.
-Así que ya les conociste sus pititos entonces- dijo en tono lascivo.
-Sí, lo tienen chiquito y les sabe a pipí- le respondí riéndome.
-O sea que ya se las has chupado y ¿te gusta hacerlo?- preguntó mientras se sobaba la verga por encima del pants.
-Sí, no te digo que les sabe a pipí, a ellos todavía no les sale lechita como a ustedes los grandes- al oirme decir eso abrió los ojos sorprendido pero sonrió perversamente.
-Y… ¿ya te la metieron o no?-
-No, la tienen muy chiquita, no me la han podido meter aunque lo han intentado- le dije mientras metía mi mano en su pants para tocarle la verga que ya se le veía bien parada y tiesa.
-Y ¿tú quieres que te la metan?- preguntó sacandosela para que yo se la jalara mejor.
-Sí, se me antoja mucho sentir como entra-
-¿Quieres que te la meta?-
-Sí, pero me da miedo, la tienes grande, no como la de ellos, y también quiero chuparla-
-Chupala entonces, y yo voy ayudándote a que no te duela cuando te la meta- me dijo mientras metía su mano en mi calzón para dedearme.
Yo felizmente le empecé a chupar la verga, ya sabía como hacerlo, y ya me mojaba, y el aprovechando eso me metía sus dedos.
Después de unos minutos así me acostó, me quitó los calzones y me subió el vestido y mi corpiño hasta el cuello y empezó a chuparme las tetas que ya parecían unas naranjas, luego me abrió las piernas y se puso en medio.
-Entonces no te han metido todavía la verga- preguntó de nuevo mientras con la punta de su pito me sobaba la puchita.
-No, ¿tú me la quieres meter?- le dije con voz entrecortada por la mezcla de excitación y nerviosismo.
-Si tu quieres sí, pero a lo mejor te duele porque la tengo cabezona- me dijo mientras apuntaba su verga a mi vagina húmeda y punzante.
-Ok, métemela despacito entonces- le pedí y cerré mis ojos esperando ese dolor que dijo que tendría.
Como desde que mi tío abuelo me empezó a dedear yo lo hacía y mis primos también, ya estaba más acostumbrada a tener algo dentro de mi estrecha vagina, el empezó a empujar y poco a poco fue metiéndomela, empecé a sentir ese dolorsito placentero por semejante tamaño de verga y quise empezar a gritar, pero me tapó la boca…
-Cállate, no grites que nos van a cachar- me dijo y en eso me la metió de una hasta el fondo.
-Aaaah-gemí aún con su mano en la boca- me duele, pero no tanto como me dijiste, ¿ya fue todo?-
-No, espera a que te acostumbres a tenerla dentro y te pase el dolor porque te voy a coger, ya te rompí la colita, ahora vamos a coger mucho tu y yo-
Poco a poco empezó a moverse, me la metía y sacaba casi toda, me callaba con besos, porque yo sentía la necesidad de gritar, ya no sentía dolor, era un placer indescriptible, no quería que me la sacara, me aferraba a él para que no la sacara, me chupaba mis tetas, me estaba dando mi primera cogida, pero con ganas, me daba tan duro que la camioneta se movía y rechinaba, me la sacó y se hincó y me puso en 4, y empezó a cogerme de perrito, me agarró del cabello y me daba tan duro que sentía que en cualquier momento me iba a desmayar, me sentía débil y temblorosa.
-Coges muy rico para tener 11 años apenas y mi verga te entró rápido, ¿segura que no te cogieron antes?- me preguntó mientras me enderezaba y me agarraba del cuello como ahorcándome.
-Es mmmmh la primera vez aaah que me la meten, aaaaah nomas me habían metido dedos mmmmmhhh- dije entre gemidos.
-¿Te esta gustando ser una putita?- era la primera vez que me decían así, y eso no sé, pero hizo que algo me poseyera y empecé a moverme yo, hasta que llegó el momento en que él ya no se movía, era yo la que se enterraba semejante verga en mi puchita de niña puberta, tanto y tan rápido me moví que él no aguantó más…
-Espérate putita, me vas a hacer venir, ¿ya te bajó o todavía no te llega la regla?- me preguntó mientras me detenía sin sacarmela.
-Hace unos días me llegó la regla por primera vez, ¿por qué?- dije luchando por seguir moviéndome.
-No quiero dejarte panzona en tu primera vez, así que te vas a tragar mis mecos cuando te diga- asentí gimiendo y me seguí moviendo.
No aguantó mucho después de decirme eso, me la sacó y de los cabellos me acercó mi boca a su verga…
-Abrela y tragatelos putita, y chupamela bien para me la limpies- yo como hasta ese momento y desde los 5 años obedecí y me tragué hasta la última gota de semen que salió de su verga, que no fue poco, y como me pidió se la chupe hasta que ya no se sentía lo baboso de mis fluidos vaginales, luego sin decir nada me dio mis calzones para que me los pusiera y el se subió su pants.
-Ahora vamos a la tienda, porque ya nos entretuvimos y van a salir a buscarnos- me dijo prendiendo la camioneta.
Desde ese día, casi cada tercer día iba a mi casa para coger, y yo me iba haciendo casa vez más y más puta…
Después les contaré la primera vez que mi papá me cogió.
Estan muy ricos tus relatos, no tan extensos y describes lo suficiente que da mucho morbo. No tardes mucho en sacar los siguientes capitulos, saludos
muy bueno, con muchos detalles, espero la continuación