Un fin de semana inesperado (parte II y última)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por soloparatisiempre.
Durante toda la mañana serví de water ya que el pastor comía muchas veces durante la mañana acompañándolo con vino.
A eso de las 8 nos encontramos con otro pastor el cual nos saludo, lo primero que hizo fue mirarme de arriba abajo para preguntar que quién era, la contestación del pastor me dejó perpleja “ Es mi sobrina, pero la muy guarra es tan puta que la tengo que llevar conmigo, si la dejo es capaz de follarse a todos los animales de la granja. Así si tienes ganas por lo menos que lo haga con su tío que lo necesita mucho más… “ y se echaron a reír, el amigo del pastor le respondió que el hacía más de un mes que no follaba ya que no había podido ir al Puticlub de la carretera y no podía follarse a alguna oveja porque tenían todas una infección debido a alguna garrapata, que lo tenían hinchado y sucio. El pastor le dijo que no había problema que se desahogase conmigo que yo siempre estaba preparada para todo y que tenía muchas ganas de que verdaderos machos se me follaran ya que el novio que tenía era un maricón que se la ponía dura cuando se tiraban a su novia delante suyo.
Diciendo esto, me levantó el vestido para enseñar mi coño y mi culo al otro pastor, este nada más verlo echó mano a sus pantalones bajándolos hasta las rodillas y sacando a la luz una enorme polla casi más grande que la de mi pastor, me cogió del pelo y poniéndome de rodillas empezó a penetrarme por la boca, casi no podía respirar del tamaño tan descomunal de aquel aparato, duro lo justo para ponérsela tan dura y grande como la de algunos caballos que había podido ver, me echó al suelo a cuatro patas y abriéndome las nalgas con una mano me penetró de un solo golpe, el dolor pese a que ya tenía mi coño dilatado por las raciones de rabo a las que me tenía acostumbradas mi pastor, fue tremenda, pero al pastor le fue indiferente y siguió penetrándome cada vez más fuerte, estuvo así como media hora hasta que empezó a embestirme con más fuerza si cabe y a gruñir señal que se iba a correr, ya no me importó, sentí un torrente caliente en mi interior llenándome hasta tal punto que salía como si de un grifo se tratase.
Después de terminar tuve que limpiar su polla con la boca, me puse de nuevo el vestido y seguimos caminando, hasta llegar a un prado donde el ganado pastaba tranquilamente yo estaba sentada cuando los dos pastores se levantaron me cogieron y diciéndome “ Bonita vas a saber lo que es que dos machos te penetren a la vez… después se lo puedes contar a tu novio para que se haga una paja… Prepárate!!! “ y según decían esto me cogieron me quitaron el vestido de un tirón y cuando me quise dar cuenta estaba siendo penetrada por el coño y mi boca a la vez , entre ellos mismos se jaleaban para ver quién me lo hacía más duro y llegaba más dentro de mi, hasta que se cambiaron, chupando la polla que había estado reventándome el culo y que iba manchada de mis heces, pero ya no me importaba porque estaba teniendo múltiples orgasmos y solo quería más y más, no me hubiera importado terminar allí empalada y reventada por aquellos dos supermachos.
Al poco se pararon, me cogieron, y uno se tumbó en el suelo y otro cociéndome de los hombros me elevó y me dejó caer encima de la polla del otro de golpe yo lo único que hice fue agarrarme las caderas y aguantar aquel tremendo empalamiento que dejaba su polla a escasos centímetros de la boca del estómago, esas pollas eran brutales, cada vez me parecían más grandes, cuando coincidían que las tenían fuera de mí notaba como un vacío dentro de mi, era indescriptible la sensación de aquella orgia. Después de estar varias horas siendo penetrada, bañada en semen sobre todo en el interior de mi coño, meada en todos mis agujeros sobre todo en mi boca y siendo alimentada por sus heces y las mías al limpiar sus pollas me dejaron tirada en el suelo semi-inconsciente por aquellas oleadas de placer inmensas que hacían temblar mi cuerpo aun pasada media hora de aquella orgia. Cuando ya me pude recuperar nos fuimos hacia la casa de mi pastor, su amigo se despidió de nosotros no sin antes decirme que había sido la mejor puta que el había probado y montado, me lo tomé como un cumplido y le sonreí añadiendo que esperaba no fuera la última.
Cuando nos dirigíamos a la casa mi pastor paró en la casa de otro de sus amigos el cual tenía una herrería y a donde acudían todos los del pueblo para herrar a sus caballos, daba la casualidad que estaba con dos burros y un caballo que tenía pendientes y que pensaba terminar antes de acabar el día. Mi pastor me presento como su puta, una gran puta y el herrero al escuchar esto se echó a reír, por lo que y sin mediar palabra me cogió del pelo y doblegando mis piernas sacó su también considerable polla y de un solo golpe la coló entre mis labios, en pocos segundos estaba siendo follada bucalmente por el herrero del pueblo después me dio la vuelta y cuando fue a penetrarme dijo “ Pero bueno si esta putona ya está dada de si, si tiene el culo como un abrevadero de patos” “ Pero esto lo arreglo yo ahora mismo, te voy a dejar el culo como si lo tuvieras virgen, y se fue al interior de la casa, para volver al rato con un especie de pirulo o cono fino de hielo y sin mediar palabra me lo metió dentro del culo uno y dentro de mi coño otro yo empecé a estremecerme por lo frío del instrumento que fue produciendo un cierre de mis partes a una velocidad que yo no hubiera pensado a la vez que producía como un torrente de agua al deshacerse el hielo dentro de mi.
Cuando se terminó de deshacer el hielo el herrero me cogió me puso en un yunque con el culo en pompa dijo “ Aquí tienes puta…” a lo que me penetro con tal fuerza por mi coño que no pude ni gritar del dolor es como si me hubieran abierto de nuevo solo hacía que coger aire por la boca y llorar a la vez que el penetraba mi sexo como si fuera una barrena, después de un rato el herrero sacó de golpe su miembro y lanzando otro grito dijo “ Y ahora puta no te podrás sentar ni cagar en un mes, tomaaaaaa… “ y metió su enorme verga por mi culo, ahí no pude aguantar más y empecé a gritar pero mi pastor que estaba muy atento saco su polla del pantalón rápidamente y cogiendo mi pelo me penetro la boca hasta mi garganta, produciéndome una gran arcada que no pude ni respirar, así estuve siendo follada brutalmente hasta cerca de una hora en la que fui sodomizada por mi boca y culo como nunca había sufrido, creyendo que después de esto nunca iba a poder ni sentarme ni cagar sino ser cosida por un médico por haber sido desgarrada en todo mi interior.
Al termino de esta hora noté los chorros de semen que inundaban tanto mi garganta como mis intestinos, después me dejaron tumbada diciéndome que lo mejor estaba por llegar. Mi pastor salió de la casa del herrero diciéndome entre risas que no me fuera que iba a buscar a mi Amo y al maricón de mi novio para que vieran el gran espectáculo que tendría que ocurrir cuando el llegase de nuevo.
De vez en cuando el herrero se acercaba al camastro donde yo estaba para mirar el estado de mis agujeros, mis tremendos agujeros vaginales y anales, para pellizcarme de vez en cuando mis pezones y penetrarme la boca para mearse o correrse. Yo ya no podía hacer nada, mi cuerpo no me respondía, estaba totalmente a su merced. Después me dormí.
No se cuanto tiempo pasó pero de repente escuché a mi Amo despertándome suavemente para que me pusiera en pie y ahí estaban todos, mi Amo, mi pastor, el herrero y mi novio.
Todavía notaba como un gran vacía en mi coño y culo, y por un acto reflejo fui a tocarme y cual fue mi sorpresa que casi podía meter mi mano entera en cualquiera de mis agujeros sin tocar el interior, estaba asustada pero empezaba a tener una excitación que nunca había sentido dentro de lo que mi cuerpo podía responder en aquella situación de desmayo. Me llevaron hacía el centro de aquella habitación que por lo grande y por los artilugios que yo veía debía de ser donde el herrero cambiaba las herraduras a los caballos, me situaron encima de una especie de caballete atándome las piernas a ambos lados dejando mi culo y coño totalmente abiertos y expuestos, mientras el herrero preparaba una silla un tanto extraña en una posición de la habitación idónea para ver el espectáculo que se avecinaba. Cuando ya estuve atada cogieron a mi novio y le quitaron el cinturón de castidad, como tenía un cono anal metido en el culo y debido al tiempo que había estado sin quitarse estaba bastante cerrado y difícil de quitar, por lo que el herrero viendo la situación agarró el cinturón y dijo “ Será maricón el tío si tiene el culo cerrado alrededor del cono, si es que hasta su propio cuerpo le delata”
Y entonces dio un tirón y sacó el cono de un solo golpe, mi novio dio un grito que casi me sacó del estado de desmayo en el que yo me encontraba pero con una rapidez asombrosa el pastor dio un soberano puñetazo en el estómago de mi novio para así acallar ese grito, este cayó fulminado en el suelo totalmente encogido como si fuera un niño pequeño. Rápidamente lo cogieron entre los dos y le situaron en la extraña silla, donde le ataron las piernas, las muñecas y la cadera con un arnés de tal forma que no podía despegarse de la base de la silla, también cogieron su miembro y metiéndolo por un agujero en la base de la silla lo ataron a un resorte, yo todavía no alcanzaba a saber para que servía aquella silla tan extraña. Yo estaba inmovilizada en aquella especie de caballete sin saber lo que me iba a ocurrir ni lo que me iban ha hacer.
Después de un rato de estar en esa situación me cogieron de los pellos y me pusieron una pinza en cada uno de ellos con unas pequeñas pesas mis pezones empezaron a estirarse yo empezaba a quejarme un poco pero el pastor me dijo que contra más me quejara más peso pondrían en las pinzas y más se estirarían mis pezones, que me callase, que las putas sumisas no tenían que hablar sin permiso. Noté como se empezaron a desnudar a mis espaldas tanto el pastor como el herrero, después el herrero se situó delante y el pastor detrás, me miró el herrero y me dijo “ahora sabremos lo puta que eres y tú sabrás el límite de tu cuerpo”, y nada más terminar los dos al mismo tiempo me ensartaron sus miembros todo lo fuerte que pudieron entrando por mi boca y mi culo, no pude más que intentar gritar de dolor a la vez que mi espalda se arqueaba por la brusca penetración. Empezaron a follarme como si fuera un cacho de carne con todas sus fuerzas mi cuerpo se movía y se convulsionaba al ritmo que marcaban sus empujones que cada vez eran más fuertes y violentos si cave. Al rato el herrero cogío el puesto de mi culo y el pastor mi boca, yo ya no sentía nada solo un gran vacío en mis tripas, después de unos 45 minutos de estar recibiendo aquel castigo, se pusieron los dos detrás de mi y colocándome una bola en la boca se dedicaron plenamente a mi coño, empezó el pastor que de un solo golpe metió su polla hasta los huevos fallándome como si quisiera sacarla por mi boca, estuvo como 5 minutos, después la sacó con la misma fuerza y al momento tenía la polla del herrero dentro de mi, estuvieron turnándose de esta forma más de media hora, pensaba que me querían partir por la mitad.
Mientras sentado, viendo todo este espectáculo estaba mi novio, con una fuerte erección, pero en su cara no había un gesto precisamente de placer sino de dolor, mucho dolor. Pude comprender ese dolor al ver todo el dispositivo que había debajo de su silla, la verdad, la persona que había inventado ese artilugio debía de estar enfermo. Se trataba de un resorte que se colocaba mediante unas correas de cuero al miembro del individuo en cuestión, así si la persona que se sentaba en esta silla tenía una erección el resorte hacía que un gran consolador de metal parecido a un “pato” (instrumento de Ginecología), le penetrase analmente y después de estar totalmente dentro con una longitud de 30 cm, empezase ha abrirse hasta llegar a los 12 cm de diámetro, esta última medida dependía del tipo de erección que tuviese el individuo, si la erección era muy potente, que tuviera el miembro muy duro, la apertura sería la máxima.
Mi novio estaba viendo como a su novia la estaban rompiendo por todos sus agujeros y eso le excitaba, tanto, que estaba recibiendo su premio a la vez que yo recibía el mío. Pero lo bueno que daba por llegar.
Cuando el pastor y el herrero terminaron de abrirme salvajemente mis tres agujeros, boca, coño y culo, el pastor se acercó a mi y me dijo “ Y ahora el plato viene el plato fuerte del espectáculo pequeña” y en ese momento entraba el herrero con un caballo, y mirándome allí tumbada en aquel caballete con todos mis agujeros dilatados casi al máximo me dijo “ Te presento a tu nuevo novio, por lo menos este sabe follar y no como el maricón ese que está sentado en la silla, después de este novio ni querrás ni podrás probar otro… no te dará ningún placer… “ diciendo esto colocó al caballo y me untaron un mejunje tanto en mi culo como en mi coño, yo seguía con la bola en la boca y lo único que podía hacer era intentar gritar y moverme para que aquellos locos no me hicieran lo que pretendían, ser follada por un caballo.
Pero no me sirvió de nada, le subieron las patas delanteras y cogiendo el gran miembro del caballo, haciendo de mamporreros, lo colocaron en la entrada de mi coño, el caballo rápidamente se excito y empezó a penetrarme, yo solo sentía un gran dolor como si me estuvieran partiendo por la mitad aquello entraba cada vez más dentro de mi como si de un tronco se tratase abriéndose paso en mi interior provocándome un gran dolor y a la vez unos orgasmos brutales que hacían que mi cuerpo se estremeciese y se convulsionase como si me estuviera dando un ataque epiléptico, esto mismo fue repetido en mi culo y ahí fue donde y milagrosamente esa pedazo de polla entró hasta casi el final y donde después de unos 15 minutos de empalamientos debido a las embestidas del caballo este regó todo mi interior con su leche caliente, sentí como mi cuerpo se inundaba de calor, me dio la sensación de que me iba a salir también por la boca porque creo que hasta me llegó la leche al estómago ya que tuve un sabor raro que se me vino a la garganta, yo quedé tendida en aquel caballete notando ese inmenso vacío en mi interior como el aire podía entrar a través de mi recto dilatado como para meter un brazo sin problemas a que tocase mis paredes intestinales y saliendo leche como si de una cascada se tratase.
Aún hoy después de 15 días no puedo sentarme sin sentir dolor, es un verdadero logro el aguantarme para ir al baño, ya que lo tengo todavía tan dilatado que tengo que llevar pañales para que no se salgan mis heces sin yo poderlo evitar.
Mi novio sigue más sumiso que nunca, después de la experiencia de la silla, ya que me contaron porque yo no lo vi dado mi estado y por todo lo que estaba pasando, que tuvo tal erección por verme penetrada tan brutalmente por el caballo que aquella máquina lo penetro y lo dilató al máximo casi desgarrando su ano. A partir de ese momento lleva un arnés con un cono anal con el mismo sistema que la silla, para que no pueda tener ninguna erección más, este cono anal tiene un diámetro máximo de 20cm para que en caso de que se le ponga dura le reviente el culo y jamás lo vuelva a olvidar.
Lo que no sabe que este arnés se lo han puesto a petición mía y está echo con mucho amor y deseo por el herrero el cual viene acompañado del pastor una vez al mes para darme otro buen repaso, pero esta vez sin caballo ya que mi Amo después de aquella experiencia, quedó muy satisfecho y vio que por el haría lo que fuera.
Mi novio ha quedado como un eunuco, ya que no tiene ninguna relación sexual, solamente vive para servir a mi amo y cuidar de su puta sumisa esclava.
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