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Dominación Mujeres, Incestos en Familia, Travestis / Transexuales

Tentado por Miriam la Femboy

Marco, es un hombre heterosexual que se ve seducido por Mariam, una alumna de 14 años de su esposa. Ella lo forzará a que cumpla su fantasía.
Mi nombre es Marco, tengo 39 años, trabajo en una empresa metalúrgica y por la tarde entreno al equipo de rugby local. Cuando era joven era un pilar, con mi 1,90 y siendo mucho más joven enamoré a mi esposa Julia, hoy con 35 años es profesora particular de inglés y trabaja en marketing para una Agencia de publicidad.

Siempre que puede está en casa, pero tiene un horario muy estricto de oficina y a veces debe viajar para hacer presentaciones a para empresas que están en otras ciudades. Nunca hemos tenido hijos, y a decir verdad creo que estamos bien así.

Los martes y los jueves por la tarde, da clases a niños de diferentes edades para impulsar un poco nuestra economía de hogar. Y además por que le gusta.

Esta historia comienza un martes de tantos, cuando estaba dando clases a tres niñas, dos bastante pequeñas y una más mediana que estimo tendría 13 o 14 años. Y fue ella quien me resultó muy rara… el aspecto. Es decir, la veía normal, más bien guapa, pero tenía algo raro. Mediría un metro cincuenta o poco menos, delgada, rubia de pelo corto, y unos agraciados ojos azules. Las mejillas eran de un rosa suave y una hermosa y pequeña nariz respingada. Pero era como si exagerara sus gestos de niña. Tenía gestos femeninos, ligeramente exagerados.

Cuando terminó la clase y se fue, le pregunté a mi esposa:

Julia, perdona que pregunte, pero…esa niña.

– Mariam?… Ya lo se… ¿es rara no?

-Si…

-jajja… porque no es ella, es él… su madre es una compañera del trabajo. Esta en la recepción. Todo un tema pobre ya te contaré.

-¡¡Con razón algo no me cuadraba!!

– … si su madre Nadia, me ha dicho que hace tiempo quiere ser niña… sus padres son rusos, ella no. Nació aquí. Pero cuando descubrió su identidad, el padre las abandonó. Y está la pobre en una lucha. En fin…

Las semanas fueron pasando, y cada martes y jueves se repetía la visita. Era muy obvio que tenía algún tipo de atracción hacia mí, porque siempre que Julia no estaba, aprovechaba para mirarme, aunque siempre era una mezcla de vergüenza y deseo.

A mí me causaba un poco de gracia su actitud, y debo reconocer que en mi mente era difícil ver que, bajo esa niña, había un niño.

Una noche mi esposa me avisa que se irá de viaje para una presentación de su empresa. Por lo tanto, debe cancelar las clases del martes y del jueves de esa semana.

Julia – Marco… ven un momento por favor.

Yo  –  Dime…

Julia – Tenemos un pequeño problema con este viaje…

Yo  –  Cual?

Julia – Que la semana pasada ascendieron a Nadia a asistente del equipo y viajará conmigo esta semana.

Yo –  Y?

Julia – Que Mariam no tiene donde quedarse.

Yo – Pobre Nadia… ¿Pierde el trabajo?

Julia – No tonto, que Mariam se queda sola en su casa y es pequeña, su madre está nerviosa por eso… Me siento comprometida a ayudarla y he pensado que se quedara aquí…

Yo – ¿¿¿Aquí??? Aquí no…No puedo, trabajo.

Julia – Vale, vale…tranquilo, no le diré nada. Que se quede allí en su casa. Pero, puede que te pida que estés pendiente. Eres el único adulto cercano que le queda.

Resignado, asentí con la cabeza. Pero era ya de por sí una idea muy fastidiosa.

Julia se va el lunes y al día siguiente, el martes, cuando dieron las 17, suena el timbre y al otro lado está Mariam, con sus rosadas mejillas y empapada por la lluvia.

Le digo:

Hola Mariam… ¿Qué haces aquí?

Mariam –  He venido porque estaba sola y me dijo mi madre que si necesitaba algo te lo pidiera.

Yo – Y necesitas algo? Qué necesitas?

Mariam – Puedo entrar? Llueve, estoy chorreando.

Yo – Si, pasa, pasa. Pero…

Entró apenas dejé libre un poco de espacio en la puerta, pareció más que se coló a que simplemente entró.

Mariam – Y no ha dejado para que practique ninguna tarea Julia?

Yo- No lo sé, espera que la llamo y le pregunto.

Mariam – No hace falta, no la molestes si ya me voy, ¿es una pena no?

No le entendí, simplemente me quedé en silencio con un gesto de … yo que se…

Mariam – Me puedes dar algo caliente? Afuera hacía frio y con la lluvia me congelé.

Me pareció un poco atrevida, pero la verdad que negarle un té caliente me pareció descortés.

Yo- claro Mariam, te preparo un té, acércate a la chimenea.

Mientras preparaba el té le llamé a Julia y le expliqué la situación.

Yo- Está aquí Mariam…

Julia- vale… pobrecilla….

Yo- Me preguntó si le habías dejado tareas.

Julia- Vale, dile que se lleve el libro de inglés de primero que está arriba en mi despacho, ella lo conoce, y que haga hasta la página 15… tal vez tiene miedo de estar sola… no hace falta que te diga que la cuides ¿vale?

Yo – Ok… ok…

Le entregué el té y hablamos un poco de su escuela sus amigos y de lo que quería ser cuando sea grande.

Luego de beberlo, la guie hacia el despacho. Comenzamos a subir la escalera, ella subía delante de mí, y por un instante alcé la vista y encontré frente a mí su falda corta y liviana, balanceándose a cada paso, dejando entrever cinco fatales centímetros de sus pequeños pero firmes glúteos asomándose, divididos por la minúscula tela de una tanga rosa con estampados de Kitty.

En ese momento el diablo entró a mi cuerpo. Ese instante se transformó en una eternidad, levanté la vista rápidamente y la encontré observándome… con una media sonrisa por encima de su hombro.

Me di cuenta de toda la situación… me pilló directamente mirando su culo, fue muy embarazoso… Bajé rápidamente la vista, visiblemente tenso.

Dentro del despacho la cosa empeoró. Ella parecía disfrutar de la situación, caminaba por el cuarto con cierto aire de seducción mientras buscaba el libro. Me ojeaba de arriba abajo, varias veces mientras esperaba que lo encontrara.

Luego de aquel infierno, ya quería que se fuera. Bajamos al salón y le dije:

Yo –¿Bien Mariam, se te hace tarde no? ¿No debes volver a tu casa?

Mariam – ¿Te importa que me quede? Me da miedo estar sola allí, podemos hablar, te haré compañía… – Me dijo, mientras se sentaba en el sofá y me indicaba con la palma que me sentara.

Me senté, sin saber bien por qué le seguía la corriente tanto…

Mariam -¿Sabías que yo antes era un niño?

Yo – Mmmmno… no sabía (le dije eso porqué fue lo que me salió)- Me pareces una niña.

Mariam – No… era antes un niño, y ahora soy una niña… ¿y sabes que quiero ser?

Yo – Que…

Mariam – Una mujer como Julia…

No le contesté

Mariam – ¿Pero sabes? Hace dos años que mi padre nos dejó y tengo muchas dudas que me gustaría hablar con un adulto… ¿tú me ayudarías?

Yo – No lo sé… depende de qué dudas tengas. Yo no he sido padre…

Mariam – Pues, estoy creciendo y ya cumplo 14 este mes…

Yo – Y?

Mariam – Y tengo dudas sobre el sexo.

Yo – Lo siento no…no… no puedo ayudarte

Mariam – Pero tu eres un adulto, deberías ayudarme ¿no?

Me lo dijo poniendo cara de perrito desvalido, que me hicieron pensar, que estaba muy a la defensiva. Tonto de mi que no vi el diablo que llevaba esa niña. Sabía lo que hacía. Y mi actitud defensiva en realidad era una intuición.

Yo – Ok, veré que puedo hacer dime.

Mariam – Siempre tengo fantasías, y no sé si están bien, y las sueño mucho… es como una obsesión.

Yo – Entiendo… es normal a tu edad. Estás creciendo

Mariam – Si, pero una vez llegué a masturbarme 7 veces seguidas. ¿sabes? – Y largo varias risitas, como haciéndose la avergonzada.

Yo – Bueno, jaja… es un poco vicio ¿no? Debes moderarte jajaj

Mariam – jajaj… pero no quiero, me gusta ser viciosa… – y me clavó la mirada.

Me levanté de un salto y me puse a lavar las tazas de té. Se acercó lentamente y mientras las lavaba y me dijo.

Mariam – ¿Quieres saber cual es mi fantasía cada vez que me masturbo?

Yo – No… eso es privado tuyo.

Mariam – Necesito tu opinión… no tengo con quien hablarlo.

Yo – No entiendo porqué conmigo, no soy tu padre y no me conoces.

Mariam – Es porque mi fantasía es contigo… Siempre me masturbo pensando que me sometes atada, y me violas…

Me quedé helado, mirando al frente. Sin saber que contestarle. Con una mezcla de pensamientos, se me cruzaba la imagen de su falda al subir la escalera, quedé como en estado hipnótico, escuché que suavemente me dijo. “Te sientas conmigo en el sofá, quiero que me digas si mi fantasía es normal”

No me pregunten porqué, seguramente sea simplemente porque me calentó a más no poder, pero accedí a sentarme en el sofá y escuchar su relato.

Mariam – Cada día me imagino que llego aquí y que tú te transformas en un señor malvado que me atrapa, y me ata las manos atrás…- Hizo un silencio para ver mi reacción, yo traté de permanecer impasible- Cuando estoy sola en casa, mientras mi madre trabaja, le robo zanahorias del cajón de frutas para ayudar a mi imaginación.

Me dejé llevar y le pregunté: ¿Te la metes?

Mariam – Si, pero cojo zanahorias del tamaño de mi pene. Me imagino que el tuyo será mucho más grande.

Yo – No lo sé… – Quise aparentar naturalidad

Mariam – Mi pene cuando está duro es como tu dedo índice – Me dijo y cogió mi mano para mostrármelo. Levanté las cejas, pensando en lo pequeño que se veía, y solté una pequeña risa…

Mariam – ¿Me muestras como es la polla de un adulto como tú?

Yo – No…

Se levantó del sofá y se arrodilló frente a mí. Puso su cara a diez centímetros de mi polla.

Mariam – Venga, es algo normal que todo padre enseña a sus hijos…

Yo – No Mariam, los padres no enseñan la polla a sus hijos, no está bien. – La veía ahí suplicante, su cara de ángel estaba provocándome una calentura terrible. Mi autocontrol estaba al límite.

Mariam – Será nuestro secreto, tú me muestras tu polla y yo la mía…

Yo – Sólo un poquito ¿ok?

Mariam asintió con la cabeza ansiosa y torpemente.

Yo llevaba pantalones cortos y mi bulto hacía fuerza por salir por la parte de debajo de la pierna izquierda. Me recogí en un movimiento y la saqué frente de su cara. Mi polla estaba que explotaba, asomó febril.

No pudo evitarlo, abrió la boca con sorpresa. Se acercó y bizqueó la mirada para verla de cerca.

Mariam – Ooooh…tienes una polla enorme… – miró su delgado brazo. – ¿Es como mi brazo entero? – Me dijo

Asentí con la cabeza en silencio.

Mariam – La tienes muy dura, estás excitado… – Cuando lo dijo me di cuenta de lo que estaba haciendo, me dio una sensación de vértigo en el estómago, atiné a guardarla y rápidamente la agarró con su pequeña mano y me dijo. – Espera es nuestro secreto!…

Se aceró despacio con su nariz, vi cómo infló sus pequeñas fosas nasales aspirando mi olor de mi polla, que ya babeaba con líquido preseminal. Sonrió y me dijo con mirada pícara. – En las películas a todos los hombres les gusta que se la chupen.

La miré, contrastaba su frase endemoniada con una cara de ángel, su pequeña nariz, sus ojos azules y sus rozadas mejillas encuadradas en un rostro redondo. Su corto y rubio pelo como pequeños hilos de oro… Mi abdomen, sintió una calentura atroz, que impulsó mi pelvis hacia adelante mientras ella me rozaba con su boca todo el tallo que estaba a punto de explotar. Cogió mi polla por la base como queriendo verla bien larga. La carne se erguía latiendo, llena de venas hinchadas. Mis movimientos ya eran involuntarios, eran como si me estuviese follando el aire lentamente.

Me invadió una energía animal, que contrastaba con la delicadeza de su delgado cuerpo, la miré, mientras apretaba con fuerza mi polla tratando de hincharla aún más. Sacaba su lengua jadeante como un perrito con sed. Me estaba volviendo loco.

Le dije agitado:

Yo – ¿Esto quieres?, ¿quieres ser una putita sometida?

Mariam –  Seee…- jadeó y embriagada de placer pasó su lengua desde la base hasta la punta de la polla, como si fuese un helado… ahí me entregué

Estaba arrodillada frente a mi como un cachorro que espera su comida. Me acomodé en el sofá. Mi polla estaba más dura que una roca.

Yo- Muy bien usa tu lengua, me encanta lo putita que puedes ser…

Ella sacó su rosada lengua de color fresa, y volvió a lamer como un perro. Cada lametazo descargaba placer por toda mi polla. Contenía las ganas violentas de follarla como si fuese un gorila, mientras veía su frágil cuerpo postrado frente a mi.

Abrió su boca y abrigó lo que pudo meter de mi polla dentro de ella. Generaba saliva, que se resbalaba goteando por mis testículos. Intentaba limpiar lo que caía, relamiéndola cuidadosamente.

Le agarre la cabeza con ambas manos… me miraba como una presa fácil en sus últimos minutos… pero sabía que estaba deseosa de que la sometiera.

Metí mi polla lo más adentro posible…sólo la mitad entró. Y comencé a bombear en su cara. Primero suave… pero sostenía su cabeza con fuerza, follándomela.

Yo – ¿Esto querías pequeña zorra?

Asentía con la cabeza. A veces, instintivamente empujaba para atrás, evitando tener arcadas, generando un forcejeo del que no podía escapar.

Yo – Eso es putita, aunque te esfuerces te voy a someter el tiempo que quiera como en tus fantasías de zorrita…

Me dejé llevar y comencé a bombear en su boca cada vez más fuerte. Dejó de importarme ella. Sentía la polla abrir camino en su garganta. Mariam, daba arcadas mientras trataba de zafarse. Le saqué la polla entera de la boca. Varias columnas de baba me unían a ella. Que me miraba víctima, jadeando, con lágrimas que le bañaban la cara.

Con algo de autoritarismo, pero también queriendo saber cómo estaba le dije: ¿Que ocurre no te gusta zorrita? –

Mariam – Me encanta Marcos… dame más…

Y sola volvió a tragarse la polla…

Seguí follándola de esa forma un buen rato, a veces, la veía exigida y suavizaba el ritmo, pero en general, bombeaba lo más fuerte posible, haciendo que tragara profundamente toda mi polla. Si hubiese sido posible hubiese llegado a su estómago.

Cada vez el ritmo era más fuerte, ella se dejaba someter… y pronto comencé a sentir que me iba a correr. Le cogí la cabeza con fuerza, sin dejarla escapar… golpeaba con la pelvis su cara mientras descargaba cada chorro de semen en su garganta.

Quieta perrita… trágate todo- su boca estaba llena de mi polla, su saliva y algo de la leche, que salía por fuerza por los lados.

Tenía la cara mojada de lágrimas, y una mirada de enorme satisfacción… mi polla quedó relajada y gorda… Ella se dignó en limpiar con su lengua todos mis genitales.

Yo estaba exhausto. El mal ya estaba hecho…

18 Lecturas/7 diciembre, 2025/0 Comentarios/por Mark1980
Etiquetas: amigos, follando, heterosexual, madre, padre, semen, sexo, viaje
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