Soy una puta regalada
Sábado por la noche y yo soy una puta regalada que se deja hacer de todo en el boliche por venganza a mi ex..
El sábado mis amigas habían arreglado para que salgamos todas a bailar. Una de ellas es presencia de un boliche muy conocido de zona sur, por lo que todas pasábamos gratis.
Esa noche nos vestimos todas en mi casa, ya que soy la única que vive sola. Nos gusta mostrarnos y salir sexis a bailar, pero esa noche, de todos los outtfis, el mío era el que más puta me hacía.
Solo tenía puesto una tanga de hilo negra, y arriba un vestido de red negro, con brillos que dejaba ver mi tanguita y mis pezones, y era tan corto que se me subía a la mitad del culo. En mis pies unas bucaneras hasta los muslos también brillosas. Accesorios, maquillaje y mi pelo suelto largo cayendo a lo largo de mi espalda.
¿La razón de mi outfit? Mi ex iba a salir esta noche también al mismo boliche.
Terminamos re mal y quería que le quede claro lo que había perdido. Además, él había dicho que me dejo por puta, bueno, le iba a demostrar que tenía razón.
Cuando llegamos eran las 2:30 y ya estaba llenísimo y la música al palo. Mi amiga presencia se fue hacer su trabajo, y mis otras dos amigas se perdieron en la multitud seguro que a buscar a sus chongos que también venían esta noche al este boliche.
Yo me fui directo a la barra. Estaba Nacho, uno con el que me veía cuando me peleaba con mi ex, pero que teníamos buena onda.
-¡Holaaa!
-Hola gorda, ¿todo bien? ¡Se te ve todo, boluda!
-Todo bien, ¿vos? Es la idea. ¿Me das un trago?
-Que trola que sos. Dale. ¿Cuál querés?
-El que quieras, regalámelo.
-No puedo, tarada. Me lo descuenta del sueldo si no.
-Daaale. Sabes que te lo voy a pagar después. -le guiño el ojo y le cambia la mirada. Sabe que nos dábamos muy buenos polvos.
-Bueno. Pero es el único, eh.
Con trago en mano, me voy a dar la famosa putivuelta. Todos me miran. Algunas minas me miran mal y puede ser porque me conozcan y les caigo mal por algunas… razones, o porque sus novios al lado de ellas me miran con ganas de cogerme. Yo igual les sonrió a todos y a algunos conocidos les guiño el ojo.
En una de las esquinas donde está uno de los VIP, veo a los amigos de mi ex y a él. Están todos tomando y bailando y hay algunas minas también. Ninguno esperaba verme, así que cuando me acerco a la entrada y los dos primeros amigos me ven, abren sus ojos con sorpresa.
Saben que termino todo muy mal con mi ex y que él ya no quería verme ni cruzarme más en ningún lado, así que verme ahí y encima acercarme a ellos, ponía todo re tenso.
Los saludo con la mano, uno de ellos, Manu, me sonríe y se acerca hablarme a la entrada del VIP.
-¿Qué onda, boluda? Hace mil no te veía.
-Ay si, ¿todo bien? No sabía que venían esta noche.
-Si, no quisimos irnos hasta capital. ¿Qué onda? ¿Queres venir al VIP?
-¿No se va a enojar tu amigo? -señalo a mi ex que está entretenido hablando con una turra teñida de rubio.
Manu se encoge de hombros. -Nos llevábamos bien con vos, no le tiene que importar.
El patova me da una pulserita y me hace pasar no sin antes relojearme todo el orto. Yo le guiño el ojo. A todos los patovas de acá también los conozco y a uno que otro le abre chupado la pija por 10 lucas para el Uber a la salida de este lugar.
Los chicos me saludan cuando me ven llegar. Por la conmoción, mi ex se fija en lo que está pasando y me mira directamente a los ojos con sorpresa. Sus ojos se desvían por todo mi cuerpo sin poder creer lo que ve.
Nunca me vestía así cuando estaba con él y salía a bailar. Por más que sabe que soy una puta, yo trataba de aparentar que no lo era enfrente de él. Así que verme vestida así como una prostituta de la calle lo toma por sorpresa. No dice nada ni se acerca a hablarme, pero mira re mal a sus amigos y a mi peor.
Los chicos me ofrecen tragos, cerveza y porro. Hablamos, nos reímos y la pasamos bien. No pasa mucho para que yo esté tan en pedo que ya veo doble y todo me da vuelta.
Bailo como loca arriba de los sillones y ellos me graban. Me toco el cuerpo y el pelo, me agacho, abro mis piernas y meneo todo el orto hasta abajo. Intento bajarme el vestido cada vez que se me sube, pero es al pedo así que solo disfruto. Bailo sexy para ellos que no paran de grabarme. Siento los flashes y me acerco a las cámaras haciendo caras, sacando la lengua, haciéndome la trola tocándome las tetas, el orto y abriéndolo con mis manos. Ellos gritan y me dicen cosas y eso me calienta más. Me caliente saber que todos me miran incluyendo a mi ex novio.
Uno de sus amigos me pega chirlos en la cola y yo la sacudo en su dirección haciendo que meta la cara en mi culo. Todos gritan más y se ríen. Yo me bajo del sillón y empiezo a perrearle a alguien. No sé quién es, pero siento como su pija se pone dura en mi culo cuando subo y bajo, provocándolo.
Él me agarra de las caderas y empieza a darme puntazos con la pija como si me estuviera cogiendo. Yo solo me rio y lo dejo. Otro de ellos viene y se pone enfrente de mi cara agachada, me agarra la cabeza y hace como que se la estoy chupando.
Siento manos en todo mi cuerpo, pero ya no sé dé quienes son. Alguien me corre la tanguita y me toca el ano, otro me mete un dedo de una en la concha y yo gimo con fuerza. Estoy muy caliente.
Sin darme cuenta, entre varios, me agarran y me sacan del VIP. Caminamos todos por un pasillo oscuro y yo solo me rio y les grito, pero ni yo misma entiendo lo que estoy diciendo.
Llegamos a un cuartito oscuro lleno de cajas y con olor a humedad. No veo nada, pero siento manos, cuerpos y respiraciones. Me arrancan el vestido y la tanga, me agarran fuerte por el pelo, me pegan chirlos, cachetadas y me escupen.
Una mano me aprieta con fuerza las tetas y me retuerce los pezones. Yo grito entre dolor y excitación.
-Que puta de mierda que sos, Kiara. Te vamos a coger entre todos.
No distingo bien de quien es la voz, pero yo solo asiento.
-Si, por favor. Cójanme todos.
Ellos gritan y se ríen. Por la cantidad de voces, creo que son más de 10 tipos.
Son tan brutos a la hora de tocarme, pero no me molesta. Me cuelan dedos, me muerden y me siguen pegando. Me dicen lo trola que soy, una puta asquerosa de mierda por dejarme coger de esa forma. Yo sonrío y solo gimo de calentura.
Hay un flash. Muchos sacan el celu y me graban. Yo sonrió porque por lo menos tengo que salir bien en las fotos.
La primera pija que siento entra tan brusco en mí que grito de dolor y trato de apartarme, pero ellos me sostienen en el lugar.
-¿A dónde vas, trolita? Uf que rico, Kiara, estas toda mojadita.
-A la perra le calienta que la violen, mira.
-Sos re puta, Kiara.
Los pijazos son tan fuertes que se me ponen los ojos en blanco y la piel de gallina. Me duele, pero me gusta tanto que solo quiero que sigan más y más. Siento pijas por todos lados. En cada una de mis manos tengo una, y otra en mi boca. La que tengo en mi boca la chupo como puedo porque por cómo me mueven como una muñeca de trapo, no puedo mantenerla en la boca y se me sale.
Siento como el que estaba cogiéndome antes, eyacula en mi espalda una gran cantidad de leche. Me pone triste que no haya sido en mi boca para tragármela.
La siguiente pija se siente riquísima y creo que la reconozco, pero no puedo decir nada porque mí boca sigue ocupada.
Y así, desfilan un sinfín de pijas por mi cuerpo. No pude llevar la cuenta, pero fueron tantas que ya mis piernas no podían soportar el peso de mi cuerpo y tuvieron que seguir cogiéndome acostada en el piso sucio.
Me ponían en todas las posiciones. Mi cuerpo estaba lleno de semen y mi conchita también. Por cada vez que alguno me acababa adentro, yo también acababa al sentir como chorros calientes de leche me inundaban.
Algunos me comían la boca antes de hacerme tragar su leche y otros no me cogieron ni me dejaron chupársela, pero me acabaron en la mano y luego me hicieron pasar mi lengua.
Me sorprendió que ninguno me haya hecho el orto por más que rogué que lo hicieran.
-Rómpanme el orto, por favor. Necesito una pija en el orto.
-Nadie te va a coger por el orto, sucia de mierda. Con la conchita hermosa que tenés no es necesario.
-Pero lo quiero.
-A nadie le importa lo que querés, puta de mierda.
-Mirala a la Kiara, parece un saco de semen.
-Alguno de ustedes capaz que la preño a la puta barata esta.
-Yo no me voy hacer cargo de ningún pendejo.
-Yo usé forro por suerte.
-A mí me gusta que me llenen de lechita.
-Más vale que te gusta, si sos una zorra regalada. Ni siquiera te preocupaste por decirnos que usemos forro. Te vas preñada y ni sabes quién es el padre.
La última pija eyaculo en mi cara. Me hicieron fotos, videos y me hicieron posar cosa que hice con gusto. Antes de irse y dejarme ahí, muchos me escupieron y me mearon encima. Yo ya no tenía fuerzas para nada, pero eso último me había gustado, tendría que probarlo alguna vez.
No recuerdo bien como llegue a mi casa ni a que hora, pero solo sé que antes de salir del boliche le tuve que chupar la pija a Nacho como pago por el trago.
Ese día dormí todo el día, y me desperté solo por los mensajes incesantes que llegaban a mi celu.
Sol: Kiaraaaaaaaaaaa
Sol: Boluda, mira YA twitter
Sol: ¿QUE HICISTE, KIARA?
Confusa, con mucho sueño, cansada y adolorida, entre a twitter sin contestarle a mi amiga y sin ver los otros 50 mensajes que tenía. Hasta mi ex me había escrito.
En twitter, era viral lo que había pasado anoche: “SPACE: por el gangbang que hizo una chica anoche en ese boliche de zona sur”
Y un video de 10 minutos mio siendo usada de todas las maneras posibles se reproducía en bucle. 20k de me gustas, 2k de retweet y 600 comentarios.
Sonreí, y me volví a dormir, no sin antes colarme tres dedos en mi conchita dolorida y abierta por todas las pijas que habían entrado en ella anoche. Mi propio video me había puesto caliente como la puta regalada que fui.
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