Un desconocido me hizo suya
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sumisa-rebelde.
Empecé a mirar fotos guiada por la curiosidad de si iba a encontrar alguien que conociera en esa página. No encontré ninguna foto que me resultara familiar y ni mucho menos atractiva. Me decidí a utilizar el buscador de la página para encontrar chicos de mi zona, me salieron más de 100. Empecé a leer algunos de los anuncios de esos chicos, casi todos muy convencionales y aburridos, todos decían lo mismo “Busco chica para amistad y lo que surja, no importa ni edad ni físico”, pensé para mí que menudos salidos debían ser y que lo más probable es que con que la chica respirara les bastase…
Cuando ya me estaba cansando de leer tanto anuncio simplón, di con uno que me impactó sobre todo por lo grosero que era. “BUSCO ZORRA SIN LÍMITES Y CON LAS IDEAS CLARAS QUE SATISFAGA TODOS MIS CAPRICHOS SEXUALES, ABSTENERSE NIÑATAS E INDECISAS”. Menudo aprovechado pensé, este lo que quiere es follar gratis, y seguí leyendo más anuncios, alguno encontré que se lo trabajaba un poco más pero casi todos me parecían de lo más estereotipados y decidí apagar el ordenador y ponerme a ver la tele pero mi mente seguía en ese anuncio y no solo eso, sino que además sentía una extraña excitación al pensar en él, me picaba la curiosidad que clase de hombre era capaz de poner un anuncio como ese y volví al ordenador para volver a leer ese anuncio, tuve que volver a hacer otra búsqueda con los mismos parámetros pues no me había fijado en el nick de ese tío, no tardé en volver a encontrarlo, miré el perfil de ese tío y decía tener 41 años y ser empresario de una localidad muy cercana a la mía, pensé en contestarle diciéndome que total no me comprometía a nada por mandarle unas palabras a pesar de que el pedía que se abstuvieran las indecisas, pero total ¿quien hace caso a esos anuncios? Pensé.
Me dispuse a escribirle pero ¿Qué contestar a un anuncio como ese? Al final me decidí por contestarle, “hola ¿ya encontraste zorra? Lo dudo porque mira que hay que ser caradura para poner un anuncio como ese”, dudé en darle a enviar puesto que un tío que pone un anuncio como ese seguro que muy bien mentalmente no estaba pero pensé que según lo que me contestase con pasar de él bastaría, estaba indignada con ese anuncio y quería que lo supiera, que no podía ir por la vida actuando así. Estaba indignada pero a la vez me sentía excitada y cada vez que leía el anuncio me excitaba más y más. Finalmente envié el anuncio. Apagué el ordenador y me fui a dar una vuelta, al volver a casa, una hora más tarde más o menos, me conecté a internet para revisar mi correo y cuál fue mi sorpresa que al ver que tenía un correo avisándome que tenía un mensaje en la pagina del anuncio, era de él! Solo había pasado una hora y ya tenía respuesta, menudo salido debe ser pensé, debe pasarse todo el día pendiente de la pagina para ver si pilla cacho. Entre a ver que me decía y para mi sorpresa simplemente de daba su dirección de MSN y una frase, “Agrégame y esta noche a las 11 te conectas, zorra”.
¿Pero que se había creído ese tío? Pensé pero a la vez sentí como mi coño se mojaba.
Sobre las 10 aproximadamente terminé de cenar, no podía dejar de pensar en ese tío, tenía miedo de que fuera un loco pero a la vez estaba tremendamente excitada. A las 10 y media no podía más y me conecte al MSN, agregué la dirección que me había dado y me dispuse a esperar, no tuve que esperar mucho, a los pocos minutos me escribió.
– ¿No has podido esperar a la hora que te he dicho eh zorra?
– Hola, me llamo Patricia
– Me importa una mierda como te llames, zorra
– ¡Eres un grosero!
– Y tu no una zorra, jajajajaja
– Yo no soy ninguna zorra.
– ¿Ah no? Has contestado un anuncio en el que pedía una zorra ¿verdad?
– Pero…
– Contesta a mi pregunta zorra
– Si, he contestado pero…
– Ni pero ni hostias, si contestas un anuncio en el que se pide una zorra es porque lo eres. Venga pon la cam y no me hagas perder más el tiempo.
– ¿Pero tú quien te has creído que eres? No se puede ir así por el mundo.
– Bueno ya veo que eres otra niñata con ganas de hacerme perder el tiempo. Adiós.
Se despidió y se desconectó del MSN y me dejó terriblemente excitada, pensé en desconectarme pero algo en mi interior me lo impidió, al cabo de pocos minutos volví a verle conectado.
– ¿Aun estas ahí zorra? ¿Si tan grosero te parezco porque no me has eliminado de tus contactos eh?
Yo no sabía que decir, me sentía avergonzada porque sabía que él tenía razón.
– Yo… yo…
– Venga pon la puta cam y no me hagas perder más el tiempo, es tu última oportunidad.
Movida por la excitación le mande solicitud de videollamada, al momento la aceptó, pero yo a él no podía verle, el no había conectado su cam.
– Yo también quiero verte, tengo todo el derecho a saber con quién hablo.
– ¡Después de tu comportamiento no tienes derecho a nada, zorra! Me verás cuando yo lo decida, y si no te parece bien pues te desconectas, me eliminas y punto, así de fácil.
-De acuerdo,- dije avergonzada.
– Esto está mejor zorrita, a ver levántate que te vea bien, da una vuelta.
Yo me levante y me di una vuelta para que me viera por delante y por detrás.
– Ahora quiero verte la cara.
– ¿Pero para que quieres verme la cara?
– ¡Porque si! Venga enséñame esa cara de zorra que seguro que tienes.
– Yo no tengo cara de zorra.
– Demuéstramelo.
Avergonzada y con miedo le enseñé mi cara a ese desconocido.
– Menuda cara de zorra cachonda tienes y esa boca seguro que se ha comido unas cuantas pollas, jajajajaja
– ¡No!- le grité
– ¡A MI NO ME GRITES ZORRA, QUE SEA LA ULTIMA VEZ QUE ME GRITAS!
– Pero es que esto es tremendamente desigual, yo no puedo verte, no puedo decir lo que pienso, me insultas…
– Nadie te dijo que esto iba a ser una relación de igualdad, además lo veo en tu cara, estás cachonda, seguro que tienes el coño mojado.
Sabiendo que tenía razón me sonrojé avergonzada.
– ¿Lo ves? Te has puesto roja, jajajaja venga ábrete la blusa y enséñame esas tetas, que tienen buena pinta… mmmmm
– Es que me da vergüenza, dije suplicante.
– Pues conmigo vas a tener que aprender a perder la vergüenza, venga enséñame las tetas zorra que se que lo estas deseando.
Lentamente y con la cabeza baja empecé a desabrocharme la blusa.
– Mas rápido zorra y mira a la cámara.
Terminé de desabrocharme los botones y roja como un tomate de la vergüenza terminé de quitarme la blusa dejándole ver mis pechos a ese desconocido, no llevaba sujetador.
– Joder que tetazas tienes, puta, me voy a divertir mucho con ellas, estoy seguro. Ahora quítate la falda.
Me puse de pie y me quite la minifalda que llevaba.
– ¿Qué llevas puesto, braga o tanga? A ver date la vuelta que te vea el culo.
-Llevo tanga
– Bien, prefiero el tanga a la braga aunque como mejor esta una zorra es sin nada, venga date la vuelta y enséñame el culo pero no te quites el tanga aún.
Me di la vuelta y le mostré el culo.
– Mmmmm buen culazo, estas muy buena zorrón, ahora siéntate en la silla y abre la piernas que quiero ver como tienes el tanga, a ver si es verdad que no estás cachonda…
Con miedo me senté en la silla, sabía que iba a ser descubierta mi excitación.
– Acerca la cam al tanga, quiero verlo bien.
Obedecí.
– Menuda mancha, jajajajaja ¿aun vas a intentar hacerme creer que no estás cachonda?
– No, conteste muy bajito
– No te oigo zorra
– No, dije más alto y terriblemente avergonzada.
– Jajajajajaja, anda quítate el tanga y enséñame el coño.
Obedecí y me quité el tanga.
– No tires el tanga al suelo, sujétalo con la boca.
– Pero…
– ¡OBEDECE ZORRA!
Le obedecí y me quedé totalmente desnuda y con el tanga en la boca ante aquel desconocido, no me reconocía a mí misma, ¿Cómo podía comportarme de ese modo con alguien a quien ni tan siquiera podía ver?
– Metete todo el tanga en la boca que pareces un pavo con eso colgándote de la boca jajajajajajajaja
Hice un esfuerzo para metérmelo todo, me repugnaba y me daban arcadas.
– Ni se te ocurra escupirlo zorra, si te da asco no haberte puesto cachonda.
Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.
– ¿Te crees que llorando me vas a ablandar? Ni lo sueñes así que deja de llorar.
Haciendo un esfuerzo conseguí contener las lágrimas, no quería enfadarle y que dejase de hablarme, ese desconocido me ponía cachonda como ningún otro hombre lo había hecho jamás.
– Bien, puedes sacarte el tanga, zorrita.
Me lo saqué y pude respirar hondo.
– ¿No vas a darme las gracias puta? Vuelve a metértelo en la boca.
– No por favor, te doy las gracias por dejarme sacarme el tanga, dije suplicante.
– Vuelve a metértelo zorra, no me estás dando las gracias realmente convencida.
Muerta de asco y de vergüenza volví a meterme el tanga en la boca, esperaba una respuesta de él, no me decía nada… Yo le miraba suplicante. Me tuvo así unos segundos que a mí se me hicieron eternos.
– Puedes quitártelo ya zorra.
Me lo quite aliviada.
– Gracias por dejarme quitar el tanga.
– Eso está mejor zorrita, tienes que aprender a ser agradecida, por tu condición de zorra no mereces nada y cualquier gesto de buena voluntad por mi parte deberás agradecérmelo, ¿queda claro zorra?
– Si, dije avergonzada.
– ¿Si qué más?
– Ay no se… dije dudando.
– Ya veo que eres novata, bueno mejor, así te adiestrare a mi manera… Deberás contestarme siempre añadiendo las palabras “MI AMO” al final de la frase, ¿lo has entendido zorra?
– Si, perdón, perdón, Si, mi amo.
– Bien, tendrás que aprender rápido eh? No me gusta tener que repetir las cosas.
– Lo intentaré mi amo.
– Bien ahora debes tener ganas de que te follen ¿verdad puta?
– Sí, tengo ganas de correrme, mi amo
– ¿Y qué más zorra?
– Y de mamar polla, mi amo.
– ¡Menuda zorra estas hecha!, mira que decirle estas guarradas a un desconocido… ¿Quién es la grosera ahora eh? Jajajajaja
Yo bajé la cabeza avergonzada.
– Pues vas a darme tu dirección completa y en un rato me tendrás ahí para follarte como os gusta que os follen a las zorras.
– ¿Pero te has vuelto loco? ¿Cómo voy a darte mi dirección? No te conozco de nada
– ¿Ah pero si te has desnudas para mí no? Pero bueno si no quieres pues nada, es una pena porque estas muy buena pero que se le va a hacer.
Tras esas palabras cerró la videollamada y se desconectó. A los 10 minutos volvió a conectarse.
– ¿Aun estás ahí zorra?
– Si, y sigo desnuda y cachonda, mi amo.
– Bueno ya sabes lo que tienes que hacer si quieres que te folle, zorrita.
– Es que tengo miedo.
– Y seguro que también tienes ganas de comerme la polla y que te la meta por el culo ¿o no zorra?
Sin parame a pensarlo más le di mi dirección.
– Así me gusta zorra, no te vistas y quiero que me abras la puerta de rodillas, en 20 minutos estoy ahí.
Tras esas palabras, cerró sesión y se desconectó del MSN. Yo me quedé muerta de miedo y de nervios pensando en lo que acababa de hacer, ¡Le acababa de dar mi dirección a un desconocido!
Al cabo de un rato sonó el timbre, contesté al interfono con un – ¿Si? Tembloroso.
– ¡Abreme zorra!
Le abrí el portal, al cabo de poco sonó el timbre de casa, no sabía qué hacer, dudaba si abrir o no pero la idea de que me montara un escándalo en el rellano me horrorizó y le abrí, desnuda y de rodillas como me había ordenado. Para mi sorpresa, descubrí a un hombre elegantemente vestido y tremendamente atractivo. Debía tener aproximadamente la edad que decía tener en su perfil, era alto, moreno, pelo corto, con los ojos verdes y a través de la ropa parecía estar musculado pero no excesivamente.
Entró y cerró la puerta.
Allí mismo en el recibidor, se abrió el pantalón y se sacó la polla, era grande y gruesa y estaba totalmente erecta.
– Mira como me la has puesto guarra, abre la boca y chúpamela.
Yo obedecí y empecé a chupar esa polla enorme, primero con leves lametones y poco a poco empecé a metérmela en la boca.
– Eso es chupa zorra, chupa, métetela más en la boca, uff que gusto me estás dando.
Me cogió la cabeza y empezó a marcarme el ritmo moviéndome la cabeza obligándome a metérmela cada vez más hondo, me venían arcadas y tenía ganas de toser pero a la vez estaba excitadísima y no quería que me soltara ni dejar de chupar esa polla.
– Traga polla puta
Cuando se dio por satisfecho me soltó la cabeza y cogiéndome del pelo, avanzó por el piso hasta que llegó al salón.
– Ponte a 4 patas en el sofá.
Yo obedecí y él se puso detrás de mí, dándome dos bofetadas en las nalgas que me hicieron gritar de dolor pero también de placer.
– Mmmm sigues con el coño chorreando putita, así me gusta.
Me metió dos dedos en el coño y sacándolos empapados de mis jugos los acercó a mi cara.
– ¿Todavía vas a seguir diciendo que no estás cachonda?
– No, dije avergonzada.
– Creo que no te he oído bien…
– No, mi amo
– Eso está mejor, venga chupa, límpiame los dedos.
Yo los chupe como si de una polla se tratara.
– ¿Te gusta chupar eh mamona?
– Si mi amo.
– Tranquila, que conmigo te vas a hartar de chupar, vas a chupar de todo, zorra.
Volvió a ponerse detrás de mí y abriéndome las nalgas empezó a meterme la polla por el culo.
– Aaaaahhhh me duele.
– Abre el culo y relájate, zorra -me dijo sin sacar su polla de mi culo y agarrándome bien por las caderas a la vez que me dio dos buenos azotes en las nalgas.
Empezó a mover su polla en mi culo, lentamente, metiéndose cada vez más y más en mis entrañas, yo empecé a gemir de placer, al principio me había dolido pero él había sabido cómo hacer que terminase gustándome. Cada vez se movía más rápido y yo cada vez gemía más rápido y más fuerte.
– Ni se te ocurra correrte sin mi permiso, zorra, me dijo agarrándome por el pelo mientras me follaba violentamente el culo.
– Aaaaahhhhh ¿puedo correrme? Necesito correrme.
– Así no es como piden las cosas las zorras como tú, además no me parece que tengas tantas ganas de correrte.
– No puedo más, de verdad.
– Pídemelo bien y te dejaré correrte.
– Por favor… dije suplicante.
– ¿Por favor que?
– Por favor deja que me corra.
– Falta algo más y lo sabes, puta, me parece que te vas a quedar sin correrte, te doy una última oportunidad.
– Por favor ¿puedo correrme mi amo?
– Eso está mejor, ¿ves como si sabías como pedirlo? Debería dejarte sin correrte por haber tardado tanto en hacerlo bien- me dijo azotándome el culo con fuerza y metiéndomela hasta el fondo del culo.
– No por favor mi amo, deja que me corra, te lo suplico, no puedo más. Aaaaahhh
– ¡Vaya, ahora hasta suplicas! Jajajaja, venga córrete zorra, entrégame tu placer.
Yo estaba ya al límite y en cuanto oí esas palabras me corrí gritando y gimiendo como una bestia en celo. Sin dejar de soltarme el pelo, sacó su polla de mi culo y me ordenó sentarme en el sofá, se puso delante de mí y empezó a masturbarse.
– Déjame chuparla un poco más, mi amo, le dije yo, deseosa de volver a sentir esa polla en mi boca.
– De eso nada, zorra, tú ya has tenido bastante polla por hoy, ahora lo que vas a tener es una ración de leche.
El se masturbaba delante de mí, gimiendo cada vez con más intensidad, agarrándome bien del pelo con la mano que tenía libre.
– Toma zorra, toma leche.
De repente varios chorros de semen cayeron sobre mi cara, yo intenté apartarme pero me fue imposible y en nada me vi con la cara chorreando semen, cosa que por un lado me repugnó pero por otro me excitó y me sorprendí a mi misma sacando la lengua para lamer el semen que había caído cerca de mi boca.
– Así me gusta, que seas una zorra golosa, me dijo él y me soltó.
– Yo jamás me había comportado así, le dije avergonzada.
– Lo sé, me dijo él, y por eso te elegí a ti.
Se abrochó el pantalón y se fue, diciéndome.
– Estaremos en contacto, zorrita.
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