Un familia muy sumisa (3).
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por amo.exigente.
Quedé con ellos un sábado, yo sabia ir hasta un punto en concreto del trayecto, pero como donde viven es en el campo, les ordené que salieran a buscarme dándose un paseo andando y lo que ocurrió después lo cuento a continuación.
Eran las 9 de la mañana quedé con ellos para almorzar y conocernos en real, transcurrió una hora de viaje en mi coche hasta llegar al lugar del encuentro.
Llegué a dicho lugar, allí estaban esperándome sentados en una piedra a la orilla del camino, ella vestida con su uniforme de sumisa ( el que mencioné antes ) el con unos pantalones piratas y una camiseta roja, yo pantalones, camisa y gorra todo negro y unas gafas de sol, aparqué el coche y salí a saludarles.
– Hola Eva, – Nos dimos unos besos en las mejillas.
– Hola José, – Lo saludé dándole un apretón de manos.
_ Subid al coche, conduce tu José yo subiré con mi puta detrás.
Subimos al coche y comenzamos hablar durante el trayecto mientras yo acariciaba el muslo izquierdo de mi perra.
– ¿Estáis dispuestos a ser mis sumisos?.
– Si mi amo, -Contestó ella.
– ¿Esta vuestro hijo en casa?.
– Si mi Amo -Respondió ella-.
– José cuando puedas paras.
– Vale mi amo.
– ¿Habéis traído las tijeras y la cámara de fotos?.
– Si mi Amo, -Respondió ella-.
– ¿Para que son las tijeras, mi Amo?.
– Sonreí y les dije- . Ya lo veréis tener paciencia.
José detuvo el coche a la orilla del camino en pleno monte rodeados de pinos.
– Salir del coche. aquí podremos hacer algo ya que en vuestra casa esta vuestro hijo y primero quiero hacer algo con vosotros.
– Muy bien mi Amo.
– José ábrenos la puerta.
– Si mi amo disculpe.
José es de la misma estatura que yo 1,70, moreno albañil, ojos marrones, delgado. ella me llega por la barbilla, senos medianos una 95 calculo yo, se traslucían unos pezones oscuros atraves de la tela, anchas caderas, piel blanca, el pelo negro a media espalda. ambos calzaban unas sandalias.
– ¿Entonces José esto es lo que quieres ver?
– Si mi Amo -Respondió José-.
Acaricié el culo de mi perra, sus tetas por encima de la tela muy despacio como si sólo las rozará con mis manos, su brazos, su rostro… le sostuve la barbilla y le dije.
– Bien perra abre la boca y saca la lengua, pero no la muevas.
Mi perra estaba allí muy sumisa, José al lado de nosotros mirándonos, lamí el cuello de mi puta, la barbilla, su lengua, sus labios, metí mi lengua dentro de su boca, chupé su lengua como si fuera una polla, separé unos centímetros mi boca de la de ella, dejando la lengua fuera, ella me entendió lo que quería y chupo mi lengua, mis labios, nuestras salivas comenzarón a resbalar callendo un hilo de babas a sus pechos. le cogí la cabeza y le di un morreo ahora con rabia, salvaje, mientras amasaba sus tetas.
– Bien ahora iremos entre esos pinos, y tu José solo puedes mirar, no puedes hablar sin mi permiso.
– Y tu, perra, seras mi puta, dame la mano y José que valla detrás.
Andamos unos metros para adentrarnos en el bosque. mientras caminábamos acariciaba el culo de mi perra y levantaba su camiseta para que José viera como le sobaba el culo a su mujer sin bragas como le había ordenado.
– Bien dame la cámara de fotos voy hacerte unas fotos artísticas para inmortalizar este momento.
– Apollate de espaldas en ese árbol, cada vez que cuente hasta 4 te haré la foto así que no te muevas hasta que no termine de contar.
– Así muy bien, uno, dos, tres, cuatro.
– Ahora apóyate con los brazos en el árbol y pon el culo en pompa, giras la cara mirando a José y sonríes. Uno, dos, tres, cuatro.
– Muy bien perfecto no te muevas,
Levanté la camiseta para que se viera el comienzo de su culo.
– Uno, dos, tres, cuatro.
– Pon tu pelo por delante de ti, flexiona las rodillas y con las dos manos haz como si taparas tu coño, ladea la cabeza… un poco más… bien quieta. uno, dos, tres, cuatro.
– Ponte a 4 patas, y mira a la cámara, quiero fotografiar tu escote para ver como cuelgan tus tetas. así quieta, uno, dos, tres, cuatro. no te muevas voy a sacar varias fotos de diferentes ángulos.
Que sexy se veía mi perra y como se veía más el vultito de sus pezones.
– Ponte de pie, con una mano subes la camiseta y con la otra la bajas que se vea un muslo entero pero que tape tu coño, eso es así quieta. uno, dos, tres, cuatro.
– Date la vuelta y lo mismo con tu culo. quieta… uno, dos, tres, cuatro.
– Siéntate en esa roca, y ábrete de piernas… así perfecto. uno, dos, tres, cuatro. quieta voy a sacar un plano de tu coño. uno, dos, tres, cuatro.
Su coño se veía sonrosado y depilado, sus labios vaginales hinchados pidiendo guerra.
– Súbete la camiseta hasta el comienzo de tus tetas. así quieta, uno, dos, tres, cuatro.
– Ponte de pie, te acachas y acaricias tus tobillos, con la camisera así enrollada en comienzo de tus tetas. pero no te muevas hasta que no te lo diga.
Se veía sus tetas colgando pero tapadas con las camiseta, su culo y la raja de su coño por detrás, su melena colgando tapando su cara.
– Bien ahora quítate la camiseta y cuando llegue a la altura de tu cara te quedas quieta, te haré una foto así con los brazos levantados y tapando tu cara con la camiseta. así despacio. no te muevas hasta que no te lo diga, quiero sacarte varias tomas por delante y por detrás.
Su cuerpo de guitarra estaba radiante, su piel blanca en contraste del verde del paisaje y los rallos solares iluminando su cuerpo… la situación se ponía excitante, la cara de José era un poema viendo así a su querida esposa.
– Muy bien, ahora así desnuda ves paseando por el bosque y yo te iré haciendo unas fotos, ves con naturalidad sin posar, de vez en cuando te acachas para fotografiar tu culo y tu coño desde atrás. así muy bien anda un poco más… vale para.
– Siéntate en esa roca con las piernas abiertas, pon tu pelo delante de ti que tape tus tetas, te masturbas y te acaricias las tetas con la otra mano y con la boca entre abierta sacas la lengua. quieta, uno, dos, tres, cuatro.
– Que cara de puta pones.
– Ponte la camiseta.
– José dame las tijeras voy a personalizar la camiseta de mi puta, toma la cámara de fotos y cuando te diga haces las fotos.
– ¿Que me va hacer mi Amo?.
– Tranquila ya lo veras.
– Primero voy a cortare el pelo como te dije por desobedecer. como lo llevas largo no le das importancia pero conforme no cumplas mis ordenes y te lo vaya cortando ya no te hará tanta gracia.
Le hice una coleta poniendo el pelo delante de ella y justo por encima de sus tetas le corte el pelo.
– Toma zorra este mechón te lo guardas para que te acuerdes de este momento.
– José cada vez que vaya a cortar con las tijeras le haces una foto.
– Te voy a personalizar tus ropajes, comenzare por el escote, no me puedes mirar a los ojos ¿ esta claro perra?.
– Si mi amo.
Me dispuse a cortar su camiseta desde su escote hasta casi llegar al comienzo de su coño, concretamente hasta su monte de venus, le corté un sugerente escote en forma de V, sus tetas asomaban un poco.
– No tiembles perra que te queda muy bien.
– ¿Te gusta José?.
– Me encanta mi Amo.
– Mi Amo, no he traído otra ropa no puedo ir así a casa esta mi hijo.
– ¿Y que perra?, no he terminado todavía.
– Prepárate para hacer más fotos cornudo.
Ahora le corté los dos costados de la camiseta, desde la zona de los sobacos hasta la cintura en forma de V. ahora la camiseta sólo tapaba sus pezones, parecía un micro bikini, pero con la diferencia que quedaba olgado y en cada movimiento asomaba parte de sus pezones, unas veces por el escote y otras por lados. Estaba divina.
– Mira como sobo a mi puta.
Me puse detrás de ella metí mis manos por los costados de su camiseta y le apreté las tetas, sus pezones estaban durisimos, metí mi mano por el amplio escote y acaricié su coño metiendo mis dedos.
– Que puta eres… como tienes el coño, ¡zorra!!, lo tienes superinchado, húmedo y esta que arde.
– Si mi Amo, me pone a mil.
– Ponte de cuclillas y chúpame la polla, zorra y tu José ves haciendo fotos.
Dios como me gusta ver el coño de mi perra abierto en esa posición, le asoma el clítoris y sus labios internos.
– Chupale la polla a José y pon el culo en pompa, perra.
Metí mi polla en su coño en esa posición, dándole palmadas en sus nalgas mientras me la follaba, mi perra emitía gritos aogados por tener la polla de José en su boca.
– José no te puedes correr sin mi permiso.
– Valeee miii Amooo.
Saqué mi verga despacio de su coño y la acerqué a su cara.
– Ahora chupanos la polla a los dos, zorra.
_ Que cara de puta que pones, así me gusta.
Mientras nos chupaba las pollas, le sobábamos las tetas,
Tras unos pocos minutos de mamada, José , de pronto, se retiro de la boca de mi perra. Ella le miro a los ojos y, simplemente, sonrió, abrió la boca y sacó la lengua. José empezó a masturbarse rápidamente, apoyando su capullo sobre la lengua de mi perra. Ella, para ayudar, le daba un lametazo de vez en cuando, sin cerrar la boca en ningún momento.
-¿ Puuedooo corrermeee mii amo ?, dijo José.
Afirmando con mi cabeza José al fin, se tensó, y eyaculó. El primer chorretón de semen salio despedido directamente a la lengua de mi perra. Fue tal la cantidad de leche que salió en aquella primera tanda, que la gran mayoría se derramó de la boca de mi perra, deslizándose por su barbilla hasta llegar a su pecho. El segundo chorretón cayó en su mejilla, y parte fue a pararle al pelo. Los siguientes, menos abundantes, se derramaron por el resto de la cara y los labios de mi perra. Yo, al ver a mi zorra, sonriendo, con la cara llena de la corrida del cornudo de su marido, al ver esa escena más propia de una película porno que de mi propia vida, exploté en un violento orgasmo, me corrí como nunca lo había hecho, llenando las tetas de ella y resvalando semen hacia su obligo,
-Ummm perra que cerda eres, no te muevas perra.
Comenzó a salir orina de mi polla limpiando el semen de su cara y de sus tetas, tenia ganas de mear después del viaje y que mejor hacerlo en la cara de mi puta.
Ella cerró los ojos, no se lo esperaba e hizo amago de apartar su cara, pero yo cogiéndola del pelo no se permití.
Comenzó a sobarse las tetas y a disfrutar del liquido amarillo y caliente que salia de mi verga.
José por otra parte, ponia cara de asombro, pero comenzó a disfrutar también y cojiendose su morcillona polla, comenzo a regarla también imitandome a mi.
– Pero que cerda eres, como te gusta que te agamos guarrerias, zorra.
Sinduda ella lo estaba difrutando.
– Asi me gusta cerda quiero que seas muy cerda para tu amo.
Ella queria hablar… pero no podia gesticular palabra.sólo afirmaba con su cabeza.
Cojiendonos las pollas jugaba con ellas como si nunca hubiera visto ninguna.
– Mira como vas cerda,¿ no te da verguenza?. jajaja
_ Bien perra, levantate y para que veas lo bueno que soy, con los trozos de la camiseta te aré un cinturón para que no asomen tan descaradamente tus pezones, ¡¡¡cacho puta!!!.
Le hize un cinturón para que su camiseta quedara más pegada a su cuerpo y se sintiera más comoda, aunque estaba más provocativa y sexy así, que si fuera totalmente desnuda.
– Que pensara de ti cuando te vea tu hijo de esta gisa, zorra? jajaja.
Nos dirigimos al coche y nos pusimos de camino a su casa, no cabe decir que yo hiba en el asiento de atras y metiendole mano a diestro y siniestro, mientras el cornudo conducia y nos miraba por el espejo retrovisor.
y lo que paso después al llegar a la casa, lo contaré en el siguiente capitulo.
Autor Amo.exigente
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