Un fin de semana inesperado (parte I)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por soloparatisiempre.
Como iba diciendo fuimos a mi pueblo a casa de mis padres yo, mi Amo y mi novio. A mis padres no les extrañó, ya que mi Amo venía como un amigo común de mi novio y mío. Después de dejar las maletas y enseñarle la habitación a mi Amo, mi novio me desnudó y me preparó lubricando todos mis agujeros con su saliva, para que mi Amo no tuviera ningún problema para penetrase por cualquiera de mis agujeros. Así lo hizo corriéndose abundantemente en mi coño y culo, después mi novio me los chupó para dejarlos limpios y preparados para cualquier otro momento en que mi Amo quisiera utilizarme.

Salimos a dar un paseo para enseñar a mi Amo el pueblo y sus lugares de interés, mi novio iba con unos vaqueros anchos ya que tenía colocado un cinturón de castidad que le penetraba analmente y tenía atrapada su polla para que en ningún momento pudiese tener una erección y si la tenía le sería doloroso ya que la tenía doblada hacía atrás mirando a su culo que estaba penetrado por un cono anal vibrador. Yo llevaba falda y una camisa, tenía sujetador pero no bragas para estar expuesta en cualquier momento. Pero por llevar sujetador, para que no se dieran cuenta mis padres mi amo me había puesto una pinza en cada pezón, para que recordara que era una excepción y un favor que me hacía que después tendría que devolver con creces.

Nos fuimos por los bares y tascas del lugar y después a dar una vuelta por el campo, le enseñé un abrevadero de animales que en ese momento estaba siendo utilizado por un rebaño de ovejas de uno de los pastores del pueblo que me conocía desde pequeña, mi Amo estuvo hablando con el y me miraban todo el rato, lo cual me ponía un poco nerviosa pero a la vez me gustaba ya que significaba que mi Amo pensaba en mi. Después de 1 hora de conversación con el pastor, mi amo se acercó a nosotros y nos dijo que acompañaríamos al pastor a su casa que estaba monte arriba, cuando llegamos mi Amo me dejó dentro de la casa para que preparara la comida y se fue con mi novio a los establos junto con el pastor, después de media hora yo ya tenía todo en el fogón calentándose para comer y entraron mi Amo y el pastor, pero no mi novio, bueno el no pero si su ropa por lo que me quedé preocupada.

El pastor me miró de arriba abajo y dijo “ menudo maricón que está hecho tú novio ya sabía yo que era poco tío para tanta mujer como tú” mi Amo me miró y me dijo que mi novio se había quedado trabajando limpiando los establos y la pocilga que tendría un día muy ocupado, pero que y yo tampoco iba a estar muy ociosa, después de esto me dijo que me quitase la ropa y me pusiera solo un mandil que tenía el pastor, que estaba lleno de lamparones de comida y de otras cosas que preferí no preguntar. Cuando me desnude y me puse el mandil el pastor solo hacía que tocarse el paquete que cada vez lo tenía más grande.

Cuando ya tuve la comida hecha la serví en la mesa, de mi Amo recibí una sonrisa pero del pastor recibí un buen apretón de nalgas seguido de dos buenas palmadas que me dejaron marcados sus 5 dedos. Después me fui a sentar y mi amo me dijo que hoy no iba a comer en la mesa sino debajo de ella, que me quitase el mandil y que me sirviera un poco de comida y la comiera debajo de la mesa, así lo hice.

Después de un rato comiendo como si fuera una perra, mi Amo pidió el segundo plato que serví totalmente desnuda, el pastor no pudo contenerse y empezó a tocarme las tetas y a meterme sus gruesos y ásperos dedos por mi coño y culo. Mi Amo viendo las ganas del pastor le dijo que podía servirse de mi para hacer todo lo que quisiera durante todo el día. El pastor riendo dijo “primero terminaremos de comer y después nos iremos a dormir la siesta”. Me puse de nuevo debajo de la mesa a terminar mi plato, pero al poco de agacharme sentí que alguien me daba con el pié y cuando me di la vuelta el pastor se había sacado del pantalón su enorme polla diciendo que ahora mi comida sería esa, sin más me puse a chupar.

Después de una larga sobremesa, el pastor me puso un collar, me puso una correa y me ordenó ponerme a cuatro patas ya que era hora de sacar a la perrita. Me llevó hacía los establos que es donde habían dejado a mi novio, estaba solo con el cinturón de castidad, estaba manchado de estiércol, al verme mi novio quiso decirme algo pero el pastor se acerco y con una vara le sacudió diciendo que el era peor que los animales y que no tenía ningún derecho que siguiera trabajando.

Así lo hizo después me cogió a mi por el collar y tirándome hacía el saco su enorme polla diciendo “ahora voy a dar a tu novia lo que tu nunca podrás, la abriré todos sus agujeros y con suerte la dejaré preñada para que tenga a todo un hombre y no un maricón como tu, después ya veremos lo que hacemos contigo” yo empecé a chuparle su enorme polla delante de mi novio el cual no podía hacer nada, solo seguir trabajando limpiando mierdas de caballo. Después de estar un rato con aquella enorme polla en la boca el pastor me levantó y colocándose detrás me echó hacía delante y me penetró de un solo empujón, yo no pude reprimir mi grito, aquella polla era enorme y dura, parecía que la tenía de caballo, siguió fallándome hasta que sacándola de golpe me abrió las nalgas y volvió a clavarme su enorme aparato penetrándome el ano, yo no podía más gritaba y lloraba y mi novio solo podía mirar pero al poco rato vi como mi novio ponía un gesto de dolor, el muy cabrón se estaba empalmando viendo como el pastor me abría a la fuerza mis dos agujeros, por lo que empecé a disfrutar y a decirle que quería más que me follase como un verdadero macho y que quería su semen dentro de mi que quería quedarme preñada por el, quería tener un verdadero macho y no un maricón, al oír eso mi novio agachaba la cabeza pero seguía doliéndose de su erección por culpa de su cinturón de castidad, al darse cuenta el pastor le decía “maricón mira como reviento los agujeros de tu novia, después de esto no podrás metérsela porque será como meter un palillo en una tinaja… mira, mira como disfruta tu zorra… “ yo estaba teniendo un orgasmo detrás de otro ya no sentía dolor, todo era placer, hasta que el pastor empezó a darme mucho más duro como un salvaje y en pocos minutos empezó a gruñir y a llenarme el culo de semen un semen espeso y muy caliente que me subía por todo mi intestino y que parecían litros y litros. Después me soltó y caí exhausta al suelo, el pastor llamó a mi novio diciéndole que se tumbase en el suelo me cogió como si de un muñeco se tratase y me sentó con mi culo en su boca diciendo “ Maricón cómete todo mi semen del culo roto de tu novia, no quiero que dejes ni una gota, límpialo muy bien ya que no será la última vez que lo utilice ni yo ni mis amigos”

Yo notaba como intentaba beber todo entre arcadas de asco pero también veía como encogía sus piernas debido al dolor del cinturón de castidad, el cabrón todavía se estaba empalmando, le gustaba todo lo que sucedía; yo no podía más mi cuerpo no me respondía dado el gran esfuerzo y la fuerza del pastor, que reía y reía mientras contemplaba a mi novio comer todo su semen. Cuando ya creía que no saldría más semen de mi culo el pastor me cogió del pelo y me dijo “ ahora cerda quiero que te cagues y te mees en la boca de este maricón y como se caiga algo al suelo os arrepentiréis del castigo que os impondré “así que no me quedó más remedio que apretar y soltar todo lo que tenía en mi interior para que mi novio allí tendido en el suelo se comiera todo sin dejar nada por temor al castigo del pastor.

Después de un rato y de terminar toda mi tarea apareció mi Amo y el pastor para recogerme y lavarme con una manguera que utilizaba para lavar los animales, nos dio un baño a los dos y mi novio siguió limpiando las mierdas de los animales y yo paseando con mi Amo y su amigo. Así hasta que llegó la noche, la cual me tocaba dormir con el pastor, el cual volvió penetrarme por todos mis agujeros antes de dormirse, terminando con su polla en la boca para no tener que levantarse a mear, para eso estaba yo. Esta situación empezaba a gustarme.